NOTAS INICIALES:
¡Hola Minna-san! Aquí les dejo un capítulo más de este fic. Solo quiero avisarles que no podré poner capítulos hasta mediados de Diciembre. Los exámenes finales en la universidad comienzan el próximo lunes y debo estudiar mucho. Deséenme suerte y hagan en sus oraciones un espacio para mí.
¡¡¡Aoshi Tsukino estás de vuelta!!! Extrañé mucho tus reviews... ¡mala! me dejaste sin tus comentarios... pero qué bueno que te guste la trama.
¡ Vamos al fic!
REDENCIÓN
Primer capítulo.-
¿ Qué es aquello que siempre es augurio de un mal suceso? El clima. Desde siempre, un cambio ambiental ha sido asumido, literariamente, como una buena forma de describir un momento de tristeza, insatisfacción o quizá muerte. Truenos, rayos, tormentas, lluvia intensa, ciclones, etc. son sinónimos de que el día no sería muy bueno en cuestiones sociales. Las relaciones entre la gente no son las mismas. Quizá también esté relacionado con un desfogue de emociones muy fuerte. Un día con llovizna es clásico para desarrollar una pequeña discusión que lleve al descubrimiento de un gran dolor o felicidad. Con la diferencia que en el segundo caso un nuevo y resplandeciente día sigue al sufrimiento.
Si vemos todo esto en perspectiva nos daremos cuenta que usamos con frecuencia dicotomías. Por ejemplo, el sol y la tormenta; el día y la noche; el negro y el blanco; la oscuridad y la claridad; lo bueno y lo malo; lo puro y lo malvado. Y muchas veces cometemos el error de generalizar con estas. Quizá, en un intento de hacer la narrativa más representativa es posible usarla sin alterar la realidad. Pero ¿ qué pasa cuándo se vive con ellas?
Hay personas que viven su vida guiados por aquellas dicotomías. No son capaces de detenerse a pensar que nada en este mundo está en estado puro. La pureza, quizá, es aquel paradigma del que hablaba Platón. Solo un sueño que es el modelo de todos, algo que buscamos seguir pero que nunca se llegará a cumplir. De igual forma el otro término. ¿ Qué es ser malvado? ¿ Ser, de repente, alguien sin corazón que no actúa siguiendo los patrones morales que nosotros mismos hemos creado? ¿ Alguien que asesina? ¿ Alguien que roba? ¿ Alguien que hace sufrir? ¿ Alguien que no tiene religión?. No. El ser malvado en sí no es nada de eso. Si definimos la palabra usando una negación, podríamos decir que es una persona que no tiene ni una ligera gota de humanidad dentro de él. Analizando. ¿ Hay realmente personas malvadas? Me atrevería a decir que no las hay. Aquellos delincuentes despiadados de los que escuchamos hablar en los medios de comunicación, pueda que amen a su familia, a su madre, a su esposa, a sus hijos, etc. y aún así sus fechorías son imperdonables. No se puede negar la posibilidad de que existan o hayan existido personas que hayan vivido en esencia uno de estos adjetivos. Es más, tenemos ejemplos que nos dan las distintas religiones desde sus propias perspectivas de lo que es la pureza y la maldad. Vale recalcar que la diversidad de pensamiento y creencia hace que no haya significados generalizados.
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Era temprano. Kaoru había salido a tomar algo de agua porque el calor era realmente infernal. La lluvia en verano siempre deja aquella sensación molesta de calor que se incrusta en el cuerpo causando molestias. Caminaba de vuelta por el pasadizo que daba al patio y decidió estar un momento al aire libre esperando que la suave brisa le diera algo de frescor. Se sentó en el umbral de su casa y fijó su vista en la nada mientras su pensamiento comenzaba a divagar. Las preocupaciones de siempre la embargaron. Era casi una tortura pensar todos los días en lo mismo. La posibilidad de quedarse sola la aterraba. Ella tenía a Yahiko, a Sanosuke y a Megumi, además de todos sus demás amigos cercanos. Pero no era lo mismo. El solo pensar que Kenshin se iría la desconsolaba a un grado lamentable. Sentía que las lágrimas le brotaban de los ojos por enésima vez y sintió cólera en vez de la acostumbrada desolación. ¿ Por qué Kenshin estaba tan distinto últimamente? Sus miradas estaban vacías. Cada día hacía sus labores callado e inmerso en sus pensamientos. Terminaba y salía a caminar solo. Ella nunca le pidió acompañarlo, él solo hecho de verlo a los ojos te decía que quería estar solo. ¿ En verdad querría estar solo para siempre? Kaoru temía que sí.
