El profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Harry se levanto, tarde, por que no había conseguido conciliar el sueño hasta pasadas las cuatro de la madrugada. Se vistió corriendo (suerte que por la mañana hoy no tenemos clase por que sino hubiera llegado tarde a la hora de clase, pensó Harry) y bajó a desayunar. En cuanto que abrió la puerta todos los chicos se le abalanzaron.
-¡como fue Harry!
- eso Harry cuéntanos
- ¡¿quiénes eran Harry?!
Harry empezaba a estar ya un poco arto de tantas preguntas y exclamo:
- esta bien, os lo contare si dejáis de atosigarme.
Les relató la historia al mas completo detalle, como se lo contó a Dumbledore el año pasado cuando lo ataco lord Voldemort . todos exclamaban y decían ahhhh! Cada vez que había que decirlo y ohhhhh! Cuando le lanzaron la maldición Avada Kedabra.
Parvati Patil parecía mas contenta con Harry desde que le ocurrió eso por que en el baile de año anterior el no la hizo el mas mínimo caso y se enfado con el. Pero después presumía de haber bailado con un chico del colegio francés que también participaba en el torneo.
- chachi Harry, -dijo cuando acabó de relatar la historia Fred- ¿y como te llamaban?
- se limitaban a decirme "chico Potter"-contestó-
- ¿sabían tu nombre?-preguntó George-.
- si, si, no habéis oído que me llamaban "chico Potter"
- pero si tu no las conocías, ¿cómo sabían tu nombre?-preguntó Parvati.
- ¡y yo que se!-contestó Harry cada vez mas furioso por tantas preguntas-.
- entonces....-comenzó a decir George-.
- ya os he contado todo lo que se, ahora quiero desayunar-dijo Harry marchándose de la sala común-.
Bajó al gran comedor para poder estar tranquilo (o eso esperaba). Tenía la esperanza de que la noticia no se hubiera esparcido ya por todo el colegio. Mientras bajaba se iba imaginando como se reiría Malfoy de el, como se le abalanzarían sobre él el resto del colegio para preguntarle preguntas ya contestadas como todos los de Griffindor. Pero además de eso, pensaba en la carta que le iba a escribir a Sirius antes de ir a clase de Transformaciones, y las preguntas que le haría en la carta. Para suerte de el, el profesor Dumbledore había mantenido la sala del gran comedor en silencio mientras pasaba Harry a sentarse en la mesa de Griffindor.
Después de desayunar la profesora McGonagall les pasó nuevos horarios que ponían que en vez de tener transformaciones tendrían Defensas Contra las Artes Oscuras. Harry le pregunto a la profesora:
- ¿por qué nos cambian el horario?
- por que me lo pidió ayer el profesor de Defensa contra las artes Oscuras Potter. Y ahora prefiero que te vayas a tu clase o llegaras tarde, buenos días.
Se dirigió a la clase en silencio, no había visto ni a Hermione ni a Ron en toda la mañana y se preguntaba donde podrían estar.
Llegó a la clase y les vio apartados en un rincón hablando por lo bajo se acercó para saludarles pero ellos de repente se callaron:
- hola –dijo Harry sonriendo-.
- buenos días -. Contestó Hermione seria.
-¿que os pasa?- preguntó Harry sin entender la mirada de Ron.
- no Harry, la pregunta es: ¿qué te pasa a ti?- se apresuró a decir Ron.
- a mi no me pasa nada- dijo Harry velozmente para que no se notara la pizca de ira que había comenzado a sentir.
- si, si que te pasa-. Contestó Hermione.
-¿el que?
- pues, pues, ¡que no te acuerdas que hoy es el cumpleaños de Hagrid!-respondió Ron.
- si, si que me acuerdo y además tengo un regalo para él.-contestó Harry enfadado.
- vale, vale, no es para que te enfades, solo queríamos ver si seguías con el mismo carácter. Desde que las guerreras luchadoras te salvaron estabas un poco áspero.- dijo Hermione en tono tranquilizador.
- ¡que susto me habías dado!- dijo Harry alegre de que no estuvieran enfadados con el por esa tontería.
De repente todos se sobresaltaron, había llegado el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Era otra vez el profesor Lupin pero esta vez llevaba un perro negro y grande con el. Harry supo en seguida quien era ese perro grande, era su padrino. El perro le guiño un ojo a Harry y el profesor Lupin dijo:
- Buenos días.
- como me alegro de que usted vuelva a ser profesor- dijo Parvati.
- y yo estoy encantado de volver a veros a todos, pero tengo que deciros que no voy a ser yo el profesor. El profesor a partir de hoy, será este magnífico ejemplar de perro.
- ¡se esta quedando con nosotros!- exclamó Dean.
- me temo que no Dean, bueno, que paséis todos un buen curso.
- ¿se va ya?- preguntó Lavender.
- si, pero volveré a final del curso para recogerlo.-y señaló al perro.
Se dio media vuelta y salió del aula dejando a todos muy intrigados, menos a Harry, Ron y Hermione.
El perro le hizo una seña a Harry para que se acercara, y le dijo al oído:
- Harry, diles a toda la clase, que no se les ocurra gritar cuando me transforme.
-vale.
Se levantó del suelo y dijo en voz muy alta:
- os tengo que pedir un favor, no chilléis, veáis lo que veáis no chilléis.
- ¿por qué?- preguntó con intriga Seamus.
Harry no contestó, creyó mejor no decir nada, a si que hizo caso omiso de la pregunta de Seamus.
