SPIRITS DREAM INSIDE II:
S E C R E T W I T H M E.
by The Fox
DISCLAIMER: Severus Snape, Lucius Malfoy, Hogwarths y Voldemort es todo de la talentosa y ahora muy rubia Jk Rowling. Yo también estaré rubia pronto, ojalá no se me oxigenen las ideas.
WARNING: Mucho, MUCHO, MUUUCCHOOO Slash-yaoi como quieran decirle, VARONES AMANDO VARONES. VARONES DESESPERADOS POR AMAR VARONES. Se entendió? Ok. Es una historia de amor, traición y de horror. Sucede que los protas son todos varones. Oops. Y para ser franca, si condenamos el amor y aplaudimos el odio, este mundo está mucho más enfermo que yo. insertar aplauso * reverencia *
Una vez hubo una historia de amor que se volvió pesadilla.
Una historia de amor que fue más fuerte que el horror, la muerte, y la locura.
Y a pesar de los años transcurridos, alguien aún vela, y piensa.
Esta es la historia de cuatro adolescentes a punto de volverse hombres, y de pagar deudas que se escriben con sangre, lágrimas, y magia.
Y de cómo puedes perdonar, pero nunca olvidar.
OTRA NOTA: Capítulo muy, muy MUY FINO. 4500 palabras, y tiene (auto?) mutilación, sangre, violenci, y una final muy triste y OTRO muy, muy horroroso. Así que lean bajo su propio riesgo.
CAPÍTULO VEINTE
THE KIND
So slide over here and give me a moment
Your moves are so RAW I've got to let you know
I've got to let you know: you're one of my kind
- QUÉ HAS HECHO?!- Lucius pateó la puerta abierta, su chaqueta desabrochada, los ojos en llamas. Era obvio que se había venido volando en escoba a todo lo que daba. Severus, inclinado sobre un pálido Djeri con ojos asustados en el sofá, le tomaba la mano.
-... y m-me... me bes-só... y no me ac-cuerdo de nad-da más...-
- Está bien, mi ángel... descansa.- Severus se humedeció un dedo rápidamente con una poción azul plata y le tocó la nariz. Djeri cayó dormido de inmediato, su cabecita como una manzana madura en el negro regazo de terciopelo de Severus.
- No, no es Djeri.- dijo Severus, sin mirar como una loca esperanza nacía y moría en la cara de Lucius.- Es Oliver.-
- Oliver...?- el ex maestro de DADA y actual amo y señor de las Artes Oscuras que era Lucius sintió que se desfiguraba la cara de ira al atar cabos y saltar a arrebatarle a Djeri del regazo.- NO! NO LO PERMITIRÉ! QUE REVIENTE EL PENDEJO, NO LO USARÁS PARA INVOCARLO EN...!-
- Muy tarde, Lucius.- dijo Severus, cubriendo al dormido Djeri con su capa, y enderezándose tras dejar esa amada cabecita descansando con infinito cuidado.- Como tú dijiste... ya lo hice.-
Lucius lo agarró de los hombros, aunque era algo más alto que él, lo empujó contra la pared, y le dio un puñetazo con toda la fuerza asesina de la locura. Severus se dejó hacer, dos líneas de lágrimas cayéndole por la cara, su pelo agitándose a cada golpe. Y al fin quedó apoyado en la pared, mientras Lucius, que lloraba, aún lo aferraba con manos engarfiadas, aún gritaba con voz ronca por las lágrimas que le corrían por las mejillas.
- Porqué?! No! Porqué? Porqué eres tan cruel? Cómo pudiste...? Cómo... pudiste...?- Lucius sollozó en su pecho, incapaz de volverse para mirar ese cuerpecito amado, sus hombros de águila sacudiéndose mientras lloraba como no había llorado desde Stefan. Y Severus en silencio derramaba lágrimas en su pelo, sus manos empuñadas a los costados, un hilo de sangre de su boca paralelo a las lágrimas goteando en ese pelo de oro blanco.
-... Voy a salvarlos.- no era una afirmación, sino simplemente palabras dichas para sí.- Lo haré... no van a sufrir por nuestros pecados. Que al fin, son culpa mía.-
Severus se desprendió de Lucius para acercarse a Djeri y alzarlo otra vez. Muy lentamente, lo llevó a su dormitorio, la única habitación con un espejo de cuerpo entero, y allí lo sostuvo frente al espejo, colgando de su brazo, contra su cuerpo, abrazado como a un amante. Y le alzó una mano en la suya, para tocar el espejo con la varita y musitar:
- CORPUS LEMUS ESPIRITIA!-
El espejo se movió y onduló como agua. Y Severus vio desde donde el vacío cuerpo de Oliver veía, exactamente en dónde estaban.
La puerta de la Cámara de Los Secretos.
Oh, Dios. Ahí no, por favor, ahí no...
Ewan tan pálido e igual con el caldero burbujeando veneno al lado, negro y rojo. Y esa presencia, como sangre en el aire.
Mordaunt, poseyendo a Oliver como había tratado de poseer a su Djeri, el vampiro que estaba más allá de la muerte, al que mataron y que había sobrevivido de alguna forma, y que quería de regreso a Octavius, su prole.
Cuatro sombras.
Y los niños.
Severus ahogó un grito al darse cuenta de quiénes eran las sombras que traían a los niños.
- LUCIUS! VEN ACÁ INMEDIATAMENTE!-
Bill no estaba preparado. No podía estarlo. No se había criado en una época de guerra; el horror y la locura eran lejanas pesadillas para él, no una realidad a la que tuviera que enfrentarse. Miró esos ojos dorados cerca, y gritó bajo el agua, mientras ese fantasma sonreía y musitaba Crucio sin voz. Un grito, y Bill retorciéndose y gritando, ahogándose hasta la negrura total en silencio.
El fantasma plateado y cruel que se llevó a Hugh no se lo llevó sin pelear: no por nada era hijo de la muerte roja. Pero no había forma de luchar contra ese espíritu rápido y letal como un insecto que giró, lo miró con sus ojos de plata vacía, le atrapó la cara, y forzando su lengua contra la suya musitó dentro de la tibia cavidad el Avada Kedavra, la maldición asesina.
Belial se defendió como el tigre esbelto que era, sus veloces hechizos envolviéndolo, aún el espadachín bajo el agua. Pero la sombra negra avanzó sobre él como un lethifold, lo envolvió en esa pesada mortaja nocturna, y vio su rostro pálido y frío sobre él, asesino y calmo a la vez.
- Profesor...- musitó desconcertado, viendo esos ojos negros que no parpadeaban, ojos que jamás lo habían mirado sin el tibio amor del maestro por su pupilo, su hijo. Pero ahora eran fríos, despectivos: y toda inocente fantasía que Belial hubiese tejido sobre conocer a un joven Severus Snape como decían que su padre lo había conocido para haber sido su amigo, y haber luchado a su lado, se desvaneció mientras chillaba víctima del Sanguinus, su propia sangre trazando líneas en el agua a su alrededor mientras le fluía roja por todos sus poros, y el Imperius haciéndolo callar aunque aún aullaba dentro. Mientras miraba como por una ventana roja a su adorado profesor, que había significado más para él que para su padre, vio por primera vez lo que había sido. Y no era admirable, ni bellamente aterrador como se había imaginado idealizando esa época de violencia. Era horrible. Era el horror, en sí, en esa mirada negra que te desnudaba hasta el hueso.
Stephen miró a los ojos a su padre, y supo.
Tras los lentes, ojos idénticos. Cada demonio, cada sombra igual en la profundidad azul. Padre, musitó, incapaz de moverse. Y pronto no pudo. El Chisellius le atrapó el cuerpo como una anaconda de acero, fuerte, aplastante paralizando hasta su corazón. No te rindas al dolor. No te rindas al dolor. No enloquezcas. El Chisellius es superable si la mente es fuerte. Tu cuerpo no agoniza: es una ilusión. Tu mente no se ha acelerado:esunailusión.Noteaustesnoteasustesnooo...
Los cuatro, retorciéndose en el charco de dos centímetros a los pies de Ewan Rosier. Una sonrisa, y un filo en la noche. Y Oliver de pie, con ojos completamente negros, una sonrisa vampira, mirándolos listo para ultimar a los frágiles cuellos.
Un segundo.
Un destello.
DESTRUCIO!
El agua se rizó ante el veloz rayo, reflejándolo, llenando el túnel, y la mano de Ewan se desintegró, en un estallido rojo como la sangre.
Pasos.
Belial fue el primero en sentarse en el agua, su aliento enloquecido. Y vio, como en una pesadilla doblemente reflejados en al agua, caminando hacia ellos, los fantasmas de sus pesadillas, reales, muy reales.
El Lord Imperio
El Lord Cruciatus
El Lord Avada, de pie en las sombras, la luz verde de un Avada listo en la punta de su varita iluminándolos, sus ojos de plata fijos en ellos, su sonrisa fría.
- Padre...- jadeó, su voz temblando. Miró atrás, y trató de enderezarse.- Padre... Oliver no, Oliver no...-
- Abajo, Belial.- Snape, tan tranquilo. Su varita igualmente verde. Y de pronto, los flashes volando sobre ellos:
- AVADA KEDAVRA!!-
- NO!- Belial saltó, la luz verde rozándolo, pero Bill, que temblaba entero, fue más rápido y arrojó a Oliver al piso, su cuerpo sobre el suyo. El segundo Avada le pasó rozando y ambos golpearon a Ewan Rosier, que cayó de espaldas en el agua. Un estallido, y ellos, corriendo en el agua, sus pasos como disparos.
Belial se sintió alzado por una mano fuerte como el acero, que lo puso sobre sus pies en un segundo. Y se halló cara a cara con un desconocido, que era su padre. No el padre lejano y frío que lo miraba sobre sus lentes de lectura con una mirada indescifrable, no ese padre frío como un témpano que veía con suerte seis veces al año, sino un hombre semejante a él, de ojos vivos y ardientes, de boca cruel y apasionada, gestos veloces y exactos que hablaban de guerrero y de asesino.