Sus temores ya no iban por el rumbo de la posibilidad de que Kenshin la amara. En realidad ella había superado hace buen tiempo el hecho de que él no la viera como a una mujer capaz de amarlo con todo su ser. Ella no pedía llenar aquel espacio infranqueable en su corazón que solo le pertenecía al recuerdo de Tomoe. Kaoru solo pedía que él no se fuera; le era inevitable vivir sin él. Si antes había llegado a ser pieza clave en su vida, ahora era la parte más importante de esta.
Egoísmo.
¿ Quién no es egoísta cuando ama? ¿ acaso el amor implica que todo en él sea bueno? No lo creo. Amar no se resume a un significado tan corto, tan insignificante. ¿ Qué es aquello que hace que vayas contra todo aquello que quieres? ¿ Qué es aquello que te hace adoptar una nueva postura frente al mundo? ¿ Maldad? ¿ Odio? ¿ Un amor disfrazado? ¡No! El amor no se limita a buenas acciones. El que ama tiene la capacidad de hacer lo que sea en nombre del amor. Y no hay excepciones. Solo es que no todos nos movemos con las misma restricciones que nos impone la moral, ya que esta, como todo, también se define y redefine de acuerdo a la persona. ¿ Quién no ha tenido ganas de sucumbir ante algo por amor? Todos. Las decisiones corren por nuestra cuenta pero no podemos evitar aquel sentimiento que te impulsa a hacerlo. El combatirlo es tarea de cada quien.
Kaoru estaba llena de remordiento por sus sentimientos. Pensaba que era mala porque no pensaba en Kenshin antes que ella. La necesidad de sacrificio que todos creemos que va de la mano con el amor, no estaba presente en ella, por esta vez, y eso la aterraba. ¿ Era en realidad mala? La confundía el saber lo que debía hacer y tener un sentimiento totalmente antagónico que la hacía pensar de otra forma.
La pregunta que inevitablemente siempre se presentaba salió a flote: Si él se va, ¿ algún día podré olvidarlo o me quedaré para siempre llorando su partida?. Y como siempre, no pudo responderse a sí misma. Era difícil creer que ella podría olvidarlo y hacer una nueva vida. Su amor se lo impedía. ¿ Es posible olvidarse de algo que realmente se amó? Olvidar no pero enfrentar la realidad y seguir viviendo era imprescindible.
Las lágrimas cesaron mas su contrito corazón seguía con la misma desazón. Tal vez hablar con Kenshin sería lo mejor, y si él decidía irse ella lo dejaría. No podía obligarlo a quedarse contra su voluntad. Se levantó y se dispuso a ir a su cuarto. Al pasar por el de Kenshin escuchó unos ruidos sin sentido. Se acercó a la puerta y oyó con más detenimiento.
¡No!... suminasen... suminasen... seesha... nunca... quiso...esto... ¡No!
Kaoru estaba alarmada. Abrió la puerta muy rápido y la vista que estaba frente a sus ojos la sobresaltó. Kenshin estaba enrollado en su futon en posición fetal y cogía una de sus manos fuertemente. Aquella mano se movía hacia adelante y hacia atrás con una rapidez que la asustó. Lágrimas corrían por sus mejillas con mucha fluidez y las mismas palabras se repetían sin cesar:
¡No!... suminasen... suminasen... seesha... nunca... quiso...esto... ¡No!
