Capitulo 14 El Sueño y el Ataque al Ministerio

Las cosas luego del partido se volvieron intranquilas para Harry y sus amigos.

Los Profesores habían comenzado a cargarlos de deberes. La razón era que este año tendrían las MHB (Matrículas de Honor en Brujería), exámenes muy importantes para su estudio. Todos los Profesores enseñaban cosas más y más complicadas y mandaban a leer muchos libros, además de pedir extensos ensayos de cada materia.

Harry, Ron y Hermione habían comenzado a pasar mucho tiempo en la Biblioteca, estudiando o haciendo deberes. Los tres confiaban en que los en exámenes saldrían muy bien parados y conseguirían varias MHB cada uno.

Harry había reducido a 3 las prácticas de Quidditch, debido a que no jugarían hasta Febrero contra Ravenclaw. En esas prácticas, solían entrenar a los Reservas.

Los dos clubes del Colegio, el de Duelo y el de Artes Marciales, continuaban con gran éxito los dos. El Profesor Lupin, había comentado en una reunión, que quería hacer un pequeño torneo entre todos los participantes del Club. Sería luego de las vacaciones de Navidad.

El entrenamiento de Animago continuaba muy bien. McGonagall confiaba que Ron y Hermione terminarían de completar sus entrenamientos para Pascuas. Harry, mientras tanto, continuaba la transformación de la Pantera. Este le estaba costando un poco más que el del Halcón, pero continuaba intentándolo.

Godric, el Fénix, continuaba viviendo con el Profesor Dumbledore. Habían decidido que se quede allí, ya que en el dormitorio de Harry atraería demasiado la atención, y los demás miembros de Gryffindor harían preguntas innecesarias. Harry quería evitar revelar todos los secretos y el Director no tenía problemas en tener un segundo Fénix en su oficina.

Lo que realmente molestaba a Harry era la quietud que Voldemort había mostrado en los últimos dos meses. No había habido casi ningún ataque y eran esporádicos.

Fudge salió a decir a la prensa que los rumores del regreso de Voldemort eran inventos de Dumbledore y de "un niño que sufría problemas mentales y que debería ser enviado a San Mungo inmediatamente," haciendo referencia a Harry Potter.

Estas declaraciones habían provocado la furia de gran parte de la comunidad mágica, que exigieron la renuncia del Ministro aduciendo que era un inútil y que Harry Potter estaba más cuerdo que todos los magos juntos. Esto último era verdad en consideración de Harry.

Dumbledore también estaba preocupado por esta quietud. Snape no había sido llamado a reuniones de Mortífagos, a las que regresó como espía de Dumbledore, desde el inicio de las clases. Todo esto le resultaba muy sospechoso.

"Harry no te preocupes, todo estará bien, estoy seguro de eso." Le dijo Ron cuando Harry le comentó a él y Hermione sus preocupaciones en ese tema.

"Algo no me cierra del todo en este asunto, Ron. ¿Por qué atacar todo el verano y de repente desaparecer así porque sí? No tiene ningún sentido." Respondió Harry, completamente desconcertado por este tema.

"No sé que decirte Harry, pero creo que tienes razón. Algo debe estar planeando, pero ¿qué?" Dijo Hermione, que pensaba lo mismo que Harry en ese tema.

"No lo sé Hermione, pero de algo estoy seguro: Sea lo que sea que esté planeando va a ser algo MUY GRANDE. No será un ataque común, será algo que demuestre su regreso pese a lo que Fudge..." De repente Harry se calló.

"Harry, ¿Qué pasa?" Preguntó Ron notando el silencio de su amigo.

"Por supuesto, ¿cómo no me di cuenta antes?" Exclamó Harry.

"¿Darte cuenta de qué, Harry?" Preguntaron intrigados Ron y Hermione al mismo tiempo viendo la expresión de su amigo.

