Todos los personajes le pertenecen a J.K. Rowling, así como los derechos de la historia original.
Mis personajes inventados son, Susan, Cindy, Samantha y Robert.... y no van a ser los únicos ni la ultima vez que aparezcan

Espero sus reviews, cariños
Lu

- Si los conocí
- ¿Podrías hablarme de ellos?
- En otra ocasión tal vez
- Pero...
- Sin peros Harry fue muy duro para mi tener que olvidarme de todo eso...
- Bien- contesto Harry, que no estaba del todo contento con la respuesta de Susan. Los mellizos parecían estar fascinados con ella.
- Pero... ¿Cómo pudiste conocer a los padres de Harry?- pregunto George y, ante el asombro de Susan agrego- Debes ser mucho más joven que ellos.
- Claro que no
- Lo pareces
- ¡Chicos!- les grito Molly- chicos por favor como van a estar diciendo eso de Susan.
- No importa Molly... en realidad eso puede ser lo más lindo que me han dicho en años... un placer Arthur me voy, tengo muchas cosas que preparar y toneladas de reportes que leer...
- Adiós- todos la saludaron, cada uno a su vez
Cuando Susan se dio vuelta se choco (al parecer hoy no era su día) con un hombre rubio, de pelo platinado y mirada fría. Un hombre al que ella conocía bien. Lucius Malfoy.
- ¿March?
- Malfoy
- Esperaba verte en algún momento...¿Qué es esto que ha llegado a mi casa?- dijo, agitando un sobre.
- Una carta
- Ya lo sé, pero dice que van a registrar mi casa por orden tuya.
- Lo sé, yo la firme
- Así que regresaste...
- Me contaron que tu también regresaste a tu lindo grupito de nuevo...
- ¿De que hablas?
- De Voldemort idiota- al decir esto todos los Weasley se pararon y Lucius miro a Susan con odio.
- No se de que me hablas
- Sabes perfectamente de lo que te hablo... solo unas palabras para ti Malfoy: diles a Voldemort y tus compañeros Mortífagos que se cuiden que esta vez van a caer todos, uno por uno aunque me lleve la vida hacerlo...- con estas palabras se fue con paso firme y rápido haciendo que se voltearan muchas cabezas en la calle (especialmente las de los de magos). Malfoy se quedo sin habla, se fue también, ofendido sin siquiera insultar a los Weasley (quizá fue porque Charlie, que era alto y musculoso, lo miraba con odio)
- Dios...- dijo Arthur sentándose de nuevo
- ¿Así que esa es Susan?- pregunto Bill- Es hermosa.
- Ya lo creo- le contesto Fred- y aparte... puso en su lugar a Malfoy, quedemos en que no cualquiera puede hacer eso...
- Ella si... siempre lo hizo así.

Cuando Susan llego a su casa estaba que echaba humo, Malfoy imbécil..., no podía desafiarla, no a ella. Decidió calmarse y pensar en otra cosa... una sombra cruzó la calle, Susan se acerco mas a la ventana para distinguir que era, pero la escasa luz de las calles deshabitadas de Notting Hill no se lo permitía, sin embargo le pareció ver un perro, gran y negro que le recordó a...
- Por las barbas de Merlín- se grito a sí misma- ¿Es que no te lo puedes quitar de la cabeza?¿Eres tan estúpida para pensar en el todo el día en todo momento? -y con esto rompió a llorar otra vez.- Ni siquiera se porque regrese- se dijo antes de dormirse con la cara llena de lágrimas.

En frente de la casa de Susan (mas precisamente en la casa de Remus Lupin) un perro grande y negro se convertía en hombre.
-¿En donde te habías metido?- le pregunto un hombre desde la cocina.
- Susan vive enfrente- le contesto el hombre perro.
- Te confundiste Sirus, desde que nos mudamos no has dejado de decir que cada mujer que ves en la calle es Susan y te recuerdo por onceaba vez que vivimos en un barrio muggle
- Puede ser..., solo vi su cabello y era como el de Susan...
- ¿Sabes cuantas personas en el mundo tienen el cabello castaño claro y largo...?
- ...
- Millones
- Bien
Los dos se quedaron callados, solo la vieja radio inundaba la habitación con el final de una canción y la potente voz del un locutor: Y eso fue "Allá afuera", una canción para todos los enamorados en nuestro...
- ¿Por qué la apagaste?
- Por que esa era nuestra canción...
- ¡¡¡Basta de torturarte Sirius!!!, no sabes como estaba Susan después de la muerte de James y Lily, estaba destruida, no tenia a nadie...y cuando digo a nadie es así...tuve que quedarme con ella hasta que la Corte fallo en su contra y no le dieron la tenencia de Harry, creo que eso la destruyó por completo sirius y la gente no se recupera tan fácil...justamente, esa tenencia no se la dieron porque ella creía que eras inocente...
- ¿Enserio?-
Remus asintió.
- Ella te amaba ¿Bueno?, ya habrá tiempo de encontrarla, solo date tiempo... y dale tiempo a ella... puede ser algo shockeante si ve que estas vivo y fuera de Azkaban
- Puede ser... me voy a dormir
- ¿No vas a cenar?
- No, buenas noches...
- Buenas noches, hazme un favor y deja de atormentarte.
Sirius tardo hora en dormirse, no podía dejar de pensar en Susan... si tan solo pudiera verla de nuevo... pero Remus tenia razón, la veía por todas partes a toda hora, todas las mujeres se parecían a ella..."Mejor le haré caso a Remus, dejare de torturarme, aparte, mañana va a ser un largo día"

