1 No todo es lo que parece ser
Por: Polgara
2 Capitulo #1: la vida no es nada
La vida no es nada, ¿saben? Solo esta para hacernos sufrir, para sufrir por las personas que queremos, o para que ellas nos hagan sufrir, entre mas quieras a alguien y más ganas tengas de vivir, peor te pagan, ¿sabes por que? Por que asà es la vida, una carrera en la cual, entre mas lejos quieras llegar, más rápido caes y.....
Hace poco me paso, tenÃa una hermosa relación, con la persona a la que verdaderamente amo, ¿amo? No, odio, lo odio, lo odio por que al saber cuanto lo amaba me clavo un puñal por la espalda, por que al saber que daba mi vida por él, se confió, creyó que no iba a quitarme el vendaje de los ojos e iba a ver lo que sucedÃa, lo que me estaba haciendo.
Ese fue mi peor dia, no deseo ni que él lo tenga que vivir y soportar, parecÃa el dia perfecto, de esos que por nada del mundo se pueden arruinar, pero ya ves, todo sucede cuando menos lo quieres y esperas.
Cómo dije antes, era un dia perfecto, con un radiante sol, que hacia que la nieve brillara, ¿frió? No, el aire era cálido, y por mas viento y nieve que hubiera, el sol, tan radiante y potente brillaba para calentar hasta las mazmorras, faltaba poco para la primavera, pero los pájaros ya cantaban y las mariposas ya salÃan de sus capullos.
Me levante, me arregle lo más rápido que pude para salir a disfrutar de ese hermoso dia de invierno, pero mejor me hubiera quedado adentro, con mis amigos Gryffindor, disfrutando del fuego de la chimenea de la sala común, pero no, tenia que salir, ¿por qué? No sé, solo tenÃa que salir.
Estaba irradiando felicidad, era la persona más feliz del mundo, el dia era perfecto, mis amigos eran perfectos, mi pareja era perfecta, mi vida era perfecta, o al menos eso sentÃa y creÃa.
Pero no, el dia no podÃa ser perfecto, ¿o sÃ? Era imposible vivir un dia de invierno sin un solo escalofrÃo y sin tener tus manos, orejas y nariz congeladas.
Y estaba en lo correcto, eran aproximadamente las 10:00 a.m. y estaba ansiosa de poder compartir ese dia con ese ser especial, con esa persona a la que amo, ¿qué? Quiero decir, amaba, ese era mi deseo, vivir para siempre ese dia con él, con la única persona que me a hecho sentir asÃ, como si mil mariposas revolotearan en mi estomago cada vez que le veÃa, como si mi corazón se fuera cada vez que me abrazara y como si el tiempo se parara cada vez que me besaba.
Estarán pensando, ¿quién es esta y a que se refiere? Bueno, esta bien, le contare todo tal y como lo recuerdo.
Después de salir de mi habitación, fui al gran comedor a buscarlo, querÃa que me acompañara a dar una vuelta por los alrededores del colegio, pero no lo encontré, seguro aun estaba durmiendo, estábamos en vacaciones y con lo mucho que duerme, seguro que allà estará, pensé.
Decidà salir, por la tarde nos verÃamos, seguro que asà seria, me puse la capa que llevaba en mis manos y salÃ, vi como las copas de los árboles estaban cubiertas de nieve, como las mariposas revoloteaban en el aire y el gran lago congelado.
Me senté un momento a mirarlo, realmente se veÃa hermoso, recordé aquella noche, la más feliz de mi vida, en la que le pude confesar mi amor hacia él y fue correspondido, suspire, realmente habÃa sido hermoso todo el tiempo que habÃamos pasado juntos, cada uno distintos, pero realmente especiales.
Me levante, querÃa recorrer todos los alrededores del colegio e ir a aquel árbol, en el cual habÃamos pasado muchos tiempos a solas, lejos del colegio, los profesores y hasta de los amigos, esos momentos en los que solo eran de nosotros y para nosotros, para nadie más.