"¿Qué mejor manera de demostrarle al mundo su regreso qué atacar el Ministerio de la Magia? Fudge ha dicho todo el tiempo que él no regresó. Voldemort así mata dos pájaros de un tiro: Muestra que ha regresado y muestra que tiene todo su poder de vuelta." Dijo Harry, a quién todo le empezaba a cerrar en la cabeza.

"La cuestión es cuando lo hará eso. Admito que esa es una buena teoría Harry, excelente a decir verdad. Pero ¿cuándo atacará?" Dijo Hermione que había entendido lo que Harry decía.

"No lo sé Hermione, pero será pronto estoy seguro. Iré a hablar con Dumbledore, quizás esto le pueda llegar a interesar." Dijo Harry saliendo de la Sala Común y yendo a la Oficina del Director. Luego de pasar la Gárgola, se dirigió a la Oficina y golpeó la puerta.

"Adelante!" Escuchó Harry la voz del Director.

Harry entró, y vio que Dumbledore estaba leyendo unos papeles en su escritorio. Levantó la vista y vio a Harry. "Harry, ¿a qué debo tu visita?" Preguntó Dumbledore indicándole a Harry que tome asiento.

"Profesor, puede que esto suene a locura, pero creo que tengo una teoría sobre el próximo ataque de Voldemort." Dijo Harry, inseguro de si el Director creería lo que él pensaba.

"Adelante, dímela." Dijo interesado el Director.

"He estado pensando en todo lo que Fudge ha dicho sobre las mentiras de su regreso. Mucha gente está con el Ministro y otras no. Entonces, ¿Qué mejor manera de mostrar que ha regresado al mundo mágico, que atacando al Ministerio de la Magia?" Terminó Harry, exponiendo su punto.

Dumbledore pensó unos minutos lo que Harry le acababa de decir. Debía admitir que era algo válido, Fudge era demasiado terco y un ataque al Ministerio sería algo que nadie se lo esperaría. De esa manera demostraría a todos que efectivamente había regresado.

"Debo admitir que es una teoría más que valida esa, Harry. Como tú dijiste, demostraría sin lugar a dudas que ha regresado. El problema es ¿Cuándo será ese ataque?" Dijo pensativamente Dumbledore.

"Esa, Profesor, es una excelente pregunta, lamentablemente no tengo la respuesta a ella." Dijo Harry, avergonzadamente.

"Lo sé niño, yo tampoco la conozco." Dijo sonriendo Dumbledore.

"De lo que sí creo estar seguro, es que podría ser pronto. No creo que quiera pasar mucho más tiempo quieto." Dijo Harry, acercándose a acariciar a Godric.

Dumbledore iba a decir algo, cuando de repente la puerta se abrió con fuerza y entró corriendo Snape. El Profesor de Pociones, vio a Harry disgustado, antes de dirigirse a Dumbledore.

"Está llamando." Dijo tomándose con fuerza el brazo izquierdo antes de desaparecer nuevamente.

"Parece, Harry, que hoy sabremos si tu teoría es correcta." Dijo el anciano mago, viendo al joven estudiante.

"Solo espero que esté equivocado en esto, Profesor." Dijo Harry dirigiéndose a la puerta para salir.

"Yo también espero eso, Harry, yo también." Dijo Dumbledore, mirando por la ventana, perdido en sus pensamientos.

****

Ese día fue muy intranquilo para Harry. Todos los Gryffindor notaron su nerviosismo y decidieron no molestarlo, aunque no sabían la razón de este estado suyo.

La práctica de ese día fue suspendida. Harry claramente no estaba en condiciones de pensar en el Quidditch.

Su mente y pensamientos estaban puestos en la reunión de Mortífagos llamada esa tarde. Algo en su interior le decía que no sería nada bueno lo que allí sucediera. Esperaba y rogaba con todo su ser que su teoría fuera incorrecta, aunque algo en su interior le indicaba claramente lo contrario.

****

Esa noche se fue a dormir intranquilo pensando aún en todo eso. Rápidamente cayó dormido en un sueño intranquilo.

Estaba en un lugar que reconoció fácilmente: La tumba del padre de Voldemort. El lugar donde había renacido el año anterior.

