La nueva Guerrero
Las guerreros habían adivinado toda la maldición.
- ahora solo nos queda decírselo a Dumbledore y llamar a la Pequeña Dama.-dijo con alegría Marte.
- ¿quién es la mas rápida de todas nosotras?-preguntó Urano.
- yo -dijo saturno
- Está bien, Saturno, ve a la sala de profesores y díselo a Dumbledore todo lo que hemos averiguado.
La guerrero Saturno salió disparada y a los 2 minutos estaba ya en la entrada de la sala de profesores. Ella entró sin llamar por que tenía prisa, y encontró a los profesores metidos en una discusión, que en cuanto ella entró se callaron todos.
- ¿y está quien es?-pregunto Snape mirando el uniforme de guerrero.
La guerrero Saturno hizo caso omiso de la pregunta de Snape y se dirigió directamente a Dumbledore:
- Señor Dumbledore, la guerrero Mercurio ha conseguido adivinar que les pasa a los alumnos.
- ¿la guerrero Mercurio? ¿de que habla Dumbledore?- preguntó la profesora McGonagall.
- Sigue Saturno por favor.-dijo Dumbledore sin hacer caso a la profesora McGonagall
- ¿Saturno?-dijo el profesor Flitwick sin entender.
- Pues verá señor Dumbledore, es la maldición Objeto, la Guerrero Mercurio ha adivinado por su mini ordenador que los alumnos tienen la maldición Objeto y ese objeto es el Grefusito.
- ¿¡la maldición Objeto!? ¡Dumbledore, por favor, dinos que pasa!-dijo Snape.
- deja a la guerrero Saturno acabar y ya os explicaré lo que pasa.
- ¿guerrero Saturno?-dijo McGonagall.
- bien, las guerreros creemos que su objetivo es encontrar a cierta persona, con la maldición Objeto, necesitamos ayuda de la Pequeña Dama, pero el problema está en que no podemos llamarla por que si no los alumnos se nos van al lago y necesitamos que alguien les interponga el paso, las demás guerreros no pueden con todo ellas solas y necesitamos urgentemente a la Pequeña Dama, por que a la Reina no es necesario llamarla.
- ¿Pequeña Dama?¿las demás guerreros?¿Reina? oh! No entiendo nada Dumbledore.-dijo McGonagall.
- o sea que necesitáis un poco de tiempo, pero como podría proporcionaros un poco de tiempo.
- con el hechizo Obstáculo, eso les parará durante algo de tiempo y en ese tiempo nos dará tiempo a llamar a la Pequeña Dama.
- está bien Saturno, te ayudaremos -.dijo finalmente Dumbledore. –Minerva, Severus, Sirius, Flitwick, os tenéis que hacer cargo de una parte de los alumnos con el hechizo Obstaculizador, Saturno ya puedes bajar y diles a las demás que no se preocupen, que llaméis ya a la Pequeña Dama, nosotros nos encargamos de todo.
La guerrero Saturno le dio las gracias a Dumbledore y bajó de un salto por la ventana:
- ¡¡Se va a matar!!-Chilló la profesora de Astronomía.
Pero la Guerrero Saturno no se mató, calló como si hubiera saltado desde el primer escalón de una escalera.
- Chicas ya podemos llamar a la Pequeña Dama.-dijo Saturno.
- el problema está ahora en que como la Pequeña Dama no sabe usar bien el Cristal de Plata no puede atacar al encapuchado ella, necesitamos algo de tiempo para que lo podamos atacar nosotras.-dijo Júpiter.
- está bien, iré yo a avisar a Dumbledore después de llamar a la Pequeña Dama-dijo Venus.
Las chicas se agarraron de las manos y formaron un círculo perfecto, mientras que Dumbledore mantenía a los alumnos fuera del agua y lejos del alcance de la persona encapuchada.
La Guerrero Plutón era la única que conocía el conjuro para llamar a la Pequeña Dama por que era la única que tenía la llave del paso del tiempo entre el sitio donde se encontraba la Pequeña Dama y ellas.
- Por el poder de la Odisea de los cuatro planetas protectores de la Reina, y la Odisea de los cuatro planetas protectores de la Princesa, yo convoco a la Pequeña Dama, para que con la mezcla del agua y del fuego, de la luz y del rayo y de los otros poderes protectores ponga en funcionamiento el Cristal de Plata: TE LLAMO A TI PEQUEÑA DAMA.
