La Anomalía Anónima 

Capitulo V: ¡Kaoru Rules!

(Perdón, no puedo proponer un título por el momento)

Escrito por

Dora-chan

Traducido por

Kary

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            Kenshin estaba lavando los platos silenciosamente en la cocina cuando una flecha voló hacia él. Sus ojos ámbar dudaron cuando la cogió en su mano enjabonada. Una nota pequeña estaba atada al fin de la flecha, y los ojos de Kenshin se estrecharon. El arquero no se podría encontrar en ninguna parte. 

            Abriendo la nota, Kenshin leyó: 

Ven al borde del bosque, Battousai.

Allí, encontrarás los pedazos restantes

de una mujer muy querida para ti.

Yo espero con deleite tu presencia.

            Kenshin cogió su sakabatou y corrió fuera del dojo. 

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            Kaoru apretó sus ojos firmemente cuando su aprehensor giró su brazo hacia abajo y esperó por el soplo. Su cerebro se negó a funcionar propiamente en el momento; las imágenes de Kenshin se encendieron en su mente. Extrañamente, eran los momentos pequeños, aparentemente insignificantes los que ella mejor recordó, Kenshin cocinando con un delantal, Kenshin empapado en las espumas del lavado, Kenshin siendo estrangulado por Sano... 

            Sangre se roció de repente en su cara y ella abrió sus ojos, sobresaltada. 

            Su aprehensor todavía la tenía por su garganta, pero su atención no estaba en ella. Empotrado en su pecho ensangrentado había una pequeña daga de caoba que parecía extrañamente familiar. Los ojos de Kaoru se ensancharon. Su aprehensor se amordazó dolorosamente, y abruptamente arrancó la daga de su carne. Él ahogó fuera un manojo de sangre. 

            "Déjala." 

            Esa voz... 

            "Shi... " Kaoru abrió la boca, esforzándose contra el asimiento alrededor de su cuello. "Shi-Shigeru-kun! " 

            Por primera vez Kaoru notó lo diabólicamente guapo que era Shigeru. Él estaba a unos tres pies más lejos, sus pies se plantaron firmemente a la tierra y su abrigo negro fluía libremente en la brisa. Las sombras de los árboles sombrearon el área alrededor de sus pómulos altos, y la furia fría irradiaba de sus ojos castaños. Kaoru cogió su respiración. 

            "Déjala", él repitió, en una voz gravemente tranquila. 

            El aprehensor de Kaoru rechinó sus dientes enojadamente y echó la daga ensangrentada hacia el hombre joven. Shigeru levantó una mano descuidada y lo cogió rápidamente en el aire. 

            "Déjala. Yo no lo repetiré de nuevo." 

            El hombre monstruoso se rió ligeramente, su agarre en Kaoru se apretó. "Yo no soy... ningún... tonto", él abrió la boca, jadeando pesadamente. "Si yo... permito... que ella… se vaya... usted... me matará." 

            "¿Qué te hace suponer que yo no te mataré de igual forma?" retorció Shigeru fríamente. 

            "Si… yo... muero... yo...llevare… a la muchacha hasta el infierno... conmigo... " gruñó débilmente su aprehensor. 

            Con inesperada y renovada fuerza, el hombre apretó su sostenimiento en Kaoru salto sobre los árboles. Él brincó pulcramente de la copa de un árbol a la copa de otro árbol con una determinación sorprendente. Detrás de ellos, Shigeru los seguía rápida y silenciosamente. Pero Kaoru sabía que su aprehensor no era ningún contrincante para la incrédula velocidad de Shigeru. 

            Sin embargo, pronto estuvo clara en que su intención no era raptarla. Cuando Shigeru estuvo momentáneamente fuera de vista, su áspero aprehensor la alzó por su obi y la lanzó enérgicamente hacia la tierra. Él desapareció luego de un parpadear. 

