La Anomalía Anónima
Capitulo IV: Los Leales
Escrito por
Dora-chan
Traducido por
Kary
Nota previa de la autora: Yo agregué este capítulo como un pensamiento posterior a romper las tensiones románticas del capítulo anterior... espero que les guste
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Yahiko durmió demasiado. Cuando despertó, ya era la hora del desayuno. Salió rápidamente de la cama, se puso su yukata blanca y los pantalones rayados, plegó su futón pulcramente (Kaoru había amenazado a asignarle 500 puntapiés del cruz- contador si él dejaba desordenada la cama), se dio prisa para llegar al vestíbulo y resbaló un poco al abrir la puerta cuarto- comedor.
"¡Busu! En que lugar…" su voz se murió en sus labios. Él miró fijamente la escena ante él. Kaoru y Kenshin se sentaban a cada extremo de la mesa, ambos con sus cabezas dobladas y evitándose los ojos claramente. Kaoru hizo débiles esfuerzos al comer su desayuno, pero Kenshin ni siquiera hizo un intento. Él simplemente estaba sentado calladamente con su cabeza gacha.
"Eh, busu…" Yahiko empezó de nuevo, su voz débil creciendo. Él comenzó a buscar en su mirada, sin embargo, cuando lo hizo Kaoru le disparó una intensa luz amenazando. Yahiko tragó.
Él se sentó al lado de Kaoru, y empezó a engullir su desayuno y, por una vez, intentó permanecer astutamente callado. Falló.
"¿Dónde estabas anoche, Kaoru? " inquirió él muchacho curiosamente. Su pregunta fue seguida por un silencio largo, frío. Kaoru lo ignoró rápidamente, pero él notó su asimiento en sus palillos apretados, mientras Kenshin se sentaba, mirando fijamente el suelo.
"Er, Kenshin ¿puedes pasarme la salsa de la soja? " dijo Yahiko vacilantemente, mientras, haciendo otro débil esfuerzo por sacar algo de conversación.
"Doozo, de gozaru", contestó el rurouni reservadamente, cuando le dio el objeto que pidió Yahiko.
Yahiko pestañeó. Kenshin siempre había sido cortés, pero hoy... su manera era tan formal y madura que incluso trató a Yahiko como si el muchacho fuera su amo.
Yahiko utilizó la salsa de soja escasamente en su desayuno. "Er.., Kenshin... " dijo. "Creo que olvidaste poner sal en el desayuno. Quedo simple."
Kenshin arqueó su cabeza miserablemente. "Gomen nasai" dijo "de gozaru ka" él dijo en un tono de voz aun más bajo, como si fuera posible. Kaoru tiró furiosamente de golpe su cuenco en la mesa de madera y el corazón de Yahiko salto una milla al impacto.
"¡NO TE CONDENES SIENDO ASÍ DE CORTÉS!" ella brilló, sus ojos azules que irradiaban una furia abrasadora, Kenshin no se atrevió a responder. El rurouni se quedo callado, recibiendo el reto, lo cual solo agregó combustible al enojo de la muchacha. Enfadada y sin ninguna duda, Kaoru se paró exasperada abruptamente y salio de la habitación.
La boca de Yahiko se abrió y cerró a este súbito arranque, y Kenshin... bien, Kenshin solo bajo la cabeza. La tensión en el aire era tan espesa que Yahiko se sentía amordazado. Él esperó desesperadamente que Sano llegase pronto; si alguien podía romper la tensión dramática con comentarios idiotas, era Sano.
El deseo de Yahiko fue concedido casi inmediatamente. En ese preciso momento, el ex-gángster se paseó por el cuarto con una espina de pescado, marca de fábrica entre sus dientes.
"Ohayou... " El saludo indiferente de Sano también murió, cuando echo un vistazo a la mirada aturdida de Yahiko y sintió el aura tan deprimida de Kenshin. "¿Qué está pasando?" exigió saber.
Yahiko miró fija y estúpidamente a Sano por un momento, entonces él se volvió expectativamente hacia Kenshin esperando una contestación. No llego, Yahiko suspiró. Ninguna ayuda allí. Él se volvió a Sano para tratar de contestar a su pregunta de la mejor forma.