En ese momento había solo 3 Mortífagos además de Voldemort. Harry los reconoció como Colagusano, Macnair y Lucius Malfoy, tres Mortífagos que habían estado el año anterior allí en el resurgimiento de Voldemort.

"Macnair, ¿qué noticias me traes de los Dementores?" Gritó el Lord Oscuro a uno de los Mortífagos.

El Mortífago se acercó a él y se inclinó ante sus pies y dijo: "Solo esperan ordenes suyas, mi señor. Cuando Usted lo disponga atacarán el blanco que Usted diga, Señor." Dijo nervioso el trabajador del Ministerio.

"Muy bien, Macnair, has hecho bien tu trabajo. Malfoy ¿qué noticias traes del Ministerio?" Preguntó al padre de Draco.

"El tonto de Fudge sigue sin creer que Usted ha retornado, Señor. Se niega a escuchar a todo lo que digan los demás. Además confía en mí completamente y hará todo lo que le diga, Señor." Dijo Malfoy.

"Así me gusta, Lucius. Eso me da la oportunidad perfecta para realizar mi plan a la perfección. El próximo lunes a las 2.30 de la tarde atacaremos al Ministerio y mataremos a Fudge y a todos los Jefes de Departamentos. Mostraremos a todos que he regresado y provocaremos el caos más absoluto." Dijo Voldemort riendo fríamente.

"Odio cuando tengo razón en algo como esto." Pensó Harry enojado.

"Colagusano, tengo un trabajo especial para ti." Dijo el Lord Oscuro dirigiéndose al ex-Merodeador.

"¿Y-y cuál es-es es-ese tra-trabajo, mi Señor?" Dijo tartamudeando nerviosamente Pettigrew.

"Nunca tartamudees en mi presencia, tonto. Crucio." Gritó apuntando su varita al Mortífago.

Pettigrew se revolcó en el suelo y gritó de dolor por casi un minuto entero antes de que Voldemort retirara el hechizo de él. Cuando se acabó el dolor, se levantó torpemente y se puso a escuchar a su Señor.

"Quiero que vayas a Hogwarts mañana por la noche y mates a Severus Snape. He descubierto que es un espía para Dumbledore y será castigado. No uses tu varita, haz que parezca un accidente o un suicidio, ¿entendido?" Dijo Voldemort amenazándolo con la varita.

"S-Sí Señor, así lo haré." Dijo con voz llena de miedo Pettigrew.

"Ahora váyanse ustedes tres de mi vista." Ordenó Voldemort.

"Sí, Señor." Dijeron los tres mortífagos antes de desaparecer.

"Le mostraré a todos que he regresado y que será mejor que me teman." Se rió Voldemort despareciendo también. Junto con la visión de Harry.

****

Harry se despertó sobresaltado de inmediato con la cicatriz doliéndole bastante.

"Será mejor que vaya a ver a Dumbledore y le diga todo esto." Pensó Harry saliendo de la cama para ir a la Oficina del Director.

Luego de golpear la puerta de la oficina escuchó que alguien desde adentro gritaba: "Adelante!"

Harry entró a la Oficina y vio que Dumbledore, a pesar de lo tarde que era, no estaba solo. Allí reunidos estaban los Profesores Snape, McGonagall, Flitwick, Sprout, Lupin, Sirius (en forma humana), Hagrid, Arthur, Bill y Charlie Weasley, y también el verdadero Ojo-Loco Moody.

"Harry ¿qué pasó? Tu cicatriz está sangrando!" Exclamó preocupado Sirius yendo a su lado de inmediato.

Harry se tocó la cicatriz y notó que había sangre en su mano. "Debo decir que no me di cuenta de eso." Se disculpó Harry mientras se sentaba en una silla.

"¿Un nuevo sueño de Voldemort, Harry?" Preguntó preocupado Dumbledore dándole una toalla para que se limpiara la sangre de la cicatriz.

"Me temo, Profesor Dumbledore, que mi teoría era correcta." Dijo Harry gravemente, limpiándose la sangre con la toalla.

