Sirius...


Dejadme en paz... ¡dejadme en paz!


Sirius tenía los ojos rojos, semblante triste y se le notaba que estaba en tensión. James no podía mirarle a la cara. Por mucho que lo intentara, era superior a él. Sabía que no había hecho nada malo, pero el hacer daño a su mejor amigo de ese modo no le dejaba respirar. Se despreciaba a sí mismo.


Lily estaba confusa. Por un lado, estaba James. Lo quería mucho, y también sabía lo mal que estaría en aquel instante. Quisiera abrazarle. Sin embargo, con Sirius delante no se atrevía. Bastante dolor le habían causado ya. Por otro lado, Sirius necesitaba consuelo. James estaba allí para impedírselo.


Remus estaba como Lily. Si hacía algo, metería la pata. En cambio, no soportaba la sensación de que sus amigos le necesitaban y que no se podía hacer nada. Absolutamente nada. Cuando él sentía que nada valía, allí estaban ellos para recordarle lo bonita que es la vida. Ahora, ellos estaban así. Sintiendo asco de estar vivos. Deseando dejar de sufrir, aunque para ello tuvieran que morir. ¿Qué sería lo mejor...? Era un momento crítico, cualquier paso en falso podía costarle muy caro.


Peter se acercó a Sirius. Nunca había sido reflexivo, siempre tan impetuoso... Intentó cogerle de la mano. Nada más acercar la suya, él le pegó en ella.


No te acerques, Pettigrew. Vete si quieres. No eres necesario para nadie, y menos para mí. ¡Lárgate con esa basura! Quieren apoyo para sentir que lo que han hecho es menos grave. No se dan cuenta de que algunos actos, por insignificantes que sean, pueden destruir a una persona. ¡Ve con ellos he dicho! Ahora que la gente que yo más apreciaba y quería me ha dado de lado de este modo, no soy importante. Su popularidad es mayor que la mía en estos instantes. Así que aumenta la tuya acercándote a beber de su mano, susurró Sirius con rencor.


Todos se quedaron petrificados.


No sabían cómo reaccionar. ¿Mal? ¿Bien?


Mira, Sirius, has de comprendernos. No tenemos por qué ser los tres infelices. ¿Quieres aniquilar a Lily? No, ¿verdad?, dijo James.


Por supuesto que no, Potter. Yo no soy tan mezquino como tú. Eres capaz de aniquilar a tu mejor amigo, sólo por besar a una chica. ¡Seguramente,en el colegio estés junto a alguna Ravenclaw de quinto mientras engañas a tu novia! Yo estaré solo, triste, junto al fuego de la sala común, ansiando tener a mi lado a Lily, contestó Sirius.


¿Cómo? Yo no seré infiel a Lily jamás. ¡Jamás! Ya me tienes harto. Me acusas de egoísta, cuando el único egoísta eres tú. Porque tú puedas tener esperanzas de tenerla a tu lado alguna vez, vas a matar nuestra felicidad. ¡El que Lily pueda llegar a estar sola no quiere decir que te vaya a querer! No se triunfa en todo, Sirius. Y menos en el amor. Nosotros dos hemos tenido la suerte de correspondernos, pero tú y tu egocentrismo vais a estropear todo. ¡Yo no pretendo hacer daño a mi mejor amigo! ¡Sólo amamos a la misma persona! Tú sí quieres hacernos daño... a dos personas. ¡No siempre has de tener la razón!


Perdón, ¿he ofendido a don Potter? Lo siento mucho, de veras. Cómprate una novia, ¡con todo el dinero de tu familia sí tienes lo que deseas! Yo no tengo tanto dinero ni soy de tu clase social, por lo tanto no me llueven pretendientes. A ti te desean muchas, muchísimas personas.


¿Me acusas de tener mucho dinero? ¡Ojalá pudiera tener un padre normal! ¡Daría todo mi dinero por eso! Tú no sabes lo que es que tu padre sea el objetivo número uno de Voldemort. Encima, he de renunciar a tener uno verdadero por culpa de todo el dinero y toda la maldita clase social. Él tiene preocupaciones mucho más importantes que el que su hijo se sienta suficientemente atendido. Según él, para eso ya están mi madre y los criados.


No pretendas crearme mala conciencia. No lo vas a lograr. Sigo pensando que eres un necio. Adiós, dijo Sirius.


Cogió su material y se fue a través de la chimenea del local.



No tenemos nada que hacer aquí. Venga, volvamos a casa, ordenó James.


¿Estás bien?


¡Vámonos, se hace tarde!


¡JAMES!


