Capitulo 17 La Peor Humillación de la Historia

Cuando comenzaron nuevamente las clases, Dumbledore le propuso a Cho unirse a la Orden y el propósito que ella tendría allí como instructora.

"Acepto, Profesor. Pero si alguno de ellos me falta el respeto, lo lamentará y mucho." Dijo Cho en un tono que mostraba que no bromeaba en absoluto.

"No se preocupe, Srta. Chang. Las reglas del Club del Colegio regirán allí también, solo que con más severidad." Explicó Dumbledore seriamente. Cho solo asintió a esto.

De esa manera, Harry, Hermione y Cho, acordaron comenzar a entrenar a los nuevos miembros en las Artes Marciales. Este entrenamiento comenzaría en Febrero, cuando se hubiera comenzado la admisión de los miembros que actuarían en caso de ataques.

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Harry les propuso la idea del cambio del partido de Febrero a sus compañeros de equipo. Como George había dicho, ninguno de ellos había tenido problemas. Aceptaron encantados.

"Roger, ¿Puedo hablar contigo un minuto?" Preguntó Harry al Capitán del equipo de Quidditch de Ravenclaw, cuando finalizó la primera reunión de Prefectos del trimestre.

"Seguro, Harry, ¿Qué pasa?" Preguntó el Premio Anual sentándose en una silla al igual que el otro Prefecto.

"Te quiero proponer algo. Como Slytherin está fuera de competición por la Copa, pensé que sería mejor que el partido de Febrero sea Gryffindor versus Slytherin en vez de Ravenclaw. Nosotros jugaríamos en Abril y definiríamos la Copa. De esa manera ninguno de nosotros dependería del resultado de cualquiera para saber si la gana. ¿Qué te parece?" Explicó Harry.

"¿El resto de tu equipo tiene algún problema con esto?" Preguntó Roger pensando en la proposición que le habían hecho.

"Ellos aceptaron sin problemas. Escucha, si no quieren hacerlo o tienen problemas con esto, esta conversación nunca pasó y yo no propuse nada. Me parece algo justo para los dos, ya que somos los únicos con chances de ganarla." Respondió Harry, esperando que el otro no tuviera problemas.

"Déjame averiguar con los otros, pero yo no tengo ningún problema. ¿Los Profesores lo saben esto?" Dijo Davies considerando todo lo propuesto por el Capitán de Gryffindor.

"Quería saber si tú estabas de acuerdo con esto antes de comunicárselo a ellos." Dijo Harry, confiando en que los Profesores no tendrían problemas con esta proposición.

"Mañana tendrás nuestra respuesta. Si aceptamos, lo hablaremos con Hooch y los Jefes de Casa para coordinar todo." Respondió Roger.

"De acuerdo te veré mañana entonces." Dijo Harry despidiéndose de ambos.

Durante el desayuno del día siguiente, Cho le dijo que el equipo no tenía problemas, y que se lo comunicaron a Flitwick, quien tampoco los tuvo.

"Háblalo con McGonagall, para saber que piensa ella. Después hablaremos con Madame Hooch." Dijo Cho antes de sentarse a desayunar con sus compañeros de Casa.

Luego del desayuno, Harry se dirigió a la Oficina de su Jefa de Casa y le explicó lo que había pensado y la posición de ambos equipos.

"Cho me dijo que el Profesor Flitwick no tiene problemas con esto, Profesora. ¿Usted?" Preguntó Harry al terminar de explicarle todo.

La Jefa de Gryffindor meditó unos minutos antes de responder. "Hubiera preferido que me lo comunicaras desde el principio Potter. Pero no, no hay problemas. Hoy lo hablaré con la Profesora de vuelo y será comunicado al equipo de Slytherin." Dijo la Profesora seriamente.

"De acuerdo Profesora, se lo comunicaré al resto del equipo ahora." Dijo Harry yendo a la práctica que había convocado para luego del desayuno.

En la práctica, comenzaron a hacer jugadas para contrarrestar al equipo de Slytherin.

Harry, Ron y Hermione habían decidido que las escobas que Sirius les había regalado para Navidad, no las vería nadie antes del partido de Febrero.

Los únicos que sabían que ellos las tenían eran los 3 Weasley que habían estado en el Colegio para Navidad. Por supuesto, ninguno de los 3 revelaría el secreto, querían ver la reacción de los otros al ver las escobas.

Una de las razones de este hermetismo era que Malfoy había conseguido una Saeta, además de comprarse el puesto de Capitán de Slytherin.

