Este es mi primer fanfic sobre Remus Lupin :D mi amorcito jeje (junto con
Ron y Sirius. si es que.) Me he inventado un personaje para el pobrecito.
que siempre me lo dejan solo... o me lo lían con Sirius, que no sé qué es
peor. El caso, espero que os guste :)
Éste es el capítulo primero. El segundo está en camino!!!
****************
-:- Moonlight Secret -:-
La chica del colgante
- Sirius. vamos. ahora o nunca.
Sirius se levantó y, dejando su bufanda sobre la mesa de Gryffindor, se acercó, junto a su amigo Remus, a la mesa de Slytherin.
- ¿La tienes? - preguntó Remus.
- Claro que sí. fui ayer antes de la cena, ¿recuerdas? - Ah. mira, se levanta. fíjate en su silla, no vaya a ser que lo eches en la copa equivocada.
Ambos se rieron, mientras veían a Severus Snape salir un momento del Gran Comedor.
- Ahora o nunca. - repitió Remus.
- Mira. Malfoy también se ha ido. y hay para dos. - dijo Sirius.
Ambos volvieron a reír, acercándose cada vez más al sitio que había estado ocupado por Severus. Sirius le pasó el sobrecito a Remus.
- Vamos. yo vigilaré -le dijo.
Remus se acercó disimuladamente, y en una décima de segundo, echó el contenido del sobre en la copa de Snape. Sirius lo miraba expectante. Remus asintió, y se dispuso a volver a la mesa de Gryffindor, cuando escuchó unas palabras.
- ¡Una luna llena! - dijo la voz de una chica - ¡Gracias Narcissa!
- No hay de qué, Chelle - dijo otra voz, que Remus supuso sería Narcissa - Mi madre dice que si te pones el colgante los días de luna llena, te protegerá de los hombres lobo y hará que tus deseos se hagan realidad.
- Lo de los deseos me suena a cuento - dijo la voz de antes, riendo - Lo de los hombres lobo tiene más sentido.
- Feliz cumpleaños, Chelle - dijo otra voz.
Remus dirigió su mirada hacia el otro lado de la mesa Slytherin. Sus ojos color miel se encontraron con dos grandes ojos verdes. Remus parpadeó. Aquella era la chica más hermosa que había visto jamás. Tenia el pelo castaño claro, largo y liso, y sus ojos verdes estaban clavados en los suyos. La chica sonreía.
Pero algo le hizo volver a la realidad.
- ¡¡Remus!! - se quejó Sirius - ¡Snape acaba de entrar! ¡Corre!
No tuvo más remedio que alejarse de allí, pero la chica le seguía sonriendo. Incluso cuando, una vez en la mesa Gryffindor, James le obligó a tomar asiento, poniéndole la bufanda escarlata y dorada. Ella mantenía su sonrisa. Remus también sonrió.
Hasta que un ruido extraño le hizo apartar la vista: era Snape. Su cara se había vuelto morada, y no dejaba de babear y echar humo por las orejas. Los estudiantes de Ravenclaw, Hufflepuff y Gryffindor rompieron a carcajadas. Sin embargo, en la mesa de Slytherin nadie se reía. Todos estaban "preocupados" por Snape, que había salido corriendo hacia la enfermería. Pero Remus observó que la chica de los ojos verdes intentaba esconder una risita.
- No creo que eso sea cierto - dijo de repente una voz junto a Remus.
- ¿Qué? - preguntó éste, sobresaltado.
- Lo del colgante ese - respondió Sirius, mirándolo distraídamente, mientras terminaba su tostada. Remus dejó de observar a la chica, para mirar con curiosidad a su amigo.
- ¿El colgante?
- Vamos Remus, si hablasen del Grim delante mía, yo también prestaría atención - susurró, dejando la tostada en el plato - Esa luna llena no la protegerá de ningún hombre lobo. Si eso fuera posible, Dumbledore ya nos habría obligado a todos a llevar una.
Remus se encogió de hombros, y fijó su vista en el desayuno, aunque no probó bocado.
Aquello era lo que le había llamado la atención, pero no era lo que le preocupaba. Lo único que había en su mente eran aquellos ojos verdes que se habían encontrado con los suyos. Aquella chica. ¿Chelle? Debía ser Michelle.
"Pero es una Slytherin." pensó. "Además, no sé ni por qué pienso esto. Jamás tendré el valor suficiente para acercarme a ella."
