Capítulo tres

Annie en Hogwarts

Al día siguiente fueron al gran salón todos juntos, ayudando a Annie a no perderse. - ¡Tengo los horarios! - exclamó Ron - Harry, Hermione... - - ¡Gracias! - dijo ésta - Annie - dijo Ron entregándole su horario - Veamos... Lunes... dos de Aritmancia, dos de Cuidado de Criaturas Mágicas, dos de Pociones y dos de Encantamientos. No está mal... - observó Annie revisando cuidadosamente su horario - ¡NO! - gritó Ron, que casi escupe su desayuno - ¿Qué? - saltaron Hermione y Annie asustadas - ¡Doble Adivinación! - gritó - ¡No bromees! - dijo Harry quitándole el horario - ¡Pensé que era algo grave! - protestó Annie - ¡Lo es! - contestó Harry - ¡Deberían haber abandonado! ¡Es la decisión más inteligente! - repuso Hermione - Ron, creo que se hace tarde. Tardaremos en llegar. ¡Vamos! - le avisó Harry Ron se levantó y siguió a Harry. - ¡Adiós! - saludaron al unísono - ¡Adiós! ¡Suerte! - dijeron Hermione y Annie Harry y Ron corrieron, entraron a la clase y se sentaron. - Bienvenidos alumnos - dijo la profesora Trelawney mirándolos a todos. De repente su vista se dirigió hacia Harry - Querido, veo que sigues aquí. Si me permites ver, te ves asustado. No te preocupes, el Grim no vendrá dentro de unas pocas semanas - Lavender Brown y Parvati Patil se taparon la boca - Te da mucho ánimo - le susurró Ron Harry rió. Ron también. - ¡Oh querido! - exclamó la profesora Trelawney mirando a Ron - Tú también tienes una muerte trágica, dentro de un tiempo... sí, mi ojo interior me dice que se van a morir los dos el mismo día, a la misma hora, y en el mismo lugar - - Y mi ojo interior me dice que le falla el cerebro - murmuró Ron - ¿Qué dijiste niñito? - inquirió la profesora enojada - Que Hermione tiene razón, usted no es más que una farsante - contestó Ron tranquilamente - ¡Tú eres amigo de esa chica, no me extraña que seas igual de ignorante! - le gritó - ¡Claro, y como somos amigos! ¡Qué espera! ¡Ella fue la que me enseñó a hacer lo que voy a hacer ahora! ¡Abandono! - estalló Ron guardando todo en su mochila - ¡Somos todos amigos y nos seguimos de un lado al otro, estoy de acuerdo con Ron, también abandono! - gritó Harry Lavender Brown y Parvati Patil miraban atentas mientras murmuraban: "¡¿Cómo se atreven?!" - ¡Son dos idiotas! - explotó la profesora Trelawney - ¡No nos llame idiotas! ¡Y váyase con esa farsa de la Adivinación al diablo! - le gritó Ron - ¡Y no se olvide de llevarse a su ojo interior con usted! - agregó Harry Harry y Ron salieron corriendo de la clase de Adivinación sin poder creer lo que habían hecho. Salieron al parque y corrieron hacia la clase. Ahí se encontraron con Annie y Hermione. - Abandonamos Adivinación - le murmuró Ron a Hermione - No, ¿Enserio? - preguntó ésta muy intrigada - Enserio - dijo Ron - ¡Bien Hecho! - exclamó - ¿Y qué le dijeron? - inquirió Annie - ¡Qué se vaya con esa farsa de la Adivinación al diablo! - contestó Ron - ¡Y qué se lleve su ojo interior con ella! - agregó Harry Hermione rió y Annie sonrió. De repente entró Hagrid y se quedó mirándolos. - ¿Cuatro? - preguntó - ¿Cuatro qué? - preguntó Harry confundido - ¡Cuatro! ¡Ahora son cuatro! ¡Cuatro chicos! - exclamó Hagrid - ¡Ah! ¡Claro! Soy Annie Mc Kenzee tengo 15 años y empiezo 5to año en Hogwarts - explicó Annie Hagrid puso una cara de asombro. Abrió la boca para decir algo pero Annie fue más rápida. - ¿Por qué ahora verdad? - Hagrid asintió. - Estuve viviendo 6 años en otro país pero volví y aquí estoy - contó Annie - Ah, yo soy Rubeus Hagrid y soy guardabosques y profesor de Hogwarts. Es un gusto conocerte - dijo Hagrid La clase empezó a entrar y ocupar los lugares. Hagrid se puso en el frente. - Bien clase, hoy veremos las arañas - comentó Hagrid Ron se estremeció. Ron le tenía fobia a las arañas. - Las arañas no son criaturas mágicas pero las veremos igual - siguió Hagrid - Los separaré en grupos de a dos y tendrán que trabajar con una - Hagrid empezó a separar. A