Y con el palo que tenía que formaba una llave, dio un golpe al suelo y apareció una luz rosa que se convirtió en una guerrero pequeña mas o menos de la misma edad que la Guerrero Saturno, ella era la Pequeña Dama.
- me alegro de verte Pequeña Dama, ahora tienes que usar el poder del Cristal de Plata para eliminar a la maldición de los grefusitos, mientras nosotras avisamos a Dumbledore.-dijo Neptuno.
- Está bien –dijo la Pequeña Dama, era una niña con el pelo rosa recogido en dos moñitos acabados en picos que le soltaban el pelo en una coleta.-¡¡Cristal de Plata, te pido ayuda para eliminar una maldición, el poder inimaginable del Cristal Tokio se encuentra en tu interior, solo te pido una cosa, ese poder que tienes!!:¡¡¡¡ LIBERALO AHORA!!!!
Mientras decía todo eso, la Pequeña Dama había sacado un llavero con forma de una cabeza de pájaro con alas en vez de orejas, y cuando dijo lo de el poder del Cristal Tokio el llavero pasó de ser un llavero a ser un palo como de animadora pero con la cabeza del llavero en una de las puntas, y cuando dijo lo de Libéralo Ahora, golpeó un poco el suelo y salió un cristal del tamaño de una canica, que brillaba como la plata.
La guerrero Venus se fue corriendo a avisar a Dumbledore de que ya podía dejar de hacer el encantamiento Obstáculo, que ya se encargaban ellas las guerreros. Mientras las otras estaban sujetando a los alumnos, por que necesitaban a Venus para poder llevar a cabo el conjuro para acabar con el encapuchado.
Venus subió a toda velocidad las escaleras que llevaban a la sala de profesores:
-¡ Señor Dumbledore! –irrumpió la guerrero Venus en la sala.-¡señor Dumbledore!, ya no hace falta que siga con el encantamiento Obstáculo, las guerreros nos ocupamos de todo.
- ¿Dumbledore, y esta quien es?-dijo la profesora McGonagall.
- señorita McGonagall, yo soy la guerrero Venus.-se presentó haciendo una reverencia.
- ¿y donde está tu amiga?-dijo Snape.
- Señor Snape, eso no es de su incumbencia, solo es asunto del señor Dumbledore y las guerreros.
- ya os daré explicaciones cuando yo lo crea oportuno Severus, ahora deja hablar a la guerrero Venus ¿vale?-dijo Dumbledore.
- gracias señor Dumbledore. Las guerreros hemos conseguido llamar a la Pequeña Dama, que con el poder del Cristal de Plata está acabando de anular la maldición, solo quedan unos pocos alumnos, ahora, las guerreros necesitamos que los mantenga algo alejados de nosotras porque les podríamos hacer daño sin querer.
- está bien, Venus, ve con las otras guerreros y hacer lo que tengáis que hacer, que nosotros nos ocupamos del resto.¡profesores a realizar el encantamiento Protector!
Venus ya se había marchado y estaba con las otras guerreros:
- ya podemos empezar-dijo Urano.
- ¡Planeta Mercurio, dame el poder!
- ¡Planeta Marte, dame el poder!
- ¡Planeta Júpiter, dame el poder!
- ¡Planeta Venus, dame el poder!
- ¡Planeta Neptuno, dame el poder!
- ¡Planeta Urano, dame el poder!
- ¡Planeta Saturno, dame el poder!
- ¡Planeta Plutón, dame el poder!
Ahora las guerreros habían nombrado el nombre de sus planetas respectivos y habían sido dotadas de una luz con la que obtenían algo mas de fuerza.
- ¡¡AGUA!!- dijeron la guerrero Mercurio y Neptuno. Salió agua de sus manos
- ¡¡FUEGO!!-dijeron esta vez las guerreros Marte y Saturno. Esta vez salió fuego.
- ¡¡TRUENO!!-dijeron Júpiter y Urano. Al nombrar el trueno el buen día que hacía se nubló y se llenó de nubes negras que estallaron en una tormenta de Truenos.
- ¡¡FULGOR!!-exclamaron Venus y Plutón. Una luz tan potente como la del sol salió de sus dedos.
Las cuatro cosas que salieron de ellas se unieron y atacaron al encapuchado. El encapuchado cayó de espaldas y se le resbaló la capucha por la cara. Su cara quedó al descubierto...
- ya tenemos al causante de todo, señor Dumbledore –anunció la guerrero Neptuno al entrar con las demás guerreros en la sala de profesores-. Aquí lo traen Júpiter y Urano.