La semana siguiente fue la mas dura que Susan tuvo que enfrentar. Tres de los Aurores de su departamento habían sido atacados con el maleficio Cruciatus y se estaban recuperando en el hospital, le faltaba gente y estaba siendo presionada para firmar un documento declarando estado de emergencia, y con este, permitiendo a los aurores que quedaban utilizar los maleficios imperdonables...
- No lo voy a hacer, Cornelius, quítatelo de la cabeza...
- Susan es necesario, la gente esta empezando a sospechar...
Susan podría haberle pegado a Cornelius.
- ¿Es que acaso tu puesto es lo único que te importa en el mundo?¿temes a perder tu trabajo por sospechas?¡Dios mío Cornelius! entiéndelo: No voy a poner a mi gente al nivel de los Mortífagos y nada de lo que hagas va a convencerme...
- ¿Y si te despido?
- No me importaría, sabes bien que nadie puede manejar este lugar como yo...
- Bien ganaste, no te voy a despedir por ahora, pero estas avisada... deja de manejar el ministerio como si fuera tuyo...
Susan miro a Cornelius con una cara que podría haber asustado hasta al mismísimo Voldemort.
- Hasta aquí llego ¡RENUNCIO!
- Tu, no puedes...
- ¿No puedo?- repitió con los ojos llenos de furia- Mírame hacerlo- y con estas palabras arrojo una gran cantidad de papeles que tenia en la mano por el aire- Si esto sigue así el ministerio no va a durar mucho..., te lo dice alguien que vivió esto como nadie...
Definitivamente estaba peleada con el ministerio, con el mundo y con ella misma, que en realidad era lo que mas le preocupaba, ya que no tenia amigos por ahí...
- ¿Señorita le pasa algo?- una voz dulce la saco de sus pensamientos. Se encontró en un banco de la plaza de Notting Hill, no supo como llego hasta allí "ojala no haya llego por artes de magia" pensó.
- ¿Eh?, no, estoy bien, no importa...- cuando Susan levanto la cabeza se encontró con un hombre rubio, de ojos claros y desmedidamente apuesto.
- ¿Esta segura?, al parecer estuvo llorando...
- No importa, enserio, gracias por preocuparse
- De nada- el hombre dio medio vuelta y se marcho, a los dos o tres pasos volvio a voltear- No obstante ¿No querría acompañarme a tomar una taza de te?
- No seria mala idea, en realidad.
- Bien- con estas palabras le dirigió una cálida sonrisa.
Cuando llegaron al bar, Susan sintió muchas ganas de irse corriendo para su casa, pero de alguna manera se contuvo, después de varios tés y mucho silencio el hombre le pregunto:
- ¿Susan se siente mejor?
- Si muchas gracias... un momento ¿Cómo sabe usted mi nombre?
- Por favor... toda la comunidad mágica lo sabe
- ¿Es usted un mago?- pregunto Sussie en casi un susurro.
- Claro
- Ahhh, pensé que era un muggle
- No lo soy y por favor trátame de tu, debemos tener mas o menos la misma edad.
- Ni siquiera se tu nombre
- Robert Douglas, llámame Bob... un placer conocerte
- Susan March, el placer es mío - ¿Dónde trabajas?
Con esa pregunta se inicio una conversación que duro horas, para cuando se dio cuenta ya habían estado sentados ahí tres horas, charlando de la vida de cada uno...
- ¡Dios! es taradísimo... tengo que ir a preparar mis cosas, el lunes parto hacia Hogwarts...
- ¿Vas a Hogwarts?...- pregunto con una sonrisa - Suerte entonces y si necesitas hablar con alguien mándame una lechuza.
- Lo haré, adiós y...muchas gracias- dijo antes de darle un suave beso un la mejilla
- Adiós
Susan estaba encantada con Bob, era tan caballero, se preocupo por ella cuando estaba sola y ahora se había convertido en su único amigo...
No entendía porque Remus no la buscaba ¿Le habría dicho Dumbledore que ella volvió? y si no fue así ¿Por qué?...