- Viene Malfoy - susurró James - Ya estamos.
Remus y Sirius levantaron la vista. Un chico alto, de pelo rubio, liso y largo, se acercaba a ellos mirándolos altivamente con sus fríos ojos.
- Sé que habéis sido vosotros - dijo.
Ellos se miraron, como discutiendo quién debía hablar.
- No sé de qué nos hablas, Malfoy - respondió Sirius.
- ¿No? Yo te lo diré - Lucius se acercó a James y Meter, mirando fría y fijamente a Sirius y Remus. - Tú y ese amiguito tuyo, habéis echado algo en la copa de Snape. ¿Qué tal si se lo comunico a Dumbledore?
- ¿Qué tal si te pregunta cómo lo sabes, si estabas fuera? - dijo Sirius - Se te ve venir de lejos, Malfoy.
- No me hables en ese tono, Black. Lo sé porque Michelle me lo dijo.
- Yo no te he dicho nada, Lucius - dijo Michelle. Remus la miró., sorprendido. La chcia se había acercado hasta ellos, aún con el colgante en la mano. - Yo no te he dicho ni una palabra, estaba observando el regalo de tu prometida - dijo, mostrando el colgante de plata
- Di mejor que Snape lo dijo. Y me temo que tiene buenas razones para creerlo - añadió, mirando desafiante a Sirius.
Lucius miró a Michelle, abrió la boca para hablar, pero una voz lo llamó desde la mesa Slytherin, y se dirigió a ella. Michelle miró a los chicos con una sonrisa en el rostro.
- Sé que fuisteis vosotros - dijo, mientras se ponía el colgante - Pero Snape me gastó una no-muy-divertida-broma anoche. así que se lo tenía merecido.
James, Sirius, Meter y Remus la miraban atónitos. ¿Una Slytherin protegiéndolos?
- Aunque no lo volveré a hacer.
Dicho esto, se alejó de ellos y volvió a sentarse junto a los demás Slytherins. Los chicos seguían sin dar crédito a lo que habían presenciado.
- ¿Esto ha sucedido de verdad? - preguntó James - Quiero decir. ¿Slytherin. una Slytherin. defendiendo a unos Gryffindor?
- Debe estar loca - añadió Sirius.
"No" pensó Remus. "No lo está."
*****************
Pasaron los días, y tanto James como Sirius notaron a Remus un tanto distante.
- ¿Te pasa algo? - le preguntó Sirius - Últimamente estás muy raro.
- Sí, es cierto. O nos dices lo que pasa o tendré que quitarle cinco puntos a Gryffindor. - dijo James - Y tal y como están las cosas. no nos conviene.
- No pasa nada, en serio - respondió Remus - es sólo. - pensó un momento: no quería decirles nada. No podía. Él también tenía derecho a tener sus propios secretos. Y más si estaba relacionado con una Slytherin - Que no me encuentro bien. me ha estado doliendo la cabeza últimamente.
- ¿Seguro? - insistió James. Remus asintió. - Bueno. te creeré entonces. - añadió mientras apuraba su desayuno- Daos prisa. ahora tenemos pociones con... Slytherin - dijo con un tono de malicia en su voz, y salió del Gran Comedor. La sonrisa de Sirius desapareció al volver a mirar a Remus.
- Sé lo que es - dijo en voz baja - No puedes hacerlo.
- ¿Qué es lo que sabes? - preguntó Remus. Su rostro no mostraba ninguna emoción, pero interiormente temblaba ante aquella frase.
- Bueno, creo que sé lo que es. pero l oque sí sé es que tiene que ver con ese colgante. sólo quiero que sepas que puedes confiar en mí, siempre.
Remus asintió. Sirius se había acercado, pero no tenía ni idea de que Remus estaba.
"Enamorado" pensó. Aquellas palabras pasaron una y otra vez por su mente, siempre acompañadas por la imagen de Michelle.
- Vamos - una voz lo sacó de su ensimismamiento. - Hay clase con Slytherin - dijo Sirius - Hoy no habrá bromas.
Aunque le costó creer aquello último, siguió dándole vueltas al mismo tema:
"Enamorado, ¿yo?" pensaba una y otra vez. "No puede ser. no. no sé nada de ella. además, es una Slytherin. y seamos realistas. yo soy un. pero es una Slytherin."