James cayó al suelo. Se había desmayado.


Dios mío, James, ¿qué te pasa? Estás tan raro... ay Dios... ¡James!


Quita, Lily, ¡Remus y yo le devolveremos la consciencia! No te preocupes.


Mientras Remus y Peter intentaban despertarle, Lily llamó al que servía para que les ayudara.


Oiga, por favor, ¡se acaba de desmayar! Deme un vaso de agua... por favor...


Juntos corrieron con el líquido hacia el desmayado. Remus sostenía la cabeza de James, mientras Peter le golpeaba con una suavidad a veces algo bestia.


Escuchad, yo sí puedo utilizar mi magia cuando quiera. Apartad. ¡Enérvate!, dijo el joven que les ayudaba.


James se levantó poco a poco. Se sentó en una silla y bebió el vaso que había traído Lily.


¿Me he... desmayado?


Todos asintieron con la cabeza. James se limitó a mirar al suelo. Todavía le dolía la reacción de Sirius, y el pensar cómo estaría ahora. ¿Habría ido a su casa? ¿Seguiría enfadado?


Creo que es hora de irnos. Hoy ha sido un día... movido, sugirió Remus.


¡Pero Remus! Es pronto aún, respondió Peter.


Tiene razón, Peter, dijo Lily.


Pero... ¡Lily, Remus! Mirad vuestros relojes. Hace tanto que no nos vemos..., balbuceó Peter.


Remus señaló con la cabeza a James. Más tarde, dirigió su mirada hacia Peter.


¿No puedes entenderlo, Peter?, preguntó Lily dulcemente.


Sí, claro. James, venga, nos vamos a casa, dijo Peter.


¿Qué más da? No va a servir de nada irnos. Llegaremos, dejaremos nuestras cosas, descansaremos, cenaremos, nos iremos a la cama... ¿pero para qué? Cuando nos despertemos, todo seguirá igual, logró decir James.


Por favor, no digas eso. No hay que ser tan... fatalista. Sirius lo entenderá, ya lo verás. Lo ha encajado mal, eso es todo. Nada va a cambiar en vuestra amistad. Pronto lo olvidaréis, respondió Lily ligeramente cansada.


¿Y si no es así? ¿Quién me lo va a garantizar? ¿Y si en vez de olvidarse del lío, me olvida a mí? No soy fatalista, sólo soy realista. No me entra en la cabeza que Sirius antepusiera sus esperanzas a nuestra felicidad y a la amistad... ¿Cómo puede todo salir tan mal?, gritó James.


Creo que te estás confundiendo de Sirius. Él no es así, tú lo sabes. Perfectamente. Razona, y te darás cuenta de que enseguida estaréis tan amigos como siempre, replicó Lily.


No, Lily. Tú no eras una más para él. Eras la única. ¡Recuerda que enamorar a Sirius era más difícil que enseñar a un troll a hablar en chino! Sucumbió ante tus encantos. Te quiere con toda su alma. Eres la primera a la que quiere así... Y entonces se entera de que su mejor amigo anula cualquier probabilidad de que sea correspondido. ¿Te das cuenta...? ¿Para qué me necesita Sirius? ¿Para arruinarle sus noviazgos? En ese caso, lo mejor para él sería mi muerte...


James, te estás pasando. Sirius nunca va a desear tu muerte, ni en un millón de años. No durará mucho su enfado. He hablado del tema con él bastante más que tú, sé que pronto pedirá perdón. Se ha dejado llevar, eso es todo, explicó Remus.


¿No será una mentira para que me tranquilice, no?, preguntó James, dudando de sus intenciones.


Duele más una gran mentira que una gran verdad, así que no te diría esto si no estuviese seguro.


Gracias, muchas gracias por todo... ¿volvemos? Esto pesa mucho, cuanto antes lo dejemos en casa mucho mejor, propuso James.


Los cuatro se despidieron, más que nada de Peter, ya que no lo verían hasta que comenzaran el curso. El primero en irse fue precisamente él. El siguiente fue James.


Remus, tengo una idea, dijo Lily.


¿Una idea?, dijo Remus, extrañado.


Mañana quedas con Sirius en la casa que hicimos todos juntos, y con James, habiendo una diferencia de cinco minutos entre la llegada de Sirius y la de James. Procura que Sirius no pueda irse en cuanto le vea. Una vez allí, aclaras todo con ellos. Yo me ocultaré fuera. Cuando desees que entre, me haces una señal. ¿De acuerdo?


¿Y si no logro retener a Sirius allí?