- Estás bien?- dijo, no sin calor, no sin emoción, pero con la tranquilidad del experimentado guerrero que chequea dos ojos, dos piernas, dos brazos, no sangre, está bien. La lejana consciencia de que su padre había sido un asesino y un ejecutor, y que había sobrevivido una guerra aún en el bando perdedor, esa consciencia que era abstracta en la mente de Belial se hizo real y exacta y clara de repente. Su varita, al desgaire colgando de su mano en el ángulo perfecto del luchador. Sin espada: no le hacía falta.
Snape estaba inclinado sobre Bill, que a su vez estaba arrodillado sobre el cuerpecito de Oliver, que parecía sufrir, y se quejaba. Belial quiso correr a ellos, pero vio a Snape alzar con una sola mano al alto Bill y sacarlo del camino como quien saca ropa sucia, arrojándolo al lado.
Y oyó a Oliver reír.
Pero no era Oliver. Era una voz oscura, esa voz que riese al casi cortarle el cuello después de amarlo.
- Oliver!- gritó, sujeto por esa mano de acero que era su padre. Pero no lo soltaba, y el tercero que viniese con ellos, un fantasma de largo pelo castaño estaba de pronto junto a él.
- Belial, no! No soy yo!- gimió con voz ronca y pastosa, pero con una entonación tan, tan familiar y amada.
Junto a él.
Dios mío, en la sombra de esos ojos que no eran suyos, las pupilas negras del hombre delgado a su lado, su mano fría y sin embargo de tacto dulce y suave...
Oliver?
Un estallido en la oscuridad, y Snape cayó hacia atrás, un hilo de sangre en el aire siguiéndolo como una cinta. Lucius dejó a Belial para correr a su lado, la varita en alto, y Belial gritó, pero ese fantasma con la mirada de Oliver lo aferraba y lo retenía con poca fuerza.
Oliver, su pálido rostro manchado de sangre, su pelo pegado a las mejillas por el agua, la túnica cayéndosele de un hombro, y hilos de sangre en los labios, su mano llena de sangre también...
Lo mordió? Lo apuñaló sólo con la mano desnuda?
Lucius alzó la varita, de pie junto a Snape, que se ponía de pie tropezando, su varita en la mano derecha y la izquierda cubriendo su herida en el costado.
- Mordaunt, deja ir al muchacho. Déjalos ir. Es a nosotros a los que quieres: aquí estamos. Déjalos en paz a ellos. Deja ese cuerpo, que no te pertenece.-
- Muy listo invocar su alma para que no se perdiera, Sevvy. Siempre te fue muy bien en invocaciones.- Esa voz! Ronca, profunda, imposible que viniera de ese cuerpo frágil que era Oliver, una voz cargada de ira y sabiduría, de odio y astucia.- Me quitaste a mi bebé y ahora que lo tenía tan cerca lo destruiste para que no fuera mío. Me quedaré que su hijo, que es bastante parecido.- susurró y se mordió su propia mano, no una mordida punzante para beber sangre, sino una mordida que arrancó carne. Se arrancó la parte carnosa de la palma y la comió con delectación.- Tan sabroso.-
Belial gritó, pero Lucius y Snape no se movieron. Y sin dar crédito a sus ojos, Belial vio a Ewan Rosier, el hombre al que le habían pegado dos Avada Kedavras en plena cara, levantarse, su cuerpo musculoso enorme contra la frágil y aterradora figura de Oliver.
- Por supuesto. Es su prole, su hijo vampírico. Por eso no murió con mi padre... Era su discípulo, y se alzó cuando Eustace Mordaunt lo llamó.- Belial se sobresaltó al oír a Stephen tan cerca, alzándose en completo silencio. Bill estaba muy pálido y parecía en shock, mirando a Oliver comerse su propia mano, automutilándose. Y Hugh, que seguía inconsciente, estaba hecho un ovillo unos metros más allá.
- Ewan.- la voz de Snape, cargada de odio, de ira, sobretodo de desprecio.- No te pudiste morir con él, tú que tanto decías que lo amabas?-
- Lo amaba. Pero él siempre... Stefan siempre...-
- No amaba más a nosotros.- terminó Lucius con una extraña voz relajada y burlona.- Ay, pobre estúpido Ewan. Creías que te iba a amar a ti, cuando nos tenía a nosotros? Siempre se reía de tí con nosotros, comentando lo tarado que eras. Cómo él, que era un gran mago y un estratega, cómo él que se divertía con Alta Magia te iba a amar, miserable Neaderthal?-
Ewan Rosier parecía fuera de sí al oír a Lucius burlarse, todo su aspecto tan calmado como si estuvieran conversando sobre una tacita de café. Lucius siguió, con su voz relajada.- Pero si ni en la cama lo satisfacías, se tuvo que buscar una muggle... seguro que le gustaba más. Claro, después de nosotros, debes haber sido tan aburrido. Crees que aplaudiría lo que haces ahora? No crees que opinaría que eres un tarado, como siempre? Qué sacas con envenenar a alumnos muggles en Hogwarths? Voldemort está muerto, y Stefan también. Y tú lo estás, idiota. Nadie te va a dar besitos ni aplausos por esto.-
- Quiero venganza! Fui mejor que Stefan, y seré mejor que ustedes! Él murió, y ustedes están vivos y libres... los enviaré a Azkaban, con su poción demoníaca. Ustedes lo mataron! Él podría haber sido libre... feliz... conmigo... CONMIGO! Pero ustedes tenía que meterlo en esto, y ahora él está muerto, y ustedes están vivos! Te veré en Azkaban, Snape! Y a tí, Lucius Malfoy! Cuando les haga encontrar la poción, ellos los van a agarrar!-
- No gastes saliva. Está muy, muy enfermo.-
- eEtá muerto, no enfermo, Sevvy.-
- Lucius... no es políticamente correcto llamar muerto a un vampiro. Ellos prefieren " Vástago." Pero no me refería a enfermo en cuanto a eso. Me refería a que está...-
- Más tarado de lo usual?-
- No que no estuviera antes.-.-
- Bueno, nosotros estamos más malos que antes, nooo?- A pesar del tono ligero, había una oscuridad, una sombra en ellos mientras hablaban. No le quitaban ojo de encima a Ewan, ni a Oliver, que seguía desgarrándose la carne con abandono. Con esa sonrisa de vampiro, quieta y enloquecedora en la cara.
- Cómo derrotaste a mi padre?- la voz de Stephen los sobresaltó. Stephen estaba allí al lado, una espada en una mano, la varita en la otra, sus ojos brillantes. Y miraba a Ewan Rosier con fría curiosidad.
- Lo maté.- Ewan tenía ojos enloquecidos, amargos.- Le di el aviso a los Aurores de nuestra situación en Montrose. Y todos los planes de Stefan fueron nada... Yo no moriría, y no me dejaría, y dormiríamos juntos, abrazados bajo tierra...-
- Te iba a dejar por mi madre, no?-
Ewan espumarajeó.- Esa ZORRA? No, Stefan sólo se divertía! SOLO SE DIVERTÍA! Él ME AMABA A MÍ, A Mí!- - chilló.- Y él quería quedarse conmigo, LO SÉ!-
- Stefan debe haberse dado cuenta perfecta de lo loco que estabas y por eso se le antojaría dejarte. No por una muggle, sino por tus propios encantos personales.- Severus suspiró.- Ewan, te voy a matar. Siempre me pareció raro que un plan de mi Stefan fallase.-
- NO ERA TU STEFAN!! ERA M...-
- Aaah, cállate ya Rosier!- Lucius disparó su varita con suelta tranquilidad, y la mandíbula inferior de Ewan estalló, dejando al descubierto su boca, y los largos y afilados colmillos. Ewan chillaba, y los dos antiguos mortífagos saltaron delante de pronto, sobre Oliver y el espíritu que lo habitaba.
Y Stephen los siguió.
- Atrás, pendejería!- le gritó Snape.- VUÉLVANSE!-
- No!- gritó Stephen, su espada en alto, mientras avanzaba sobre Ewan.- Es mío!-
Al ver a Stephen moverse, Belial y Bill se movieron como imantados tras él. Y Hugh, que recién despertaba, vio a Lucius y gritó, aún atrapado en su pesadilla. Y era como para gritar: Lucius era una visión aterradora al saltar así, los ojos dilatados y plateados, la furia en su rostro pálida mezclada con una siniestra hambre de sangre.
Y el extraño espíritu de larga melena que los seguía se quedó allí de pie, vacilando en las sombras como un fantasma, con ojos que iban del negro al dorado y volvían...
Severus apuntó con su varita hacia Oliver, que avanzaba hacia él con dedos engarfiados, ojos enormes, gritando. Hilos de sangre parecieron estallar alrededor de Snape, pero él no se detuvo, y disparó una rápida sucesión de conjuros con la rapidez de un duelista, verde, rojo, amarillo, violeta, contra el frágil cuerpecito y el horrible espíritu que contenía. Los gritos de las invocaciones y los zumbidos y estallidos resonaban en el túnel: y Lucius, que le había caído encima a Ewan seguido por un Stephen frío y enfurecido dejaba que su varita de duelista llenase el aire de estallidos semejantes. En medio del combate, conoció un deja vu asombroso al azotar él a Ewan, que llevaba una vieja espada mágica, con un hechizo, y ver a Stephen desarmarlo con la fácil habilidad de Stefan.
Ese ritmo.
Como él.
Cómo no te voy a derrotar con la sombra de mi Stefan al lado, Rosier? Sí, dije mío y lo diré cuantas veces me dé la gana, así que sulfúrate...
Snape avanzó entre las luces de los hechizos, imparable, y furioso, y atrapó a Mordaunt por el delicado cuello, para acercarlo contra la masa negra de su cuerpo.
