Act I: La Torre Maestra
Posteriormente a los acontecimientos del Team Flare, y el regreso de Satoshi a Kanto, Alan retomó su cargo como ayudante del profesor Sycamore, aunque ahora con la compañía de su amiga, Manon. Este seguiría investigando la mega evolución, pese a que ahora no posea su mega aro ni la mega piedra de su Charizard, ya que fueron un obsequio de Lysandre, y no quería nada relacionado a ese pasado que le traía malos recuerdos.
De hecho, luego de haberse consagrado como campeón de la Conferencia Lumiose tenía la oportunidad de entrar a la Liga de Campeones de Kalos para desafiar a la Élit Diantha, la campeona, pero como todo esto fue en parte conseguido con la ayuda de la mega evolución prefirió no hacerlo de momento. Lo único que guardó fue el trofeo de la Liga Kalos como recuerdo de su batalla final con Satoshi.
Actualmente Alan se encuentra investigando distintos puntos de Kalos junto a Manon, guiándose a través del Reloj Solar de Ciudad Anistar, el cual en la puesta de sol emite energía relacionada a la mega evolución, guiándolos así hacia distintas mega piedras.
En estos momentos Alan y Manon están investigando la Cueva Brillante.
—Alan, ¡por aquí por aquí! ¡Veo un resplandor azul! —exclamó Manon.
Alan la siguió sin dudar, pero se quedó paralizado al acercarse más hacia la luz junto a su Charizard.
—¿Alan, sucede algo? ¿Estás bien? —preguntó Manon, preocupada.
—¿Podría ser…? —dijo titubeando Alan.
Manon no entendía qué estaba pasando, solo veía una resplandor cegador, y que tanto Alan como Charizard estaban estupefactos frente a ella.
El silencio se mantuvo un rato, intrigando aún más a Manon, que no entendía nada. Alan se mantenía cabizbajo y pensativo, cayendo una pequeña lágrima por su cara.
—Charizard, ¡vamos! —exclamó Alan de la nada, acercándose a la cegadora luz sin temor alguno, mientras se pasaba parte del brazo por la cara.
Alan se acercó al muro donde residía aquella luz, la cual era una piedra brillante de tonos azulados y negros, y al tocarla y verla de cerca no tuvo ninguna duda.
—¡Después de mucho tiempo, al fin logramos encontrarla por nuestra cuenta, Charizard! —expresaba Alan bastante emocionado.
Manon se quedó observando conmovida, y a medida que Alan se acercaba más a luz ella recordaba por todo lo que pasó Alan este tiempo para poder encontrarla.
Para él esto significaba mucho, ya que era dejar atrás su pasado con Lysandre, esto era obra de su propio mérito.
…
Ya de regreso en el laboratorio del profesor Sycamore, Alan va a contarle emocionado al profesor que al fin logró encontrar la Charizardita X.
—¡Profesor, al fin la encontré! —exclamó Alan, mientras Manon lo observaba con una sonrisa dibujada en su rostro.
Sycamore se pone muy feliz con la noticia y lo felicita.
—¡Maravilloso! Realmente ya eres todo un experto encontrando megapiedras. ¡Dada la ocasión deberíamos hacer una fiesta con los demás en el laboratorio! –Exclama con euforia el profesor
A lo que Alan afirma con su cabeza y un brillo melancólico en sus ojos.
Luego de que todos comieran y la pasaran bien en la fiesta, el profesor Sycamore interrumpe para felicitar a Alan frente al resto.
—Alan, me has ayudado mucho en la investigación sobre la mega evolución y en asegurar de que todo haya vuelto a la normalidad luego de los incidentes del Team Flare. Por tu buena labor y el logro que conseguiste, te quería obsequiar este mega aro, cortesía de Gurkinn, el abuelo de Korrina, por haber salvado a Kalos de la destrucción —expresó Sycamore algo conmovido.
Alan sonríe y se dispone a recibir el mega aro de manos del profesor, mientras observa a las asistentes de Sycamore y a Manon que se ven contentas, y esta última, muy emocionada.
Garchomp decide acercarse a Alan y abrazarlo como en los viejos tiempos.
—Gracias, Garchomp — Oh...Cierto, ¡Charizard, sal! —exclama Alan mientras saca a Charizard de su poké ball y celebran los tres este momento en un cálido abrazo, al que se une Manon, Sycamore y Hari-san.
Así Alan logró hacerse con el mega aro y la Charizardita X luego de haber empezado de cero. Sin embargo, ese día sería recién el primero de muchos, ya que una noticia inesperada le abriría las puertas a su nuevo destino.