Y como todos los Slytherins de 7º curso, estaba sentada en el aula de pociones, esperando a que la clase diera comienzo. Evitó mirarla por todos los medios, pero no lo consiguió. Sus grandes pupos verdes fijos en los suyos, y una sonrisa dibujada en sus labios, sólo para él.
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-:- Moonlight Secret -:-
La chica del colgante
- Sirius. vamos. ahora o nunca.
Sirius se levantó y, dejando su bufanda sobre la mesa de Gryffindor, se acercó, junto a su amigo Remus, a la mesa de Slytherin.
- ¿La tienes? - preguntó Remus.
- Claro que sí. fui ayer antes de la cena, ¿recuerdas? - Ah. mira, se levanta. fíjate en su silla, no vaya a ser que lo eches en la copa equivocada.
Ambos se rieron, mientras veían a Severus Snape salir un momento del Gran Comedor.
- Ahora o nunca. - repitió Remus.
- Mira. Malfoy también se ha ido. y hay para dos. - dijo Sirius.
Ambos volvieron a reír, acercándose cada vez más al sitio que había estado ocupado por Severus. Sirius le pasó el sobrecito a Remus.
- Vamos. yo vigilaré -le dijo.
Remus se acercó disimuladamente, y en una décima de segundo, echó el contenido del sobre en la copa de Snape. Sirius lo miraba expectante. Remus asintió, y se dispuso a volver a la mesa de Gryffindor, cuando escuchó unas palabras.
- ¡Una luna llena! - dijo la voz de una chica - ¡Gracias Narcissa!
- No hay de qué, Chelle - dijo otra voz, que Remus supuso sería Narcissa - Mi madre dice que si te pones el colgante los días de luna llena, te protegerá de los hombres lobo y hará que tus deseos se hagan realidad.
- Lo de los deseos me suena a cuento - dijo la voz de antes, riendo - Lo de los hombres lobo tiene más sentido.
- Feliz cumpleaños, Chelle - dijo otra voz.
Remus dirigió su mirada hacia el otro lado de la mesa Slytherin. Sus ojos color miel se encontraron con dos grandes ojos verdes. Remus parpadeó. Aquella era la chica más hermosa que había visto jamás. Tenia el pelo castaño claro, largo y liso, y sus ojos verdes estaban clavados en los suyos. La chica sonreía.
Pero algo le hizo volver a la realidad.
- ¡¡Remus!! - se quejó Sirius - ¡Snape acaba de entrar! ¡Corre!
No tuvo más remedio que alejarse de allí, pero la chica le seguía sonriendo. Incluso cuando, una vez en la mesa Gryffindor, James le obligó a tomar asiento, poniéndole la bufanda escarlata y dorada. Ella mantenía su sonrisa. Remus también sonrió.
Hasta que un ruido extraño le hizo apartar la vista: era Snape. Su cara se había vuelto morada, y no dejaba de babear y echar humo por las orejas. Los estudiantes de Ravenclaw, Hufflepuff y Gryffindor rompieron a carcajadas. Sin embargo, en la mesa de Slytherin nadie se reía. Todos estaban "preocupados" por Snape, que había salido corriendo hacia la enfermería. Pero Remus observó que la chica de los ojos verdes intentaba esconder una risita.
- No creo que eso sea cierto - dijo de repente una voz junto a Remus.
- ¿Qué? - preguntó éste, sobresaltado.
- Lo del colgante ese - respondió Sirius, mirándolo distraídamente, mientras terminaba su tostada. Remus dejó de observar a la chica, para mirar con curiosidad a su amigo.
- ¿El colgante?
- Vamos Remus, si hablasen del Grim delante mía, yo también prestaría atención - susurró, dejando la tostada en el plato - Esa luna llena no la protegerá de ningún hombre lobo. Si eso fuera posible, Dumbledore ya nos habría obligado a todos a llevar una.
Remus se encogió de hombros, y fijó su vista en el desayuno, aunque no probó bocado.
Aquello era lo que le había llamado la atención, pero no era lo que le preocupaba. Lo único que había en su mente eran aquellos ojos verdes que se habían encontrado con los suyos. Aquella chica. ¿Chelle? Debía ser Michelle.
"Pero es una Slytherin." pensó. "Además, no sé ni por qué pienso esto. Jamás tendré el valor suficiente para acercarme a ella."
- Viene Malfoy - susurró James - Ya estamos.
Remus y Sirius levantaron la vista. Un chico alto, de pelo rubio, liso y largo, se acercaba a ellos mirándolos altivamente con sus fríos ojos.
