Chapter 6: Las Hormonas de Harry Potter
En el capítulo 3, habíamos quedado en que Ginny quería hablar algo con Harry, pero como ella estaba muy cansada postergó la conversación para el día siguiente. Pero ocurrió algo que ni Ginny ni yo teníamos previsto: la pesadilla. Así que llegaba el momento de hablar y Ginny se estaba preparando. Se vistió, ya que había estado todo el día en pijama, se puso una falda gris clara, una polera ajustada azul, una chaqueta de cuero del mismo tono y se hizo dos colas, esperando impresionar a su amado con aquel look.
"Querido Harry- Escribió- Hoy día te diré lo que te tengo que decir y creo que te confesaré mi amor. Que bueno que no hables, así no te reirás del ridículo que voy a hacer. Sinceramente Yo"
Por todo aquello que sentía por Harry no pudo evitar seguir escribiendo, tomó todas las precausiones y se compró la agenda muggle Harry Potter.
La cita era a las 12. Estaba nerviosa. Bajó las escaleras. Al parecer todo el mundo se había acostado, sólo había una luz baja iluminando el lugar.
- Que bien. No hay nadie
- ¿Cómo que no hay nadie?- sobresaltada, vio a Ronald Weasley limpiando las copas tras la barra
- Ah, tu aquí
- Si, yo aquí ¿Hay algun problema? ¿A dónde vas?
- ¿Yo? a ninguna parte
- ¿Y para qué te vestiste así a esta hora?
- Oye, yo a ti no te tengo que explicar nada
- Oh...- dijo resentido- Va a salir...¡MAMÁ!
- ¿Has visto a Harry?
- Aquí estoy ¡AH!!!- "Ah!!!" gritó ella también al darse cuenta de que estaba limpiando el piso al lado de ella, él gritó por que ella le acababa de pisar los dedos- Oye!
- Perdón..este...Ron ¿Te podrías ir?
Ron dejó la copa que estaba limpiando y, ofuscado porque lo acababan de echar, subió a su pieza. Harry y Ginny se sentaron a conversar.
- ¿Quieres un café?- le ofreció Ginny a Harry
- Yap- "Ginny, tu sabes que mamá no nos deja tomar café"- gritó desde su pieza Ron- Cuando ella lo sepa...". "Cállate Ronald Weasley" le gritó su madre desde la pieza, y el chico se quedó tranquilo.
Ginny sirvió café.
- ¿De qué quieres hablarme?
- Lo que ocurre es que me enteré de algo- la chica bebió café
- ¿De...qué?- se puso algo nervioso
- Vitrineando por Londres, vi en una tienda de ¿pelúculas,películas? algo así de "Harry Potter y La Piedra Filosofal"
- ¿Qué?- incrédulo
- Eso, y en una librería muggle, estuches, agendas, cofres, bolsos, de todo, imitaciones de Bertie Botts incluso, algo de unos libros sobre ti, y una tal J.K. Rowling ¿Te suena?
- A mí no...oye, pero Harry es un nombre común, y Potter también es comun, deben haber muchos con ese nombre
- Si, pero no sobre UN MAGO LLAMADO HARRY POTTER. Tu sabes que eso es peligroso. Si se enterara el Ministerio se armaría un alboroto- bebió más café- ¿Tienes algo que decir?
- Esteee, yo...ahora todos estan ocupados con lo del posible regreso de la epoca oscura, no creo que esten pendientes del mundo muggle, y otra cosa: los muggles saben que nuestro mundo no existe, es sólo algo creado por Rowling
- La conoces entonces...
- Mira, sí. Te cuento
Lo que pasa es que ella lo vio un día en la estación King Cross. Sin que él se diese cuenta, le dejó su tarjeta. Al terminar el año, ya en la casa de los Dursley, Harry la llamó. Se juntaron. Harry estaba sumamente triste, y a modo de terapia, bueno, le empezó a contar todo y ella lo escribió y con autorización de él, lo publicó. algo que él nunca imaginó es que empezara a hacerse famoso en el mundo muggle de tal manera, tal como lo era en el mundo mágico. Ella empezó a ganar mucho dinero, y de hecho, estaba compartiendo un porcentaje con él, no podía dejar lo sin nada. Él no pensó que la cosa se descontrolaría de tal modo, principalmente desde que Joanne firmó el contrato con la Warner.