La casa de Remus se había convertido en un desastre, todavía tenían cosas que acomodar... después de todo se habían mudado ayer y le camión muggle de mudanza todavía no les había traído todo...
- Despierta Sirius tenemos toneladas de cosas para hacer y la verdad... somos solo dos para acomodar este desastre.
- Ya...-Sirius no pudo reprimir un gran bostezo- voy.
El resto del día fue muy aburrido para ellos... como trataban de no utilizar magia para acomodar todo (no querían arriesgarse a que el ministerio los descubra) tuvieron que trabajar como muggles y eso no les hizo mucha gracia... Sirius se encargo de los cuartos (que hasta ahora solo tenían colchones en el suelo) y de los baños y Remus del comedor y (cuando llegara el resto de los muebles) de la cocina. Almorzaron algunos sándwiches (ninguno de los dos sabia cocinar) y pasaron el resto del día delirando sobre que iban a hacer a la noche...
- Tendríamos que salir, divertirnos un rato...-repuso Remus.
- No lo creo
- Obsesionado
- Fiestero, aparte... el alcohol no te hace bien ¿Recuerdas?
Remus le dirigió una mirada de odio
- Claro que recuerdo... espero que Sussie no se lo haya tomado enserio
- Claro que no...aparte cuando me lo contaron se estaban riendo, así que no tienes de que preocuparte...
- ...
- Tomo eso como un no
En eso sonó el timbre... ¿Quién podía ser a esta hora?

A kilómetros de allí, en La madriguera, los Weasley, Hermione y Harry estaban dando una gran fiesta... el cumpleaños de Bill
- Tendríamos que haber invitado a Susan- dijo Fred de repente. en eso sonó el timbre- ¡Telepatía!- grito.
Pero no era Susan, era una chica de cabello negro, con mechones violetas, vestida con una campera y minifalda de cuero, una remerita violeta corta, botas negras, y, para el horror de la Sra. Weasley, varios aros en las orejas y uno en... ¡el ombligo!, a pesar de todo esto era muy bonita y tenia ojos azules profundos...
- ¿Podemos ayudarte?- Charlie contesto la puerta.
- ¡Sammy!- grito Bill desde la otra punta y fue corriendo a su encuentro, cuando llego le dio un beso en la boca y la invito a pasar... para la sorpresa de todos- ella es Samantha... mi novia.
La cara de la Sra. Weasley no podía ser mas graciosa, era una mezcla de sorpresa, decepción y felicidad... Harry pensó seriamente en llamar a una ambulancia.
- Sammy ellos son mi familia, papa, mama y mis hermanos: Fred, George, Charlie, Ron, Ginny y Percy (que la miraba de arriba abajo con los ojos muy abiertos).
- Gusto en conocerlos- Samantha tenia una voz suave y profunda, que no combinaba con su aspecto.
- Y ellos son amigos de Ron, Hermione y Harry.
- ¿Harry Potter?
- Si- contesto este.
- Wow...un placer conocerte... Hermione- dijo volteando hacia ella que miraba fascinada su aro en el ombligo- lindo nombre
Pero las sorpresas todavía no habían terminado todavía, cuando Sammy se saco la chaqueta vieron que la remera no tenia espalda, sino una tira que unía las dos partes y en el medio...
- ¿Qué es eso?- pregunto Charlie con fascinación mirando el dragón que tenia Samantha tatuado un la espalda.
- Un tatuaje ¿Te gusta?
- Genial... ¿y no se sale?
- Nop
- Asombroso- dijo Fred
- Fa-sci-nan-te- George se sumo a los halagos.
- No es gran cosa- repuso Sammy medio colorada- Todos los muggles los usan.
- ¿Y tus padres te dejaron hacértelo?- pregunto la Sra. Weasley pálida cono la nieve.
- Mis padres murieron hace quince años, señora- Samantha volteo la cabeza hacia ella. Tenia los ojos vidriosos- Voldemort los asesinó- al decir esto los nueves Weasley y Hermione se estremecieron. Harry la miro enseguida con comprensión.
- Perdón, Samantha yo no quise...
- Esta bien... estoy acostumbrada, no importa, ah Bill, feliz cumpleaños- dijo entregándole un paquete.
- Gracias-lo abrió y vio un par de botas de cuero negras muy elegantes- ¡Gracias!, están geniales, enserio-con esto le dio otro beso y la abrazo.
Samantha no era tan rara después de todo, algo le dijo a Harry que se iban a llevar muy bien...

Cuando Susan termino preparar sus primeras clases en Hogwarts se acostó en la cama mirando al techo y se quedó dormida, una hora me tarde se despertó sobresaltada y miro el reloj... las seis de la tarde, que lento pasaba el tiempo... en eso miro por la ventana y vio un camión de mudanza enfrente descargando cosas.
- Este puede ser mi día de suerte, perfecta oportunidad para hacer amigos- pensó- solo les llevare un pastel para darles la bienvenida al vecindario...
Cuando el pastel estuvo listo (Susan si era una gran cocinera), se dispuso a llevárselo a sus nuevos vecinos. cruzo la callecita que separaba las dos casas y espero, se oyeron unos pasos y una voz ronca,
- ¿Quién es?
- La vecina de enfrente, vine a darles la bienvenida.
Se abrió la puerta y Susan levanto la cabeza para ver a su vecino, lo que vio era realmente insospechado...¿Qué hacia el allí?