Capítulo uno
La extranjera
Ya era primero de Septiembre. Harry llegó a King´s Cross. Atravesó la barrera que separa a la plataforma 9 y 10, entró en la plataforma 9 ¾ y se metió en el tren. Como Ron y Hermione no habían llegado, Harry se sentó a esperarlos. A los 5 minutos entraron. - ¡Hola Harry! - exclamó Ron - ¡Hola! - saludó Hermione - Hola - dijo Harry - ¿Preparados para las MHB´s? - preguntó Hermione - Eh... eso creo - dijo Ron dudoso En ese momento, se abrió la puerta del compartimiento y apareció una chica. Era de la misma edad que Harry (o eso parecía). Tenía el pelo castaño y ondulado y los ojos eran una mezcla de marrón y verde brillante. Parecía muy tímida. Bajó la cabeza junto con la mirada y se empezó a ondular el cabello (aunque ya lo tenía bastante) Harry, Ron y Hermione la estaban mirando ansiosos, a ver que era lo que quería. La chica, en cambio, seguía quieta. Ron que ya no podía esperar más, habló. - ¿Necesitas algo? - Subió la cabeza. No sabía si contestar o no. Estaba muy nerviosa y parecía a punto de empezar a temblar. Miró a Ron. Éste le sonrió. Le devolvió la sonrisa. - Eh... sí. Eh... quisiera saber si me puedo sentar aquí. El resto del tren está ocupado - contestó la chica señalando el asiento vacío al lado de Hermione - Claro, no hay problema - le dijo ésta - Perdonen, no me presenté. Soy Annie Mc Kenzee tengo 15 años y empiezo Hogwarts - explicó - Yo soy Hermione Granger - dijo estrechando su mano con la de Annie - Yo me llamo Ron Weasley - comentó - Yo soy Harry Potter - contó - ¿Harry Potter? - dijo Annie entusiasmada - Eh... sí, ¿Por qué empiezas Hogwarts ahora? - quiso saber Harry - Durante los tiempos del Innombrable, estuve viviendo en la Argentina y estudiando en el colegio Internacional de magia y hechicería. Luego nos volvimos. La historia fue así: Estaba paseando por la calle en mis vacaciones y él descubrió mi secreto, sigo sin entender cómo lo hizo. Mi padre Thomas, mi madre Melissa y mi hermano Bryan, decidieron que lo mejor era volver aquí antes de que quemen en la hoguera o algo así. - hizo una mueca sarcástica Annie siguió hablando sobre su vida cuando se abrió la puerta del compartimiento y entró Draco Malfoy y sus enormes amigotes: Vincent Crabbe y Gregory Goyle - ¿Vienes a molestar, Malfoy? - preguntó Harry fríamente Malfoy no le hizo caso y miró a Annie. - Malfoy, mira que a Annie no le gusta que la miren - repuso Hermione Annie esperó a que Malfoy se volteé para mirar a Hermione e investigó el cabello de Malfoy. Malfoy se fue. - ¿Quién es ese chico tan patético? ¡Creo que se le fue la mano con el gel! - bromeó Annie entre risas - Draco Malfoy. De verdad es patético. Su padre es un mortífago. Se pasaron de nuestro lado negándolo todo cuando El Innombrable fue derrotado. ¡Pura Basura! ¡Siguen siendo mortífagos! - contó Ron - ¿Qué hay de los profesores? - preguntó Annie - Mc Gonagall, de Transformaciones, jefa de la casa Gryffindor, Flitwick, de Encantamientos, jefe de la casa Ravenclaw, Sprout, de Botánica, jefa de la casa Hufflepuff, Sinistra, de Astronomía, Trelawney de Adivinación, Vector, de Aritmancia, Hagrid, de Cuidado de Criaturas Mágicas, Snape, de Pociones, jefe de la casa Slytherin, y no sabemos quien de Defensa Contra las Artes Oscuras - explicó Ron - Ningún profesor dura más de un año. Dicen que la asignatura está hechizada - comentó Hermione - ¡Tuvimos cada idiota cómo profesor! El mejor de todos fue Lupin, en tercer año. En primero, tuvimos a Quirrell, que resultaba ser un partidario de Voldemort - contó Harry sin darse cuenta a quien estaba nombrando
Annie empalideció.