— Días después —
Estaba atardeciendo cuando Alan venía de regreso de Ciudad Shalour, venía con un brillo en los ojos y sintiendo una emoción que desde hace un buen tiempo no sentía, en su interior había una llama ardiendo con gran pasión.
Unas horas antes había hablado con Korrina, ya que fue a la Torre Maestra con la intención de agradecerle a su abuelo por el mega aro que le obsequió.
…
—Se lo agradezco mucho, no sabe cuánto —le dijo Alan al abuelo de Korrina.
—No es nada, después de todo ayudaste a defender la región cuando estuvo en crisis —le respondió.
Fue en ese momento en que Korrina interrumpió la conversación y le dijo emocionada a Alan.
—¡Adivina a quien vi hace unos días! ¡A Satoshi! —
Alan quedó sorprendido y algo estupefacto.
—¿En serio? ¿Y qué hacía visitando Kalos? —dijo mientras aún no lo procesaba del todo
¡Vino a participar al Festival de Batallas de la ciudad! Está participando en el Campeonato Mundial al igual que yo —respondió Korrina aún emocionada.
—¡Tuvimos una gran pelea! Fue capaz de derrotar a mis dos Pokémon sólo con su Heracross. Satoshi se ha vuelto mucho más fuerte desde su partida de Kalos, ¡Incluso está siendo más cauteloso al combatir! —seguía comentando Korrina con un brillo en sus ojos.
Alan escuchaba con atención a Korrina, quien le seguía dando detalles del combate y de los nuevos Pokémon de Satoshi.
—Ya sé que estás pensando, joven Alan —interrumpió el abuelo de Korrina.
—¿Eh? —dijo Alan algo desorientado, ya que estaba muy pendiente al relato de Korrina.
—¿Quieres luchar de nuevo contra ese muchacho, cierto? —le preguntó el abuelo de Korrina.
—Sí, fue una promesa que hicimos cuando nos despedimos —respondió Alan muy seguro.
—Ya veo —le respondió el anciano, con admiración.
Alan ya tenía planeado irse, se estaba haciendo tarde y debía llegar a dormir al Centro Pokémon de la ciudad, pero no podía dejar las cosas como estaban.
—¿Sabe? Siempre mi objetivo fue hallar la mega piedra de Charizard y la Key Stone por mi cuenta, y creo que lo menos que puedo hacer para sentirme merecedor del mega aro que me acaba de regalar es tener un combate con usted. —dijo Alan con pasión en sus ojos.
—No esperaba menos de ti, jovencito —respondió Gurkinn.
Así se dirigen hacía el campo de batalla, donde normalmente Korrina enfrenta a los aspirantes a la medalla.
— Si nadie se opone, yo seré la referí del encuentro —dijo Korrina titubeando un poco, ya que nunca había hecho de árbitro en un combate— Las reglas son simples, el encuentro será de 1vs1, el Pokémon que caiga primero será el perdedor. ¡Pueden sacar a sus Pokémon!
—Charizard, ¡yo te elijo! —exclama Alan mientras lanza la poké ball al campo.
—Blaziken, ¡cuento contigo!. —dijo Gurkinn en voz alta sacando a su Pokémon de la poké ball.
De la poké ball emergió un imponente Pokémon, donde su sola mirada emitía un aura de respeto hacía él.
—¡Qué la batalla de comienzo! —exclamó Korrina.
—Charizard, demos todo lo que tenemos, ¡empieza con Lanzallamas! —comandó Alan.
—¡Blaziken, responde con Lanzallamas también! —ordenó Gurkinn.
Los Lanzallamas colisionaron provocando una explosión, lastimando a ambos Pokémon.
—Charizard, ¡Garra Dragón! —exclamó Alan.
—¡Blaziken, bloquéalo! —declaró Gurkinn.
Blaziken cruzó sus brazos usándolos como una barrera frente al Garra Dragón de Charizard, el cual intentaba penetrar en su defensa, buscando alguna debilidad.
—Blaziken, ¡aprovecha el momento y usa Puño Trueno! —exclamó Gurkinn con una sonrisa dibujada en su rostro.
—¡¿Qué?! —exclamó Alan, bastante sorprendido por el movimiento supereficaz.
Charizard no tuvo oportunidad de esquivarlo al estar usando Garra Dragón y haber bajado la guardia, resultando en un golpe super efectivo y dejándolo tirado en el suelo.
