Las Guerreros luchadoras
Subiendo ya hacia la sala común de Griffindor, se encontraron con Cho, una chica muy guapa, que Harry había conocido en el tercer curso mientras jugaban al quidditch, ella era la buscadora de Ravenclaw. Le dirigió un saludo a Harry con la mano, Harry sabía que ella seguía apenada por la muerte de Cedric Diggory, pero no le culpaba después de que Dumbledore hubiera dicho que a Cedric le había matado lord Voldemort. No tardó en irse de la sala común de Griffindor, por que había un gran alboroto formado especialmente por Fred y George con las bengalas del doctor Filibuster. La profesora McGonagall entro en la sala común y pasó todos los horarios del día siguiente, a primera hora tenían clase con los de Slytherin en Cuidado de las Criaturas Mágicas y después (solos) clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Todavía no sabían cual seria el profesor que tendrían por que el profesor anterior sufrió la maldición Imperio y estuvo controlado todo el curso por el hijo del señor Crouch el ojito derecho de Lord Voldemort. Así que decidió irse a dormir pronto para estar bien despierto por la mañana. Se fue a dormir sin decirle nada a Ron, porque quería pensar en sus cosas.
No supo realmente si pensó en algo, porque se quedó dormido en cuanto tocó la cama. Al día siguiente por la mañana se despertó temprano, y bajó a desayunar se encontró con Hermione que llevaba mucho tiempo allí leyendo su libro de Aritmancia. Ron bajó al poco tiempo de Harry y desayunaron juntos con Hermione las tostadas.
Salieron a los jardines del castillo donde se encontraron con Hagrid radiante de felicidad esperándoles en la verja.
- Hola Hagrid –dijo Ron.
- buenos días –contesto Hagrid.
Cuando llegaron los de Slytherin, todos siguieron a Hagrid hasta su cabaña donde Hagrid les dijo que esta vez tendrían que cuidar potrillos de Unicornios. Pasaron una mañana muy divertida, porque cuidar unicornios esta mucho mejor que cuidar otras criaturas que Hagrid les hizo cuidar dos años atrás.
Por la mañana después de almorzar se dirigieron a la sala de Defensa Contra las Artes Oscuras estuvieron esperando durante media hora, pues tenían clase doble de dos horas de Defensa Contra las Artes Oscuras, hasta que apareció la Profesora McGonagall a decirles que les había sido imposible contactar con el nuevo profesor y tendrían las dos horas siguientes libres para ir a donde quisieran incluso a Hogsmeade, el pueblo en el que todo era a base de Magia, no había nada muggle.
Harry se alegró tanto que fue a escribir a Sirius de lo que había pasado cogió a Hedwig para mandarle la carta, pero escribió muy poco por que tenía muchas ganas de llegar a Hogsmeade para volver a ver la oficina de correos en la que reposaban mas de doscientas lechuzas grandes como Hedwig y pequeñas como Pigwidgeon, (la lechuza de Ron) además necesitaba entrar también en Zonko y en Honeydukes y sobre todo necesitaba entrar otra vez en Las Tres Escobas y volver a beber la cerveza de mantequilla. Harry iba tan contento con Ron y Hermione que olvidó su capa y tubo que regresar a la torre de Griffindor para coger la capa pues hacia mucho frío. Bajaron toda la escalinata de la torre de Griffindor, y se encontraron con Dean Seamus y Neville que les esperaban impacientes:
- anda que no has tardado,¿estaban en la sala común las Minako? –dijo Neville esperando (según le pareció a Harry) que no estuvieran para poder verlas en Hogsmeade.
- no nos hemos fijado, no hemos entrado –respondió Ron.
- pues venga, vamonos, que se nos va a pasar el tiempo- dijo Dean con impaciencia , el también quería llegar a Hogsmeade pronto.
Bajaron el sendero que llevaba a Hogsmeade que estaba cubierto de piedras y encharcado de barro por que había llovido hace poco.
Fueron a Zonko y se compraron bengalas del doctor Filibuster que no necesitaban fuego para encenderse, sino humedad. Después llegaron a la oficina de Correos, donde vieron a la lechuza de Percy que le entregaba un pergamino bastante lleno de palabras empalagosas (según decía Ron).
- pobre hombre – dijo Ron exhalando un suspiro.
- ¿por qué? – pregunto Neville con curiosidad.
- por que esa carta es de mi hermano Percy, ya sabes, el prefecto y premio anual de hace dos años.
- ¿el que se creía el mejor?- dijo Seamus
- no...no, - respondió Dean- ese era el de Slytherin.
- ah!, ¡¿ que Slytherin tiene prefectos ¡? ¿desde cuando?- dijo con sarcasmo Hermione.
Instantáneamente el grupo estalló en grandes carcajadas.
- muy bueno Hermione, - dijo Seamus que todavía lloraba de risa- pero entonces ¿quién es Percy?
- haber Seamus, ¿no te acuerdas de el de Griffindor? Si hombre si, el que sustituyó el año pasado al señor Crouch en el tribunal de el Torneo de los Tres Magos. Pues ese.- explico Harry.
Pasaron a Las Tres Escobas donde Dean y Seamus invitaron a las cervezas mientras que el resto invitaba a palomitas. Cuando regresaban del pueblo alguien encapuchado, con una máscara se iba acercando a Harry cada vez mas y... levantó la varita, Harry se dio cuenta y se dio la vuelta el extraño grito:
- ¡¡Avada Kedabra!!
Harry se dio cuenta de que la voz era muy grave, parecida a la del hijo del señor Crouch, pero el no podía ser por que un dementor le dio su beso el año pasado, el beso del dementor era una cosa peor que la muerte, te absorbía el alma y te dejaba vivo mientras te funcionaran el cerebro y el corazón.
Sabía que no podía hacer nada así que se preparó para el impacto de la muerte, pero no llego, solo se escuchó una voz de una chica joven diciendo.
- ¡¡Rayo Fuego!!-dijo una chica Harry abrió los ojos y vio que la chica iba vestida con vestido de marinero, minifalda roja.
Y de sus manos Harry vio que salía fuego en forma de rayo, poco después aparecieron 3 chicas mas a su alrededor diciendo:
-¡Alto ahí!- dijo otra con el mismo vestido pero en azul.
- Somos guerreros – dijo una vestida de verde.
- Que luchamos por el amor – otra salió de la nada vestida de amarillo
- y por la justicia – corroboró otra vez la de rojo.
- ¡¡¡ y en nombre de Marte, Mercurio, Júpiter, y Venus, te castigaremos!!!
Pero antes de que pudieran seguir diciendo nada, el extraño había vuelto a desaparecer. De repente, las 4 guerreros se acercaron a Harry y la guerrero Mercurio le preguntó:
- ¿Estas bien chico Potter?
- si – contestó Harry con algo de miedo.
- no te asustes de nosotras chico Potter, por que nos vas a ver mas de una vez- le dijo la guerrero Venus.
- ¿por qué?- preguntó con una gotilla de sarcasmo Harry.
- piénsalo tu, chico Potter, nos vemos- dijo la guerrero Júpiter y dando un salto desaparecieron.
Esas cuatro muchachas dejaron a Harry algo aturdido le dieron bastante para pensar, por que no habló en todo el regreso al castillo ni con Ron, ni con Hermione, pero de repente cayó en ello, las chicas le protegían de Voldemort, cenó rápido y se fue a dormir. Pero Harry no se durmió pronto, estuvo pensando, ¿por qué esas Guerreros Luchadoras le habían protegido? Tal vez Sirius se lo había encomendado, pero otra pregunta le vino a la cabeza, ¿quiénes serían?.