- DEJA A OLIVER, COBARDE! TE ATREVISTE CON MI DJERI; PERO NUNCA CONMIGO O LUCIUS!! ATRÉVETE CONMIGO; MORDAUNT! TÓMAME A MÍ, SI TE ATREVES! VEN... TÓMAME A MÍ! SOY MÁS PODEROSO, ... TÓMAME A MÍ!-
Oliver echó la cabeza atrás y le clavó los dientes en el cuello como una serpiente atacando, pero Severus no se movió, mientras recitaba un hechizo que Lucius, aún atrapado en su lucha contra Ewan reconoció con horror. Un hechizo letal, letal para el atacante y el atacado, para aquellos incapaces contra un vampiro pero también deseosos de venganza.
Un lento hechizo, que transformaba tu sangre en burbujeante, ardiente ácido.
Te mataba en medio de loco dolor. Pero a ese vampiro prendido a tu cuello, también.
- SEV, NO! RÓMPELE EL CUELLO AL PENDEJO Y PUNTO!- chilló, y pagó cara su distracción cuando un tramposo, agudo Diffindio le abrió la mitad de la espalda como un latigazo. Ewan había logrado clavarle la espada profundamente a Stephen, en la cadera, y Stephen, aunque no gritaba, estaba caído en tierra.
Una voz rompió el silencio, suave y sin embargo cortante. La voz de Severus falló en el hechizo, su bajo murmullo apagándose sorprendido, la voz retenida en un agudo hiss. Y Belial, que vacilaba, vio a la figura extraña con voz de Oliver adelantarse con pasos rápidos, su s ojos completamente dorados.
- DEJA A MI SEVERUS, MAESTRO!. NO TE DIJE QUE TE *MURIERAS*?!-
- Oliver, apártate...- jadeó Severus, su voz retenida por Mordaunt, que le sujetaba la tráquea con los colmillos.- Vete...-
- Soy tu Djeri, Sev.- la voz, suave, hindú, era imposible de confundir.- Mordaunt... DIJE *DÉJALO*! CRUCIO!-
A los pies de Octavius, el cuerpo de Oliver cayó, y se retorció locamente en medio del dolor salvaje. Y Djeri se inclinó, como un ave de presa, y atrapó el cuello frágil que pulsaba clavando sus dientes afilados en la carne.
- DJERI, NO LO MATES, ES TU HIJO!- gritó Severus, su mano tratando de calmar el sangrado de su carótida cortada, su voz temblorosa.- Djeri!-
Cómo podía estar vivo? Cómo su alma había sido tan fuerte para aguantar el veneno? O los había oído, y había vuelto, amándolos demasiado para ignorar sus llantos y su dolor...?
- Djeri...- musitó Lucius, con voz ronca. Quería ayudar, pero Ewan lo presionaba tan fuerte... Giró, y cortó, y una fracción demasiado tarde vio a Ewan lanzarse a cortar con esa vieja y oxidada espada...
Que otra espada, pequeña y valiente, paró. Hugh, su espada corta bien firme, los ojos con el fuego de su madre aurora y su padre mortífago, le gritó, sin mirarlo:
- Salven a Oliver, Mr. Malfoy! Nosotros... nos encargamos... de éste... imbécil...!- jadeó, enfrentándolo con veloces cortes, con dedos y pies que conocían bien su esgrima. Belial, su propio hijo, se4 sacudió de encima su estupor, y entre los dos hicieron retroceder al aterrador Ewan Rosier. Bill, al verlos sacó su varita listo para ayudar, y se arrodilló junto a Stephen para detener la hemorragia de su cadera.
Y Lucius voló al lado de Severus, que se esforzaba en cerrase la herida y revertir su hechizo suicida. Frente a ellos, Djeri estaba inclinado sobre el cuerpo de su hijo, que se retorcía con el Crucio como si lo estuvieran electrocutando. Y Mordaunt reía, porque no sentía el dolor, aunque el Crucio fuera demasiado poderoso para que pudiera usar cualquier músculo de Oliver.
- Djeri!- gritó Lucius.- Djeri, eres tú?-
Con una tibia sonrisa privada y malvada, el Lord Cruciatus, el médium más poderoso de su época, alzó la varita, y gritó:
- EUSTACE MORDAUNT, MI SANGRE QUE ES TU SANGRE, TE ORDENA VENIR A MÍ! DEJA A MI HIJO: SI ME QUIERES, AQUÍ ME TIENES!-
Una proyección astral: el alma de Djeri se soltó de su cuerpo como se suelta un pañuelo puesto a secar en una mañana de viento. Un hilo sujetándolo a su cuerpecito: y la sombra roja y negra, la fuerza y el odio de ese vampiro inmortal, abandonando a Oliver, entrando en Djeri como petróleo en agua pura.
- Ahora! Mátenlo!- gimió Belial, aterrorizado, tras su padre, mirando el cuerpo de Oliver en el piso aún retorciéndose, quedando libre de esa invasión negra.
- No se puede. Ya lo matamos...- suspiró Lucius, su mano apretando la hemorragia de Severus.- Y volvió. A un vampiro como ese, no se puede, porque abandona el cuerpo que posee si muere...-
- Pero...- Bill, jadeante.
Ewan Rosier trataba de gritarle a Mordaunt que lo ayudara, herido contra la pared con Stephen, Hugh y Belial encima, pero Mordaunt había olvidado todo, excepto su deseo y su lujuria por el exquisito adolescente que había sido suyo, y lo había rechazado. Su figura diáfana se condensó, y se arrojó sobre Djeri, cuyo cuerpo se alzó, se arqueó, abrió los brazos a la negra invasión.
Y cuando abrió sus ojos, eran más dorados que nunca.
- No, Maestro. Es el fin para usted, y esta vez, se irá conmigo.- la voz de Djeri, aún en control a pesar de su alma desprendida, a pesar de su cuerpo invadido.- No lo dejaré ir.-
El alma de Djeri, tibia y dorada pegajosa como una telaraña atrapando a Mordaunt, que se debatía contra su fuerza. Y al mismo tiempo, los ojos de Djeri abiertos y fijos en aquellos que amaba. No dijo más: sólo musitó ahora, y los miró, volviendo la cabeza un segundo. Su rostro se había dulcificado: era él, no el aterrador asesino de Voldemort, no la bestia agonizante de Azkaban, no el fantasma onírico y traslúcido de esos últimos días, sino Djeri, su Djeri de piel cálida y ojos de miel. Fue una sola mirada: una mirada cargada de amor y recuerdos, de perdón y de afecto, una mirada de adiós tierno y entrañable que era un hasta luego.
Ni Azkaban ni la muerte nos pueden separar.
Voy reunirme con nuestro Stefan, que está solito. Los esperaremos.
Los veré al otro lado del velo.
Perdón y amor, amor para su Severus.
Amor, y pena, y comprensión, para su Lucius.
El vampiro, luchando, bestia atrapada. Y la risa del que fue víctima.
Y su alma maravillosa, obligando a Mordaunt a quedarse a enfrentar la muerte como una atadura.
NO VAS A NINGUNA PARTE. HOY, TE MUERES.
NO! NO MORIRÉ! NO A TUS MANOS, NIÑO!
ADIÓS, * MAESTRO *.
Una mano que temblaba por la lucha interna apoyando la punta de la varita en su sien. Y Lucius y Severus a la vez, alzando sus varitas y susurrando:
- AVADA KEDAVRA-
El flash verde, y el silencio. Djeri caído como caen las flores en verano, en los brazos de aquellos que amaba, sobre el cuerpo de ese hijo tan parecido a él. Los separaron: Oliver respiraba, Djeri, no.
Severus estrechó a Oliver: Lucius alzó a Djeri. Y cuando alzaron la vista al vampiro herido que era Ewan Rosier, sin maestro, sin poder ya, arrinconado por los niños, sus miradas eran opacas.
- Stephen, detente.- susurró Severus, al ver a Stephen, que aprovechaba que Belial le había hecho saltar la espada de la mano para preparase para darle el golpe final al verdadero asesino de su padre.- No lo mates.-
- Pero...-
- No.- susurró Lucius.- No lo mates.-
Los dos, las varitas en alto.
- Empiezen a subir. Belial, lleva a Oliver arriba. Nosotros ya vamos.- ordenó Lucius. Los niños empezaron a avanzar, miradas oscuras mientras Bill y Belial llevaban a Oliver, Hugh los seguía de mala gana echando miradas atrás, y Stephen se quedaba quieto. Severus y Lucius miraron a Ewan tropezar y echarse atrás, la poción aún allí, al alcance de la mano.
Y Severus, las manos libres, avanzó.
Ewan emitió un sonido ronco. No podía hablar, desfigurado. Y la sombra negra avanzaba y avanzaba, los ojos de Severus dos pozos de fuego negro.
Lo atrapó por el cuello, con fuerza asesina. Y luchando y peleando, le hundió la cabeza en la poción, y musitó un viejo conjuro.
La poción, su obra maestra, empezó a hervir y a transformarse. Los ahogado chillidos de Ewan llenaron de resonancias el túnel, pero las miradas de Severus y Lucius, y Stephen, eran tranquilas, clínicas.
- Mataste a niños con mi arma.- susurró Severus.- Mataste a mi Stefan, Rosier. Te veré arder en el infierno por eso.- terminó con terrible calma. Stephen de pronto entendió, y supo que aún él no era tan implacable como creía, y huyó, llevándose a Hugh, incapaz de ver tanto horror.
Finalmente, Ewan dejó de chillar, y Severus lo soltó, su risa oscura llenando el túnel.
- Creías que te mataría? No. No si hay una chance que vuelvas a ver a mi Stefan. Ya lo molestaste bastante aquí, no te dejaré ir a coparlo allá. Ahora, veamos cómo te va. Veamos cómo te las arreglas, ahora que mi poción te ha comido la cabeza, vampiro.-
Ewan tropezó, cayó. Su cabeza era una masa informe de carne derretida. Y Severus dio vuelta su obra maestra en el túnel de una patada, ya inservible. El vapor los envolvió mientras los dos ex mortífagos, llevando el cuerpo de su ángel de regreso por el túnel oscuro, reían.
LOSE MY MIND
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
ALL THE PROBLEMS, ALL THE FEARS
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR...
************************************
FIN DE LA CUARTA PARTE.