—Las devastadoras patadas no son lo en lo único en lo que mi Blaziken se especializa —comentaba Gurkinn orgulloso.
—Con que empezamos fuerte, ¡démoslo todo, señor Gurkinn! —decía emocionado Alan.
—¡Charizard, levántate! —ordenó el joven de la bufanda azul.
Charizard se levanta sin problemas, resaltando su gran resistencia.
—¿Con que darlo todo, eh? Creo que entonces llegó el momento indicado. —expresa Gurkinn, levantando su brazo izquierdo— ¡Blaziken, mega evoluciona! —exclama Gurkinn, mientras presiona la Key Stone incrustada en su guante izquierdo.
Blaziken se ve rodeado de una luz que se va conectando con las líneas de energía de la mega evolución provenientes del mega guante de Gurkinn. Mientras va cambiando su forma, su cresta se vuelve una sola, siendo más prominente, a la vez que su cabellera se levanta en punta, y de sus muñecas brotan unas largas llamaradas que expresan su ferocidad y ferviente pasión.
—No esperaba menos de usted —dijo Alan— Aunque lamento decirle que al considerar esto una prueba para merecer la Key Stone, me limitaré a no utilizar la mega evolución.
—(La verdad es que ha pasado bastante desde la última vez que la usé y no me siento seguro de utilizarla aún) —Pensaba Alan
—Es una lástima, aún así no me contendré contra el campeón de la Conferencia Lumiose. —declaró Gurkinn.
—(¿Campeón? ¿Realmente merezco ese título cuando no obtuve nada por mi cuenta?) —reflexionaba Alan
—Bueno, es hora de continuar con el combate. —declaró Alan.
—Charizard, ¡Puño Trueno!
—Blaziken, ¡Puño Trueno! —ordenaron al unísono ambos entrenadores.
Los movimientos eléctricos colisionaron y emitieron chispas por todo el campo de batalla. Ambos Pokémon resultaron bastante heridos, pero seguían en pie.
—Charizard, ¡Lanzallamas! —exclamó Alan.
—Blaziken, ¡Esquívalo y usa Patada Ígnea! —ordenó Gurkinn.
Blaziken logró esquivar el Lanzallamas sin problemas, y usando sus ágiles movimientos logra acercarse a Charizard sorprendiéndolo por la espalda, conectando una devastadora Patada Ígnea.
—¡Charizard, Garra Dragón! —exclamó Alan.
Charizard como si no hubiera recibido ningún golpe, se acerca rápidamente a Blaziken, para intentar conectar el golpe.
—¡Blaziken, esquívalo! —comandó Gurkinn, con cierta confianza.
Blaziken ágilmente esquiva el movimiento de manera tan natural como si estuviera caminando.
—¿Con que Impulso, eh? —comenta Alan.
—Estaba esperando que lo mencionaras, cada vez que ataca se vuelve más rápido. ¿Cómo podrás superar esto, jovencito? —dijo Gurkinn.
—No me dejas otra alternativa. ¡Charizard, usa Lanzallamas por todo el campo! —ordenó Alan.
—Blaziken, ¡elévate en el aire y arremete con varias Patadas Salto Alta! —exclamó Gurkinn.
—Charizard, ¡usa tus alas para protegerte! —comandó el pelinegro.
Charizard se protegió con sus estoicas alas, mientras Blaziken arremetía sin parar entretanto lo hacía retroceder poco a poco, pero en ese momento una sola mirada de su entrenador le hizo entender lo que hacer a continuación, el gallo de fuego pasó de estar al frente arremetiendo contra Charizard a en una fracción de segundos a estar por detrás del dragón de fuego y arremeter por la espalda descubierta de este con un devastador combo de Patada Salto Alta con Patada Ígnea, aprovechando su guardia baja y lanzándolo bruscamente contra el suelo.
El choque de Charizard contra el suelo resultó en una explosión de tierra y polvo, lo que le daba ventaja a Blaziken al permitirle esconderse entre las partículas de polvo que seguían flotando en el aire.
—Charizard, ¡levántate y bate tus alas para despejar el campo! —exclamó Alan
Charizard obedientemente se logró levantar y empezó a batir sus alas cuando como si de un espejismo se tratara, Blaziken apareció de entre el polvo aún levantado para arremeter con un devastador Gancho Alto en toda la mandíbula del Pokémon de Kanto.
—¡Charizard! ¡¿Te encuentras bien!? —exclamó Alan angustiado.