Recuerda que yo espero fuera tu señal, si le veo salir le detendré. No será difícil. Lo que ocurre es que Sirius es tan orgulloso que va a costar que reconozca sus errores. De eso me encargo yo. De algo me ha de servir tenerlo loco por mí, ¿no?, dijo Lily guiñándole un ojo.


Remus sonrió ante la propuesta. Le agradaba, sería sencillo lograr una reconciliación en ese lugar.


Si no tuvieses ya suficientes chicos para ello, te abrazaría, dijo Remus.


No digas esas cosas, Remsie, a ver si me enfado yo contigo... menudo ejemplo para lograr paz entre ellos, si ni siquiera nosotros lo estamos, comentó irónicamente Lily.



*~^ð^~*


¿Por qué me has citado aquí, Remus?, preguntó Sirius.


Tenía que hablar contigo. Este lugar me gusta mucho, pensé que se estaría bien aquí, contestó Remus.


¿No querrás hablarme de James, verdad?


Sirius, ¿quieres hacer el favor de entrar?


Está bien...


Remus se sentó de modo que Sirius se tuviese que sentar mirando a la puerta, imposibilitando una huída.


En efecto. Quiero hablarte de James y de Lily. No es justo, Sirius, tú lo sabes...


Sirius no dijo nada. Su barbilla comenzó a temblar. Apartó el pelo de su rostro y miró hacia el suelo. Remus no pudo evitar sentir alivio. Él ya no estaba tan enfadado, ni mucho menos.


Sirius, se merecen ser felices. El día que lo dejen, tú podrás aspirar al lugar que ocupa James en su corazón. Mientras tanto, has de entender. James te necesita, tú necesitas a James. No puedes dejar que eso eche a perder una amistad como la vuestra. Ni el orgullo ni el que ameis a la misma, dijo Remus.


¿Orgullo? Es... es algo más... él sabía que yo la... es decepción... traición...


Cuando comenzaron su relación, James no sospechaba ni remotamente que tú también la quieres. Se quedó de piedra nada más enterarse. Vino a mi casa para hablar conmigo. No quería hacerte daño. Estaba tan preocupado...


Yo no puedo seguir así... no soporto verles sufrir, no soporto verles abrazados... Son de lo que más quiero en este mundo... Y los celos me invaden cuando los imagino besarse... Sueño con ser yo en vez de James su novio... Pero, ¿de qué sirven los sueños, si casi nunca se cumplen?


Sirius, ¿sabes por qué me gusta soñar? Porque así, aunque no lo haya vivido realmente, una parte de mí sí lo ha hecho.


La verdad es que sí... Puede que por eso me imagine tanto con ella... En cierto modo, ella es mía.


No te ama a ti, Sirius. A James, en cambio, sí. Tu mejor amigo ha descubierto el amor, ¡alégrate por él! Y Lily junto a él. Juntos han conocido un sentimiento muy profundo... Debees aceptarlo.


Tienes razón... Remus, agradezco tu interés. Sólo quisiera que... ahora, al principio... evitaran las confianzas delante mío... mientras acepto todo esto, pidió Sirius.


Tranquilo. Petunia, la hermana de Lily, pretende desarraigar su relación. Por lo tanto, aquí no se pueden ni mirar. Hasta que no lleguemos a Hogwarts, no va a ser posible nada de eso, comentó Remus.


¡Sirius...!


James observaba, incrédulo, a Sirius junto a Remus. Creía que habían quedado los dos solos.


James, yo... lo siento, de veras... no supe aceptarlo... me dolió... no me di cuenta... Lo siento, siento todo lo que te dije, nunca he pensado cosas tan horribles. Ojalá sepas perdonarme...


Perdóname tú a mí, Sirius. Yo te he hecho daño a ti.


Remus, satisfecho, hizo que ambos se dieran la mano. Llamó a Lily, la cual no había secado una lágrima que caía silenciosamente por su mejilla.


¿Amigos?, preguntó Remus.


¡Amigos!, gritaron Sirius y James.


Esta vez, no se limitaron a darse la mano. Se abrazaron. Al salir del recinto, nadie podía ocultar las sonrisas tan sinceras que se les habían creado.


¡Mirad, una lechuza!


¿Será de Peter?


No, es para mí. Estoy suscrita a un periódico mágico. Pero... qué extraño. Es muy pronto para que llegue... Habrá ocurrido algo importante.


Lily retiró de la pata de la lechuza el ejemplar.


Un grupo de mortífagos ataca al Ministerio y tortura a todos los magos que encuentra dentro..., leyó.