Cuando las guerreros Neptuno y Mercurio se apartaron la profesora de adivinacion dio un gritito.
- ¡¡¡Lucius Malfoy!!!no puede ser, no puede ser, simplemente...no...no puede...-dijo la profesora McGonagall.-pero, ¿no os habréis equivocado verdad?
- Minerva, no se ha equivocado, Lucius Malfoy estaba debajo de la capucha-dijo Dumbledore.
Snape no decía nada. Se había quedado sin palabras, mientras que Sirius no prestaba la menor atención, estaba buscando a Harry entre la multitud.
Cuando se llevaron a Lucius Malfoy, Snape se volvió hacía Dumbledore y le dijo:
- Dumbledore, exijo una explicación.
- si, ya es hora de que os lo explique todo, señoritas guerreros si no os importa lo voy a explicar todo, menos lo altamente secreto, ¿qué decís, puedo explicarlo?
- por supuesto señor Dumbledore, menos lo altamente secreto y lo altamente secreto dos.
- bien, profesores, os debo una explicación: estas maravillosas chicas, son las Guerreros del Cielo, como os habréis dado cuenta, cada una tiene el nombre de un planeta de la vía Láctea. Tambien se las conoce como las guerreros del amor y la justicia. Están aquí por que se cree que Voldemort –todos se estremecieron al oír este nombre menos Sirius, y las guerreros. Snape parecía indiferente- va en pos de Harry. Cada planeta protector tiene un poder diferente, pero como aquí hay ocho planetas protectores cada dos de ellas tienen el mismo poder, por ejemplo, Mercurio y Neptuno tienen el poder del agua. Ya está todo, ¿alguna pregunta?
- si Dumbledore, -dijo la profesora McGonagall- ¿quién es esa Pequeña Dama, y la tal Reina?
- eso yo no te lo puedo decir, te lo tienen que contestar las guerreros.
- esta bien,-dijo Marte.- señorita McGonagall, la Reina a la que nosotras nos referimos es a la Reina Serenity, la Reina del Milenario de Plata, y la Pequeña Dama es la hija de la Reina.
- ahora bien Dumbledore, dijiste que cada planeta protector tiene un poder diferente, ¿como es que Mercurio y Neptuno tienen el mismo poder?
- eso es muy sencillo de entender señor Snape-dijo Plutón-. Aquí hay ocho planetas protectores, el señor Dumbledore al referirse a cada planeta protector se refiere a cada Odisea planetaria, aquí hay dos Odiseas, cada Odisea consta de cuatro planetas protectores, una de nuestras Odiseas protege a la Reina, y la otra Odisea a la Pequeña Dama.
- entonces ¿quiénes de vosotras protegen a la Reina y a la Pequeña Dama?-preguntó la profesora Sinistra de Astronomía.
- en realidad, si solo esta la Pequeña Dama con todas nosotras nuestra misión es protegerla, y lo mismo pasa si esta solo la Reina.-contestó Saturno.
- y ¿quiénes de vosotras protegen a cada cual?-preguntó el profesor Flitwick.
- eso carece de importancia –dijo Venus- pero bueno, es otra pregunta a la que hay que responder, Marte, Mercurio, Júpiter y yo protegemos a la Reina, y las otras a la Pequeña Dama.
- y ¿dónde se encuentra ese Milenario de Plata?
- esa es una pregunta que no vamos a contestar señor Snape, no es que tenga nada en su contra, es por precaución-dijo Urano.
- ¿algo más?-preguntó Neptuno.
- si, por que si vuestra misión es proteger a esas personas, ¿por qué estáis aquí protegiendo a otras personas?-dijo la profesora Sprout.
- de esa pregunta solo podemos responder que estamos de incógnito, es asunto secreto.
La profesora McGonagall iba a preguntar cuando Plutón dijo:
- señor Dumbledore, se ha acabado ya la ronda de preguntas, tenemos que regresar al Milenario de Plata. Tenemos que comprobar como está la Chibiusa después de usar el Cristal de Plata con el poder del Cristal Tokio. Adiós.
Saltaron y se fueron por la ventana hacia la Luna, hasta que desaparecieron de vista.
- ¿el Cristal Tokio y el Cristal de Plata? ¿Chibiusa? ¿a quien se referían? sigo sin entender nada Dumbledore –dijo McGonagall.
- pues ya ha habido suficientes explicaciones por hoy.