*******************
Foxnotes: Me alegro mucho que hayan empezado a llegarme más reviews! Lina, no te preocupes, cariño, sólo avísame cuando todo esté listo. Porqué no me llegan más comentarios? Bua. Y aquí, mi sección de traducciones de letritas. Alguien tiene sugerencias? Me estoy quedando sin lyrics _
CAPÍTULO DIECISÉIS.
THE SLAVE
I'm a slave for you.
I cannot hold it; I cannot control it.
I'm a slave for you.
I won't deny it; I'm not trying to hide it.
El Esclavo: Soy un esclavo para ti: no puedo evitarlo, no puedo controlarlo. Soy un esclavo para ti: no lo negaré, no trato de esconderlo... la tibia de la Britney, "I'm a slave for you" " (Soy un esclavo para ti) De nuestro pobrecito Oliver, claro...
CAPÍTULO DIECISIETE.
THE HOLE
Digging in a hole
Digging up my soul now
Going down, excavation
El hoyo. ( dejen de reírse, pervertidas, me refiero a caer en un pozo oscuro, ya saben) Cavando un agujero, desenterrando mi alma ahora, bajando, excavación... Del " elevation" de U2, las fans de SPIRIT tienen que acordarse de un baile en una disco hace mucho tiempo...
CAPÍTULO DIECIOCHO.
THE HEAVEN
I know that if I have heaven there is nothing to desire.
Rain and river, a world of wonder may be paradise to me.
I see the sun, I see the stars.
El cielo.
Sé que si tenemos el cielo allí no hay nada que desear
Lluvia y río, un mundo de maravillas podría ser paraíso para mí.
Veo el cielo, veo las estrellas.
Completa:
Who can tell me if we have heaven,
who can say the way it should be;
Moonlight holly, the Sappho Comet,
Angel's tears below a tree.
Quién puede decirme si tenemos cielo,
quién puede decir cómo debería ser
luz de luna sagrada, cometa de Safo,
lágrimas de un angel bajo un árbol.
You talk of the break of morning
As you view the new aurora,
Cloud in crimson, the key of heaven,
One love carved in acajou.
Hablas del rayar del alba
mientras ves la nueva aurora
Nubes en carmesí, la llave del cielo
Un amor tallado en acajou.
One told me of China Roses,
One a Thousand nights and one night,
Earth's last picture, the end of evening:
hue of indigo and blue.
Alguien me habló de rosas de porcelana,
Mil noches y una noche
La última imagen de la Tierra, el fin de la velada,
mezclas de índigo y azul.
A new moon leads me to
woods of dreams and I follow.
A new world waits for me;
my dream, my way.
Una nueva luna me guía a
bosques de sueños y sigo.
Un mundo nuevo espera para mí
mi sueño, mi camino.
I know that if I have heaven
there is nothing to desire.
Rain and river, a world of wonder
may be paradise to me.
I see the sun.
I see the stars...
Sé que si tenemos el cielo allí no hay nada que desear
Lluvia y río, un mundo de maravillas podría ser paraíso para mí.
Veo el cielo, veo las estrellas.
" Rosas de porcelana" (China Roses) de Enya. No la adoran? Yo moqueo cada vez que escucho esta canción... es como un vals onírico...
CAPÍTULO DIECINUEVE.
THE TIME
And now I know I'll never have that dream again
I don't have the strenght to stop the cruel sands of time
So don't forget my dear: I love you always,
I love you Fairy Dreaming
El Tiempo ( de "el momento") Y ahora sé que nunca volveré a tener ese sueño otra vez: no tengo la fuerza para detener la scrueles arenas del tiempo. Así que no te olvides, amado, te amo siempre, te amo, mi hada soñada...--- de Genocyber, terriblemente triste, se entiende mu poco... La canción es citada de memoria, ejem, la oí una vez, leí la traducción una vez y la amé...
CAPÍTULO VEINTE.
THE KIND
So slide over here and give me a moment
Your moves are so raw I've got to let you know
I've got to let you know: you're one of my kind
No, no "el amable", sino KIND como en HUMANKIND: "LA RAZA", o "EL TIPO".
Así que ondula para acá y dame un momento
Tus gestos son tan bruscos, tengo que dejarte saber, tengo que dejarte saber,que eres uno de los míos ( que eres de mi raza).
LOSE MY MIND
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
ALL THE PROBLEMS, ALL THE FEARS
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR...
Enloquecer, y el mundo parece desaparecer, todos los problemas, todos los miedos, el mundo parece desaparecer... INXS, me encanta, me encanta, " Dissapear".
FOXNOTES: Soy una bruja mala, en serio! Me pasé, 4500 palabras el cap 20, usualmente son 3000? Alguien interesado en un block de datos míos? mándenme un cuestionario lindo. Buu buuu! Quieren oír algo triste? una amiga siempre hace fiestas de cumpleaños de disfraces, porque nació el Halloween. El año pasado el tema era Harry Potter ( yo fui Lupin) y este año era LOTR Yo era Eowyn, mi heroína, ( Miranda Otto en la película), me pase mas de un mes peleando con laca rubia ( soy trigueña) un vestido café y blanco, espada, joyitas, bordados, zapatos, maquillaje, etc, etc. Y una niña mucho más linda llego con un traje mucho mejor de Eowyn. Usualmente los trajes son personales, ya que somos como 12 solamente, con un poco de rol encima. Fue mu triste... sniff, sniff.
Ahora con el listado de honor: Mil gracias por los amables comentarios! Y también por los no tan amables!
*Astartea : Sí, mi amor, Djeri sí, sorry, siempre son los dulces los que revientan...Sí, Djeri era un ángel. Pero ahora acompaña a Stefan...Y siempre es mejor en los brazos de Sev que solo en Azkaban, no?Claro que no te imaginas lo duro que es para pobre Severus, que lo amaba tanto...
Sí, Lucius tiene cuatro hijos en my timeline, lo que pasa es que al principio (cuando Belial era aún Draco) me quería apegar a las líneas de la Rowling, pero luego lo mandé a la mierda y seguí mi propia historia. Los cuatro son: Azrael, 25 años, cojefe de Inteligencia y Jefe de Infiltración de la división contra las artes Oscuras en el Ministerio, experto maestro del disfraz y actor, aparte de Hit Wizard: y en el fondo cariñoso, amante de los niños, flojonazo y comilón como el solo, algo que Lucius eleva los ojos al cielo cada vez que piensa en su hijo mayor, que vive en londres con un médico gay ( no son pareja) De pelo muy claro e indolentes ojos azules, la verdad Owen Wilson es Azrael para mí. Luego viene Deimos, viudo, un guapísimo abogado de 22 años (estudiaba para juez pero botó la carrera en Durmstrang para casarse con el amor de su vida) viudo, algo amargo, con un hijo al que pesca muy poco y una hija adoptada que adora, sexy, experto letal en Artes oscuras y alumno aventajado de Severus, amante del serio Ulyses Graham y fundador y jefe de los Slybats ( En orden: carismático Deimos, sombrío Ulyses, dulce Phebe, hiperkinético Terry, amable Marcus y fría Sera. Sólo quedan Deimos y Ulyses vivos). Actual lider de la Covenant, tiene un pelo dorado un pelín oscuro y una sonrisa inolvidable, triste y apasionada a la vez. Luego viene Belial, y Draco, a los que ya conocen: Draco es lejos el regalón de Lucius, ya que Belial ignoraba sus peleas y Deimos peleaba de vuelta.
Otra cosa: la belladonna es una antigua pócima para dormir, la raíz te deja out por días, aunque produce acostumbramiento y baja del efecto. Sevvy debe estar acostumbrado a la dosis, por eso ese beso dejo a Lucius dormido y a él nada. Me encanta tener una adicta! Muchas gracias!
*Tam: Lo siento! Exigencias de trama. Yo también extrañaré a mi adorado Djeri, me recordaba a mi Andie de Trois. Las asusté con la belladona, parece! Y a Oliver aún no le pasa nada... todo mejora desde aquí, eso sí, excepto para alguien... Sí, a mí también me gusto el asunto de los príncipes. No es rico Bill? Ya sé que los de los aurores estuvo fuerte. Pero creo que es realista. No hubiera querido ser auror esos años, aunque los admiro. Pero una guerra siempre brutaliza a ambas partes.
*Sol: Mándame un mail, bruja. O llama. Aviso para todas: esta es mi editora, es gracias a ella que hay historia, cada vez que me atasco está ella ahí. No ayuda, pero grita harto . (ju ju) Es broma. Gracias por todo, mi solcito que solea!
*Nyaar-chan: gracias por el ánimo! Quiero ver ese dibujo. Tal vez pueda escanear algo y enviarles mis apuntes de los personajes. Alguien interesado que tenga página para postearlo? Suena a contrasentido, pero Djeri se recuperó, no? Sí, el deporte extremo de Sev es echarse la culpa...
*Cris : De veras? Gracias! Hugh estuvo finitooo, es explosivo el niño... de tal palo... Stephen era que no... no les recordaba a nadie? Stefan se enamoró. Punto. No es dulce? No, no fue una violación: tal vez algún día contemos esa triste historia de amor en medio de una guerra. Snapey y Luc son geniales cuando se ponen a copar... Stephen ya sabe: era cosa de revisar anuarios. Lucius y Severus le dijeron a Belial la verdad sobre Hugh. O Belial lo intuyó, que también puede ser: tras el desmayo de Mariah Mitchell era como obvio. Muchas muchas gracias por tu ánimo!
*Lina Saotome Avísame en cuanto esté la página! *abrazo *Hasta pronto! Déjenme un review cuando puedan, me dan mucho ánimo!- Espero que les haya gustado mi final finitooo... no debí ver Red Dragon... pero ya viene mas, que falta una parte aún... no se habran olvidado de Nathan, no? Luego: hospital, Sevy llora, Lucius putea, los chicos bailan Lady Marmalade ( la versión Moulin Rouge) y Sevy recita poemas. En serio. Y Stephen dele con el piano, y Bill lee pornografía en voz alta.