Harry le tocó con Dean Thomas, a Ron le tocó con Annie y a Hermione le tocó con Seamus Finnigan. - Ahora, investiguen la araña y tomen nota. Luego hagan un informe - explicó Hagrid repartiendo arañas - ¿Te-Te-Tenemos que investigar esto? - tartamudeó Ron aterrorizado mientras se alejaba de la mesa - Me temo que sí Ron. Si quieres yo la toco y la investigo y tú tomas nota. Luego hacemos el informe los dos - lo calmó Annie - Pero yo la toco sólo si Hagrid me da uno de esos pares de guantes que está repartiendo - agregó mirando la araña con asco - Gracias. Tengo aracnofobia. Cuando era chico, mis hermano convirtió mi osito de peluche en una araña gigante por que yo sin querer le rompí su escoba de juguete - murmuró Ron Malfoy, que estaba en la mesa de adelante, se dio vuelta. - ¿Jugabas con ositos de peluche, Weasley? - preguntó entre risas - ¿Cuánto tiempo tuvo que ahorrar tu familia para comprarte uno? ¿Un siglo? - - Cállate - le reprochó Annie fríamente - ¡Ah, Mc Kenzee! ¿Tú también jugabas con ositos de peluche? - se burló Malfoy - ¡Piérdete, Malfoy! - repuso - ¿Por qué debo hacerlo? - la desafió Malfoy - Tomen, sus guantes - dijo Hagrid que estaba detrás de ellos Malfoy se sobresaltó. Annie tomó los guantes. Harry miró a Ron y le sonrió. Éste miró a Malfoy y lo burló en voz baja. Harry volvió a sonreír y se volteó. Dean investigaba y él escribía lo cual era un alivio ya que investigar el cuerpo una araña era asqueroso. Lo hacía muy bien, pero en la otra mesa, Seamus tenía problemas. - ¡Ay! ¡Casi agarra mi dedo! ¡Pon eso! ¡A las arañas les gusta agarrar los dedos de la gente para comérselos como cena! - exclamaba tratando de sacarse la araña del dedo - ¡Me está mirando con sus cinco ojos! ¡Maldito insecto! - - ¡Las arañas no son insectos, no cenan dedos y no tienen cinco ojos! - le corregía Hermione cansada A Ron tampoco le iba muy bien. Se paraba inquieto y empezaba a molestar. - ¡No! ¡Ahí no! ¡¿Mira si no le gusta que le toquen ahí se enoja y nos ataca?! - gritaba mientras se movía inquieto La araña, que estaba patas arriba, se dio vuelta y miró a Annie y a Ron. - ¡Mira! ¡Está lista para atacar! ¡Hazle cosquillas así se ríe y se olvida de nosotros! - seguía gritando Ron apretándose las manos - No creo que le gusten las cosquillas ¿O sí? Y deja de pararte, me pones nerviosa - le dijo Annie - ¡Su mano! - gritaba Seamus - ¡No tienen manos! - le corregía Hermione - ¡Qué asco! - chillaba Pansy Parkinson, una chica de Slytherin muy molesta - Hagrid, necesito ayuda. Mi araña.... necesito hacerle un hechizo... - decía Neville Longbottom, un chico de cara redonda y muy despistado mientras tiraba a Hagrid de la ropa - ¿Qué tal si se van a almorzar y dejamos esto para otro día? - preguntó Hagrid sin hacerle caso a Neville Al decir esto, hubo una explosión. Fue la araña de Neville. Patas de araña volaron por todas partes. Una cayó en frente de Ron, que se quedó congelado, otra en el cabello de Lavender Brown, que se desmayó, y otra en la mano de Malfoy, que gritó. - ¡Neville! - suspiró Hermione - ¿Estás bien? - agregó mirando su negro rostro - ¿Por qué la hiciste explotar? - - Vayan a almorzar mientras yo llevo a Neville y a Lavender a la enfermería - explicó Hagrid Todos salieron de la cabaña de Hagrid hablando sobre lo que pasó. - ¿Vieron la cara del idiota al explotar la araña? ¡Cuándo las patas empezaron a volar por todas partes! ¡Se estremeció! - reía Malfoy - Tú, Malfoy, no eras tan agrandado cuando te cayó la pata en tu mano. Más bien, tenías miedo. ¿Qué pasó con el grito? - repuso Parvati Patil - ¡Por lo menos no me desmayé como esa tonta de Brown y como Potter cuando ve un dementor! - contestó Parvati le sacó la lengua a escondidas. Todos almorzaron en silencio y luego, cuando era la hora de pociones, salieron con tiempo justo, pero estaban tan cansados, que llegaron tarde. - Tarde Potter, Weasley, Granger y... Mc Kenzee - gruñó Snape al verlos llegar - 5 puntos menos para