Cuando m estaba acercando al gran árbol, vi como una pareja se besaba, muy apasionados, pero sin nada de amor, eso se podÃa ver a primera vista, decidà alejarme, pero cuando tome esa decisión, ya estaba tan cerca de ellos que los pude reconocer. Sentà una pequeña pero dolorosa punzada en el corazón, ahà estaba, la persona especial, el amor de mi vida, mi novio, besándose con una persona que no era yo, sentà como mis lagrimas salÃan rebeldemente de mis ojos y caÃan por mis mejillas, querÃa salir de allÃ, irme corriendo dejándolos solos, terminar con lo que empezaron, pero de nuevo fue muy tarde, mis palabras salieron de mis labios, con el dolor y odio que sentÃa en ese momento
-te odio, ¿me escuchaste?, te odio Draco Malfoy- para cuando termine de decir eso, los dos me miraban, ella con una sonrisa de triunfo y él con temor en sus ojos, salà corriendo, me querÃa alejar de él, cosa que el no querÃa, ya que me siguió hasta que paro, sabia que no me podÃa alcanzar, asà que grito
-lo siento, de verdad lo siento, no te vayas, Ginny, yo te amo- esas palabras me afectaron aun más, ahora estaba confundida, querÃa ir allá y pegarle con todas mis fuerzas, pero a la vez querÃa ir allá, donde el se encontraba y darle el beso mas tierno y pedirle que me dijera que eso que vi no era verdad, que era una de sus acostumbradas bromas. Me quede allà parada, analizando todo lo ocurrido, era imposible que él, el Draco que yo conocÃa me hubiera hecho eso.
Después, llegue al castillo, y aun con lagrimas resbalándose por mis mejillas, corrà por los corredores, querÃa estar sola, asà que me dirigà hacia la torre norte de astronomÃa, totalmente restringida, allà nadie me molestarÃa, solo los prefectos podÃan estar allà y dudo mucho que ese dia estuvieran dando detenciones.
Cuando llegue, me senté en el borde de ella, a mirar como ahora empezaba a nevar y como una gran nube gris tapaba el sol impidiéndole calentar, era mejor asÃ, él frió me consolaba mas, él frió compartÃa mi tristeza, sentà como alguien se acercaba corriendo hacia allÃ, asà que decidà usar un hechizo para cerrar la puerta, no querÃa ser interrumpida, menos por él, por que sabia que era el, lo sabia.
-tenemos que hablar Ginny, abre la puerta amor- me dijo, sentà como se me ponÃa la piel de gallina, querÃa abrirle y dejarle explicar, pero no, era un cÃnico, ¿amor? Al amor no se le hace eso, no si es verdadero, asà que no abrÃ, ni conteste.
-por favor, tenemos que hablar, tengo que explicarte, déjame entrar ¿quieres?- de nuevo se quedo sin respuesta y después de varios intentos, se dio por vencido y se fue.
Era absurdo, como hace menos de una hora me sentÃa la mujer más feliz y afortunada del universo y ahora, era la pobre ilusa que se creyó amada y que amo a quien no la merecÃa.
Por: Polgara
2 Capitulo #1: la vida no es nada
La vida no es nada, ¿saben? Solo esta para hacernos sufrir, para sufrir por las personas que queremos, o para que ellas nos hagan sufrir, entre mas quieras a alguien y más ganas tengas de vivir, peor te pagan, ¿sabes por que? Por que asà es la vida, una carrera en la cual, entre mas lejos quieras llegar, más rápido caes y.....
Hace poco me paso, tenÃa una hermosa relación, con la persona a la que verdaderamente amo, ¿amo? No, odio, lo odio, lo odio por que al saber cuanto lo amaba me clavo un puñal por la espalda, por que al saber que daba mi vida por él, se confió, creyó que no iba a quitarme el vendaje de los ojos e iba a ver lo que sucedÃa, lo que me estaba haciendo.
Ese fue mi peor dia, no deseo ni que él lo tenga que vivir y soportar, parecÃa el dia perfecto, de esos que por nada del mundo se pueden arruinar, pero ya ves, todo sucede cuando menos lo quieres y esperas.
Cómo dije antes, era un dia perfecto, con un radiante sol, que hacia que la nieve brillara, ¿frió? No, el aire era cálido, y por mas viento y nieve que hubiera, el sol, tan radiante y potente brillaba para calentar hasta las mazmorras, faltaba poco para la primavera, pero los pájaros ya cantaban y las mariposas ya salÃan de sus capullos.
Me levante, me arregle lo más rápido que pude para salir a disfrutar de ese hermoso dia de invierno, pero mejor me hubiera quedado adentro, con mis amigos Gryffindor, disfrutando del fuego de la chimenea de la sala común, pero no, tenia que salir, ¿por qué? No sé, solo tenÃa que salir.
Estaba irradiando felicidad, era la persona más feliz del mundo, el dia era perfecto, mis amigos eran perfectos, mi pareja era perfecta, mi vida era perfecta, o al menos eso sentÃa y creÃa.
Pero no, el dia no podÃa ser perfecto, ¿o sÃ? Era imposible vivir un dia de invierno sin un solo escalofrÃo y sin tener tus manos, orejas y nariz congeladas.
