En el momento en que Harry despareció de su vista, supo que algo iba a salir mal. Quizás por eso su paranoia había estado en su máximo esplendor días anteriores; se levantó y se apareció en la zona donde estaba la copa.

—¿Joven Weasley?—Pregunto el director con duda.

—Rastreare a Potter y a Diggory—conseguí recordar referirme a Harry como Potter, el mundo no sabía que el y yo nos llevamos bien en realidad, solo mis hermanos y Hermione, hasta mis padres creen que no lo aguanto.

Use mi magia para rastrear la firma de Harry, una vez la encontré me aparecí. Lo preocupante fue que mi instinto me hizo agacharme, levanté la cabeza y vi porque, había mortífagos y Harry estaba atado a una lápida.

Cuidando que ninguno me notará, me acerque con cuidado a Diggory y busque su pulso, me alegre al notar que seguía con vida, así que use un traslador especial encantado para ir directamente a la enfermería.

Entonces me moví de arbusto y conseguí estar cerca del mi pequeño niño. Claro que olvide el detalle de ocultar mi magia y la bendita suerte Potter (la cual es contagiosa), lo siguiente que supe fue que estaba atado junto a Harry en una lápida al lado.

—Hola Harry—me miro estupefacto, aunque no sorprendido, probablemente esté maldiciendo a la suerte Potter.

—Hola Percy—le sonreí levemente antes de ser distraídos.

Con dolor tuve que ver cómo usaban a mi HIJO para revivir a Voldemort. ¿Porque no lo ayudaste? Primero, no tengo mi varita y segundo, en cuanto entre aquí, pusieron barreras Anti aparición y bloque anti elemental (la cual me impide usar magia elemental tipo Aire).

Ambos miramos al ser que se paró frente a nosotros.

—Harry Potter, el niño que vivio—Voldemort primero miro a Harry, el cual estaba frente a el y luego me miro al lado izquierdo de el.

—Percy Weasley, el joven que prevaleció—lo mire de manera neutral. Ambos nos habíamos enfrentado a el siendo jóvenes. Yo con ¿6 años? Si no me equivoco. Si, se que suena muy antinatural, pero si les sirve, no desperté por 3 días debido a la cantidad de magia usada.

—Voldemort, creí que te habría crecido el cabello para este punto.

¿Me gane el crucio? Tal vez, pero no le di la satisfacción de escucharme gritar, lo levanto luego de 1 minuto. Gire la cabeza y escupí la sangre de mi boca, no sin antes desaparecerla con mi magia, (algo o alguien removió el bloque anti elemental).

—Veo de quién aprendió Potter lo terco—murmuro molesto. Ambos le sacamos la lengua, y juraría que le ví hacer una mueca que reflejaba su irritación.

—¿Vas a matarnos ahora? ¿O vas a soltar tu típico discurs—Harry fue cruciado ahora, no deje que llegará ni a los 5 segundos cuando invoque una onda de aire que lo hizo desequilibrar la varita y hacer que algunos de sus lacayos se cayeran.

—¿Defendiendo al niñito dorado?—dijo al ver que con esfuerzo me puse enfrente de Harry (ya había desatado nuestras manos y nos habíamos puesto de pie).

—No, defiendo a mi hijo—sentí la mirada agradecida de mi niño. Volde me miró con extrañeza.

—¿Sus lealtades están con Dumbledore?

—Por mi se puede pudrir en el infierno—los mortífagos de sorprendieron al oír el veneno en la voz de Harry, yo asentí de acuerdo. Creo que hemos sacado de onda a la oscuridad, pero bueno, supongo que no puedo culparlos.

Sobretodo si consideramos que Harry y yo somos considerados de "Luz" y derrepente proclamamos odio hacia el líder de la faccion de la "Luz" en cuestión. Ambos aprovechamos el shock y salimos corriendo, invoque la copa y ambos la tomamos.

Lo último que ví, fue los ojos rojos de Voldemort, mirándonos con molestia, irá y confusión.

Pude sentir las barreras de Hogwarts y solté la copa (mi caída la evite con magia) y la escena que vieron todos fue de Harry sosteniendo la copa. Lo proclamaron el ganador del torneo, entonces la pasa se acercó a nosotros.

—Niños, ¿Están bien?—ambos asentimos. Llegué a la conclusión de que no era buena idea decirle a Dumby sobre la resurrección de Volde, así que transmití la idea a Harry, el cual asintió muy ligeramente.

—Señor Potter, Señor Weasley, acompañenme a la enfermería—tome a Harry y lo cargue con facilidad.

Snape me vio de reojo y arqueo una ceja, más no dijo nada, por suerte. Claro, otra cosa que olvidaba, Soy Oclumens y Legeremante entrenado y mi niño es uno de los que recibe mi entrenamiento.

Apenas nos instalamos en la enfermería, por la puerta entro cierto chucho, el ministro, Dumby, Ron y Hermione. Yo estaba en la cama izquierda junto a mi hijo, y el profesor Snape estaba sentado por el lado derecho (lo que en realidad hacia que estuviera en medio de ambas camas) y el chucho se subió a la cama y se sentó junto conmigo para no dar demasiadas sospechas.

—¡Harry!—Hermione primero abrazo a Harry y luego le dió el paso a Ron, el cual lo tomo delicadamente y lo abrazo hundiendo su cara en el cuello. Tan lindos, siento que se me sube el azúcar cuando los tengo al lado.

—No puedo creer que tengas esas ideas Dumbledore—mi atención se centro en Dumby y en el ministro.

—¿Sucede algo señor?—hable con el "tono pomposo". Vi como Harry y Snape trataban de aguantar una risa, claro, como ambos ya me habían escuchado siendo yo y no "el hijo perfecto" sabían que mi tono salia como la mierda.

—¿Puedes creer que el director Dumbledore tiene la idea de que el-que-no-debe-ser-nombrado-a-vuelto?—he aquí el momento de decidir el futuro.

—No señor, todos sabemos que el murió aquella noche, ¿Verdad Potter?—mire a Harry, el cual asintió despacio.

—Me puede doler la cabeza si la agitó rápido—explico ante la interrogante de los demás. De hecho tenía bastante sentido.

—Bueno, si no tienen algo más que decir, ¿Podríamos descansar un poco?

El ministro le entrego el dinero a Harry, dió unas palabras y se fue. A base de algo de manipulación de mi parte, conseguí que la pasita y Snape se fueran y coloque unas barreras de sonido (mientras descansemos Poppy no debería decirnos nada).

—Ya puedes transformarte Pads—lo mencioné de manera casual.