"¿Qué teoría?" Preguntaron todos los presentes al mismo tiempo.

"Explícales Harry." Indicó Dumbledore, visiblemente preocupado por la noticia.

El Prefecto se levantó y se acercó a su Fénix antes de comenzar a hablar: "Pensando en la quietud de Voldemort, me surgió una posibilidad, que lamento decir me fue confirmada hace unos minutos. La pregunta obvia era: ¿qué haría Voldemort para demostrarle al Mundo Mágico que había regresado, dando indicaciones que dejaran bien en claro que los rumores eran verdaderos? La respuesta es muy sencilla: Atacar el Ministerio de la Magia. Hoy Voldemort informó a Pettigrew, Macnair y Malfoy que realizará este ataque, donde matará a Fudge y a todos los Jefes de Departamentos, el jueves a las 2.30 de la tarde." Concluyó acariciando a Godric, en búsqueda de confort.

Todos los presentes se quedaron en silencio, aterrorizados por lo que les acababan de decir.

"Es lógico. Eso provocaría el caos más absoluto. Voldemort tendría rienda libre al matar al Ministro. Y podría colocar en su lugar a alguien que pueda manejar a su antojo." Dijo Moody, luego de pensar en la información que acababa de recibir. Harry solo asintió, mientras acariciaba a Godric.

"Debemos hacer algo con respecto a esto. Los Aurors deben estar preparados para este ataque. También se debe poner en resguardo a todos los Jefes de Departamentos. Si todos mueren no quedaría nadie competente para seguir a cargo del Ministerio." Dijo el Señor Weasley visiblemente preocupado.

"La pregunta es: ¿Cómo hacemos esto sin levantar ningún tipo de sospechas?" Preguntó Flitwick claramente preocupado.

"Yo tengo una idea, pero puede ser algo descabellada." Dijo Harry tímidamente y no muy seguro.

"Dila, Harry. Cualquier idea puede ser buena ahora." Aseguró el Director con una sonrisa alentadora.

"Profesor Snape ¿Cree que las pociones que estamos haciendo los alumnos de Quinto Año estén listas para ese día?" Peguntó dirigiéndose al Profesor de Pociones.

"¿Qué tiene eso que ver...?" Comenzó a decir el ex-Mortífago, hasta que se dio cuenta de que era lo que Harry planeaba. "Es probable que sí, Potter." Dijo luego de pensar unos segundos.

"Severus, ¿de qué están hablando tú y Harry?" Preguntó McGonagall, que al igual que el resto no entendía nada.

"Dos palabras: Poción Multijugos. La hemos estado haciendo en Pociones durante el último mes." Dijo Harry con una pequeña sonrisa en los labios.

"Eso es perfecto. Los Aurors ocuparían el puesto de todos los Jefes de Departamentos durante el ataque y tendrían posibilidades de derrotarlos. Si alguno muere, será un Auror y no un miembro del Ministerio. Es descabellado sí, pero brillante." Dijo Moody entendiendo el plan de Harry.

"Veo que han entendido mi idea a la perfección." Dijo Harry sonriendo.

"Es arriesgado, pero puede funcionar muy bien." Dijo Dumbledore luego de pensar unos segundos.

"Vale la pena intentarlo. Es el único plan que tenemos y a mí me suena muy bien." Dijo Moody.

"Lo haremos. Severus, por favor, consigue la mayor cantidad de Poción Multijugos que puedas. Prepara varios calderos en gran cantidad para ese día. Es nuestra única esperanza de que este plan funcione, por más descabellado que sea." Dijo el Director dirigiéndose al Jefe de Slytherin.

"Muy bien, comenzaré a preparar todo ahora." Dijo Snape dirigiéndose a la puerta.

"Siéntese Profesor, tengo noticias para Usted y me temo que no son buenas." Dijo Harry muy seriamente.

"¿Qué quieres decir, Potter?" Preguntó preocupado el espía viendo al Gryffindor, que seguía con el Fénix a su lado.