"Como se dice habitualmente: "El dinero no compra las habilidades de nadie", este es el mejor ejemplo de ello." Dijo Harry a sus compañeros de equipo luego del entrenamiento.

Harry decidió entrenar al equipo, tanto los Titulares como los Reservas, hasta el máximo. Sabía que Malfoy haría trampa, y que probablemente habría varios jugadores lastimados en ese partido.

"Harry, ¿qué haremos si Slytherin decide hacer trampa como siempre y decide jugar más sucio y salvaje que nunca?" Preguntó Neville, un tanto nervioso.

"Para eso tenemos la vieja y amada filosofía de Oliver Wood para los partidos Gryffindor-Slytherin, Neville." Respondió Harry sonriendo maléficamente.

"¿Cuál es esa filosofía, Harry?" Preguntó Nicolás con curiosidad.

"Aprendan que en estos partidos de Quidditch no se trata de la supervivencia del más apto." Dijo Harry sonriendo aún más maléficamente.

"¿No?" Preguntaron los reservas confundidos.

"No, es la supervivencia del más salvaje." Dijo Fred entendiendo lo que Harry quería decir.

"Exactamente, contra Slytherin siempre se usa esa filosofía, y siempre nos dio buen resultado. Esta vez no será la excepción, se los aseguro." Dijo Harry con una sonrisa traviesa.

"Algo me dice que este partido será memorable." Murmuró Alicia.

"Por supuesto que sí, mi querida Alicia. Si es necesario nos aprovecharemos de la debilidad de Slytherin." Dijo Harry, con una sonrisa parecida a la de los mellizos.

"¿Cuál es esa debilidad?" Preguntó Dean confundido.

"Ellos no tienen ni Bateadores ni Buscador de Reserva. Si sacamos a los tres del juego, el partido será una paliza." Dijo George entendiendo la debilidad a la que Harry se refería.

"Exacto, mi querido George. Eso se hará solo si juegan demasiado sucio y nuestros jugadores están en peligro. Caso contrario, ustedes dos jugarán como siempre, ¿entendido?" Dijo Harry dirigiéndose a los Bateadores con una sonrisa maléfica.

"Por supuesto que sí, mi querido Capitán." Dijo George con una inclinación.

"Estamos a tus ordenes." Dijo Fred haciendo lo mismo que su hermano.

"Párense y déjense de pavadas. Escuchen todos, planeo que este partido sea recordado por varios, varios, varios años. Si es posible, jugarán todos los Reservas, pero eso pasará si debemos usar nuestra filosofía de guerra. ¿Entendido?" Preguntó Harry.

"Sí." Dijeron todos a coro.

"Muy bien, ahora de vuelta al Castillo." Dijo el Capitán guiando a sus compañeros de vuelta al Colegio. Todos asintieron y siguieron a Harry al Castillo para el almuerzo.

****

El día del partido Harry bajó a desayunar con todo el equipo. Por primera vez desde que estaba en él, Harry comió en el desayuno, cosa que sorprendió a todos sus compañeros.

"Oye Harry, ¿qué pasó que estás comiendo hoy?" Preguntó Alicia con curiosidad sobre la manera de actuar de su Capitán, mientras comía una tostada.

"Necesito fuerzas para el partido, además hoy estoy muy tranquilo." Dijo Harry encogiéndose de hombros mientras comía cereales.

Luego del desayuno Harry instó a los jugadores a que fueran al vestuario para cambiarse rápido.

"Harry ¿dónde está tu escoba?" Preguntó Alicia mientras se cambiaban.

"Ni Ron ni Hermione las tienen tampoco." Dijo Katie, que al igual que el resto del equipo vio que los tres estaban sin escobas.

"Tenemos una sorpresa para todos." Dijo Harry y sacó de una parte escondida del vestuario las dos Saetas de Fuego y la Rayo Dorada 3000.

"¿Cuándo las consiguieron?" Preguntó Angelina impresionada por las escobas de sus compañeros de equipo.

"Sirius nos la regaló para Navidad. Decidimos que fuera una sorpresa para todos. No queríamos que los Slytherin se enteraran de esto, sobre todo de la Rayo de Harry." Explicó Ron, mientras terminaba de cambiarse la túnica del colegio por la del equipo.

"Y qué sorpresa nos dieron!" Exclamó Dean impresionado.

"Escuchen. Sabemos que podemos vencer a Slytherin," Comenzó Harry el discurso Pre-partido, "Chicas disparen y anoten todo lo que puedan. Sabemos que habrá penales de sobra en este partido." Dijo dirigiéndose a las 3 Cazadoras.

