Shiryuu pov.

-Hace no mucho que emprendimos nuestro viaje a la casa de mi hija ¿se podría decir? Como sea luego de esa pequeña discusión que tuvieron mi esposa y Mae-dono junto a Moroha-chan nos dirigimos hacía Honduras… Tan solo espero que no terminé causando más problemas…

Por cierto, no me he presentado mi nombre es Chouun Shiryuu pero al casarme con Asuka. Cambie mi apellido por el suyo ahora soy la esposa de una alocada demonio de pelo castaño quien hizo mis días más coloridos.

[...]

—Cariño. ¿Ya hemos llegado? —Pregunté.

—Tan solo vamos en la mitad de nuestro camino, mi amor pero creo que ya estamos cerca puedo sentir el poder mágico de mi hija —dice ella.

—Asuka quiero que me expliques como es eso de que tienes nietas —me acerqué lentamente a mi esposa quien me miraba sorprendida por lo que acabo de decir…

—Ella suspira de forma pesada..

—Bien, te lo diré pero será un poco largo así que… Todo comenzó en el siglo 18 unos años antes de la guerra santa contra Hades.. —Empezó mi esposa a relatar su historia por mi parte yo escuchaba todo atenta.

[...]

Una explicación después…

—Y eso es lo que pasó. Morí por qué uno de los caballeros más jóvenes de esa época al ser fiel al nuevo patriarca que tomó el poder por la fuerza… Gate Guard destruyó mis corazones con las armas de Libra —dijo mi esposa dejando que un pesado suspiro escape de sus labios.

—Lo siento, no debí preguntar… —Susurré mirando a un lado.

—Tranquila mi amor. Eso pasó hace mucho tiempo y ahora estamos viviendo en una época llena de paz. Ya sé, ¿quieres que después vayamos al santuario? Digo para que conozcan el lugar donde estuve entrenando durante mi juventud, eso si quieres —las mejillas de mi esposa se tiñeron de rojo cuando se dio cuenta de que había empezado a reír por lo bajito.

—Me gustaría ir pero primero quiero conocer a tus nietas —mencioné sonriendo a mi mujer. Ella se acercó a mí tomando mi cuerpo con sus brazos. Sentí su calor recorrer mi cuerpo mientras la pequeña niña que nos acompañaba miraba todo curiosa…

—¿Oh? Espero no hayas olvidado lo que hablamos cuando estábamos en Argentina, mi pequeña dragoncita, yo no he olvidado que voy a comerte toda cuando estemos solas de modo que espero estés preparada —susurró en mi oído mi mujer haciendo que mis mejillas se pusieran rojas como un par de manzanas…

—No lo he olvidado. Estoy ansiosa por saber de lo que es capaz la mujer que me enamoró —dije.

—Me parece bien. Además sigo diciendo que te verías linda con una pequeña tú en tus brazos —comentó la idiota de mi esposa luego de alejarse de mi persona provocando que mi cabeza literalmente estallara.

—Por su lado la persona con quien me he casado en secreto comenzó a reír por sus propias palabras…

—Eres una idiota ¿lo sabías? —Le dije mirándola un poco molesta pero siempre con una gran sonrisa en los labios.

—Lo sé. Pero aún así soy tu idiota mi pequeña y sexy dragoncita —esta persona con quien comparto un vínculo afectivo es decir, con quien he contraido nupcias, ladeó de nuevo su cabeza mientras mostraba sus perlados dientes haciendo que de forma involuntaria también yo sonriera

—Ma.. Mami.. ¡Mami…! —Exclamó Moroha-chan mirándome con el ceño fruncido. Ella estaba haciendo un lindo puchero al tiempo que con sus manitas golpeaba mi pecho…

—Darling.. Nuestra hija dijo sus primeras palabras ¿lo has escuchado? —Hable emocionada por lo que acaba de pasar sin darme cuenta que llame a mi esposa por el mismo vergonzoso apodo con el que la llaman todas las chicas…

—Claro que lo escuche. Moroha-chan puedes decir "mami" de nuevo —con pasos ágiles mi mujer se acercó a nosotras quedando a mi lado. Volvió a decir esperando que la pequeña repitiera lo que había salido de sus labios— —¿puedes decir de nuevo mami? Vamos cariño di mami de nuevo..

—Nuestra pequeña infló sus cachetes mientras miraba a su progenitora…

—Ashuka… —Dijo la niña que tengo en mis brazos mirando algo molesta mi idiota.

—No cariño. Dime mami —sonriendo Asuka-chan habló pidiendo a la bebé que volviera a decir mami pero la pequeña tenía otros planes.

—Moroha-chan empezó a llorar moviéndose en mis brazos para después esconder su carita entre mis pechos…

—Creo que ese es un no. Lo siento mi vida —le dije a mi esposa con una pequeña sonrisa en mis labios.

—Genial simplemente genial —susurraba derrotada la mujer de cabello castaño por mientras la pequeña que está en mis brazos se acomodaba en mi busto bostezando de vez en cuando..

—Aunque la pequeña no te diga mami. Yo puedo hacerlo. Puedo decirte mami cuando quieras, Darling —me acerqué a su rostro dejando unos cuantos centímetros que eran los que separan nuestros labios para luego besarla tiernamente en sus cerezos siendo también correspondida por el amor de mi vida…

—Cuando nos separamos mi ahora Darling me dijo con una voz realmente sexy…

—Voy hacerte decir no solo eso, dragoncita. Vas a decir mi nombre cuando esté comiendo tu cuerpo —eran las palabras que había usado mi esposa quien me había abrazado por la espalda rodeando mi cintura con sus brazos.

—Estaré esperando a que llegue la noche —respondí dejando que una tonta risita escape de mi persona.

[...]

Unos minutos después ya estábamos en casa de mi hija adoptiva. A decir verdad me ponía nerviosa saber que por fin hoy conocería a la pequeña persona que mi amada esposa acogió y crió como si fuera su hija. Con cuidado bajamos del barco que Asuka-chan había invocado para hacer nuestro pequeño viaje…

Moroha-chan ya se había dormido en mis brazos. Se miraba muy linda durmiendo. Tener la imagen de esta pequeña personita estando en mis brazos me hizo pensar que ya era hora de tener también mis propios hijos aunque..tendré que hablarlo con mi Darling. Seguramente ella estará feliz porque tendremos a nuestros bebés que serán los más fuertes defensores de la paz.

Tan metida estaba en mis pensamientos que no me di cuenta cuando ya estábamos en la puerta de una gran casa que parecía ser de dos pisos pero sin ir más lejos nuestra casita era un poco más grande. ¿Qué soy un poco vanidosa? En fin, Darling fue quien golpeó la puerta esperando a que alguien abriera, por mi lado estoy tan nerviosa que no sé si podré hablar sin trabarme o decir alguna tontería. Pasaron los minutos en los que nadie abría hasta pensé que podría decirle a Asuka-chan que nos vayamos pero…

[...]

—¿Mamá? ¿Qué haces aquí? Quiero decir, no nos dijiste que vendrías de visita. ¿Quién es ella? —delante de nosotras se encontraba una linda chica de pelo gris y ojos azules como los de mi esposa. La persona que nos atendió se quedó esperando la respuesta de su madre..

—Ah, lo siento cariño pero.. ya sabes que Tama-chan está en cinta y cuando se enoja no hay nadie que la haga entrar en razón pero dejando eso… Quiero presentarte a Shiryuu-chan —habló mi esposa quien se hizo a un lado para que su hija pudiera verme.

—Un gusto conocerte….