Ella corrió hacia él y sostuvo su mano con suavidad, pero el movimiento seguía repitiéndose. Seguramente era una pesadilla. Pero él siempre que las tenía a lo más gritaba y después de un momento se calmaba. Esto era horrible. Ella lo abrazó contra su pecho y empezó a repetir palabras de consuelo.
Kenshin... despierta... por favor...
Sintió que su frente quemaba. ¡Tenía mucha fiebre!
Trató de despertarlo pero no pudo. Las lágrimas corrían con la misma fluidez de antes, si no es más. Las palabras se hacían más incoherentes con el paso de los segundos. Al ver que sus intentos para sosegarlo eran fútiles y que la fiebre no cedía ni un tanto ella empezó a temer lo peor. Se le escaparon también lágrimas de dolor, de angustia pero sobre todo de miedo. Kenshin comenzaba a tener temblores en el cuerpo y parecía que sufría una convulsión. Su desesperación creció a límites inimaginables.
El terror le impedía pensar con claridad. Solo sabía que por primera vez en la vida se sentía sola e incapaz de poder ayudarlo. Y eso la destrozaba interiormente.
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Notas de Shiomei:
Espero que sus inquietudes se vean satisfechas con este capítulo. Muchos ya se abran dado cuenta de lo que realmente sucede con Kenshin.
Recuerden que este es un drama pero que tendrá un final feliz. No sé si romántico pero sí les aseguro que será feliz. Personalmente, a mí me gusta mucho la trama de este fic. Puedo explorar profundamente sus actitudes. Más adelante verán cómo todo llega a un final feliz.
Por favor, denle una oportunidad a este fic. Es un intento de hacer una historia dark que tiene una temática más o menos interesante. Espero su apoyo y comentarios en los reviews.
Ja ne!
Shiomei
.... y recuerden...
¡MÁS REVIEWS equivalen a ACTUALIZACIONES MÁS RÁPIDAS!
¡Hola Minna-san! Aquí les dejo un capítulo más de este fic. Solo quiero avisarles que no podré poner capítulos hasta mediados de Diciembre. Los exámenes finales en la universidad comienzan el próximo lunes y debo estudiar mucho. Deséenme suerte y hagan en sus oraciones un espacio para mí.
¡¡¡Aoshi Tsukino estás de vuelta!!! Extrañé mucho tus reviews... ¡mala! me dejaste sin tus comentarios... pero qué bueno que te guste la trama.
¡ Vamos al fic!
REDENCIÓN
Primer capítulo.-
¿ Qué es aquello que siempre es augurio de un mal suceso? El clima. Desde siempre, un cambio ambiental ha sido asumido, literariamente, como una buena forma de describir un momento de tristeza, insatisfacción o quizá muerte. Truenos, rayos, tormentas, lluvia intensa, ciclones, etc. son sinónimos de que el día no sería muy bueno en cuestiones sociales. Las relaciones entre la gente no son las mismas. Quizá también esté relacionado con un desfogue de emociones muy fuerte. Un día con llovizna es clásico para desarrollar una pequeña discusión que lleve al descubrimiento de un gran dolor o felicidad. Con la diferencia que en el segundo caso un nuevo y resplandeciente día sigue al sufrimiento.
Si vemos todo esto en perspectiva nos daremos cuenta que usamos con frecuencia dicotomías. Por ejemplo, el sol y la tormenta; el día y la noche; el negro y el blanco; la oscuridad y la claridad; lo bueno y lo malo; lo puro y lo malvado. Y muchas veces cometemos el error de generalizar con estas. Quizá, en un intento de hacer la narrativa más representativa es posible usarla sin alterar la realidad. Pero ¿ qué pasa cuándo se vive con ellas?