            El aire entraba más allá de sus orejas y por un momento ella se aterro. Medio metro abajo, dos brazos la cogieron en medio vuelo evitando su caída. Kaoru abrió la boca, buscaba, y naturalmente, se encontró mirando fijamente en los profundos ojos avellanados de su salvador. Él la sostenía con un brazo bajo sus rodillas y el otro en la espalda, y por el instinto ella tiró sus brazos alrededor de su cuello.  

            "Ese bastardo", murmuró él, mientras, aterrizaba suavemente en el césped. "Te tiró hacia abajo para distraerme, y así correr lejos"

            "Esta bien" dijo Kaoru respirado "Él realmente no me hizo mucho daño, para que... " 

            "¿Estas segura? " sus ojos angustiados asomaron en los suyos. "Si yo hubiera llegado sólo un momento después... " 

            "Yo... yo habría improvisado", ella tartamudeó, comprendiendo de repente que él no le había permitido bajarse y que su cara era bastante íntima. "Um... Shigeru-kun... yo puedo estar de pie sola ahora." 

            Él sonrió desequilibradamente a su débil rubor pero no le permitió bajar. "Ah, creo que ha sido la primera vez que haz vacilado bajo mi mirada. ¿Yo puedo tomar eso como una señal, m'lady? " 

            Kaoru se inflo. "¿Quién dijo yo vacilé?" 

            "¿Así es cómo le hablas al hombre que arriesgó su vida para salvar la tuya? " preguntó él, regresando a su seductora manera de ser. "Yo creo que me debes las gracias." 

            "Bien, claro que yo te lo agradezco" 

            "Yo no quise decir en palabras." 

            Kaoru se enrojeció. "Si piensas que puedes usar esto para conseguir otra cita…" 

            "No una cita", sus ojos centellearon festivamente. "Un simple beso estaría bien" 

            "¿Q-qué " Kaoru tartamudeó, tomada desprevenidamente. "¿Por qué habría necesidad de eso? Además… ¡Mírame, estoy cubierta en sangre! " 

            "Eso da lo mismo... " 

            "¡Para…olvídate de eso! " dijo ella, mientras se esforzaba débilmente sin efecto contra su sostenimiento "Yo nunca podría…" 

            "Oh, Kaoru, eres tan tímida", él se rió y, sin advertir, empujó su espalda y apretó sus calurosos labios tiernamente sobre su frente. Sus ojos se ensancharon y ella se olvidó de esforzarse momentáneamente, mientras se ruborizaba suavemente. Shigeru sonrió, y la puso suavemente en la tierra, y caminó hacia atrás. 

            "Entonces", él dijo. "Yo tomaré eso como mi pago." Él cerró sus ojos y se inclino profundamente. "Hasta la próxima vez, mi damisela" 

            Entonces él desapareció en el bosque, dejando una Kaoru muy aturdida y desconcertada mirando fijamente el lugar por donde se había ido. 

            Después de un largo momento, Kaoru finalmente alejo sus ojos del callado bosque y se dio la vuelta. Kaoru pestañeó. 

            Estando de pie ante ella, con su boca ligeramente abierta, estaba un rurouni pelirrojo que la miraba fijamente con claros y anchos ojos púrpura.  

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            Kaoru vagó alegremente en su jardín bajo el cielo del crepúsculo. Era bueno estar en casa después de otra experiencia cercana a la muerte. Ella inhaló la fragancia en el aire y estiró sus brazos alegremente... Con una sonrisa curiosa, se preguntó si su felicidad presente tuviera algo que ver con Shigeru. 

            Ella no se había molestado en explicarle a Kenshin algo sobre el beso. A decir verdad, ella no estaba bastante segura por dónde empezar... era obvio que alguien había intentado matarla (de nuevo) y Shigeru realmente la había salvado. El beso realmente no era algo tan grande, ella se dijo. Así que realmente no necesita una explicación extravagante... eso sólo me haría sentir culpable. Yo le diré a Kenshin que no moleste Shigeru. 