Pero... no... no han podido torturar a mi padre... ¡los aurores que se encuentran allí son muy poderosos! ¡Nunca permitirían que atacasen al ministro de magia!, gritó James.


Caminaron lo más rápido que pudieron hacia la casa de los Potter. Nada más llegar, observaron a dos magos del ministerio salir de allí.


¡Ustedes! ¡Un momento!


Los dos magos giraron la cabeza hacia ellos. Parecían nerviosos. Sujetaban firmemente sus varitas. Uno de ellos se mordía el labio inferior.


Perdón, ¿hay algo en lo que podamos ayudarles?, preguntó uno de los dos.


Sí. ¿Qué hacen aquí? ¿Le ha pasado algo a mi padre? ¡Respondan! Sé que ha habido un ataque, no lo nieguen. ¿Está vivo?, dijo James.


Es el hijo de Potter, murmuró el que se mordía el labio al alto, a su oído.


En efecto. Tu padre ha sido atacado. Ha tenido mucha suerte... está ileso. En cambio, siento no poder decir lo mismo del resto de mis compañeros... varios han muerto, otros están hospitalizados... A veces mueren unos, otras veces mueren otros. El ministro no va a ser siempre tan agraciado. Tiene enemigos bastante peligrosos dentro del ministerio, que no dudarían en suministrar información para que lo maten. La muerte está siempre al acecho. Si le ocurre algo, no debes derrumbarte. Aprovecha que lo tienes junto a ti. No puedo decir si le quedan así treinta años o treinta días, explicó.


¿Por qué le has dicho todo eso? ¡Deberías haberte callado! No vas a conseguir nada, sólo vas a asustarlo. James es todavía pequeño..., gritó su compañero.


Mi padre murió cuando yo tenía trece años. Estaba enfermo. Nadie me dijo nada, ¡no pude decirle lo mucho que le quería! Un día llamaron a mi casa y me lo comunicaron... Mi padre estaba muerto, y no había podido contarle que le apreciaba y que siempre le recordaría. Ni siquiera tuve tiempo de asumirlo antes de que todo ocurriese.


Nadie supo qué decir. Los que parecían ser unos aurores desaparecieron. Se dieron cuenta de que James estaba tumbado en el suelo, observando el cielo. Lily reunió valor suficiente para hablar.


James... estás... ¿bien?


~µ~


Ya voy haciendo los capitulos mas largos ^^ que bien ^_^


Ara paso a contestar mis idolatrados reviews... ayns... *^0^*




Ly: que tu digas eso significa bastante ^^ gracias Sheila, wapa :P


Pirra: naa pobreshilla solo es una putilla estilo Emma ^^ AAAAAHHHHHHH QUE ME TRAUMATIZAAAAS AAAAAAAAHHHHH AAAAAAHHHHHHH VOSOTRAS DOS ASI???? AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH X_X Gracias wapa ^^ muerte a la salle! =)


Lalwen: es dramatico, es tierno... lalalaa que guay ^^ ayyy k way ^^ siii tranquila que James / Snape no me va porque... ¡¡SEVERUS ES MIO!! sii eso es... se vio a si mismo ^_~ XD cuanto mas largos, musho mejor ^^


Maika Yugi: Moony al poder! Moony al poder! A que sale encantador en este fic? XD arggg sii... es odioso lo de las balas ^^UUU pero bueno, yo aqui toy, escribiendo pa vosotras... (y para mi, si...).


Estrella de la tarde: XDDDDDDDDDD es que Remus es mio ^^ Es ideal en este fic ^^ No esta tan imbecil como otros de su edad... es inteligente, es cautivador, es atractivo, es maduro... ^^ aayyy... ^^ como me lo imagino ^^U Hombreee con mas tacto? Lily no tenia ni idea, y James no se lo habia dicho ¬¬ XDD igual Sirius no tiene sus paredes tan maltratadas como las tuyas :P


Pali: gracias Paula!!!!!!!!!! eres weba ^_^ Asiaaas :D


Kitty: asias ^^


Mayumi: ves? ves? SI PAULA DICE ALGO, NO LO DICE POR NADA, ¡¡POR ALGO SERA!! uy perdon ^^UU Es que esa frase la suelo decir bastante XD casi 1 h? vaga ¬¬ ok :P


Malkavian Kirie Croiff: tan abandonada como yo a ti ^^UU Im sorry ^^ Es que ultimamente no ando con ganas de leer... y como tus caps son tan largos... ^^U argg si el colegio te manda a la mierda la lectura de fics maravillosos ;_; de nada ^^ ya ves ^^ Sirius es bueno... lo que ocurre es que no se lo esperaba, pobre.