S E C R E T W I T H M E.
by The Fox
DISCLAIMER: Severus Snape, Lucius Malfoy, Hogwarths y Voldemort es todo de la talentosa y ahora muy rubia Jk Rowling. Yo también estaré rubia pronto, ojalá no se me oxigenen las ideas.
WARNING: Mucho, MUCHO, MUUUCCHOOO Slash-yaoi como quieran decirle, VARONES AMANDO VARONES. VARONES DESESPERADOS POR AMAR VARONES. Se entendió? Ok. Es una historia de amor, traición y de horror. Sucede que los protas son todos varones. Oops. Y para ser franca, si condenamos el amor y aplaudimos el odio, este mundo está mucho más enfermo que yo. insertar aplauso * reverencia *
Una vez hubo una historia de amor que se volvió pesadilla.
Una historia de amor que fue más fuerte que el horror, la muerte, y la locura.
Y a pesar de los años transcurridos, alguien aún vela, y piensa.
Esta es la historia de cuatro adolescentes a punto de volverse hombres, y de pagar deudas que se escriben con sangre, lágrimas, y magia.
Y de cómo puedes perdonar, pero nunca olvidar.
OTRA NOTA: Capítulo muy, muy MUY FINO. 4500 palabras, y tiene (auto?) mutilación, sangre, violenci, y una final muy triste y OTRO muy, muy horroroso. Así que lean bajo su propio riesgo.
CAPÍTULO VEINTE
THE KIND
So slide over here and give me a moment
Your moves are so RAW I've got to let you know
I've got to let you know: you're one of my kind
- QUÉ HAS HECHO?!- Lucius pateó la puerta abierta, su chaqueta desabrochada, los ojos en llamas. Era obvio que se había venido volando en escoba a todo lo que daba. Severus, inclinado sobre un pálido Djeri con ojos asustados en el sofá, le tomaba la mano.
-... y m-me... me bes-só... y no me ac-cuerdo de nad-da más...-
- Está bien, mi ángel... descansa.- Severus se humedeció un dedo rápidamente con una poción azul plata y le tocó la nariz. Djeri cayó dormido de inmediato, su cabecita como una manzana madura en el negro regazo de terciopelo de Severus.
- No, no es Djeri.- dijo Severus, sin mirar como una loca esperanza nacía y moría en la cara de Lucius.- Es Oliver.-
- Oliver...?- el ex maestro de DADA y actual amo y señor de las Artes Oscuras que era Lucius sintió que se desfiguraba la cara de ira al atar cabos y saltar a arrebatarle a Djeri del regazo.- NO! NO LO PERMITIRÉ! QUE REVIENTE EL PENDEJO, NO LO USARÁS PARA INVOCARLO EN...!-
- Muy tarde, Lucius.- dijo Severus, cubriendo al dormido Djeri con su capa, y enderezándose tras dejar esa amada cabecita descansando con infinito cuidado.- Como tú dijiste... ya lo hice.-
Lucius lo agarró de los hombros, aunque era algo más alto que él, lo empujó contra la pared, y le dio un puñetazo con toda la fuerza asesina de la locura. Severus se dejó hacer, dos líneas de lágrimas cayéndole por la cara, su pelo agitándose a cada golpe. Y al fin quedó apoyado en la pared, mientras Lucius, que lloraba, aún lo aferraba con manos engarfiadas, aún gritaba con voz ronca por las lágrimas que le corrían por las mejillas.
- Porqué?! No! Porqué? Porqué eres tan cruel? Cómo pudiste...? Cómo... pudiste...?- Lucius sollozó en su pecho, incapaz de volverse para mirar ese cuerpecito amado, sus hombros de águila sacudiéndose mientras lloraba como no había llorado desde Stefan. Y Severus en silencio derramaba lágrimas en su pelo, sus manos empuñadas a los costados, un hilo de sangre de su boca paralelo a las lágrimas goteando en ese pelo de oro blanco.
-... Voy a salvarlos.- no era una afirmación, sino simplemente palabras dichas para sí.- Lo haré... no van a sufrir por nuestros pecados. Que al fin, son culpa mía.-
Severus se desprendió de Lucius para acercarse a Djeri y alzarlo otra vez. Muy lentamente, lo llevó a su dormitorio, la única habitación con un espejo de cuerpo entero, y allí lo sostuvo frente al espejo, colgando de su brazo, contra su cuerpo, abrazado como a un amante. Y le alzó una mano en la suya, para tocar el espejo con la varita y musitar:
- CORPUS LEMUS ESPIRITIA!-
El espejo se movió y onduló como agua. Y Severus vio desde donde el vacío cuerpo de Oliver veía, exactamente en dónde estaban.
La puerta de la Cámara de Los Secretos.
Oh, Dios. Ahí no, por favor, ahí no...
Ewan tan pálido e igual con el caldero burbujeando veneno al lado, negro y rojo. Y esa presencia, como sangre en el aire.
Mordaunt, poseyendo a Oliver como había tratado de poseer a su Djeri, el vampiro que estaba más allá de la muerte, al que mataron y que había sobrevivido de alguna forma, y que quería de regreso a Octavius, su prole.
Cuatro sombras.
Y los niños.
Severus ahogó un grito al darse cuenta de quiénes eran las sombras que traían a los niños.
- LUCIUS! VEN ACÁ INMEDIATAMENTE!-
Bill no estaba preparado. No podía estarlo. No se había criado en una época de guerra; el horror y la locura eran lejanas pesadillas para él, no una realidad a la que tuviera que enfrentarse. Miró esos ojos dorados cerca, y gritó bajo el agua, mientras ese fantasma sonreía y musitaba Crucio sin voz. Un grito, y Bill retorciéndose y gritando, ahogándose hasta la negrura total en silencio.
El fantasma plateado y cruel que se llevó a Hugh no se lo llevó sin pelear: no por nada era hijo de la muerte roja. Pero no había forma de luchar contra ese espíritu rápido y letal como un insecto que giró, lo miró con sus ojos de plata vacía, le atrapó la cara, y forzando su lengua contra la suya musitó dentro de la tibia cavidad el Avada Kedavra, la maldición asesina.
Belial se defendió como el tigre esbelto que era, sus veloces hechizos envolviéndolo, aún el espadachín bajo el agua. Pero la sombra negra avanzó sobre él como un lethifold, lo envolvió en esa pesada mortaja nocturna, y vio su rostro pálido y frío sobre él, asesino y calmo a la vez.
- Profesor...- musitó desconcertado, viendo esos ojos negros que no parpadeaban, ojos que jamás lo habían mirado sin el tibio amor del maestro por su pupilo, su hijo. Pero ahora eran fríos, despectivos: y toda inocente fantasía que Belial hubiese tejido sobre conocer a un joven Severus Snape como decían que su padre lo había conocido para haber sido su amigo, y haber luchado a su lado, se desvaneció mientras chillaba víctima del Sanguinus, su propia sangre trazando líneas en el agua a su alrededor mientras le fluía roja por todos sus poros, y el Imperius haciéndolo callar aunque aún aullaba dentro. Mientras miraba como por una ventana roja a su adorado profesor, que había significado más para él que para su padre, vio por primera vez lo que había sido. Y no era admirable, ni bellamente aterrador como se había imaginado idealizando esa época de violencia. Era horrible. Era el horror, en sí, en esa mirada negra que te desnudaba hasta el hueso.
Stephen miró a los ojos a su padre, y supo.
Tras los lentes, ojos idénticos. Cada demonio, cada sombra igual en la profundidad azul. Padre, musitó, incapaz de moverse. Y pronto no pudo. El Chisellius le atrapó el cuerpo como una anaconda de acero, fuerte, aplastante paralizando hasta su corazón. No te rindas al dolor. No te rindas al dolor. No enloquezcas. El Chisellius es superable si la mente es fuerte. Tu cuerpo no agoniza: es una ilusión. Tu mente no se ha acelerado:esunailusión.Noteaustesnoteasustesnooo...
Los cuatro, retorciéndose en el charco de dos centímetros a los pies de Ewan Rosier. Una sonrisa, y un filo en la noche. Y Oliver de pie, con ojos completamente negros, una sonrisa vampira, mirándolos listo para ultimar a los frágiles cuellos.
Un segundo.
Un destello.
DESTRUCIO!
El agua se rizó ante el veloz rayo, reflejándolo, llenando el túnel, y la mano de Ewan se desintegró, en un estallido rojo como la sangre.
Pasos.
Belial fue el primero en sentarse en el agua, su aliento enloquecido. Y vio, como en una pesadilla doblemente reflejados en al agua, caminando hacia ellos, los fantasmas de sus pesadillas, reales, muy reales.
El Lord Imperio
El Lord Cruciatus
El Lord Avada, de pie en las sombras, la luz verde de un Avada listo en la punta de su varita iluminándolos, sus ojos de plata fijos en ellos, su sonrisa fría.
- Padre...- jadeó, su voz temblando. Miró atrás, y trató de enderezarse.- Padre... Oliver no, Oliver no...-
- Abajo, Belial.- Snape, tan tranquilo. Su varita igualmente verde. Y de pronto, los flashes volando sobre ellos:
- AVADA KEDAVRA!!-
- NO!- Belial saltó, la luz verde rozándolo, pero Bill, que temblaba entero, fue más rápido y arrojó a Oliver al piso, su cuerpo sobre el suyo. El segundo Avada le pasó rozando y ambos golpearon a Ewan Rosier, que cayó de espaldas en el agua. Un estallido, y ellos, corriendo en el agua, sus pasos como disparos.
Belial se sintió alzado por una mano fuerte como el acero, que lo puso sobre sus pies en un segundo. Y se halló cara a cara con un desconocido, que era su padre. No el padre lejano y frío que lo miraba sobre sus lentes de lectura con una mirada indescifrable, no ese padre frío como un témpano que veía con suerte seis veces al año, sino un hombre semejante a él, de ojos vivos y ardientes, de boca cruel y apasionada, gestos veloces y exactos que hablaban de guerrero y de asesino.