Harry vio al perro levantar las patas delanteras sobre la mesa. De repente, sonó un estallido y el perro se convirtió en persona.
- ¡corre Harry, es Sirius Black. Harry corre, te quiere matar.!
- no, no me voy a ir, le conozco y es bueno, además es mi padrino- dijo Harry levantándose para que toda la clase le oyera y se tranquilizara.
Sirius se aclaró la garganta, toda la clase quedó sumida en silencio, era un silencio mayor del que había en clase de pociones en la que solo se oía el ruido de los calderos cociendo.
- espero que todos creáis a Harry, yo no soy partidario de Voldemort.-dijo Sirius aclarándoselo a la clase.
- por favor... le importaría mucho decir quien – vosotros- sabéis, o el señor tenebroso, o el–que- no–debe-ser-nombrado...¿por favor?- dijo Dean con valentía.
- lo siento....eh...
-Dean, Dean Thomas.
- lo siento Dean, pero no puedo, llamo a Voldemort por su nombre por que él se cargó a los padres de mi ahijado y no se lo perdono, es igual que si yo me enfado contigo por suspender, y te llamo...eh...el-estudiante-rubio-de-Griffindor.¿lo entiendes?
La clase empezó a confiar en Sirius y en vez de dar la clase a la que tenían que ir se dedicaron a hablar de otros temas.
- entonces señor...-empezó a preguntar Parvati
- quiero dejar una cosa muy clara-dijo Sirius poniéndose muy serio, que asustó de nuevo a toda la clase- no quiero que me llaméis ni señor, ni profesor, ni chorradas como esas de llamar por el apellido, quiero que me llaméis Sirius a secas ¿vale?
- ¡¡¡SI!!!-dijo la clase entera con entusiasmo.
- continua por favor Parvati...
- si, esto...entonces si usted, perdón, si dices que tu no eres el aliado de quien-t.. , perdón, Vo...Vo...Voldemort –dijo Parvati estremeciéndose- ¿cómo es que el ministerio dice que fuiste tu quien traicionaste a la familia de Harry?
- eso es muy sencillo, ¿alguien sabría explicarlo?
Esta vez Ron levantó la mano mucho antes que Hermione, que la dejó baja cuando vio que Sirius señalaba a Ron con la cabeza.
- pues resulta-empezó a explicar Ron- que en el colegio Sirius tenía un grupo de amigos, James Potter, Peter Pettigrew, y Remus Lupin.
-¿cómo?-preguntó Neville.
- ¿qué el profesor Lupin era amigo suyo?- dijo Dean.
- Si, pero dejar continuar mi historia a Ron.
- bueno, entonces a Lupin ya lo habían mordido y se había convertido en hombre lobo. No lo dejaban entrar en ningún colegio, pero Dumbledore encontró la solución. Snape, estaba husmeando.
-¿qué pinta aquí Snape?- exclamó Lavender.
-estaba en el colegio en la época del padre de Harry.-contestó Hermione rápidamente.
- ese asqueroso de pelo grasiento –se oyó murmurar a Sirius.
La clase estalló en carcajadas; pues ninguno se había esperado esa afirmación de otro profesor del colegio.
- entonces cuando abandonaron el colegio y la madre de Harry y su padre se casaron y tuvieron a Harry, nombraron a Sirius como padrino de Harry. Entonces Peter, (que era el verdadero espía) contó a Vo...Vo...Voldemort donde estaban los Potter. Pero Dumbledore se dio cuenta y los aviso. James quiso que Sirius fuera su guardián secreto, y así fue, pero Sirius se daba cuenta de que Peter cada vez flaqueaba mas su amistad, entonces le dijo a James que lo utilizara a el para ser su guardián, entonces fue cuando Peter entregó a los Potter a Voldemort.
- pero Sirius mató a Pettigrew ¿no?
- tal fue mi intención, pero el joven Peter se me adelantó y mató a todos esos muggles y, el mismo que era animago, se metió por la alcantarilla convirtiéndose en rata, cortándose un dedo para hacer que todos creyeran que yo le había matado.
- entonces... ¿la verdadera historia es así?-preguntó Lavender que se había quedado con la boca abierta, al igual que toda la clase.
-si, -dijo Harry que llevaba todo el tiempo sin hablar- y nadie le ha creído hasta ahora, de hecho yo hace dos años tampoco le creía.
-vaya, se nos ha ido la hora, mañana nos vemos, por cierto Harry, tengo que hablar contigo un momento por favor.
- vale.
- les he dicho a los otros profesores que hasta que no hayan pasado todos los alumnos de mi clase por aquí, tu llegaras algo tarde a las clases, por que tendrás que venir aquí a tranquilizar a la gente antes de que me transforme ¿vale?
-entendido.
- ya he arreglado con Dumbledore la cosa como para que no llegues tarde nunca a clase de Pociones por que Snape no lo entendería, y aun así te castigaría.
- vale, pero, ¿por que tengo que estar yo aquí?
- muy sencillo Harry, por que tu influyes mucho en la gente y a ti te hacen caso. Yo entraré siempre con Remus, y tu entraras después.
Harry se fue al gran comedor mucho mas contento, por que ya sabía que a su padrino no le había pasado nada de nada y hablando con sus amigos de lo contento que estaba de que además de Sirius estaba bien, no tenía que gastar ni pergamino ni tinta para mandarle cartas cada vez que el necesitaba hablar con el.