"Bien, Kaoru... él err.., anoche yo pensé... Sano, es una historia muy larga, para que yo….."
"Así que en otros términos, no sabes nada", Sano rodó sus ojos.
Yahiko contestó tímidamente, "No tengo ni la más mínima idea"
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Sano estaba de pie a un lado, mirando a Kenshin reservadamente. Kenshin, como de costumbre, estaba lavando los montones de ropa, pero sin esa sonrisa característica en el rurouni. Él simplemente estaba distante, miserable... como los habitantes de Rakuminmura. Los ojos de Sano fruncieron el ceño en aversión.
"¿Qué paso anoche?" exigió saber Sanozuke, cruzando los brazos.
Ninguna respuesta. Kenshin fregó un kimono azul, sus cabellos rojos sombreando su rostro, silenciosamente.
Sano miro fijamente al rurouni. Que patético, pensó enojado. Quiso tomar al rurouni insensato y golpearlo, como lo había hecho en Rakuminmura. Pero una mejor idea se le vino a la mente.
"¿Sabes quien es ese tipo Shoiriko? " empezó Sano indiferentemente. "Ese tipo es tan raro... él entró hace un minutos al dojo y pasó directamente al baño. ¡Simplemente así! Como si viviera aquí."
Kenshin vio la imagen en su cabeza, y miró asustado, fijamente a Sano. ¿Shoiriki, en el baño? Siempre si allí no estaba Kaoru-dono...
"¿Sho…Shoiriki?"
"¿Sí. Raro, huh? Supongo que él necesitaba desesperadamente un baño."
"¡Kaoru-dono!" Kenshin abrió la boca volando hacia el interior de la casa y hacia el baño, ignorando a Sano completamente cuando paso a su lado. Si ese mujeriego pervertido se atrevía a ponerle un solo dedo a su...... los puños de Kenshin se apretaron tanto que sus uñas rompieron la piel de su palma.
"¡Kaoru-dono!" Kenshin tiró la puerta enérgicamente. "¡Kaoru-don...! "
Kaoru estaba allí de pie, bastante sola en el baño. En la oscuridad, su cabello aterciopelado cayó alrededor de sus hombros desnudos con una gracia descuidada cuando ella lo miro por encima de su hombro y se heló. Ella tenía la mitad de su delicado kimono lavanda quitado, expuesta completamente a sus anchos ojos color violeta. Los puños de Kenshin se soltaron despacio cuando él la miró fija y abiertamente, su mente en un espacio completamente blanco. Entonces un dolor agudo en su pecho le recordó que él no había inhalado oxígeno durante los últimos quince segundos.
"Ken... Ken... " ella tartamudeo un poco por fin, mientras empezaba a ruborizarse.
"¡O.. oro...? " dijo tímidamente Kenshin, pensando insaciablemente. 'Oro' no parecía ser la mejor explicación que él podía ofrecer en ese momento.
"¡Eres un hentai!"
Naturalmente, a Kaoru no le tomo mucho tiempo recuperar su intrusión y la súbita bofetada que ella le dio fue muy fuerte y muy eficaz. Eso fue oído por cada objeto viviente en 30 pies de diámetro fuera del dojo. Los cuervos suspendieron vuelo de la azotea que temblaba y comenzaron a volar en el horizonte de una forma desordenada
"¡No... No! ¡No entiendes! Shoiriki estaba… "
¡Golpe! "¡¡¿¿Y dónde…" - golpe - " …ves a Shoiriki, depravado!!? Sal de aquí!!!¡¡¡Fuera, fuera!!!" – Golpe - "¡¡fuera!!"
"¡Oro! Oro! ¡Oro! ¡Arrggh! Sessha realmente no quiso decir…"
"¡¡¿Eres sordo?!! ¡¡¡¡Sal de aquí!!!! ¡¡¡Fuera!!!! "¡Golpe!
"¡Oro!"
Atrás, en el jardín, Sano estaba sonriendo abiertamente de oreja a oreja, disfrutando cada momento. Quizás Jou-chan golpeará algún sentido en el, esperaba él. Kenshin se tambaleó llegando ante Sano, su mejilla izquierda muy inflada, con una marca de mano evidente, de color rojo implantada en él. Sano emitió una sonrisa.