Charizard cayó nuevamente al suelo producto del golpe, ya que este lo dejó bastante aturdido. Alan le gritaba que se levantase, que confiaba en que aún podía seguir, pero Charizard no respondía ni con un mínimo movimiento.
—Charizard ya no puede conti…—declaró Korrina cuando de repente un rugido lleno de energía y motivación proveniente de Charizard la interrumpió.
Charizard se ponía de pie, lo cual era pura voluntad, una determinación sin precedentes, mientras la llama de su cola se encendía muchas veces por encima de la media, a la vez que lanzaba un Lanzallamas con mucha energía hacia el cielo. Alan no podía creer lo que veía, aunque dentro de él, sabía que podía confiar en las agallas de su fiel amigo.
—Sabía que podía contar contigo, Charizard —expresaba Alan algo emocionado.
Charizard le respondió con una mirada llena de confianza.
—Así que se trata de Mar Llamas, nada mal muchacho —comentaba Gurkinn.
—Sí, no es algo que experimentemos mucho, puesto que al megaevolucionar su habilidad cambia a Garra Dura, pero entrenamos bastante con Mar Llamas cuando recién evolucionó en Charizard —expresó el muchacho de ropas oscuras— (Aunque debe estar en las últimas si llegó a activar su habilidad, debo ser cauteloso y aprovechar esta oportunidad).
—¡Charizard, usa Garra Dragón! —ordenó Alan.
Blaziken no se movió, a lo que Charizard fue con todo, causando que mucho polvo se levantara al impactar con sus garras, ¿acaso Blaziken recibió el ataque? se preguntaban Alan y Korrina.
—Lo siento, pero tus garras no pueden alcanzarnos —declaraba Gurkinn.
Se levantó el polvo causado por el impacto, y se desveló la figura de Blaziken y Charizard. Blaziken lo tenía agarrado de las muñecas, no había permitido que este si quisiera lo alcanzara un milímetro.
—¡Charizard, es tu oportunidad, Lanzallamas! —vociferó Alan con todas sus fuerzas.
A lo que el dragón de fuego obedeció sin dudar, de él salieron unas llamas de fuego de un tamaño y poder alucinante. Blaziken lo recibió de lleno, siendo el primer ataque que logró alcanzarlo durante el combate.
—Blaziken, ¡responde también con Lanzallamas! —comandó Gurkinn.
—Charizard, ¡rápido, protégete con tus alas! —ordenó Alan.
Charizard no alcanzó a protegerse con sus alas a tiempo, pero aún así logró mitigar el daño lo más que pudo.
—(Es demasiado difícil poder conectar los ataques, su velocidad a cada momento aumenta y aunque llegue a un límite está bastante por sobre nosotros… ¿Qué puedo hacer?) —pensaba Alan.
—Bien, ¡Charizard elévate y usa lanzallamas por todo el campo! —comandó Alan.
—(¿Esa no es la misma estrategia de hace un rato?) —pensó Korrina.
—¿Intentas que Blaziken no pueda estar de pie en el campo de batalla? —comentó Gurkinn.
—Blaziken, ¡elévate y usa Puño Trueno! —ordenó Gurkinn decidido.
—No caeré en eso de nuevo —susurró Alan para sí mismo.
—¡Charizard, retrocede, usa lanzallamas por todo el cielo y aviva el fuego con tus alas! —comandó Alan determinado.
Charizard se dirigió hacía el suelo del campo de batalla rápidamente para no darle chance al Blaziken de Gurkinn a hacer lo mismo, bate con sus alas el fuego de su lanzallamas potenciado lo que hace que el cielo pareciera ser un infierno.
Blaziken es alcanzado levemente por la intensidad de las llamas, pero aún así logra volver al campo de combate. Es imposible una batalla aérea en esos momentos, ya que Charizard sigue usando lanzallamas y batiendo sus alas.
—No sé que quieres, pero estás descubierto, ¡Blaziken ve y usa Gancho Alto envuelto en Puño Trueno! —ordena Gurkinn emocionado.
—¡CHARIZARD, USA ANILLO ÍGNEO! —exclamó Alan con todas sus fuerzas.
Blaziken va a toda velocidad contra Charizard, pero este lo hace retroceder por un momento con el lanzallamas que seguía lanzando, lo que le da la chance de usar Anillo Ígneo. Blaziken no puede elevarse para evitarlo porque aún quedan llamas en el cielo del escenario, se encuentra contra las cuerdas. Charizard con todas sus fuerzas golpea con su puño el campo de batalla provocando múltiples fracturas en él, más de lo normal, debido a Mar Llamas, es casi como si un terremoto afectara el lugar, y este termina atrapando a Blaziken e impactando de lleno, provocando una gran explosión en el lugar.