- Estás bien?- dijo, no sin calor, no sin emoción, pero con la tranquilidad del experimentado guerrero que chequea dos ojos, dos piernas, dos brazos, no sangre, está bien. La lejana consciencia de que su padre había sido un asesino y un ejecutor, y que había sobrevivido una guerra aún en el bando perdedor, esa consciencia que era abstracta en la mente de Belial se hizo real y exacta y clara de repente. Su varita, al desgaire colgando de su mano en el ángulo perfecto del luchador. Sin espada: no le hacía falta.
Snape estaba inclinado sobre Bill, que a su vez estaba arrodillado sobre el cuerpecito de Oliver, que parecía sufrir, y se quejaba. Belial quiso correr a ellos, pero vio a Snape alzar con una sola mano al alto Bill y sacarlo del camino como quien saca ropa sucia, arrojándolo al lado.
Y oyó a Oliver reír.
Pero no era Oliver. Era una voz oscura, esa voz que riese al casi cortarle el cuello después de amarlo.
- Oliver!- gritó, sujeto por esa mano de acero que era su padre. Pero no lo soltaba, y el tercero que viniese con ellos, un fantasma de largo pelo castaño estaba de pronto junto a él.
- Belial, no! No soy yo!- gimió con voz ronca y pastosa, pero con una entonación tan, tan familiar y amada.
Junto a él.
Dios mío, en la sombra de esos ojos que no eran suyos, las pupilas negras del hombre delgado a su lado, su mano fría y sin embargo de tacto dulce y suave...
Oliver?
Un estallido en la oscuridad, y Snape cayó hacia atrás, un hilo de sangre en el aire siguiéndolo como una cinta. Lucius dejó a Belial para correr a su lado, la varita en alto, y Belial gritó, pero ese fantasma con la mirada de Oliver lo aferraba y lo retenía con poca fuerza.
Oliver, su pálido rostro manchado de sangre, su pelo pegado a las mejillas por el agua, la túnica cayéndosele de un hombro, y hilos de sangre en los labios, su mano llena de sangre también...
Lo mordió? Lo apuñaló sólo con la mano desnuda?
Lucius alzó la varita, de pie junto a Snape, que se ponía de pie tropezando, su varita en la mano derecha y la izquierda cubriendo su herida en el costado.
- Mordaunt, deja ir al muchacho. Déjalos ir. Es a nosotros a los que quieres: aquí estamos. Déjalos en paz a ellos. Deja ese cuerpo, que no te pertenece.-
- Muy listo invocar su alma para que no se perdiera, Sevvy. Siempre te fue muy bien en invocaciones.- Esa voz! Ronca, profunda, imposible que viniera de ese cuerpo frágil que era Oliver, una voz cargada de ira y sabiduría, de odio y astucia.- Me quitaste a mi bebé y ahora que lo tenía tan cerca lo destruiste para que no fuera mío. Me quedaré que su hijo, que es bastante parecido.- susurró y se mordió su propia mano, no una mordida punzante para beber sangre, sino una mordida que arrancó carne. Se arrancó la parte carnosa de la palma y la comió con delectación.- Tan sabroso.-
Belial gritó, pero Lucius y Snape no se movieron. Y sin dar crédito a sus ojos, Belial vio a Ewan Rosier, el hombre al que le habían pegado dos Avada Kedavras en plena cara, levantarse, su cuerpo musculoso enorme contra la frágil y aterradora figura de Oliver.
- Por supuesto. Es su prole, su hijo vampírico. Por eso no murió con mi padre... Era su discípulo, y se alzó cuando Eustace Mordaunt lo llamó.- Belial se sobresaltó al oír a Stephen tan cerca, alzándose en completo silencio. Bill estaba muy pálido y parecía en shock, mirando a Oliver comerse su propia mano, automutilándose. Y Hugh, que seguía inconsciente, estaba hecho un ovillo unos metros más allá.
- Ewan.- la voz de Snape, cargada de odio, de ira, sobretodo de desprecio.- No te pudiste morir con él, tú que tanto decías que lo amabas?-
- Lo amaba. Pero él siempre... Stefan siempre...-
- No amaba más a nosotros.- terminó Lucius con una extraña voz relajada y burlona.- Ay, pobre estúpido Ewan. Creías que te iba a amar a ti, cuando nos tenía a nosotros? Siempre se reía de tí con nosotros, comentando lo tarado que eras. Cómo él, que era un gran mago y un estratega, cómo él que se divertía con Alta Magia te iba a amar, miserable Neaderthal?-
Ewan Rosier parecía fuera de sí al oír a Lucius burlarse, todo su aspecto tan calmado como si estuvieran conversando sobre una tacita de café. Lucius siguió, con su voz relajada.- Pero si ni en la cama lo satisfacías, se tuvo que buscar una muggle... seguro que le gustaba más. Claro, después de nosotros, debes haber sido tan aburrido. Crees que aplaudiría lo que haces ahora? No crees que opinaría que eres un tarado, como siempre? Qué sacas con envenenar a alumnos muggles en Hogwarths? Voldemort está muerto, y Stefan también. Y tú lo estás, idiota. Nadie te va a dar besitos ni aplausos por esto.-
- Quiero venganza! Fui mejor que Stefan, y seré mejor que ustedes! Él murió, y ustedes están vivos y libres... los enviaré a Azkaban, con su poción demoníaca. Ustedes lo mataron! Él podría haber sido libre... feliz... conmigo... CONMIGO! Pero ustedes tenía que meterlo en esto, y ahora él está muerto, y ustedes están vivos! Te veré en Azkaban, Snape! Y a tí, Lucius Malfoy! Cuando les haga encontrar la poción, ellos los van a agarrar!-
- No gastes saliva. Está muy, muy enfermo.-
- eEtá muerto, no enfermo, Sevvy.-
- Lucius... no es políticamente correcto llamar muerto a un vampiro. Ellos prefieren " Vástago." Pero no me refería a enfermo en cuanto a eso. Me refería a que está...-
- Más tarado de lo usual?-
- No que no estuviera antes.-.-
- Bueno, nosotros estamos más malos que antes, nooo?- A pesar del tono ligero, había una oscuridad, una sombra en ellos mientras hablaban. No le quitaban ojo de encima a Ewan, ni a Oliver, que seguía desgarrándose la carne con abandono. Con esa sonrisa de vampiro, quieta y enloquecedora en la cara.
- Cómo derrotaste a mi padre?- la voz de Stephen los sobresaltó. Stephen estaba allí al lado, una espada en una mano, la varita en la otra, sus ojos brillantes. Y miraba a Ewan Rosier con fría curiosidad.
- Lo maté.- Ewan tenía ojos enloquecidos, amargos.- Le di el aviso a los Aurores de nuestra situación en Montrose. Y todos los planes de Stefan fueron nada... Yo no moriría, y no me dejaría, y dormiríamos juntos, abrazados bajo tierra...-
- Te iba a dejar por mi madre, no?-
Ewan espumarajeó.- Esa ZORRA? No, Stefan sólo se divertía! SOLO SE DIVERTÍA! Él ME AMABA A MÍ, A Mí!- - chilló.- Y él quería quedarse conmigo, LO SÉ!-
- Stefan debe haberse dado cuenta perfecta de lo loco que estabas y por eso se le antojaría dejarte. No por una muggle, sino por tus propios encantos personales.- Severus suspiró.- Ewan, te voy a matar. Siempre me pareció raro que un plan de mi Stefan fallase.-
- NO ERA TU STEFAN!! ERA M...-
- Aaah, cállate ya Rosier!- Lucius disparó su varita con suelta tranquilidad, y la mandíbula inferior de Ewan estalló, dejando al descubierto su boca, y los largos y afilados colmillos. Ewan chillaba, y los dos antiguos mortífagos saltaron delante de pronto, sobre Oliver y el espíritu que lo habitaba.
Y Stephen los siguió.
- Atrás, pendejería!- le gritó Snape.- VUÉLVANSE!-
- No!- gritó Stephen, su espada en alto, mientras avanzaba sobre Ewan.- Es mío!-
Al ver a Stephen moverse, Belial y Bill se movieron como imantados tras él. Y Hugh, que recién despertaba, vio a Lucius y gritó, aún atrapado en su pesadilla. Y era como para gritar: Lucius era una visión aterradora al saltar así, los ojos dilatados y plateados, la furia en su rostro pálida mezclada con una siniestra hambre de sangre.
Y el extraño espíritu de larga melena que los seguía se quedó allí de pie, vacilando en las sombras como un fantasma, con ojos que iban del negro al dorado y volvían...
Severus apuntó con su varita hacia Oliver, que avanzaba hacia él con dedos engarfiados, ojos enormes, gritando. Hilos de sangre parecieron estallar alrededor de Snape, pero él no se detuvo, y disparó una rápida sucesión de conjuros con la rapidez de un duelista, verde, rojo, amarillo, violeta, contra el frágil cuerpecito y el horrible espíritu que contenía. Los gritos de las invocaciones y los zumbidos y estallidos resonaban en el túnel: y Lucius, que le había caído encima a Ewan seguido por un Stephen frío y enfurecido dejaba que su varita de duelista llenase el aire de estallidos semejantes. En medio del combate, conoció un deja vu asombroso al azotar él a Ewan, que llevaba una vieja espada mágica, con un hechizo, y ver a Stephen desarmarlo con la fácil habilidad de Stefan.
Ese ritmo.
Como él.
Cómo no te voy a derrotar con la sombra de mi Stefan al lado, Rosier? Sí, dije mío y lo diré cuantas veces me dé la gana, así que sulfúrate...
Snape avanzó entre las luces de los hechizos, imparable, y furioso, y atrapó a Mordaunt por el delicado cuello, para acercarlo contra la masa negra de su cuerpo.