- Sé que habéis sido vosotros - dijo.
Ellos se miraron, como discutiendo quién debía hablar.
- No sé de qué nos hablas, Malfoy - respondió Sirius.
- ¿No? Yo te lo diré - Lucius se acercó a James y Meter, mirando fría y fijamente a Sirius y Remus. - Tú y ese amiguito tuyo, habéis echado algo en la copa de Snape. ¿Qué tal si se lo comunico a Dumbledore?
- ¿Qué tal si te pregunta cómo lo sabes, si estabas fuera? - dijo Sirius - Se te ve venir de lejos, Malfoy.
- No me hables en ese tono, Black. Lo sé porque Michelle me lo dijo.
- Yo no te he dicho nada, Lucius - dijo Michelle. Remus la miró., sorprendido. La chcia se había acercado hasta ellos, aún con el colgante en la mano. - Yo no te he dicho ni una palabra, estaba observando el regalo de tu prometida - dijo, mostrando el colgante de plata
- Di mejor que Snape lo dijo. Y me temo que tiene buenas razones para creerlo - añadió, mirando desafiante a Sirius.
Lucius miró a Michelle, abrió la boca para hablar, pero una voz lo llamó desde la mesa Slytherin, y se dirigió a ella. Michelle miró a los chicos con una sonrisa en el rostro.
- Sé que fuisteis vosotros - dijo, mientras se ponía el colgante - Pero Snape me gastó una no-muy-divertida-broma anoche. así que se lo tenía merecido.
James, Sirius, Meter y Remus la miraban atónitos. ¿Una Slytherin protegiéndolos?
- Aunque no lo volveré a hacer.
Dicho esto, se alejó de ellos y volvió a sentarse junto a los demás Slytherins. Los chicos seguían sin dar crédito a lo que habían presenciado.
- ¿Esto ha sucedido de verdad? - preguntó James - Quiero decir. ¿Slytherin. una Slytherin. defendiendo a unos Gryffindor?
- Debe estar loca - añadió Sirius.
"No" pensó Remus. "No lo está."
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Pasaron los días, y tanto James como Sirius notaron a Remus un tanto distante.
- ¿Te pasa algo? - le preguntó Sirius - Últimamente estás muy raro.
- Sí, es cierto. O nos dices lo que pasa o tendré que quitarle cinco puntos a Gryffindor. - dijo James - Y tal y como están las cosas. no nos conviene.
- No pasa nada, en serio - respondió Remus - es sólo. - pensó un momento: no quería decirles nada. No podía. Él también tenía derecho a tener sus propios secretos. Y más si estaba relacionado con una Slytherin - Que no me encuentro bien. me ha estado doliendo la cabeza últimamente.
- ¿Seguro? - insistió James. Remus asintió. - Bueno. te creeré entonces. - añadió mientras apuraba su desayuno- Daos prisa. ahora tenemos pociones con... Slytherin - dijo con un tono de malicia en su voz, y salió del Gran Comedor. La sonrisa de Sirius desapareció al volver a mirar a Remus.
- Sé lo que es - dijo en voz baja - No puedes hacerlo.
- ¿Qué es lo que sabes? - preguntó Remus. Su rostro no mostraba ninguna emoción, pero interiormente temblaba ante aquella frase.
- Bueno, creo que sé lo que es. pero l oque sí sé es que tiene que ver con ese colgante. sólo quiero que sepas que puedes confiar en mí, siempre.
Remus asintió. Sirius se había acercado, pero no tenía ni idea de que Remus estaba.
"Enamorado" pensó. Aquellas palabras pasaron una y otra vez por su mente, siempre acompañadas por la imagen de Michelle.
- Vamos - una voz lo sacó de su ensimismamiento. - Hay clase con Slytherin - dijo Sirius - Hoy no habrá bromas.
Aunque le costó creer aquello último, siguió dándole vueltas al mismo tema:
"Enamorado, ¿yo?" pensaba una y otra vez. "No puede ser. no. no sé nada de ella. además, es una Slytherin. y seamos realistas. yo soy un. pero es una Slytherin."
Y como todos los Slytherins de 7º curso, estaba sentada en el aula de pociones, esperando a que la clase diera comienzo. Evitó mirarla por todos los medios, pero no lo consiguió. Sus grandes pupos verdes fijos en los suyos, y una sonrisa dibujada en sus labios, sólo para él.