            Pero a Kenshin le parecía importar, y eso contento un poco a Kaoru. Por lo menos él no es indiferente con lo que esta pasando... 

            Por el puro instinto, el brazo atento de Kaoru voló hacia arriba una vez más y su puño conectó con algo detrás de ella, y un doloroso gemido se oyó. Ella había sentido un ki saliendo furtivamente detrás de ella. Su secuestro de esa mañana la había puesto algo paranoica. Ella hiló furiosamente alrededor. 

            "¡Honestamente, bastante es el en…" ella abrió la boca. "¿¡Ken... Kenshin!? " 

El pobre rurouni tentó su nariz agachándose por el dolor. "¡Oro...! " él gimió. "Kaoru-dono, creo que la nariz de sessha esta rota... " 

            "¡Mou... yo lo siento mucho!" ella mordió su labio, furiosa consigo misma. "Permíteme ver, Kenshin." 

            Él se retorció lejos de su toque, agachando su nariz dolorosamente. Ella lo agarró impacientemente de nuevo, ansiosa por examinar su lesión. 

            "¡Quédate quieto!"  

            "No puede ayudar a shessa... " él intentó soltar el agarre en su gi sin éxito.  

            "Tranquilízate, Kenshin, yo solo quiero ver que tanto fue lo que te herí… " 

            "Sessha está bien, realmente! " 

            "Permíteme ver, Kenshin! " dijo ella exasperada "Yo no te dejare ir hasta que pueda mirar tu nariz." 

            Suspirando por la derrota, Kenshin soltó sus manos vacilantemente para revelar la parte hinchada. Kaoru hizo una mueca cuando vio el feo moretón en su nariz y el goteo de sangre fluyendo de el.   

            "Ven aquí", ordenó ella suavemente, guiándolo al porche. Ella se sentó un momento he hizo que el se sentará a un lado de ella. Entonces, suave pero firmemente, ella le hizo acostarse y sostuvo su cabeza en su regazo como una almohada. 

            "¡Kaoru-dono…! " protestó él débilmente. 

            "Tranquilo", dijo ella "Y, por favor, relaje. Estarás bien." 

            Él se tranquilizó, y permitió ser examinado. Pronto ya no era consciente del dolor afilado en su nariz, pero era agudamente consciente del toque de los dedos de Kaoru en su nariz y la suavidad de sus muslos bajo su cabeza. Su fragancia a jazmín llenó sus pulmones y llego hasta su mente. Kaoru-dono... sus respiraciones lo vivificaron.  

            "Tienes un corte" dijo Kaoru, mientras, escrutando su herida. "Si yo te hubiera golpeado más fuerte, en este momento tendrías un grave daño cerebral" 

            "Usted ha mejorado, Kaoru-dono", dijo él en una voz intimidada. "Tomó a sessha fuera de guardia." 

            "Fue tu culpa", Kaoru dijo, "por salir detrás de mi furtivamente. No lo hagas de nuevo" advirtió ella "A menos que quieras una muerte muy dolorosa" 

            "Sessha... sólo quiso asegurarse que usted estaba bien", él se defendió

            La verdad era, él había estado por un rato en el jardín, simplemente mirándola y admirando la vista. Él ama su especial mirar cuando ella no sabe que esta siendo observada. Cada emoción que atravesó su rostro cuando ella asumía que estaba sola. ¿Cómo alguien puede exhibir tal optimismo juvenil y al mismo tiempo puede poseer tal ternura femenina...? Él la miró fijamente, maravillándose en su suave belleza y su compasión al amar.  

            "Yo estoy bien... puedo cuidar de mí, lo sabes", contestó ella suavemente, repentinamente consciente de la posición íntima que tenían. Sus dedos arrastraron suavemente de su nariz a sus pómulos altos y entonces despacio bajo a su modelada barbilla. La carne de gallina aparecía en la piel morena que estaba bajo su caricia. Kenshin cogió su respiración, sus ojos de color violeta que miraban fija, extensa y profundamente en sus ojos zafiros. 