Hay personas que viven su vida guiados por aquellas dicotomías. No son capaces de detenerse a pensar que nada en este mundo está en estado puro. La pureza, quizá, es aquel paradigma del que hablaba Platón. Solo un sueño que es el modelo de todos, algo que buscamos seguir pero que nunca se llegará a cumplir. De igual forma el otro término. ¿ Qué es ser malvado? ¿ Ser, de repente, alguien sin corazón que no actúa siguiendo los patrones morales que nosotros mismos hemos creado? ¿ Alguien que asesina? ¿ Alguien que roba? ¿ Alguien que hace sufrir? ¿ Alguien que no tiene religión?. No. El ser malvado en sí no es nada de eso. Si definimos la palabra usando una negación, podríamos decir que es una persona que no tiene ni una ligera gota de humanidad dentro de él. Analizando. ¿ Hay realmente personas malvadas? Me atrevería a decir que no las hay. Aquellos delincuentes despiadados de los que escuchamos hablar en los medios de comunicación, pueda que amen a su familia, a su madre, a su esposa, a sus hijos, etc. y aún así sus fechorías son imperdonables. No se puede negar la posibilidad de que existan o hayan existido personas que hayan vivido en esencia uno de estos adjetivos. Es más, tenemos ejemplos que nos dan las distintas religiones desde sus propias perspectivas de lo que es la pureza y la maldad. Vale recalcar que la diversidad de pensamiento y creencia hace que no haya significados generalizados.
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Era temprano. Kaoru había salido a tomar algo de agua porque el calor era realmente infernal. La lluvia en verano siempre deja aquella sensación molesta de calor que se incrusta en el cuerpo causando molestias. Caminaba de vuelta por el pasadizo que daba al patio y decidió estar un momento al aire libre esperando que la suave brisa le diera algo de frescor. Se sentó en el umbral de su casa y fijó su vista en la nada mientras su pensamiento comenzaba a divagar. Las preocupaciones de siempre la embargaron. Era casi una tortura pensar todos los días en lo mismo. La posibilidad de quedarse sola la aterraba. Ella tenía a Yahiko, a Sanosuke y a Megumi, además de todos sus demás amigos cercanos. Pero no era lo mismo. El solo pensar que Kenshin se iría la desconsolaba a un grado lamentable. Sentía que las lágrimas le brotaban de los ojos por enésima vez y sintió cólera en vez de la acostumbrada desolación. ¿ Por qué Kenshin estaba tan distinto últimamente? Sus miradas estaban vacías. Cada día hacía sus labores callado e inmerso en sus pensamientos. Terminaba y salía a caminar solo. Ella nunca le pidió acompañarlo, él solo hecho de verlo a los ojos te decía que quería estar solo. ¿ En verdad querría estar solo para siempre? Kaoru temía que sí.
Sus temores ya no iban por el rumbo de la posibilidad de que Kenshin la amara. En realidad ella había superado hace buen tiempo el hecho de que él no la viera como a una mujer capaz de amarlo con todo su ser. Ella no pedía llenar aquel espacio infranqueable en su corazón que solo le pertenecía al recuerdo de Tomoe. Kaoru solo pedía que él no se fuera; le era inevitable vivir sin él. Si antes había llegado a ser pieza clave en su vida, ahora era la parte más importante de esta.
Egoísmo.
¿ Quién no es egoísta cuando ama? ¿ acaso el amor implica que todo en él sea bueno? No lo creo. Amar no se resume a un significado tan corto, tan insignificante. ¿ Qué es aquello que hace que vayas contra todo aquello que quieres? ¿ Qué es aquello que te hace adoptar una nueva postura frente al mundo? ¿ Maldad? ¿ Odio? ¿ Un amor disfrazado? ¡No! El amor no se limita a buenas acciones. El que ama tiene la capacidad de hacer lo que sea en nombre del amor. Y no hay excepciones. Solo es que no todos nos movemos con las misma restricciones que nos impone la moral, ya que esta, como todo, también se define y redefine de acuerdo a la persona. ¿ Quién no ha tenido ganas de sucumbir ante algo por amor? Todos. Las decisiones corren por nuestra cuenta pero no podemos evitar aquel sentimiento que te impulsa a hacerlo. El combatirlo es tarea de cada quien.