"Voldemort descubrió que es un espía para Dumbledore y enviará a Pettigrew a matarlo mañana por la noche. Le dio órdenes de que pareciera un suicidio o un accidente, que no usara la varita para hacerlo." Aseguró muy seriamente Harry.

Snape se sentó con cara de preocupación y derrota en una silla. "Supongo que he fallado en mi misión, Albus." Dijo disculpándose al Director.

"Tranquilo Severus, los dos sabíamos que eso era muy posible." Aseguró Dumbledore. Luego agregó: "Cumple tu parte en esta misión proveyendo la Poción, por favor, la necesitaremos."

"Por supuesto." Dijo el Profesor de Pociones dirigiéndose a la puerta. Antes de abrirla se dirigió a Harry: "Gracias por el aviso, Potter." Antes de que Harry pudiera responder, se fue de la oficina.

"Será mejor que regrese a mi cama, a ver si puedo dormir algo antes de que empiecen las..." Comenzó a decir Harry pero antes de que terminara, todo el mundo a su alrededor se convirtió en oscuridad.

****

Cuando abrió los ojos, reconoció el lugar donde estaba como la enfermería de Hogwarts. Trató de recordar que había pasado la noche anterior y supuso que se había desmayado en la Oficina de Dumbledore.

"¿Cuánto hace que estoy aquí?" Se preguntó Harry a sí mismo.

"Ah, Harry, veo que te has despertado ya." Dijo el Profesor Dumbledore con una sonrisa.

"Buenos días, Profesor. ¿Cuánto hace que estoy aquí?" Preguntó Harry temiendo la respuesta que fuera a recibir.

"Dos días, me temo. Al parecer el sueño fue más poderoso que cualquiera de los anteriores." Dijo Dumbledore con un tono de preocupación en la voz.

"Dos días????" Gritó horrorizado Harry.

"Así es, Harry. Debo decir que tengo buenas noticias para ti: logramos atrapar a Pettigrew cuando quiso matar al Profesor Snape." Dijo sonriendo el Director.

"Eso significa que Sirius será llevado a juicio, ¿no es así?" Preguntó esperanzado el Prefecto de Gryffindor.

"Así es. Deberemos esperar a que pase el ataque al Ministerio, por supuesto. Hablando de ese tema, pusimos en marcha tu plan y está funcionando bien. Conseguimos Poción Multijugos suficiente para todos los Jefes de Departamentos y estaremos listos para contrarrestar el ataque de Voldemort." Aseguró seriamente Dumbledore.

"Me alegro de haber podido ayudar. ¿Cuándo podré salir de aquí? Y por cierto ¿qué día es hoy?" Preguntó ansioso Harry.

"Hoy es miércoles, el ataque será mañana debo decir. Estoy seguro que por la mañana Madame Pomfrey podrá dejarte salir de aquí." Dijo Dumbledore

"Si sigo pasando tantos días aquí al año, pronto alquilaré una habitación y me mudaré acá a vivir." Dijo Harry exasperado por el tiempo que pasaba allí cada año.

Dumbledore se rió entre dientes antes de decir: "Ahora debes descansar, Harry. Mañana regresarás al colegio."

La única respuesta que recibió el Director fue un ronquido. Harry se había vuelto a dormir. Sonriendo, Dumbledore salió de la enfermería pensando en el ataque del día siguiente.

****

A la siguiente mañana, la enfermera dejó salir a Harry, aunque no estaba muy convencida de esto. Luego de darle miles de advertencias y sugerirle que descansara lo más posible lo dejó marchar.

Harry se dirigió a Transformaciones, su primera clase del día, aún pensando en el ataque del Ministerio que sería ese día.

"Solo espero que este plan funcione." Pensó antes de sentarse en su asiento.

"Harry ¿cómo estás? ¿Cuándo saliste de la enfermería?" Preguntó Hermione, yendo corriendo a abrazarlo.

"Hace un rato, Hermione. Y estoy bien, no te preocupes." Dijo Harry dándole un beso en la boca.