"Así que", comenzó alegremente el ex-ganster. "¿Encontraste a Shoiriki?"
"¿Qué es lo que sessha ha hecho para tropezar en tu ira Sano?" gimió Kenshin.
Sano resopló. "Has sobrevivido a la ira de Shishio y Enishi. La cachetada de una mujer no puede herirte tanto."
"Pero ella golpeo a sessha numerosamente en la misma mejilla... "
Sano agarró el gi de Kenshin. "¡Bastante de 'sessha' ya deja esa porquería! Es obvio que tienes celos. Para uno que supone que eres un rurouni impasible, déjame decirte que eso fue un acto de pasión, Kenshin. Deberías haber visto la mirada en tus ojos cuando yo mencioné Shoiriki."
Kenshin no lo negó. Él tenía celos. Celos asesinos. Así de celoso él pensó que mataría a ese tipo. Pero...
Kenshin arqueó su cabeza.
Sano rechinó sus dientes enfurecidamente y hablo con voz ronca.
"¿¡Que diablos pasa contigo!? Tienes una mujer bonita que te ama, un pasado feo que a ella no le importa, se olvidan del pasado, y siguen, recorcholis! "
Los ojos de Kenshin estaban ladeados hacia abajo. "No entiendes", empezó suavemente. "Sano tu no has matado a tantas personas como yo... tú no entenderías."
Sano levanto más alto del gi a Kenshin, para que los pies del rurouni ya no tocaran la tierra. Kenshin evitó la mirada furiosa de Sano. "Así que crees que no eres digno hacerla feliz", Sano lidió desdeñosamente. "¡Pero tampoco eres digno de hacerla miserable! Así que entre los dos,¿cuál escogerías? "
"Sessha... no escogería ninguno."
"¡¡Grr!! " Los dedos de Sano llegaron al cuello de Kenshin y empezaron a estrangular al rurouni violentamente. "¡¡¡Tu…. Hijo de.... Yo…. También estoy enfadado!!! "
"¡¡Orororororo!! "
Los ojos de Kenshin se volvieron finalmente en escaleras de caracol anchas y Sano dejo de estrangularlo, asustado creyendo que Kenshin se desmayaría o se moriría (Kaoru lo desollarían vivo si eso pasara). Pero él no soltó su agarre en el cuello de Kenshin. Sano respiró enojadamente sobre la cara de Kenshin.
"¡Yo odio tu tranquilidad! ¡Si tú no te preocupas lo suficiente por ella, para luchar por ella, entonces deja a Shoiriki intentarlo! ¿No merece ella la pena de luchar? "
"¡Claro si! Sessha daría su vida por ella."
"Ella es tu vida, atrasado mental. ¿Dónde tiene Battousai el espíritu luchador? ¿Vas a dejar tú vida en manos de Shoiriki? "
"Si esa es la única opción, si ella lo desea… entonces sessha cumplirá alegremente…"
"Tu- eres- un- estúpido- vagabundo" gruñó Sano exasperadamente, Kenshin tembló relajadamente entre cada palabra.
"¡Orororo! " Kenshin dio un pobre gemido.
Sano empujó al rurouni enérgicamente hacia la tierra, rindiéndose finalmente. Suspirando, él se sentó a un lado de Kenshin y murmuró, "Sabes que eres un idiota. Piensas que eres un mártir noble, pero no lo eres. Eres simplemente un terco idiota"
Kenshin, yacido en el suelo, permanecido callado.
"Lo sentirás algún día, cuando ella se canse de esperar por ti y se case con algún otro tipo... probablemente alguien como Shoiriki."
Silencio.
"¿Eso te gustaría? " exigió saber Sano enormemente. "¿Seguirías haciendo su lavado y siendo su sirviente? ¿Eso realmente te satisface? Si tú sigues así por más tiempo, puedes igualarte a cuidar a los niños, sus niños, tú el perro afortunado".
Silencio.
Sano rechinó sus dientes con mucha frustración enfurecida. Sin saber que hacer para relevar su irritación, usó el más íntimo remedio a mano que lo satisfacería: Kenshin, mientras, suplicaba con oros incoherente, se volvió una víctima de Sano en un estrangulamiento doloroso.