"Dalo por hecho, Harry." Dijo Katie, mientras los otras dos Cazadoras asentían.

"Fred, George, ya lo saben, quiero tácticas normales a menos que las cambie por las de guerra. Para eso esperarán mi señal." Les dijo Harry a sus Bateadores.

"Entendido." Dijeron a coro los hermanos Weasley.

"Ron, ten cuidado con las Bludger y sus Cazadores, son muy sucios." Dijo Harry dirigiéndose a su mejor amigo.

"Hecho." Fue la respuesta del pelirrojo.

"De Malfoy me ocupo yo." Dijo Harry. Luego agregó: "Manos al centro. 3... 2... 1..."

"GRYFFINDOR!" Gritó todo el equipo separando las manos y dirigiéndose al campo de juego.

"Aquí llega Gryffindor!" Exclamó Lila, la prima de Hermione. "Ron Weasley, Alicia Spinnet, Katie Bell, Angelina Jonsohn, Fred y George Weasley y Harry Potter!"

"Y aquí llega Slytherin." Dijo María, la hermana de Alicia Spinnet. "Crabbe, Goyle, Zabini, Parkinson, Puecy, Krinner y Malfoy."

Madame Hooch esperaba en el centro del campo con las pelotas de Quidditch a ambos equipos, que se alinearon tras sus capitanes.

"Quiero un partido limpio por parte de todos." Dijo la referí, aunque parecía dirigirse más que nada a los de Slytherin. "Capitanes, dense la mano." Ordenó a Harry y Malfoy.

Ambos Capitanes hicieron esto enviándose miradas de odio, aunque la de Malfoy tenía envidia al reconocer la escoba de Harry.

Este detalle había sido visto por todos en el estadio, y Lee describía detalladamente las atribuciones de la escoba, aunque fue detenido de mayores cualidades por el clásico grito de "JORDAN!" Perteneciente a McGonagall.

"Monten las escobas y esperen mi señal!" Ordenó Hooch. "3... 2... 1...!"

"Y despegan! Katie Bell toma la Quaffle y se dirige al área de Slytherin pero es interceptada por Parkinson quien la pasa Zabini... pero pierde la Quaffle y esta es tomada por Spinnet. Va a lanzar... ESO ES FALTA TRAMPOSO!" Gritó Lee cuando Crabbe le lanzó una Bludger que le dio a Alicia en las costillas.

McGonagall no hizo comentarios de esto. Lila, por su parte, tuvo que contener a María para que no insultara al Bateador por el ataque a su hermana.

"Penal para Gryffindor por ataque a sus Cazadora!" Bramó Madame Hooch. El penal fue lanzado por Katie quien anotó y puso a Gryffindor adelante por 10 a 0.

Una hora después el partido era una guerra campal. A Katie, Crabbe casi le rompió tres costillas con una Bludger. Además varios jugadores de Gryffindor habían recibido golpes de todos los jugadores de Slytherin. Gracias a esto, Gryffindor ganaba por 120 a 30.

En un momento Harry vio la Snitch y se lanzó en picada, seguido de cerca por Malfoy. Cuando estaba por atraparla, un bate lo golpeó en el brazo, rompiéndoselo. Esto produjo un inmenso dolor en Harry y que perdiera de vista la Snitch.

"Penal para Gryffindor!" Gritó furiosa Madame Hooch, mientras se lanzaba a gritarle varias cosas a Crabbe.

"Madame Hooch, tiempo fuera!" Gritó Harry, agarrándose el brazo que le dolía..

"¿Cómo está el brazo, Harry?" Preguntó Ron, preocupado por el brazo de su amigo, cuando el equipo se apiñó en el suelo.

"Lo más probable es que lo tenga roto." Dijo antes de dirigirse a los mellizos: "Fred, George, quiero a Crabbe y Goyle en la enfermería. Me importa un comino como lo hagan, pero lo quiero hecho en media hora, ¿entendido?" Agregó seriamente.

"En 10 minutos lo tendremos hecho." Dijeron con una sonrisa diabólica los dos Weasley.

"Katie, Alicia ¿cómo están sus costillas?" Preguntó Harry dirigiéndose a las 2 Cazadoras golpeadas por las Bludgers.

"No muy bien, no creo que pueda aguantar demasiado tiempo más, Harry." Dijo Katie, que tenía señales de dolor.

"No me duelen en absoluto, Harry. Puedo seguir sin problemas." Dijo Alicia, dándole una mirada confiada al Buscador.

