Unidos por la sangre

Por Nochedeinvierno13


Disclaimer: Todo el universo de Canción de Hielo y Fuego es propiedad de George R. R. Martin.

Esta historia participa en el Drabblectober de "[Multifandom] Casa de Blanco y Negro 3.0" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".

Prompt: Luna.


V

Nosotros

Ellos son tres.

Igual que ustedes a su edad.

Jaehaerys tiene un dedo de más en la mano derecha y en los dos pies; Jaehaera es una niña triste, nunca sonríe. Y Maelor es un bebé que chilla cuando la nodriza le aleja la teta de la boca.

Aegon bufa sonoramente y no hace nada por disimular el fastidio que le producen los niños. Quiere que se los lleven, pero su madre insiste en que permanezcan los tres juntos y los niños con ustedes. Nadie saldrá de la habitación hasta que el maestre tenga noticias de la salud de tu padre.

—No entiendo por qué estamos aquí. Está por morir cada vez que echa una cabeceada —masculla Aegon, bebiendo otro trago de vino. Mira con odio a la nodriza que no consiga consolar a Maelor—. Con las veces que te follé ayer, ya deberías estar preñada de nuevo. ¿No tienes más leche? ¡Haz que se calle de una puta vez!

Tú carraspeas.

—Helaena no tiene que escuchar esto —intervienes.

Ella está sentada en la alfombra myrinense, jugando con los niños, cantando para ellos. Sus ojos te agradecen por haberla defendido.

Te pones de pie y agarras a Maelor tú mismo. Al principio, el bebé queda desconcertado por tu acercamiento —es la primera vez que lo cargas—, quiere escapar, pero lo mantienes bien sujeto por unión de la cabeza y el cuello. Cuando hace el amague de berrear, le colocas un nudillo entre los labios para que succione.

El truco funciona.

—No es tan difícil —dices, mordiendo las palabras.

Jaehaerys lanza un chillido que te hace poner en alerta.

—Se ha cortado el dedo con el juguete de madera —explica tu hermana—. Lo llevaré con el maestre.

—Espero que le amputen el que le sobra —contesta Aegon, sin importarle que la niña lo escuche. Jaehaera se muestra horrorizada y corre tras los pasos de su madre y hermano—. ¿Alguna vez has pensado que podrían ser tus hijos? —Tú no respondes. Claro que sí lo has pensado. Tuviste la esperanza de que Maelor fuera tuyo, pero sus facciones son las de Aegon. No hay duda—. Porque yo sí. Me gustaría que fueran tuyos. Pero no te atreves a follártela.

—Pero son tus hijos, Aegon. Tu legado —le recuerdas—. Ellos reinarán después de ti.

—Yo no quiero reinar, hermano. Yo solo quiero que me quieran por lo que soy.

«No eres más que un monstruo», piensas. Aegon es incapaz de amar a su propia semilla y capaz de las mayores perversiones por no encontrar su lugar en el mundo.

Tu padre no muere de momento.

Te sientes aliviado.

Por tus venas puede correr la misma sangre que la de Aegon, pero sabes que él nunca será un buen monarca. Tampoco un buen esposo para Helaena. O un buen padre para los niños. Negarlo sería querer ocultar el sol o la luna con la yema del pulgar.

Tú, en cambio, sí cumplirías ampliamente las expectativas. Si tan solo la historia fuera diferente…


Nota de la autora: La verdad es que nunca había pensado en Aemond/Helaena pero la serie está haciendo que los vea juntos. Y aquí está el resultado de este nuevo ship.