Gryffindor - Ron abrió la boca para contestar, pero Harry lo miró muy serio - Decía antes de ser interrumpido, que veremos la poción Multijugos - explicó Snape - ¡Ay eso ya lo vi hace años! - murmuró Annie Snape la escuchó. - ¿Quién es el profesor Mc Kenzee? - gritó - Usted - murmuró Annie - ¡Entonces yo soy el que decide que estudiamos! ¡Y si tienes un problema con mi forma de dar clase, te ruego que te retires en este mismo instante! - ladró Annie no se movió. - ¡20 puntos menos para Gryffindor! - bramó - Pero... Pero... - murmuró Annie - ¡Y si vuelvo a escucharte hablar mal de mi clase, serán más! - gritó Pansy Parkinson rió entre dientes. Así Snape siguió explicando cosas sobre la poción Multijugos. Annie se apoyó sobre el banco y casi se duerme. - Ya lo vi, así que, me dormiré una siesta - repuso - De tarea... - anotó Snape Hubo murmullos y negaciones. - De tarea, un informe. Mínimo 2 pergaminos - siguió - No les costará nada si prestaron atención en clase - sus fríos ojos negros se fijaron en Annie Todos salieron de las mazmorras. - ¡Dos pergaminos! - se quejó Ron - Ron, ya sabemos un montón - lo tranquilizó Hermione - ¡Sí, pero dos pergaminos! ¿Sabes lo qué es eso? - protestaba Ron - La poción Multijugos ya me la sé de memoria, te ayudo - le dijo Annie - También saquemos el libro - propuso Harry - Está en la sección prohibida y necesitamos la nota de un profesor. No tenemos al imbécil (Lockhart) y no creo que otra persona nos firme la nota - dijo Ron inteligentemente Hermione lo miró con odio. - ¡Lockhart no es ningún imbécil! - repuso - ¡Sí lo es! ¡No sabe ni cómo se llama! - gritó Ron - ¡Dejen de discutir! ¡Tengo la solución! ¡Lupin! - saltó Harry - ¡Por ahí nos deja, es un genio! - - ¡Encantamientos! ¡Llegaremos tarde! - gritó Hermione mirando su reloj Corrieron a la sala del profesor Flitwick y por suerte, no llegaron tarde. - Estamos practicando Rictusempra - explicó Flitwick - Deberán hacérselo a estas ratitas. Si les sale bien, las ratitas se tirarán al piso y se agarraran el estómago - Apoyó ratas en los bancos. - ¡Rictesumpra! - gritó Ron golpeando la rata con la varita - ¡Ron! ¡La vas a matar, además es Rictusempra no Rictesumpra! ¡Lo estás diciendo al revés! ¡Mira esto! ¡Rictusempra! - exclamó Annie Su ratita se agarró el estómago y se tiró al piso. Todos rieron. - ¡Muy bien Mc Kenzee! - la felicitó Flitwick - ¡Observen! ¡Esto es lo que tiene que hacer la ratita! - Hermione aplaudió. Aunque ella no fue la primera en lograr buenos resultados (como era siempre), estaba contenta porque por lo menos fue Annie. Al sonar la campana, fueron a visitar a Lupin. - ¡Hola! - saludó éste al verlos llegar - ¡Hola profesor! - contestó Harry - Eh... ¿La conoce? - interrogó señalando a Annie - Sí. Me contó Mc Gonagall y también la vi en el banquete - dijo - Veníamos a verte para pedirte si nos firmarías una nota para sacar un libro de la Sección Prohibida - dijo Harry - ¿Un libro de la sección prohibida? ¿Cuál? - preguntó - Las pociones más potentes - contestó Hermione rápidamente - ¿Y se puede saber para qué? - inquirió dudoso - Un trabajo de pociones - gruñó Ron poniendo cara de asco - Snape - murmuró agarrando la nota que Hermione tenía en la mano - No sé, me pueden estar mintiendo - Lo miraron con cara de ángeles. - Está bien - dijo firmando la nota - Aquí tienen - - Gracias - exclamó Ron - ¡De nada! ¡Y vengan a verme más seguido! - Se despidieron de Lupin y caminaron hacia la biblioteca. Sacaron el libro, fueron a la sala común de Gryffindor y empezaron a trabajar. Al tiempo: - Terminé - dijo Annie - ¿Cuántos pergaminos? - preguntó Ron - Cuatro - contestó - Yo también terminé - contó Hermione - Yo... también - dijo Harry - Y... ¡Listo! - exclamó Ron - ¡Vamos! ¡Ya es la hora de la cena! - avisó Annie Bajaron a cenar. - Si que hay cosas ricas - dijo Annie saboreando todo La cena estaba tan rica que nadie hablaba. Cuando terminó, subieron a la sala común y se fueron a dormir.