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Maldiciendo bajo su respiración, Shigeru paseó bajo las calles más gastadas de Tokio, un pedazo pequeño de pergamino se desmenuzó dentro de su palma. Él estaba bien vestido comparado a la pareja de engendros y gamberros que se le habían acercado con interesadas sonrisas de desprecio. Ellos sin embargo lo dejaron solo cuando vieron sus ojos castaños llameantes.
"'Localíceseme a medianoche', dice él " masculló Shigeru, viendo el pergamino en su mano. "Para él es fácil decirlo."
Un hombre de negro se había aparecido en su hotel temprano esa tarde y había dejado caer un pequeño pergamino amarillo en su mano. "El jefe quiere encontrárselo", él había murmurado, y entonces volvió salir.
Shigeru miró fijamente el pergamino. Leyó: Localíceseme a medianoche. No llegue tarde.
"¡Espere un minuto!" llamó Shigeru. El hombre de negro se detuvo en la puerta. "Kami-sama, por lo menos déjeme una dirección o un nombre o cualquier cosa. ¿Cómo se supone que yo lo voy a encontrar? "
"Usted un espía es, ¿no? " el hombre de negro se había contraído fríamente. "Usted puede manejarlo."
Shigeru lo manejó, pero sólo apenas. Después de mucho sobornar, adular, y amenazar a ciertos gángsteres, él consiguió algunas primacías finalmente acerca de dónde su misterioso 'jefe' podría estar. Y ya para entonces era un cuarto para la medianoche.
Él descubrió una tienda estropeada con dos nihontos oxidados (espadas japonesas) colgando sobre la puerta, formando una cruz desequilibrada. Shigeru frunció el entrecejo, y entró.
Un guardia caminó inmediatamente hacia él.
"¿Quién eres? " exigió saber en un gruñido bajo.
"Yo vine a ver a tu jefe", Shigeru contestó, compuesto.
"Nadie ve al jefe sin un pase. ¿Dónde está el suyo? "
"¿Consideras esto como un pase?" dijo Shigeru sarcásticamente, sosteniendo el pedazo desmenuzado de pergamino en su mano. Los ojos del guardia se estrecharon.
"¿Quién eres? " él exigió de nuevo.
"Un explorador."
"'Un explorador'", El guardia resopló. "Una insinuación de un sucio y pequeño espía, quieres decir."
El guardia, sin embargo, caminó a un lado, y dejó entrar Shigeru. Otro guardia se presentó y escoltó a Shigeru hacia otra cámara oscura, llena de humo. Y en el centro del cuarto estaba una mesa larga, y detrás de la mesa estaba sólo el hombre conocido por Shigeru como 'jefe.'
"Llegas tarde", dijo el hombre.
No era exactamente una pregunta, así que Shigeru no ofreció una respuesta. Él consideró al hombre simplemente con ojos taciturnos.
"Pero por lo menos pudiste encontrarme", el hombre continuó, un poco desdeñosamente.
"Fue más duro de lo que usted piensa", murmuró Shigeru. "Por el amor de Dios, usted cambia la oficina principal dos veces por semana."
"Usted es un espía ¿no? " el hombre dijo grandemente. "Usted debe estar acostumbrado a trabajar con este tipo de material. Y yo estaba esperando que usted me trajera a Battousai esta tarde. ¿Pero yo supongo que esa es una expectativa demasiado alta para ti?"
"Han sido sólo tres días", dijo Shigeru enojadamente. "¿Cómo puede esperar que yo libere a Battousai en tres días?"
"Yo vi a esa muchacha, Kamiya, vagabundea por las calles de Bonsai anoche", el hombre dijo fríamente, ignorando completamente las protestas de Shigeru. "Ella parecía muy viva a mí parecer. Así que yo quiero saber… ¿Qué diablos es lo que estás haciendo? Battousai estaría ahora mismo delante de mí si simplemente hubieras matado a la muchacha."
"Matándola sólo llevaría al rurouni a Rakuminmura, no sacaría a Battousai. Eso sería repetir la historia de él, ¿usted no lo puede ver? " dijo resoplado Shigeru.