- Pero le voy a explicar a Dumbledore, no te preocupes
- La cosa es que te quiero proponer que nos aliemos. Tu no necesitas ese dinero.
- No, no tengo ni un problema siempre y cuando no le digas a nadie.- "qué le voy a hacer"- Pero tú ¿Qué harías?
- Te ayudo con la información. Tu no sabes las cosas que ocurren en el cuarto de las chicas, ni en mi curso- después del típico silencio, ambos se quedaron pensativos- Además, le puedo contar a la Rowling esa, todo sobre lo que siento por ti.
Harry tragó saliva.
- SI lo sé, Ginny
- ¿Quién te lo dijo?
- Se nota. Es como obvio, y después de la carta que me mandaste en el año en que estuvo el idiota de Lockhart.
- Si, Harry, te quiero. Este- carraspeó- ¿Y tu?
- Yo, bien, gracias.- Plop! Ginny hizo un gesto de "no tienes remedio". Se puso de pie y agarró de la camisa a Harry, alzó un puño-
- Dime si te gusto o no
"¡SOCORRO!¡SOCORRO! que le digo....ni si quiera lo he pensado, lo único que sé es que Cho...hay pero, Ginny no está mal- el chico empezó a mirar sus atributos- ¿Qué hago? le diré que no..."
- Si- susurró
- ¿Sí que?
- Si,tumegustaseresbonita- dijo con voz de ardilla
- ¿Sólo eso?
"Ya mejor le digo que me gusta de verdad"
- No sólo eso, me atraes mucho. Pero eres muy tímida- aun lo tenía agarrado de la camisa- Pero ahora no creo que lo seas...además, tienes buen gusto
- Cállate- lo soltó riendo-
- Pero, te voy a decir que hasta ahora, me gusta mucho Cho Chang...
- No importa, no soy celosa
"Este, bien, ¿Qué hago ahora?¿qué le pasa a Ginny que está tan osada?"
- ¿Subamos?
Apagaron todas las luces, botaron los vasos del café y subieron a sus piezas. En el vestíbulo...
- Buenas noches- se despidieron ambos. Antes de girar la perilla de la puerta de su pieza, Harry se quedó pensativo sin pensar en nada y se volteó, tomó fuertemente a Ginny por la cintura contra la pared y la besó sin poder contener sus instintos animales que hasta el momento creía que no tenía.
- Oye- se disculpó después de casi un minuto cuando la soltó- ¡¡¡No fue culpa mía, no fui yo, fueron las hormonas!!! tu sabes que soy un adolescente y estoy en un proceso de desarrollo..
- Sí...
- No, no, que no se te pase nada por la mente esto no significa que tengamos alguna relación formal
- Ya, cálmate, comprendo, no me voy a hacer ilusiones contigo
- Recuerda que eres la hermana de mi mejor amigo, imagínate si se enterara
- Si, si, ya, ahora déjame dormir
Ginny esperó a que Harry entrara a su habitación. Se puso a saltar y aguantó las enormes ganas de gritar de felicidad. "Inhala, exhala...¡Cálmate Ginny! si no te oirán" se decpia a sí misma. Cuando se calmó un poco abrió la puerta de su habitación. Entonces, salieron tambaleámndose tras estar apoyadas en la puerta, su madre y Hermione.
- Ay, este...Yo me voy de aquí- Hermione bajó corriendo
- Oye! Mamá ¡cómo...
- Soy tu madre, no me levantes la voz...
- Pero mamá...- trató de reclamar
- Mamá nada. Yo iba, iba al baño.
Así la dejaron sola. Esta gente...se quejaba Ginny y lanzaba las típicas maldiciones, " Y el otro con las hormonas, en todo caso, funcionan bien sus hormonas" soñaba mientras se colocaba el pijama, ya en la cama..."Demasiado bien".