- DEJA A OLIVER, COBARDE! TE ATREVISTE CON MI DJERI; PERO NUNCA CONMIGO O LUCIUS!! ATRÉVETE CONMIGO; MORDAUNT! TÓMAME A MÍ, SI TE ATREVES! VEN... TÓMAME A MÍ! SOY MÁS PODEROSO, ... TÓMAME A MÍ!-
Oliver echó la cabeza atrás y le clavó los dientes en el cuello como una serpiente atacando, pero Severus no se movió, mientras recitaba un hechizo que Lucius, aún atrapado en su lucha contra Ewan reconoció con horror. Un hechizo letal, letal para el atacante y el atacado, para aquellos incapaces contra un vampiro pero también deseosos de venganza.
Un lento hechizo, que transformaba tu sangre en burbujeante, ardiente ácido.
Te mataba en medio de loco dolor. Pero a ese vampiro prendido a tu cuello, también.
- SEV, NO! RÓMPELE EL CUELLO AL PENDEJO Y PUNTO!- chilló, y pagó cara su distracción cuando un tramposo, agudo Diffindio le abrió la mitad de la espalda como un latigazo. Ewan había logrado clavarle la espada profundamente a Stephen, en la cadera, y Stephen, aunque no gritaba, estaba caído en tierra.
Una voz rompió el silencio, suave y sin embargo cortante. La voz de Severus falló en el hechizo, su bajo murmullo apagándose sorprendido, la voz retenida en un agudo hiss. Y Belial, que vacilaba, vio a la figura extraña con voz de Oliver adelantarse con pasos rápidos, su s ojos completamente dorados.
- DEJA A MI SEVERUS, MAESTRO!. NO TE DIJE QUE TE *MURIERAS*?!-
- Oliver, apártate...- jadeó Severus, su voz retenida por Mordaunt, que le sujetaba la tráquea con los colmillos.- Vete...-
- Soy tu Djeri, Sev.- la voz, suave, hindú, era imposible de confundir.- Mordaunt... DIJE *DÉJALO*! CRUCIO!-
A los pies de Octavius, el cuerpo de Oliver cayó, y se retorció locamente en medio del dolor salvaje. Y Djeri se inclinó, como un ave de presa, y atrapó el cuello frágil que pulsaba clavando sus dientes afilados en la carne.
- DJERI, NO LO MATES, ES TU HIJO!- gritó Severus, su mano tratando de calmar el sangrado de su carótida cortada, su voz temblorosa.- Djeri!-
Cómo podía estar vivo? Cómo su alma había sido tan fuerte para aguantar el veneno? O los había oído, y había vuelto, amándolos demasiado para ignorar sus llantos y su dolor...?
- Djeri...- musitó Lucius, con voz ronca. Quería ayudar, pero Ewan lo presionaba tan fuerte... Giró, y cortó, y una fracción demasiado tarde vio a Ewan lanzarse a cortar con esa vieja y oxidada espada...
Que otra espada, pequeña y valiente, paró. Hugh, su espada corta bien firme, los ojos con el fuego de su madre aurora y su padre mortífago, le gritó, sin mirarlo:
- Salven a Oliver, Mr. Malfoy! Nosotros... nos encargamos... de éste... imbécil...!- jadeó, enfrentándolo con veloces cortes, con dedos y pies que conocían bien su esgrima. Belial, su propio hijo, se4 sacudió de encima su estupor, y entre los dos hicieron retroceder al aterrador Ewan Rosier. Bill, al verlos sacó su varita listo para ayudar, y se arrodilló junto a Stephen para detener la hemorragia de su cadera.
Y Lucius voló al lado de Severus, que se esforzaba en cerrase la herida y revertir su hechizo suicida. Frente a ellos, Djeri estaba inclinado sobre el cuerpo de su hijo, que se retorcía con el Crucio como si lo estuvieran electrocutando. Y Mordaunt reía, porque no sentía el dolor, aunque el Crucio fuera demasiado poderoso para que pudiera usar cualquier músculo de Oliver.
- Djeri!- gritó Lucius.- Djeri, eres tú?-
Con una tibia sonrisa privada y malvada, el Lord Cruciatus, el médium más poderoso de su época, alzó la varita, y gritó:
- EUSTACE MORDAUNT, MI SANGRE QUE ES TU SANGRE, TE ORDENA VENIR A MÍ! DEJA A MI HIJO: SI ME QUIERES, AQUÍ ME TIENES!-
Una proyección astral: el alma de Djeri se soltó de su cuerpo como se suelta un pañuelo puesto a secar en una mañana de viento. Un hilo sujetándolo a su cuerpecito: y la sombra roja y negra, la fuerza y el odio de ese vampiro inmortal, abandonando a Oliver, entrando en Djeri como petróleo en agua pura.
- Ahora! Mátenlo!- gimió Belial, aterrorizado, tras su padre, mirando el cuerpo de Oliver en el piso aún retorciéndose, quedando libre de esa invasión negra.
- No se puede. Ya lo matamos...- suspiró Lucius, su mano apretando la hemorragia de Severus.- Y volvió. A un vampiro como ese, no se puede, porque abandona el cuerpo que posee si muere...-
- Pero...- Bill, jadeante.
Ewan Rosier trataba de gritarle a Mordaunt que lo ayudara, herido contra la pared con Stephen, Hugh y Belial encima, pero Mordaunt había olvidado todo, excepto su deseo y su lujuria por el exquisito adolescente que había sido suyo, y lo había rechazado. Su figura diáfana se condensó, y se arrojó sobre Djeri, cuyo cuerpo se alzó, se arqueó, abrió los brazos a la negra invasión.
Y cuando abrió sus ojos, eran más dorados que nunca.
- No, Maestro. Es el fin para usted, y esta vez, se irá conmigo.- la voz de Djeri, aún en control a pesar de su alma desprendida, a pesar de su cuerpo invadido.- No lo dejaré ir.-
El alma de Djeri, tibia y dorada pegajosa como una telaraña atrapando a Mordaunt, que se debatía contra su fuerza. Y al mismo tiempo, los ojos de Djeri abiertos y fijos en aquellos que amaba. No dijo más: sólo musitó ahora, y los miró, volviendo la cabeza un segundo. Su rostro se había dulcificado: era él, no el aterrador asesino de Voldemort, no la bestia agonizante de Azkaban, no el fantasma onírico y traslúcido de esos últimos días, sino Djeri, su Djeri de piel cálida y ojos de miel. Fue una sola mirada: una mirada cargada de amor y recuerdos, de perdón y de afecto, una mirada de adiós tierno y entrañable que era un hasta luego.
Ni Azkaban ni la muerte nos pueden separar.
Voy reunirme con nuestro Stefan, que está solito. Los esperaremos.
Los veré al otro lado del velo.
Perdón y amor, amor para su Severus.
Amor, y pena, y comprensión, para su Lucius.
El vampiro, luchando, bestia atrapada. Y la risa del que fue víctima.
Y su alma maravillosa, obligando a Mordaunt a quedarse a enfrentar la muerte como una atadura.
NO VAS A NINGUNA PARTE. HOY, TE MUERES.
NO! NO MORIRÉ! NO A TUS MANOS, NIÑO!
ADIÓS, * MAESTRO *.
Una mano que temblaba por la lucha interna apoyando la punta de la varita en su sien. Y Lucius y Severus a la vez, alzando sus varitas y susurrando:
- AVADA KEDAVRA-
El flash verde, y el silencio. Djeri caído como caen las flores en verano, en los brazos de aquellos que amaba, sobre el cuerpo de ese hijo tan parecido a él. Los separaron: Oliver respiraba, Djeri, no.
Severus estrechó a Oliver: Lucius alzó a Djeri. Y cuando alzaron la vista al vampiro herido que era Ewan Rosier, sin maestro, sin poder ya, arrinconado por los niños, sus miradas eran opacas.
- Stephen, detente.- susurró Severus, al ver a Stephen, que aprovechaba que Belial le había hecho saltar la espada de la mano para preparase para darle el golpe final al verdadero asesino de su padre.- No lo mates.-
- Pero...-
- No.- susurró Lucius.- No lo mates.-
Los dos, las varitas en alto.
- Empiezen a subir. Belial, lleva a Oliver arriba. Nosotros ya vamos.- ordenó Lucius. Los niños empezaron a avanzar, miradas oscuras mientras Bill y Belial llevaban a Oliver, Hugh los seguía de mala gana echando miradas atrás, y Stephen se quedaba quieto. Severus y Lucius miraron a Ewan tropezar y echarse atrás, la poción aún allí, al alcance de la mano.
Y Severus, las manos libres, avanzó.
Ewan emitió un sonido ronco. No podía hablar, desfigurado. Y la sombra negra avanzaba y avanzaba, los ojos de Severus dos pozos de fuego negro.
Lo atrapó por el cuello, con fuerza asesina. Y luchando y peleando, le hundió la cabeza en la poción, y musitó un viejo conjuro.
La poción, su obra maestra, empezó a hervir y a transformarse. Los ahogado chillidos de Ewan llenaron de resonancias el túnel, pero las miradas de Severus y Lucius, y Stephen, eran tranquilas, clínicas.
- Mataste a niños con mi arma.- susurró Severus.- Mataste a mi Stefan, Rosier. Te veré arder en el infierno por eso.- terminó con terrible calma. Stephen de pronto entendió, y supo que aún él no era tan implacable como creía, y huyó, llevándose a Hugh, incapaz de ver tanto horror.
Finalmente, Ewan dejó de chillar, y Severus lo soltó, su risa oscura llenando el túnel.
- Creías que te mataría? No. No si hay una chance que vuelvas a ver a mi Stefan. Ya lo molestaste bastante aquí, no te dejaré ir a coparlo allá. Ahora, veamos cómo te va. Veamos cómo te las arreglas, ahora que mi poción te ha comido la cabeza, vampiro.-
Ewan tropezó, cayó. Su cabeza era una masa informe de carne derretida. Y Severus dio vuelta su obra maestra en el túnel de una patada, ya inservible. El vapor los envolvió mientras los dos ex mortífagos, llevando el cuerpo de su ángel de regreso por el túnel oscuro, reían.
LOSE MY MIND
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
ALL THE PROBLEMS, ALL THE FEARS
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR...
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FIN DE LA CUARTA PARTE.