El susurrar de ropa, el destello de una hoja, y Shigeru encontró a su jefe moviéndose poco a poco hacia su cara y un cuchillo cerca de la piel de su garganta. El hombre no podía resistir la impudencia al parecer. Shigeru se esforzó pero el hombre sostuvo sus brazos firme, para que Shigeru no pudiera moverse sin parecer muy poco digno.
"Eres muy débil", dijo al hombre, peligrosamente, suavemente. "No hay ninguna manera de que le puedas ganar a Battousai."
"La fuerza bruta no será suficiente para ganarle a Battousai", dijo Shigeru, mientras, intentaba sostener su voz desesperadamente.
"Seiji... el sirviente que yo te asigné. ¿Dónde él está? " le preguntó su jefe, sin retirar su arma del cuello de Shigeru.
"En casa."
"¿Por qué no lo has usado? " la presión de la hoja rompió ligeramente la piel de la garganta de Shigeru. Un pequeño arroyo de sangre goteó abajo, pero Shigeru permanecía inmóvil.
"Me disculpo por mi incompetencia", el hombre joven contestó cuidadosamente. "Yo lo usaré pronto, a su potencial lleno".
"Yo no sé por qué debería darle otra oportunidad. Sus métodos no parecen ser muy eficaz, Shoiriki".
"Pero yo soy más útil de lo que usted piensa... " dijo Shigeru respirado.
"¿Oh? Demuéstralo"
Tiempo para dejar caer la bomba. "En primer lugar, yo sé que su grupo se llama 'los Leales', y que usted es conocido en el subsuelo como Nakamura."
El jefe palideció, pero rápidamente se recuperó. Su sonrisa fría envió mensajes fríos a la espina dorsal de Shigeru.
"¿Cómo lo averiguaste?" exigió Nakamura con una risita del humorística.
"Yo últimamente he estado siguiendo estrictamente los movimientos de los Leales. ¿Por qué usted necesitaría la ayuda de Battousai? ¿Por qué usted colgaría dos viejas espadas de samurai delante de su puerta? Yo no podía demostrarlo, pero yo tenía mis sospechas."
Nakamura retiró su arma y caminó lejos del hombre joven. "Muy impresionante", él encomendó secamente.
Shigeru suspiró, liberado.
"Bien entonces", Nakamura dijo por fin. "Yo te daré tres días más, pero ninguno más. En 72 horas, yo quiero ver a Battousai aquí en esta cámara. Si fallas... ten por seguro que desearás nunca haber nacido."
"H-hai. "
"¿Cuál es tu plan, Shoiriki? "
Los ojos castaños de Shigeru perdieron su gracia por una vez y se pusieron fríos y serios. Él veía a Nakamura en la oscuridad.
"Yo prepararé para Battousai... un infierno emocional".
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La mañana siguiente, Kaoru estaba preparada para su viaje semanal al mercado. Ella necesitaba tofu para el almuerzo, pero era demasiado torpe para pedirle a Kenshin ir a sacarlo por ella. Ella no estaba bastante segura de cómo comportarse alrededor del rurouni después de lo ocurrido en Bonsai y luego la casualidad del baño. Ninguno de ellos podría encontrarse en los ojos del otro y realmente no podrían evitarse siempre en la casa.
La prueba entera era absolutamente patética.
Sin pensar, el brazo de Kaoru se estiro hacia arriba y su puño conectó con algo detrás de ella. Un gruñido doloroso fue oído brevemente después. Kaoru había sentido un ki de batalla saliendo furtivamente detrás de ella y por el puro instinto, ella se había desquitado antes de que la pudieran herir. Kaoru se envolvió alrededor para enfrentar a su agresor.
"¿Quién eres? " ella exigió saber, mientras, entrando en una posición luchadora. Enfrente había un hombre grande, con más de seis pies de alto, se sostenía dolorosamente la nariz en sus manos. El golpe de Kaoru había sido casi letal; fue diseñado para crujir el frente del cerebro de la víctima, rompiendo su nariz hacia arriba. Si Kaoru le hubiera aplicado un poco más de fuerza al golpe, el hombre estaría sufriendo un daño cerebral ahora mismo.