"En media hora haré entrar a todos los Reservas. Para ese momento, Malfoy estará en la enfermería también, se los aseguro." Dijo Harry, sonriendo con malicia. Luego se dirigió a Madame Hooch. "Estamos listos para seguir." Antes de despegar nuevamente.

Fiel a sus palabras, los mellizos tardaron 5 minutos en enviar a los Bateadores de Slytherin a la enfermería inconscientes, luego de una caída de 10 metros desde sus escobas. Con esto Gryffindor no tardó demasiado en aumentar su puntaje a 250 contra 40 de Slytherin.

"Ahora le toca a Malfoy." Pensó Harry mientras se lanzaba en picada, dando señales de haber visto supuestamente a la Snitch dorada.

Malfoy lo siguió, y Harry redujo la velocidad de su escoba para que los dos estén cabeza a cabeza. Luego de ponerse horizontalmente, Harry se dirigió al lugar donde tenía preparado tenderle la trampa al rubio de Slytherin. Este no se había dado cuenta de esto y continuaba persiguiéndolo, sin tener idea de su destino.

Cuándo faltaba medio metro para llegar a las gradas, donde estaban los de Slytherin, Harry se elevó, justo a tiempo para escuchar un gran KRASH!

Girando para ver que había sido el ruido, vio a Malfoy estrellado contra las gradas, con sus brazos y piernas en una posición bastante dolorosa. Al lado suyo estaban los restos de la Saeta de Fuego, que había sido reducida a pedacitos de madera.

"Guau! Solía creer que el Amago de Wronski era peligroso, pero eso lo supera a todo lo que he visto! Ahora Slytherin contará sin sus Bateadores ni con su Buscador!" Exclamó feliz Lee.

Harry llamó a un tiempo muerto, en el que hizo entrar a los jugadores de Reserva. Quería que jugaran todos, mientras los Titulares se recuperaban de sus heridas.

Harry se hizo un hechizo para curarse el brazo roto. Le salió perfecto y luego de un rato podía moverlo normalmente.

Madame Pomfrey le curó a Katie sus costillas, aunque le recomendó que no jugara de nuevo ese día. Katie asintió, aunque no le gustaba tener que descansar si podía volver a entrar en el juego más tarde.

Alicia, como le había dicho a Harry, tenía las costillas bien. Podría seguir jugando sin problema alguno cuando los titulares regresaran al campo de juego.

Luego de casi tres horas y media de juego, la diferencia era de 620 a 40 a favor de Gryffindor, una verdadera paliza y humillación para Slytherin.

En ese momento, Harry decidió hacer entrar nuevamente a los titulares para jugar. Hermione jugaría en reemplazo de Katie. Ella era la única Cazadora de Reserva que no había jugado en el partido contra Hufflepuff, y Harry quería que siguiera en el campo un poco más.

Harry le dio ordenes a sus Cazadoras de anotar hasta que el resultado llegara a 850 puntos a su favor. Quería que el resultado final fuera de 1000 puntos favor de Gryffindor.

Para eso, le había dicho a Alexandra Smith, la Buscadora de Reserva, que aunque viera la Snitch, que no la atrapara, que él lo haría. Esta orden fue seguida al pie de la letra y Alexandra se dedicó todo el tiempo a sobrevolar el campo de juego viendo a sus compañeros.

Una hora después de que regresara al campo el equipo titular, Gryffindor había alcanzado los 850 puntos. En ese momento, Harry vio la Snitch y se lanzó en su persecución, atrapándola fácilmente cerca de la grada donde estaban los de Hufflepuff. Luego de atraparla, elevó el brazo donde la tenía para que todos lo vieran.

"¡Gryffindor Gana!" Exclamó Madame Hooch haciendo sonar su silbato, indicando el final del partido.

"¡En la mayor derrota de Slytherin en Quidditch desde la fundación del Colegio, Gryffindor gana por 1000 a 40! ¡Una verdadera paliza de los Leones a las Serpientes!" Exclamó Lee, al tiempo que Harry era abrazado por sus compañeros de equipo en el suelo del campo.

"¡FIESTA EN LA TORRE GRYFFINDOR!" Gritaron los mellizos que sonreían de oreja a oreja.

De esa manera, toda la casa Gryffindor regresó al Colegio para festejar la peor humillación de Slytherin en Quidditch de toda la Historia.