            "Sessha... sessha lo sabe", él respiró. 

            Sus rostros estaban separados por pulgadas, y él podía sentir su calurosa respiración en su rostro. El latido de su corazón aumentó a una velocidad casi letal y él sentía que su estomago se  revolvía y se batía en una extraña mantequera. Kami-sama... pensó, se sentía aturdido, calurosamente dentro de su abrazo. 

            "¿Tu… tenías celos? " preguntó ella reservadamente, sus dedos ahora rastreando la línea de su cuello. 

            "Sí... " dijo él ausentemente, sintiendo su toque sensual sobre su pecho. "Más allá de los sueños más salvajes... " 

            Ella se tomó ligeramente desprevenidamente a su candor, pero la sonrisa que le dio habría dejado a muchos hombres con una nariz sangrienta, verdaderamente sangrienta.  

            El propio Kenshin sentía que su nariz estaba caliente y amenazaba con sangrar de nuevo, aunque por diferentes razones que antes. Kaoru sonrió y, antes de que ella pudiera pensar, se inclino y apretó sus labios afectuosamente en su frente. Apenas se sentía como la cosa natural por hacer. 

           "No hay nada entre Shigeru y yo, lo sabes" dijo ella aun rozando sus labios en su frente.

            "Sessha... sessha lo sabe... "dijo Kenshin sorprendido, pero muy feliz. 

            Ella se apartó de repente, avergonzada por su propio progreso. ¿¡En que estaba pensando!? Ella se ruborizó, un rubor virginal. Kenshin gimió interiormente. 

            Oh, Kaoru-dono, usted no debería... 

            "Usted no debe hacer eso", él dijo bruscamente. "Provoca a Battousai para estropearlo... " 

            El rubor de Kaoru ahondó en una remolacha roja y ella miró fijamente al hombre en su regazo. 

            "¿Q- que? " ella abrió la boca. 

            ¡Oro! ¡Yo realmente lo dije en alto!? rurouni Tonto! ¡Tonto, tonto, tonto! 

            Desanimado por su propia tontería, Kenshin saltó rápidamente fuera de ella y aterrizó casi tres pies lejos de ella (para evitar extensas tentaciones, probablemente). Él agitó su cabeza y ondeó su mano frenéticamente. 

            "¡Sólo-sólo-sólo estaba bromeando! " él abrió la boca, horrorizado.  

            La respiración de Kaoru era un poco más rápida de lo usual y ella tenía una mano encima de su pecho.  

            "De-de acuerdo", ella tartamudeó, sus ojos extensamente. 

            "Sessha... sessha está ahora bien, gra-gracias, Kaoru-dono, nada como el toque de una mujer, ¿eh?" dijo Kenshin, evitando sus ojos, por el rubor en su cara. Él parecía buscar  desesperadamente una manera de salir. "Oh, ¿le parece voy a hacer el lavado? " 

            Él salió apresuradamente del patio. Era una salida coja, pero a él no le importo en el momento. Una vez fuera de la vista de Kaoru, se hundió contra la pared y reveló una respiración profunda. Él cerró sus ojos y logro poner bajo el mando a su tensión arterial después de diez minutos de meditar. 

            ¿Kami-sama... como hizo ella eso? Yo asumía todo menos confesar el amor a ella ahora. ¿Pero cómo lo hizo? ¿Cómo ella había logrado casi matarme, cuidar de mi, y casi despertar a Battousai dentro de los mismos cinco minutos?... 

            Kaoru-dono, usted es de verdad una mujer incomparable. 

            Entonces, con el toque de sus labios todavía quemando en su frente, Kenshin entró en la casa, continuado con sus quehaceres de una manera bastante distraída. 