"Ahem!" Dijo alguien detrás de ellos.

Los dos Prefectos se dieron vuelta para encontrarse cara a cara con McGonagall.

"Perdón, Profesora." Dijeron los dos alumnos separándose de inmediato y poniéndose colorados de pies a cabezas.

"Tomen asiento, por favor. Agradecería que no demuestren su amor tan abiertamente en mi clase la próxima vez." Dijo la Jefa de Gryffindor, con una mezcla de seriedad y una sonrisa en la cara.

"Sí, Profesora, no volverá a ocurrir." Dijo Harry mientras él y Hermione se sentaban en sus asientos cerca de Ron.

"Me alegro de verte, Harry. Hermione estaba casi muerta de la preocupación por ti." Dijo el pelirrojo saludando a su amigo.

Ninguno de los tres pudo decir nada más ya que McGonagall comenzó a hablar, terminando todas las conversaciones.

Las clases de ese día (Estudio de Runas Antiguas, Herbología y Encantamientos) pasaron muy rápido y antes de que Harry se diera cuenta ya era la hora de la cena.

Cuando se sentó a cenar, McGonagall se acercó y le dijo: "Esta noche a las 22.00 ve a la Oficina del Director, Potter."

"Muy bien, Profesora, allí estaré." Aseguró Harry, antes de ponerse a cenar.

A la hora citada, Harry se dirigió a la Oficina de Dumbledore. Supuso que sería para hablar del ataque de ese día en el Ministerio.

Cuando entró en la Oficina estaban los mismos que habían estado la vez que propuso su plan. Además estaba también el padre de Cedric, Amos Diggory; La Señora Weasley, que le dio un gran abrazo a Harry; una señora que Harry reconoció como su vecina la Sra. Figg (esto confirmó las sospechas que tenía sobre ella); y un hombre más, al que Harry no reconoció, pero sospechaba que podía ser Mundungus Fletcher, el hombre que Dumbledore había enviado a buscar a Sirius el año anterior.

Harry se dirigió a la percha donde estaba colocado Godric. Este lo saludó con una nota y Harry sonrió, esperando el comienzo de la reunión.

Al entrar Dumbledore todas las conversaciones cesaron de inmediato.

"Me alegro que todos pudieran venir. Como ya saben esta tarde hubo un ataque en el Ministerio de la Magia. Gracias a una idea que propuso Harry," Dijo Dumbledore lanzándole una sonrisa, "logramos contrarrestar este ataque exitosamente. Arthur, Amos, ¿qué noticias hay desde el Ministerio?" Preguntó dirigiéndose a los Sres. Weasley y Diggory.

"Fudge sigue sosteniendo que esto es una farsa, Albus. No cree en nada." Dijo el Sr. Weasley enojado con Fudge.

"Idiota." Dijo Harry bastante enojado. Luego ante la mirada de todos, agregó disculpándose: "Perdón, no lo pude contener."

"Es entendible, Harry. Además, todos aquí pensamos eso." Dijo Lupin sonriendo.

"Continúa, Arthur." Dijo Dumbledore, enviándole una sonrisa a Harry.

"Se ha decidido que mañana haya una reunión y se propondrá remover del puesto a Fudge, acusándolo de ocultar información vital y no tomar precauciones ante el regreso del Innombrable. También se llamará a elecciones para uno nuevo." Concluyó el Señor Weasley.

"Déjenme adivinar: Uno de los que se presentará a las elecciones será Lucius Malfoy, ¿no es así?" Dijo Harry aún enojado.

"Denle un premio a este chico. Saca todo al instante." Dijo Moody observándolo con su ojo mágico.

"Genial, salimos de Guatemala y entramos en guatepeor." Dijo exasperado Harry. Algunos de los presentes se rieron por el comentario. Luego agregó: "¿Quién será el otro postulante al puesto?"

"No está decidido todavía." Dijo Amos Diggory, mirando a Harry con mucho respeto.

"Cualquiera es mejor que el estúpido de Malfoy." Dijo Harry cada vez más irritado por el rumbo de la conversación.