En el capítulo 3, habíamos quedado en que Ginny quería hablar algo con Harry, pero como ella estaba muy cansada postergó la conversación para el día siguiente. Pero ocurrió algo que ni Ginny ni yo teníamos previsto: la pesadilla. Así que llegaba el momento de hablar y Ginny se estaba preparando. Se vistió, ya que había estado todo el día en pijama, se puso una falda gris clara, una polera ajustada azul, una chaqueta de cuero del mismo tono y se hizo dos colas, esperando impresionar a su amado con aquel look.
"Querido Harry- Escribió- Hoy día te diré lo que te tengo que decir y creo que te confesaré mi amor. Que bueno que no hables, así no te reirás del ridículo que voy a hacer. Sinceramente Yo"
Por todo aquello que sentía por Harry no pudo evitar seguir escribiendo, tomó todas las precausiones y se compró la agenda muggle Harry Potter.
La cita era a las 12. Estaba nerviosa. Bajó las escaleras. Al parecer todo el mundo se había acostado, sólo había una luz baja iluminando el lugar.
- Que bien. No hay nadie
- ¿Cómo que no hay nadie?- sobresaltada, vio a Ronald Weasley limpiando las copas tras la barra
- Ah, tu aquí
- Si, yo aquí ¿Hay algun problema? ¿A dónde vas?
- ¿Yo? a ninguna parte
- ¿Y para qué te vestiste así a esta hora?
- Oye, yo a ti no te tengo que explicar nada
- Oh...- dijo resentido- Va a salir...¡MAMÁ!
- ¿Has visto a Harry?
- Aquí estoy ¡AH!!!- "Ah!!!" gritó ella también al darse cuenta de que estaba limpiando el piso al lado de ella, él gritó por que ella le acababa de pisar los dedos- Oye!
- Perdón..este...Ron ¿Te podrías ir?
Ron dejó la copa que estaba limpiando y, ofuscado porque lo acababan de echar, subió a su pieza. Harry y Ginny se sentaron a conversar.
- ¿Quieres un café?- le ofreció Ginny a Harry
- Yap- "Ginny, tu sabes que mamá no nos deja tomar café"- gritó desde su pieza Ron- Cuando ella lo sepa...". "Cállate Ronald Weasley" le gritó su madre desde la pieza, y el chico se quedó tranquilo.
Ginny sirvió café.
- ¿De qué quieres hablarme?
- Lo que ocurre es que me enteré de algo- la chica bebió café
- ¿De...qué?- se puso algo nervioso
- Vitrineando por Londres, vi en una tienda de ¿pelúculas,películas? algo así de "Harry Potter y La Piedra Filosofal"
- ¿Qué?- incrédulo
- Eso, y en una librería muggle, estuches, agendas, cofres, bolsos, de todo, imitaciones de Bertie Botts incluso, algo de unos libros sobre ti, y una tal J.K. Rowling ¿Te suena?
- A mí no...oye, pero Harry es un nombre común, y Potter también es comun, deben haber muchos con ese nombre
- Si, pero no sobre UN MAGO LLAMADO HARRY POTTER. Tu sabes que eso es peligroso. Si se enterara el Ministerio se armaría un alboroto- bebió más café- ¿Tienes algo que decir?
- Esteee, yo...ahora todos estan ocupados con lo del posible regreso de la epoca oscura, no creo que esten pendientes del mundo muggle, y otra cosa: los muggles saben que nuestro mundo no existe, es sólo algo creado por Rowling
- La conoces entonces...
- Mira, sí. Te cuento
Lo que pasa es que ella lo vio un día en la estación King Cross. Sin que él se diese cuenta, le dejó su tarjeta. Al terminar el año, ya en la casa de los Dursley, Harry la llamó. Se juntaron. Harry estaba sumamente triste, y a modo de terapia, bueno, le empezó a contar todo y ella lo escribió y con autorización de él, lo publicó. algo que él nunca imaginó es que empezara a hacerse famoso en el mundo muggle de tal manera, tal como lo era en el mundo mágico. Ella empezó a ganar mucho dinero, y de hecho, estaba compartiendo un porcentaje con él, no podía dejar lo sin nada. Él no pensó que la cosa se descontrolaría de tal modo, principalmente desde que Joanne firmó el contrato con la Warner.