Kaoru estaba llena de remordiento por sus sentimientos. Pensaba que era mala porque no pensaba en Kenshin antes que ella. La necesidad de sacrificio que todos creemos que va de la mano con el amor, no estaba presente en ella, por esta vez, y eso la aterraba. ¿ Era en realidad mala? La confundía el saber lo que debía hacer y tener un sentimiento totalmente antagónico que la hacía pensar de otra forma.
La pregunta que inevitablemente siempre se presentaba salió a flote: Si él se va, ¿ algún día podré olvidarlo o me quedaré para siempre llorando su partida?. Y como siempre, no pudo responderse a sí misma. Era difícil creer que ella podría olvidarlo y hacer una nueva vida. Su amor se lo impedía. ¿ Es posible olvidarse de algo que realmente se amó? Olvidar no pero enfrentar la realidad y seguir viviendo era imprescindible.
Las lágrimas cesaron mas su contrito corazón seguía con la misma desazón. Tal vez hablar con Kenshin sería lo mejor, y si él decidía irse ella lo dejaría. No podía obligarlo a quedarse contra su voluntad. Se levantó y se dispuso a ir a su cuarto. Al pasar por el de Kenshin escuchó unos ruidos sin sentido. Se acercó a la puerta y oyó con más detenimiento.
¡No!... suminasen... suminasen... seesha... nunca... quiso...esto... ¡No!
Kaoru estaba alarmada. Abrió la puerta muy rápido y la vista que estaba frente a sus ojos la sobresaltó. Kenshin estaba enrollado en su futon en posición fetal y cogía una de sus manos fuertemente. Aquella mano se movía hacia adelante y hacia atrás con una rapidez que la asustó. Lágrimas corrían por sus mejillas con mucha fluidez y las mismas palabras se repetían sin cesar:
¡No!... suminasen... suminasen... seesha... nunca... quiso...esto... ¡No!
Ella corrió hacia él y sostuvo su mano con suavidad, pero el movimiento seguía repitiéndose. Seguramente era una pesadilla. Pero él siempre que las tenía a lo más gritaba y después de un momento se calmaba. Esto era horrible. Ella lo abrazó contra su pecho y empezó a repetir palabras de consuelo.
Kenshin... despierta... por favor...
Sintió que su frente quemaba. ¡Tenía mucha fiebre!
Trató de despertarlo pero no pudo. Las lágrimas corrían con la misma fluidez de antes, si no es más. Las palabras se hacían más incoherentes con el paso de los segundos. Al ver que sus intentos para sosegarlo eran fútiles y que la fiebre no cedía ni un tanto ella empezó a temer lo peor. Se le escaparon también lágrimas de dolor, de angustia pero sobre todo de miedo. Kenshin comenzaba a tener temblores en el cuerpo y parecía que sufría una convulsión. Su desesperación creció a límites inimaginables.
El terror le impedía pensar con claridad. Solo sabía que por primera vez en la vida se sentía sola e incapaz de poder ayudarlo. Y eso la destrozaba interiormente.
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Notas de Shiomei:
Espero que sus inquietudes se vean satisfechas con este capítulo. Muchos ya se abran dado cuenta de lo que realmente sucede con Kenshin.
Recuerden que este es un drama pero que tendrá un final feliz. No sé si romántico pero sí les aseguro que será feliz. Personalmente, a mí me gusta mucho la trama de este fic. Puedo explorar profundamente sus actitudes. Más adelante verán cómo todo llega a un final feliz.
Por favor, denle una oportunidad a este fic. Es un intento de hacer una historia dark que tiene una temática más o menos interesante. Espero su apoyo y comentarios en los reviews.
Ja ne!
Shiomei
.... y recuerden...
¡MÁS REVIEWS equivalen a ACTUALIZACIONES MÁS RÁPIDAS!