"¿Quién eres? " ella exigió saber de nuevo, mientras miraba al hombre grande dudosamente. Por un momento había estado a tentada para preguntar, '¿Qué eres?' pero pensó eso sería demasiado rudo. Su forma era monstruosa, y sus colmillos formidables se destacaban enojadamente cuando él agonizó encima del dolor en su nariz.
"Eres una pequeña mocosa" gruño finalmente. Él la había desestimado. Deteniendo las lágrimas en sus ojos, él la agarró de repente por la cintura y la tomó por la fuerza. "Usted vendrá conmigo señorita".
"¿¡Qué diablos piensa que está haciendo!? ¡Póngame en el suelo en este mismo momento...! ¡Bajeme! ¡Suélteme, imbécil! "Ella le dio un puntapié y cuando ella lo tocó, comprendió pronto que la piel espesa del hombre como una armadura... no había ninguna manera de que ella pudiera ganarle exclusivamente por la fuerza.
"¡Suélteme! "
Ellos se habían acercado a un bosque aislado, y el hombre la echó abajo hacia el césped, no muy suavemente. Él brilló a ella. Yo no puedo creer que una mujer lograra pegarme... esa pequeña mocosa.
Kaoru hizo muecas de dolor cuando se pegó con el suelo. El hombre agarró el frente de su kimono y le dio tirones fuera del piso.
"Esto me da tristeza", resopló él. "No tengo nada contra usted, pero desde que es la mujer de Battousai, yo no tengo otra opción que matarla. Es una lastima, usted habría sido una señora fina".
Kaoru miró con fiereza las dagas a su aprehensor. Yo no le permitiré herirme... Kenshin no puede resistir verme herida ya... "Usted es un necio", dijo ella, riéndose suavemente. "Máteme, deseara nunca haber nacido. Kenshin se volverá tu peor pesadilla."
"¿Así que, usted no tiene miedo, eh?"
"Eres tú quien debería tener miedo. Espera hasta que Kenshin oiga hablar de esto..."
"Ah, esta desorientando a la muerte. Cómo tocando mucho."
Yo no puedo morirme... esto no me gusta... Su corazón corrió frenéticamente como sus manos tentadas en la tierra. Kenshin nunca se perdonará...
La cabeza de su aprehensor voló al revés cuando la piedra en su mano conecto directamente con su frente. El destello de ojos azules, ella retiró su brazo atrás para otro ataque, pero él estaba listo en ese momento. Sus dedos encontraron a su manera la garganta delicada y la agarraron herméticamente. Ella se reprimió y las lágrimas vinieron a sus ojos.
"Permítanos acabar esto ahora", él gruñó, el funcionamiento de sangre debajo de su frente. Él levantó su garra como la mano con uñas afiladas que se destacan de sus dedos, y giró abajo...
Una salpicadura de sangre voló por el aire.
Nota de la autora:
Si tienen tiempo, por favor déjenme un revienw (sobre todo la escena en donde Sano estrangular a Kenshin)! yo tenía un debate interior sobre incluir o no esa escena, porque realmente no tiene nada que hacer con la parcela:: mueca tímida:: yo sé que era tonto & probablemente en vano, pero era mucha diversión escribirlo... yo quise poner una excusa para estrangular a Kenshin para golpear algún sentido en él ^ _ ^ yo sé que Sano podrían haber sido OOC con sus argumentos inteligibles, pero él está jugando simplemente un papel de hermano mator y está teniendo cuidado con Kaoru,)
Yo sé que la cosa de los Leales esta confundiendo, pero eso se explicará en los capítulos futuros.
Y la próxima vez, nosotros volveremos una vez a la tensión dramática :P) Y yo veo un poco WAFF por venir (para aplacar el chibi-ángel ::pestañeo::)
Notas de la traductora:
Bueno espero que me haya quedado bien, tuve unos problemas, por que ya había traducido este y tres capítulos más, solo faltaba hacerles las revisiones finales ¡¡¡y se borro!!! Casí me pongo a llorar de la rabia ;_; pero bueno… tuve que hacerlo otra vez.
NO se olviden de sus reviews por favor, que son muy importantes!!!
