Percy [1 mes después]

Pasaron algunos días, nada fuera de lo normal, estudie varios hechizos, preparé los libros que le quería dar a Harry, (al final me decante por hacerlo en tomos), mi familia poco a poco se acostumbro a mi cambio.

Ya que al inicio del verano hice todas mis tareas, el resto del tiempo lo usé para realizar mejoras en casa, si quería que mi niño pasará su primer verano aquí en lo que arregló el asunto de Sirius y Remus, tendría que perfeccionar todo.

Así que realice hechizos de expansión indetectable dentro de la casa (gracias por ello profesor Snape), tampoco quería quitarle la esencia a la madriguera, puse varias runas de protección de edificios y un par de cosas más (gracias profesor Lupin), además de unos cuantos hechizos para las defensas de la casa (gracias familia Black), mamá, papá, los gemelos, Ron y Ginny me agradecieron, no es que quiera sonar malo, pero en su momento, lo único que pensé era de que lo hacía por Harry (perdón Familia, saben que los amo).

En cuanto a la rata, bueno, verificaba darle comida de vez en cuando para que mis padres no sospecharán. Pero bueno, también quería lanzarle unos hechizos bastante buenos que me enseñó, en secreto de mamá, Walburga Black.

Creo que hablar demasiado con el cuadro me afectó. Porque ella me dijo al final de mi "entrenamiento" en mi otra vida, si es que se le puede llamar así, que parecía un auténtico Black, Sirius tembló cuando su madre le informo de este hecho.

Las únicas personas entrenadas por ella eran: Lily Potter, Pandora Lovegood, Frank Longbottom, y yo, por supuesto.

Según me explico Sirius, Lady Potter y Lady Lovegood eran amables usualmente, la última solía tener aire soñador, como la pequeña Luna, pero enojadas, bueno, ni me meto en su camino.

Frank era torpe y buena gente, pero tocabas a alguien importante para el con intenciones malas y terminarías confundiendolo con un Black.

Y yo mismo, muchos Mortifagos podían dar fe de ello (intentaron que me uniera a ellos, nunca lastimaría a Harry), incluso los del ministerio (creían que tenían mi lealtad, les hice creer a casi todos, excepto al trío de oro y mis hermanos que les conté antes de que creyeran cualquier cosa, que no apoyaba a mi protegido y a la pasita come caramelos, cosa que logré), que lastima que no me interesaban ninguno de ellos.

En fin, pues al contrario de la creencia de todos, el nunca se alejo de su familia: Walburga, Orión y Regulus. Cuando el se "mudo de manera permanente en Potter Manor", la verdad era que seguía viviendo con sus padres y hermano y visitaban mucho a los Potter, trataron de protegerse de Voldemort, por lo que dieron la impresión de que el escapó, sabiendo que de alguna manera eso funcionaria.

Los Potter y Black se habían hecho Aliados secretos, por lo que Remus, Lily y Severus (el cuál nunca había dicho la palabra prohibida) eran protegidos de ambas familias.

Alguien tocó mi puerta, sospecho que se tratan de los gemelos y Ron.

—Adelante.

Y efectivamente eran ellos. Los mire con una ceja alzada al ver que no decían nada.

—¿Les comió la lengua el ratón?

Eso pareció sacarlos de su estupor.

—¿Nos ayudas a practicar?

—Si se refieren a los duelos o al Quidditch, y están listos para perder, adelante.

Apesar de que querían protestar me guiaron hacia el patio, se que han estado practicando algunos hechizos bastante buenos y quiero ver qué tal les salen.

Probablemente ellos no lo notarán, pero en una zona de mi cuarto hay más concentración de magia, y esto se debía a qué cree un mini laboratorio de pociones.

No es que me agrade recordarlo, el pequeño Potter tiene un fuerte complejo de héroe (que conseguí minimizarlo antes y lo volveré a hacer), además de terminar muy lastimado en el proceso por lo que considere adecuado tener un suministro de ciertas pociones, entre ellas, la crece huesos y dormir sin sueños.

Al caso, en cuanto al Quidditch, me vi obligado a mejorar, nuevamente, por culpa de cierto potter, al final mi existencia se forzó a mejorar por Harry, que planea el destino para mi?

[otro mes y unos días después]

Finalmente ha llegado el dia, hoy regreso a Hogwarts e inicia mi misión, el dia que fuimos a comprar materiales lo vi de reojo pero lamentablemente no me podía acercar a el antes de tiempo. Subimos las cosas al carro y nos dirigimos a la estación, cuando llegamos y nos acercamos a la entrada, lo vi de reojo, venia acompañado de los Dursley, que lo dejaron solo, quería ir hacia el, se veía algo asustado y desesperado, hasta que me di cuenta de que mama estaba hablando.

—... lleno de muggles, por supuesto..

Eso capturo su atención, y se volteo a vernos, simplemente lo veía de reojo hasta que tuviera la oportunidad de hacer que pase junto conmigo la barrera.

—Y ahora, Cual es el número del anden?—A veces me pregunto si madre respeta el estatuto secreto o sufre de perdida de memoria antes de tiempo.

—¡Nueve y tres cuartos!—Le contesto Ginny—Mama, ¿no puedo ir...?

—No tienes edad suficiente, Ginny. Ahora estate quieta. Muy bien, Percy, tu primero.

Antes de cruzar gire un poco y le hable en voz baja, se que si me escucha—Hey pequeño ven, se que nos estas observando.

Mama y mis hermanos me vieron extrañados, y antes de que me pudieran decir algo Harry se armo de valor y se acerco a nosotros algo apenado.

—Yo, perdón por espiar pero...

Adorable, pensé antes de contestarle—No sabes como entrar al anden 3/4 ¿verdad?—Negó con la cabeza.

—Lo único que tienes que hacer es andar recto hacia la barrera que esta entre los dos andenes—Señale discretamente los andenes 9 y 10—No tengas miedo de chocar, iré primero y te esperare del otro lado, ¿de acuerdo?

—Si—Una vez escuche su respuesta avance rápidamente y llegue al otro lado, unos minutos después, Harry me siguió, cuando abrió los ojos y noto que no choco, miro hacia donde me encontraba y avanzo para estar cerca de mi. Ambos subimos al tren, el vagón de los prefectos estaba vacío, acomode mis cosas, excepto una mochila de la cual había un libro que le quería regalar y que oculte en mi suéter.

—Te llevare a un vagón.

—Gracias...—Fuimos al último vagón, en el que conoció a Ron, los gemelos y Hermione, si no recuerdo mal.

—Soy Percy Weasley, prefecto de la casa Gryffindor—En su cara se veían la duda y el agradecimiento, lo último por ayudarlo asumo, y lo primero el puesto, creo.

—Yo soy Harry Potter, y... muchas gracias por ayudarme.

Dude un poco, pero coloque mi mano sobre indomable cabello y lo acaricie, gesto que lo sorprendió.

—No hay problema—Le entregue el libro de historia de Hogwarts, junte dinero para comprarle el libro.—Ten un regalo, te recomiendo que lo leas para que te informes un poco mas sobre la escuela, y te recomiendo que te cambies en estos momentos a la túnica para que no interrumpas mucho tu lectura—Asintió a lo que le dije, aunque tenia los ojos cerrados, me sentía mal de tener que separarme de el, a regañadientes separe mi mano–. Si necesitas algo, pregunta por mi, o ve al vagón en el que deje mis cosas.

—Esta bien, gracias Percy

—De nada, pequeño

Dicho eso me dirigí al vagón de los prefectos.