- Después Lockhart, que resultó ser un falso. ¿Lo conoces? ¿El famoso Lockhart? - preguntó Annie asintió. - Bueno. Iba, entrevistaba a la gente que hacía las aventuras, les ponía un hechizo desmemorizante y luego escribía las aventuras, diciendo que las hacía él - explicó - En tercero, Lupin, y en cuarto, Ojoloco Moody, que resultó ser el hijo de Barty Crouch, otro partidario de Voldemort - siguió - ¿Qué hay de las casas? - inquirió Annie muy interesada - Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin. Dicen que en Hufflepuff están todos los inútiles, Slytherin, es la casa de donde salen todos los magos y hechiceras tenebrosos, en cuanto a Gryffindor y Ravenclaw, no hay nada malo - dijo Hermione moviendo los pies - ¡Yo quiero ir a Gryffindor! - exclamó Annie - Nosotros estamos ahí - contó Harry La puerta del compartimiento se abrió y apareció la señora gorda del carrito. - ¿Quieren algo? - ofreció Harry, Ron y Hermione vaciaron sus bolsillos y no salieron ni moscas. Annie, en cambio, sacó un bolso dorado decorado con estrellas plateadas, de ahí sacó bastantes monedas y dijo. - Deme todo lo del carrito. Por cuatro - Harry, Ron y Hermione se quedaron atónitos. Annie le pagó a la señora del carrito y repartió todas las cosas. Ron abrió su rana de chocolate y se desilusionó al ver que la figurita que le había tocado ya la tenía. Miró la figurita de Annie, a la que le había tocado Agripa. - ¡Tienes a Agripa! ¡A mí nunca me toca! - gritó - Toma - dijo alcanzándosela - Tengo cientos de ellas - Ron no lo podía creer. Tomó la figurita sin pronunciar palabra. Se pasaron el resto del viaje comiendo los dulces que Annie había comprado.
Ya era primero de Septiembre. Harry llegó a King´s Cross. Atravesó la barrera que separa a la plataforma 9 y 10, entró en la plataforma 9 ¾ y se metió en el tren. Como Ron y Hermione no habían llegado, Harry se sentó a esperarlos. A los 5 minutos entraron. - ¡Hola Harry! - exclamó Ron - ¡Hola! - saludó Hermione - Hola - dijo Harry - ¿Preparados para las MHB´s? - preguntó Hermione - Eh... eso creo - dijo Ron dudoso En ese momento, se abrió la puerta del compartimiento y apareció una chica. Era de la misma edad que Harry (o eso parecía). Tenía el pelo castaño y ondulado y los ojos eran una mezcla de marrón y verde brillante. Parecía muy tímida. Bajó la cabeza junto con la mirada y se empezó a ondular el cabello (aunque ya lo tenía bastante) Harry, Ron y Hermione la estaban mirando ansiosos, a ver que era lo que quería. La chica, en cambio, seguía quieta. Ron que ya no podía esperar más, habló. - ¿Necesitas algo? - Subió la cabeza. No sabía si contestar o no. Estaba muy nerviosa y parecía a punto de empezar a temblar. Miró a Ron. Éste le sonrió. Le devolvió la sonrisa. - Eh... sí. Eh... quisiera saber si me puedo sentar aquí. El resto del tren está ocupado - contestó la chica señalando el asiento vacío al lado de Hermione - Claro, no hay problema - le dijo ésta - Perdonen, no me presenté. Soy Annie Mc Kenzee tengo 15 años y empiezo Hogwarts - explicó - Yo soy Hermione Granger - dijo estrechando su mano con la de Annie - Yo me llamo Ron Weasley - comentó - Yo soy Harry Potter - contó - ¿Harry Potter? - dijo Annie entusiasmada - Eh... sí, ¿Por qué empiezas Hogwarts ahora? - quiso saber Harry - Durante los tiempos del Innombrable, estuve viviendo en la Argentina y estudiando en el colegio Internacional de magia y hechicería. Luego nos volvimos. La historia fue