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Los mellizos nuevamente se escaparon a Hogsmeade y regresaron con dulces y varias jarras de cerveza de manteca. También, le había pedido a los elfos domésticos que les mandaran comida a la Torre. Al igual que después del partido contra Hufflepuff, ninguno de los Gryffindor iría al Gran Salón para la cena. Parvati volvió a prestar su radio, para que hubiera música en la fiesta.

Cerca de las 23.00, los alumnos de Primero y Segundo Año fueron a dormirse. En ese momento, los Prefectos lanzaron encantamientos silenciadores en la Sala Común y en los pasillos cercanos a la entrada a la Torre Gryffindor.

Para poder alargar la fiesta lo más posible y que McGonagall no se las acabara, cambiaron la contraseña de la Torre.

"Igualmente, el lunes la íbamos a cambiar." Se excusó Alicia encogiéndose de hombros cuando un alumno de Tercero preguntó la razón del cambio.

La nueva contraseña sería "Serpientes Humilladas", en recordatorio al partido que había pasado.

Todos los alumnos de quinto año para arriba continuaron la fiesta toda la noche.

Al llegar la hora del desayuno decidieron bajar antes de irse a acostar. Al menos dormirían con el estómago lleno.

"Buenos días a todos." Dijo seriamente McGonagall, cuando el grupo se sentó a la mesa. A su lado estaba Dumbledore.

"Querrá decir buenas noches, Profesora. Ninguno de nosotros se acostó todavía." Dijo Alicia, señalando a sus compañeros de desayuno mientras contenía un bostezo.

"¿Me quieren decir que la fiesta de anoche terminó hace unos minutos?" Preguntó sorprendida e incrédula su Jefa de Casa, sin creer del todo lo que le acababa de decir la Cazadora.

"Así es. Antes de que nos olvidemos, la nueva contraseña de la Torre es "Serpientes Humilladas." Decidimos hacer el cambio dos días antes de lo previsto, Profesora." Dijo Hermione sonriendo, mientras comía una tostada.

"Me di cuenta del cambio a las 3 de la mañana al querer entrar en la Torre Gryffindor. Gracias por el aviso de la nueva contraseña, Srta. Granger." Dijo McGonagall sarcásticamente.

"Para servirle, Profesora." Dijo Hermione con una sonrisa.

"Felicitaciones por el partido. Ahora podré ridiculizar por un tiempo largo al Profesor Snape con esto." Dijo la Profesora de Transformaciones con una sonrisa.

"A nosotros también nos encantó el resultado, Profesora. Por cierto, ¿qué pasó con Malfoy y sus dos gorilas?" Preguntó Harry con una sonrisa malévola, a la que el resto de la Casa y del equipo estaban acostumbrados últimamente.

"Los señores Malfoy, Crabbe y Goyle tienen algunos huesos rotos y tardarán algunos días en recuperarse. Espero que el estilo de juego demostrado por ustedes ayer no se vuelva a repetir en futuros juegos." Dijo seriamente Dumbledore.

"Lo que hicimos ayer, Profesor, fue la puesta en práctica de una sabia filosofía de juego de nuestro antiguo Capitán Oliver Wood en los partidos contra Slytherin." Informó Fred con una sonrisa diabólica, mientras comía cereales.

"¿Cuál es esa filosofía, Sr. Weasley?" Preguntó el Director con curiosidad.

"En un partido de Quidditch entre Gryffindor y Slytherin no gana el más apto, sino el más salvaje. Esa es la filosofía de guerra en Gryffindor. En este caso, fuimos nosotros los más salvajes." Respondió Harry con una sonrisa maléfica.

"Muy buena filosofía de juego, aunque peligrosa. Pero creo que Madame Hooch no estará muy contenta con ella." Dijo divertido Dumbledore.

"No se preocupe, Profesor, solo la utilizamos en los partidos contra Slytherin." Respondió Harry mientras desayunaba.

"Los dejaremos desayunar tranquilos, para que luego descansen. Les aviso que mañana todos deberán asistir a clase sin falta." Dijo con severidad McGonagall, antes de ir a la mesa de Profesores con una gran sonrisa en la boca.

Luego de media hora todos los Gryffindors que había estado en la fiesta hasta el final de ella y habían bajado al desayuno, se dirigieron a sus habitaciones para dormir todo el día. Decidieron dejar un cartel del lado de adentro del retrato con la nueva contraseña, por si alguien no la había escuchado, o no se había enterado del cambio.

Cuando Harry se acostó eran ya las 8.30 de la mañana. Tardó solo 5 minutos en quedarse dormido, con una gran sonrisa en su boca.