"Eso es verdad, Harry. Debemos poner a alguien que le haga frente a Lucius y que sea fuerte para ese puesto." Dijo Dumbledore, obviando todos los comentarios insultantes de Harry, aunque estaba de acuerdo con algunos de ellos.

"La pregunta es ¿quién?" Preguntó la Profesora McGonagall, haciendo la gran pregunta que todos tenían en la mente.

"Yo tengo uno." Dijo Harry pensativamente.

"¿Quién?" Preguntaron todos ansiosos.

"El Señor Weasley." Respondió Harry mirando al padre de Ron.

"¿Yo?" Preguntó sorprendido el patriarca Weasley.

"Es una buena idea esa, Arthur. Como Harry dijo, cualquiera es mejor que Lucius. Además, tienes poder y respeto en el Ministerio. Serías alguien confiable allí para todos." Dijo Dumbledore entendiendo lo que Harry pensaba.

"Exacto." Aprobó Harry.

Luego de unos minutos de discusión se acordó que Arthur Weasley sería el contrincante para el puesto de Ministro de la Magia en unas posibles futuras elecciones para Ministro de la Magia.

La reunión duró aproximadamente media hora más. En ese tiempo, Harry se enteró de todos los detalles del ataque: habían muerto 4 aurors disfrazados, 5 mortífagos y se habían capturado a casi 20 de ellos.

Harry le pidió permiso a Dumbledore de poder usar esa noche una Poción para dormir sin sueño. No quería tener sueños con Voldemort y sentir el Cruciatus si lo usaba en alguien por el ataque fallido al Ministerio. Era demasiado peligroso, especialmente después de lo que pasó en el último sueño que había tenido.

"Muy bien, le pediré a Poppy que te la suministre antes de que vayas a tu dormitorio, Harry." Le dijo Dumbledore. Harry solo asintió.

"Harry, ven aquí, te quiero presentar a dos personas." Llamó Sirius a su ahijado.

Harry se acercó, con Godric, quien se había situado en su hombro.

"Hermoso Fénix, Harry." Dijo Remus. Harry solo sonrió.

"Harry estos son Arabella Figg, a quien recordarás como tu vecina y niñera." Dijo Sirius señalando a una mujer.

"¿La Vieja loca de los gatos?" Preguntó bromeando Harry.

"Vieja sí, loca no." Dijo medio en tono serio y medio sonriendo Arabella.

"Tengo mis dudas con respecto a esa declaración, Sra. Figg, créame." Dijo Harry sonriendo con malicia. Todos se rieron.

"Es Igual a su padre, ¿no crees, Sirius?" Comentó el hombre que se encontraba al lado del convicto, cuando acabó la risa del grupo.

"Déjenme adivinar: Mundungus Fletcher, ¿verdad?" Dijo Harry extendiendo la mano para saludar.

"Así es, Harry. Me alegro de conocerte personalmente," Dijo sonriendo el mago estrechando la mano.

"Lo mismo digo. Si me disculpan, ha sido un largo día y quiero irme a dormir." Dijo Harry con un pequeño bostezo.

"Ve Harry." Dijo Lupin.

"Avísame cuando es tu juicio, Sirius. Seguramente, Ron, Hermione y yo deberemos estar allí, ¿verdad?" Dijo Harry dirigiéndose a su padrino.

"Serán llamados a declarar sobre lo que pasó en tu tercer año, Harry." Respondió asintiendo Sirius.

"De acuerdo, hasta la próxima vez." Dijo Harry dirigiéndose a la salida.

"Nos vemos, Harry." Se despidió el grupo.

Luego de salir de la Oficina del Director, Harry se dirigió a la enfermería. Allí, Madame Pomfrey le dio una botellita de Poción para dormir sin sueño.

Al llegar a su dormitorio, vio que sus otros compañeros, ya estaban todos dormidos. Se puso el pijama, y luego de acostarse se tomó la Poción, cayendo en un sueño tranquilo de inmediato.