así: Estaba paseando por la calle en mis vacaciones y él descubrió mi secreto, sigo sin entender cómo lo hizo. Mi padre Thomas, mi madre Melissa y mi hermano Bryan, decidieron que lo mejor era volver aquí antes de que quemen en la hoguera o algo así. - hizo una mueca sarcástica Annie siguió hablando sobre su vida cuando se abrió la puerta del compartimiento y entró Draco Malfoy y sus enormes amigotes: Vincent Crabbe y Gregory Goyle - ¿Vienes a molestar, Malfoy? - preguntó Harry fríamente Malfoy no le hizo caso y miró a Annie. - Malfoy, mira que a Annie no le gusta que la miren - repuso Hermione Annie esperó a que Malfoy se volteé para mirar a Hermione e investigó el cabello de Malfoy. Malfoy se fue. - ¿Quién es ese chico tan patético? ¡Creo que se le fue la mano con el gel! - bromeó Annie entre risas - Draco Malfoy. De verdad es patético. Su padre es un mortífago. Se pasaron de nuestro lado negándolo todo cuando El Innombrable fue derrotado. ¡Pura Basura! ¡Siguen siendo mortífagos! - contó Ron - ¿Qué hay de los profesores? - preguntó Annie - Mc Gonagall, de Transformaciones, jefa de la casa Gryffindor, Flitwick, de Encantamientos, jefe de la casa Ravenclaw, Sprout, de Botánica, jefa de la casa Hufflepuff, Sinistra, de Astronomía, Trelawney de Adivinación, Vector, de Aritmancia, Hagrid, de Cuidado de Criaturas Mágicas, Snape, de Pociones, jefe de la casa Slytherin, y no sabemos quien de Defensa Contra las Artes Oscuras - explicó Ron - Ningún profesor dura más de un año. Dicen que la asignatura está hechizada - comentó Hermione - ¡Tuvimos cada idiota cómo profesor! El mejor de todos fue Lupin, en tercer año. En primero, tuvimos a Quirrell, que resultaba ser un partidario de Voldemort - contó Harry sin darse cuenta a quien estaba nombrando
Annie empalideció.
- Después Lockhart, que resultó ser un falso. ¿Lo conoces? ¿El famoso Lockhart? - preguntó Annie asintió. - Bueno. Iba, entrevistaba a la gente que hacía las aventuras, les ponía un hechizo desmemorizante y luego escribía las aventuras, diciendo que las hacía él - explicó - En tercero, Lupin, y en cuarto, Ojoloco Moody, que resultó ser el hijo de Barty Crouch, otro partidario de Voldemort - siguió - ¿Qué hay de las casas? - inquirió Annie muy interesada - Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin. Dicen que en Hufflepuff están todos los inútiles, Slytherin, es la casa de donde salen todos los magos y hechiceras tenebrosos, en cuanto a Gryffindor y Ravenclaw, no hay nada malo - dijo Hermione moviendo los pies - ¡Yo quiero ir a Gryffindor! - exclamó Annie - Nosotros estamos ahí - contó Harry La puerta del compartimiento se abrió y apareció la señora gorda del carrito. - ¿Quieren algo? - ofreció Harry, Ron y Hermione vaciaron sus bolsillos y no salieron ni moscas. Annie, en cambio, sacó un bolso dorado decorado con estrellas plateadas, de ahí sacó bastantes monedas y dijo. - Deme todo lo del carrito. Por cuatro - Harry, Ron y Hermione se quedaron atónitos. Annie le pagó a la señora del carrito y repartió todas las cosas. Ron abrió su rana de chocolate y se desilusionó al ver que la figurita que le había tocado ya la tenía. Miró la figurita de Annie, a la que le había tocado Agripa. - ¡Tienes a Agripa! ¡A mí nunca me toca! - gritó - Toma - dijo alcanzándosela - Tengo cientos de ellas - Ron no lo podía creer. Tomó la figurita sin pronunciar palabra. Se pasaron el resto del viaje comiendo los dulces que Annie había comprado.