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Foxnotes: Me alegro mucho que hayan empezado a llegarme más reviews! Lina, no te preocupes, cariño, sólo avísame cuando todo esté listo. Porqué no me llegan más comentarios? Bua. Y aquí, mi sección de traducciones de letritas. Alguien tiene sugerencias? Me estoy quedando sin lyrics _
CAPÍTULO DIECISÉIS.
THE SLAVE
I'm a slave for you.
I cannot hold it; I cannot control it.
I'm a slave for you.
I won't deny it; I'm not trying to hide it.
El Esclavo: Soy un esclavo para ti: no puedo evitarlo, no puedo controlarlo. Soy un esclavo para ti: no lo negaré, no trato de esconderlo... la tibia de la Britney, "I'm a slave for you" " (Soy un esclavo para ti) De nuestro pobrecito Oliver, claro...
CAPÍTULO DIECISIETE.
THE HOLE
Digging in a hole
Digging up my soul now
Going down, excavation
El hoyo. ( dejen de reírse, pervertidas, me refiero a caer en un pozo oscuro, ya saben) Cavando un agujero, desenterrando mi alma ahora, bajando, excavación... Del " elevation" de U2, las fans de SPIRIT tienen que acordarse de un baile en una disco hace mucho tiempo...
CAPÍTULO DIECIOCHO.
THE HEAVEN
I know that if I have heaven there is nothing to desire.
Rain and river, a world of wonder may be paradise to me.
I see the sun, I see the stars.
El cielo.
Sé que si tenemos el cielo allí no hay nada que desear
Lluvia y río, un mundo de maravillas podría ser paraíso para mí.
Veo el cielo, veo las estrellas.
Completa:
Who can tell me if we have heaven,
who can say the way it should be;
Moonlight holly, the Sappho Comet,
Angel's tears below a tree.
Quién puede decirme si tenemos cielo,
quién puede decir cómo debería ser
luz de luna sagrada, cometa de Safo,
lágrimas de un angel bajo un árbol.
You talk of the break of morning
As you view the new aurora,
Cloud in crimson, the key of heaven,
One love carved in acajou.
Hablas del rayar del alba
mientras ves la nueva aurora
Nubes en carmesí, la llave del cielo
Un amor tallado en acajou.
One told me of China Roses,
One a Thousand nights and one night,
Earth's last picture, the end of evening:
hue of indigo and blue.
Alguien me habló de rosas de porcelana,
Mil noches y una noche
La última imagen de la Tierra, el fin de la velada,
mezclas de índigo y azul.
A new moon leads me to
woods of dreams and I follow.
A new world waits for me;
my dream, my way.
Una nueva luna me guía a
bosques de sueños y sigo.
Un mundo nuevo espera para mí
mi sueño, mi camino.
I know that if I have heaven
there is nothing to desire.
Rain and river, a world of wonder
may be paradise to me.
I see the sun.
I see the stars...
Sé que si tenemos el cielo allí no hay nada que desear
Lluvia y río, un mundo de maravillas podría ser paraíso para mí.
Veo el cielo, veo las estrellas.
" Rosas de porcelana" (China Roses) de Enya. No la adoran? Yo moqueo cada vez que escucho esta canción... es como un vals onírico...
CAPÍTULO DIECINUEVE.
THE TIME
And now I know I'll never have that dream again
I don't have the strenght to stop the cruel sands of time
So don't forget my dear: I love you always,
I love you Fairy Dreaming
El Tiempo ( de "el momento") Y ahora sé que nunca volveré a tener ese sueño otra vez: no tengo la fuerza para detener la scrueles arenas del tiempo. Así que no te olvides, amado, te amo siempre, te amo, mi hada soñada...--- de Genocyber, terriblemente triste, se entiende mu poco... La canción es citada de memoria, ejem, la oí una vez, leí la traducción una vez y la amé...
CAPÍTULO VEINTE.
THE KIND
So slide over here and give me a moment
Your moves are so raw I've got to let you know
I've got to let you know: you're one of my kind
No, no "el amable", sino KIND como en HUMANKIND: "LA RAZA", o "EL TIPO".
Así que ondula para acá y dame un momento
Tus gestos son tan bruscos, tengo que dejarte saber, tengo que dejarte saber,que eres uno de los míos ( que eres de mi raza).
LOSE MY MIND
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
ALL THE PROBLEMS, ALL THE FEARS
AND THE WORLD SEEMS TO DISAPPEAR
DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR DISSAPEAR...
Enloquecer, y el mundo parece desaparecer, todos los problemas, todos los miedos, el mundo parece desaparecer... INXS, me encanta, me encanta, " Dissapear".
FOXNOTES: Soy una bruja mala, en serio! Me pasé, 4500 palabras el cap 20, usualmente son 3000? Alguien interesado en un block de datos míos? mándenme un cuestionario lindo. Buu buuu! Quieren oír algo triste? una amiga siempre hace fiestas de cumpleaños de disfraces, porque nació el Halloween. El año pasado el tema era Harry Potter ( yo fui Lupin) y este año era LOTR Yo era Eowyn, mi heroína, ( Miranda Otto en la película), me pase mas de un mes peleando con laca rubia ( soy trigueña) un vestido café y blanco, espada, joyitas, bordados, zapatos, maquillaje, etc, etc. Y una niña mucho más linda llego con un traje mucho mejor de Eowyn. Usualmente los trajes son personales, ya que somos como 12 solamente, con un poco de rol encima. Fue mu triste... sniff, sniff.
Ahora con el listado de honor: Mil gracias por los amables comentarios! Y también por los no tan amables!
*Astartea : Sí, mi amor, Djeri sí, sorry, siempre son los dulces los que revientan...Sí, Djeri era un ángel. Pero ahora acompaña a Stefan...Y siempre es mejor en los brazos de Sev que solo en Azkaban, no?Claro que no te imaginas lo duro que es para pobre Severus, que lo amaba tanto...
Sí, Lucius tiene cuatro hijos en my timeline, lo que pasa es que al principio (cuando Belial era aún Draco) me quería apegar a las líneas de la Rowling, pero luego lo mandé a la mierda y seguí mi propia historia. Los cuatro son: Azrael, 25 años, cojefe de Inteligencia y Jefe de Infiltración de la división contra las artes Oscuras en el Ministerio, experto maestro del disfraz y actor, aparte de Hit Wizard: y en el fondo cariñoso, amante de los niños, flojonazo y comilón como el solo, algo que Lucius eleva los ojos al cielo cada vez que piensa en su hijo mayor, que vive en londres con un médico gay ( no son pareja) De pelo muy claro e indolentes ojos azules, la verdad Owen Wilson es Azrael para mí. Luego viene Deimos, viudo, un guapísimo abogado de 22 años (estudiaba para juez pero botó la carrera en Durmstrang para casarse con el amor de su vida) viudo, algo amargo, con un hijo al que pesca muy poco y una hija adoptada que adora, sexy, experto letal en Artes oscuras y alumno aventajado de Severus, amante del serio Ulyses Graham y fundador y jefe de los Slybats ( En orden: carismático Deimos, sombrío Ulyses, dulce Phebe, hiperkinético Terry, amable Marcus y fría Sera. Sólo quedan Deimos y Ulyses vivos). Actual lider de la Covenant, tiene un pelo dorado un pelín oscuro y una sonrisa inolvidable, triste y apasionada a la vez. Luego viene Belial, y Draco, a los que ya conocen: Draco es lejos el regalón de Lucius, ya que Belial ignoraba sus peleas y Deimos peleaba de vuelta.
Otra cosa: la belladonna es una antigua pócima para dormir, la raíz te deja out por días, aunque produce acostumbramiento y baja del efecto. Sevvy debe estar acostumbrado a la dosis, por eso ese beso dejo a Lucius dormido y a él nada. Me encanta tener una adicta! Muchas gracias!
*Tam: Lo siento! Exigencias de trama. Yo también extrañaré a mi adorado Djeri, me recordaba a mi Andie de Trois. Las asusté con la belladona, parece! Y a Oliver aún no le pasa nada... todo mejora desde aquí, eso sí, excepto para alguien... Sí, a mí también me gusto el asunto de los príncipes. No es rico Bill? Ya sé que los de los aurores estuvo fuerte. Pero creo que es realista. No hubiera querido ser auror esos años, aunque los admiro. Pero una guerra siempre brutaliza a ambas partes.
*Sol: Mándame un mail, bruja. O llama. Aviso para todas: esta es mi editora, es gracias a ella que hay historia, cada vez que me atasco está ella ahí. No ayuda, pero grita harto . (ju ju) Es broma. Gracias por todo, mi solcito que solea!
*Nyaar-chan: gracias por el ánimo! Quiero ver ese dibujo. Tal vez pueda escanear algo y enviarles mis apuntes de los personajes. Alguien interesado que tenga página para postearlo? Suena a contrasentido, pero Djeri se recuperó, no? Sí, el deporte extremo de Sev es echarse la culpa...
*Cris : De veras? Gracias! Hugh estuvo finitooo, es explosivo el niño... de tal palo... Stephen era que no... no les recordaba a nadie? Stefan se enamoró. Punto. No es dulce? No, no fue una violación: tal vez algún día contemos esa triste historia de amor en medio de una guerra. Snapey y Luc son geniales cuando se ponen a copar... Stephen ya sabe: era cosa de revisar anuarios. Lucius y Severus le dijeron a Belial la verdad sobre Hugh. O Belial lo intuyó, que también puede ser: tras el desmayo de Mariah Mitchell era como obvio. Muchas muchas gracias por tu ánimo!
*Lina Saotome Avísame en cuanto esté la página! *abrazo *Hasta pronto! Déjenme un review cuando puedan, me dan mucho ánimo!- Espero que les haya gustado mi final finitooo... no debí ver Red Dragon... pero ya viene mas, que falta una parte aún... no se habran olvidado de Nathan, no? Luego: hospital, Sevy llora, Lucius putea, los chicos bailan Lady Marmalade ( la versión Moulin Rouge) y Sevy recita poemas. En serio. Y Stephen dele con el piano, y Bill lee pornografía en voz alta.