Todos se encuentran atónitos, el poder de ese Anillo Ígneo superaba incluso al mostrado por Mega Charizard X, el poder de Mar Llamas es ciertamente aterrador en ocasiones.
El polvo levantado producto de la explosión se desvanecía de a poco, a la vez que se lograba vislumbrar la silueta de Blaziken.
—No puede ser posible —comentaba Alan incrédulo.
Blaziken se encontraba de pie, en posición de guardia con sus brazos cruzados. Había logrado soportar el Anillo Ígneo para la sorpresa de Alan y Charizard.
—Debo felicitarte, tu estrategia fue bastante arriesgada, pero efectiva. Si hubiera sido un Mega Blaziken común y corriente probablemente no lo hubiera aguantado, pero el mío tiene muchos años de experiencia, y se ha fortalecido a un punto donde muy pocos han logrado dejarlo contra las cuerdas en combates serios — comentaba Gurkinn orgulloso.
—Blaziken, ¡Puño Trueno! — ordenó Gurkinn con un tono de voz emocionado.
—Charizard, esqui…— Alan no terminaba de ordenarle a Charizard esquivar el ataque cuando como si de un rayo de luz se tratase Blaziken golpeó a Charizard con Puño Trueno fulminante.
Charizard cayó al suelo, quedando totalmente inconsciente.
—¡Charizard no puede continuar, por lo tanto Blaziken junto al abuelo ganan este combate! —exclamó Korrina tomándose en serio su papel de árbitro.
Alan fue corriendo a ver a Charizard, ayudándole a levantarse y dándole una baya Aranja para que recupere fuerzas.
Gurkinn sonreía, mientras también se acerca a Blaziken, el cuál acababa de volver a su forma base luego de un agotador combate.
—Lo hiciste demasiado bien, Charizard, estoy orgulloso de ti —le decía Alan a Charizard mientras sonreía y tenía los ojos llorosos, para luego abrazarlo.
—Alan, lamento interrumpirlos, pero debo felicitarlos a los dos, hicieron un magnífico trabajo. Desde hace bastante tiempo no nos ponían contra las cuerdas a mi y Blaziken al punto que me emocioné bastante, ustedes realmente se merecen usar la mega evolución. Así que han pasado esta prueba.
—Muchas gracias, pero… ¿está seguro? Después de todo no ganamos el combate —expresaba Alan algo disconforme con los resultados.
—Claro que estoy seguro, Charizard junto a ti son un dúo inigualable y tienen mucho futuro por delante, además que como ya te comenté con anterioridad, Blaziken lleva entrenando muchos años conmigo, alcanzar su nivel no es cosa de un día para otro —comentó Gurkinn.
—Deberían relajarse un poco ahora, ¡lo hicieron muy bien!, tuve que aguantarme las palabras para mantenerme neutral durante el combate, pero fue muy emocionante. Hasta el día de hoy no he logrado poner en una situación como esa al Blaziken de mi abuelo, ¡así que siéntanse orgullosos! —exclamaba Korrina bastante alegre y emocionada por lo que acababa de presenciar.
—Tienen razón, creo que después de esto seguiré entrenando, muchas gracias por todas las molestias —le respondió Alan tanto a Korrina como a su abuelo.
…
Alan volvió en sí, se encontraba caminando por la playa de Ciudad Shalour, recordando todo lo ocurrido hace unas horas.
—(Luchar contra Satoshi de nuevo sería genial, pero hay mucha más gente igual o más fuerte allá afuera y también cerca, eso aprendí hoy con el abuelo de Korrina, así que no puedo limitarme. Lo he decidido ¡entraré en el Campeonato Mundial Pokémon y me volveré mucho más fuerte!... Y ahora que lo pienso, aún no derroto a todas las mega evoluciones, retomaré ese desafío que me impuse hace un tiempo. Además, conociendo a Satoshi, solo será cosa de tiempo que nos volvamos a encontrar, ansío que llegue ese día) —pensaba Alan luego de vivir muchas emociones en un solo día.
En ese momento corría la brisa marina y Alan miró la luna, se había oscurecido antes de que se diera cuenta, mientras anhelaba volverse más fuerte. Lo que no sabía, es que alguien le había seguido el paso, y estaba a punto de interrumpir sus pensamientos.
Continuará