- Pero le voy a explicar a Dumbledore, no te preocupes
- La cosa es que te quiero proponer que nos aliemos. Tu no necesitas ese dinero.
- No, no tengo ni un problema siempre y cuando no le digas a nadie.- "qué le voy a hacer"- Pero tú ¿Qué harías?
- Te ayudo con la información. Tu no sabes las cosas que ocurren en el cuarto de las chicas, ni en mi curso- después del típico silencio, ambos se quedaron pensativos- Además, le puedo contar a la Rowling esa, todo sobre lo que siento por ti.
Harry tragó saliva.
- SI lo sé, Ginny
- ¿Quién te lo dijo?
- Se nota. Es como obvio, y después de la carta que me mandaste en el año en que estuvo el idiota de Lockhart.
- Si, Harry, te quiero. Este- carraspeó- ¿Y tu?
- Yo, bien, gracias.- Plop! Ginny hizo un gesto de "no tienes remedio". Se puso de pie y agarró de la camisa a Harry, alzó un puño-
- Dime si te gusto o no
"¡SOCORRO!¡SOCORRO! que le digo....ni si quiera lo he pensado, lo único que sé es que Cho...hay pero, Ginny no está mal- el chico empezó a mirar sus atributos- ¿Qué hago? le diré que no..."
- Si- susurró
- ¿Sí que?
- Si,tumegustaseresbonita- dijo con voz de ardilla
- ¿Sólo eso?
"Ya mejor le digo que me gusta de verdad"
- No sólo eso, me atraes mucho. Pero eres muy tímida- aun lo tenía agarrado de la camisa- Pero ahora no creo que lo seas...además, tienes buen gusto
- Cállate- lo soltó riendo-
- Pero, te voy a decir que hasta ahora, me gusta mucho Cho Chang...
- No importa, no soy celosa
"Este, bien, ¿Qué hago ahora?¿qué le pasa a Ginny que está tan osada?"
- ¿Subamos?
Apagaron todas las luces, botaron los vasos del café y subieron a sus piezas. En el vestíbulo...
- Buenas noches- se despidieron ambos. Antes de girar la perilla de la puerta de su pieza, Harry se quedó pensativo sin pensar en nada y se volteó, tomó fuertemente a Ginny por la cintura contra la pared y la besó sin poder contener sus instintos animales que hasta el momento creía que no tenía.
- Oye- se disculpó después de casi un minuto cuando la soltó- ¡¡¡No fue culpa mía, no fui yo, fueron las hormonas!!! tu sabes que soy un adolescente y estoy en un proceso de desarrollo..
- Sí...
- No, no, que no se te pase nada por la mente esto no significa que tengamos alguna relación formal
- Ya, cálmate, comprendo, no me voy a hacer ilusiones contigo
- Recuerda que eres la hermana de mi mejor amigo, imagínate si se enterara
- Si, si, ya, ahora déjame dormir
Ginny esperó a que Harry entrara a su habitación. Se puso a saltar y aguantó las enormes ganas de gritar de felicidad. "Inhala, exhala...¡Cálmate Ginny! si no te oirán" se decpia a sí misma. Cuando se calmó un poco abrió la puerta de su habitación. Entonces, salieron tambaleámndose tras estar apoyadas en la puerta, su madre y Hermione.
- Ay, este...Yo me voy de aquí- Hermione bajó corriendo
- Oye! Mamá ¡cómo...
- Soy tu madre, no me levantes la voz...
- Pero mamá...- trató de reclamar
- Mamá nada. Yo iba, iba al baño.
Así la dejaron sola. Esta gente...se quejaba Ginny y lanzaba las típicas maldiciones, " Y el otro con las hormonas, en todo caso, funcionan bien sus hormonas" soñaba mientras se colocaba el pijama, ya en la cama..."Demasiado bien".