Y estaba en lo correcto, eran aproximadamente las 10:00 a.m. y estaba ansiosa de poder compartir ese dia con ese ser especial, con esa persona a la que amo, ¿qué? Quiero decir, amaba, ese era mi deseo, vivir para siempre ese dia con él, con la única persona que me a hecho sentir asÃ, como si mil mariposas revolotearan en mi estomago cada vez que le veÃa, como si mi corazón se fuera cada vez que me abrazara y como si el tiempo se parara cada vez que me besaba.
Estarán pensando, ¿quién es esta y a que se refiere? Bueno, esta bien, le contare todo tal y como lo recuerdo.
Después de salir de mi habitación, fui al gran comedor a buscarlo, querÃa que me acompañara a dar una vuelta por los alrededores del colegio, pero no lo encontré, seguro aun estaba durmiendo, estábamos en vacaciones y con lo mucho que duerme, seguro que allà estará, pensé.
Decidà salir, por la tarde nos verÃamos, seguro que asà seria, me puse la capa que llevaba en mis manos y salÃ, vi como las copas de los árboles estaban cubiertas de nieve, como las mariposas revoloteaban en el aire y el gran lago congelado.
Me senté un momento a mirarlo, realmente se veÃa hermoso, recordé aquella noche, la más feliz de mi vida, en la que le pude confesar mi amor hacia él y fue correspondido, suspire, realmente habÃa sido hermoso todo el tiempo que habÃamos pasado juntos, cada uno distintos, pero realmente especiales.
Me levante, querÃa recorrer todos los alrededores del colegio e ir a aquel árbol, en el cual habÃamos pasado muchos tiempos a solas, lejos del colegio, los profesores y hasta de los amigos, esos momentos en los que solo eran de nosotros y para nosotros, para nadie más.
Cuando m estaba acercando al gran árbol, vi como una pareja se besaba, muy apasionados, pero sin nada de amor, eso se podÃa ver a primera vista, decidà alejarme, pero cuando tome esa decisión, ya estaba tan cerca de ellos que los pude reconocer. Sentà una pequeña pero dolorosa punzada en el corazón, ahà estaba, la persona especial, el amor de mi vida, mi novio, besándose con una persona que no era yo, sentà como mis lagrimas salÃan rebeldemente de mis ojos y caÃan por mis mejillas, querÃa salir de allÃ, irme corriendo dejándolos solos, terminar con lo que empezaron, pero de nuevo fue muy tarde, mis palabras salieron de mis labios, con el dolor y odio que sentÃa en ese momento
-te odio, ¿me escuchaste?, te odio Draco Malfoy- para cuando termine de decir eso, los dos me miraban, ella con una sonrisa de triunfo y él con temor en sus ojos, salà corriendo, me querÃa alejar de él, cosa que el no querÃa, ya que me siguió hasta que paro, sabia que no me podÃa alcanzar, asà que grito
-lo siento, de verdad lo siento, no te vayas, Ginny, yo te amo- esas palabras me afectaron aun más, ahora estaba confundida, querÃa ir allá y pegarle con todas mis fuerzas, pero a la vez querÃa ir allá, donde el se encontraba y darle el beso mas tierno y pedirle que me dijera que eso que vi no era verdad, que era una de sus acostumbradas bromas. Me quede allà parada, analizando todo lo ocurrido, era imposible que él, el Draco que yo conocÃa me hubiera hecho eso.
Después, llegue al castillo, y aun con lagrimas resbalándose por mis mejillas, corrà por los corredores, querÃa estar sola, asà que me dirigà hacia la torre norte de astronomÃa, totalmente restringida, allà nadie me molestarÃa, solo los prefectos podÃan estar allà y dudo mucho que ese dia estuvieran dando detenciones.
Cuando llegue, me senté en el borde de ella, a mirar como ahora empezaba a nevar y como una gran nube gris tapaba el sol impidiéndole calentar, era mejor asÃ, él frió me consolaba mas, él frió compartÃa mi tristeza, sentà como alguien se acercaba corriendo hacia allÃ, asà que decidà usar un hechizo para cerrar la puerta, no querÃa ser interrumpida, menos por él, por que sabia que era el, lo sabia.
-tenemos que hablar Ginny, abre la puerta amor- me dijo, sentà como se me ponÃa la piel de gallina, querÃa abrirle y dejarle explicar, pero no, era un cÃnico, ¿amor? Al amor no se le hace eso, no si es verdadero, asà que no abrÃ, ni conteste.
-por favor, tenemos que hablar, tengo que explicarte, déjame entrar ¿quieres?- de nuevo se quedo sin respuesta y después de varios intentos, se dio por vencido y se fue.
Era absurdo, como hace menos de una hora me sentÃa la mujer más feliz y afortunada del universo y ahora, era la pobre ilusa que se creyó amada y que amo a quien no la merecÃa.