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            El resto del día pasó un poco en un estado soñador. Yahiko y Sano echaban miradas curiosas a Kenshin y a Kaoru, preguntándose lo que podría haber pasado para que cambiara la atmósfera tan drásticamente.  

            'Kenshin debe de haberle hecho algo muy bueno a la busu' pensó Yahiko cuando se acostó en la noche. 'Quizá él le pidió finalmente que se casarán. Eweee.  Yo espero que ellos no empiecen la cursilería en público. ¡Si eso pasa yo juro que los repudiaré!'

            'Ellos están haciéndolo, ellos saben que es ASÍ' Sano sonrió afectadamente a sabiendas cuando él dejó el dojo en la noche. 'Así que mi estrangulación hizo algo bueno. Ellos se casarán muy pronto, o ella quedará embarazada y él deshonrará su nombre. Yo lo estrangularé hasta la MUERTE si eso pasa.' 

            La mañana llego. Kaoru entró en la cocina algo tímidamente, no completamente segura de saber como comportarse alrededor de Kenshin. Pero encontró la cocina vacía. Así estaba el dojo. Kaoru investigó la casa entera, y no encontró a Kenshin. Sólo una nota pequeña con sus garabatos en él: 

"Kaoru-dono... Saito me ha pedido que me encuentre con él para hablar de  un  problema del gobierno.

Regresaré al anochecer, o mañana por la mañana.

            Él dejó el desayuno cocinado y preparado en la mesa. Pensó Kaoru juvenilmente. Él es un encanto abstraído... 

            Pero comprendió pronto que extrañaba su presencia agudamente, y en más de una manera. En primer lugar, ella extrañaba su compañía silenciosa. Entonces, después comprendió finalmente lo realmente útil que Kenshin era en la casa. Ella tenía que lavar los platos, trapear el suelo, cuidar del dojo, arreglar el tejado, y hacer el lavado, todo sola.  Kaoru suspiró. 

            Silbando de una manera descuidada, Kaoru comenzó ha hacer el lavado. Pero fregó los kimonos algo ausente, sus pensamientos ocupados por cierto rurouni de nombre Kenshin. Ella se preguntó por qué no lo había besado en los labios el día anterior. Entonces ese pensamiento la llevó a una docena de fantasías que no serán incluidas aquí porque al autor le gustaría guardar la valuación PG. 

            Aun sin regresar al presente chasqueó, sin embargo, vio su kimono con la  mancha de sangre de su aprehensor del día anterior. Sintió una ligera repulsión por él, pero sabía que tenía que lavarlo (no era demasiado barato como para tirarlo). Cuando ella escrutó su kimono, la repugnancia en sus ojos fue reemplazada gradualmente por una mirada de curiosidad y duda. 

            Despacio, vacilantemente, ella trajo el vestido cerca de su cara y...  lo olió. Pestañeó, entonces tomó otra respiración profunda. 

            Sus ojos se abrieron. Kaoru frunció el entrecejo. La sangre en el vestido tenia un extraño olor gustoso…

           Salsa. 

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            Ella se vistió en un kimono oscuro y se cubrió con una capa negra y larga. La capucha veló la mayor parte de su cara y frente a todas las apariencias ella era sólo una pobre mujer mayor que no llama la atención de los gángsteres. Se desplazó furtivamente por las calles nocturnas de Tokio, cuidadosa de guardar su vista de los hombres pero bastante a la vistosa para hacer su presencia conocida.

            Sus habilidades espiando eran aparentemente mejor de lo que ella había esperado, porque Shigeru no tenía ni la más mínima idea que él estaba siendo seguido. Desde las sombras, ella lo vio entrar indiferentemente en el restaurante de Bonsai, y esperó pacientemente fuera. Treinta minutos después, él salió una vez más, ligeramente bebido (pero todavía sobrio), y regreso a casa. 

            Kaoru lo siguió calladamente. 

            Él entró en un complejo hotel lujoso, y la identidad de Kaoru casi fue descubierta. Ella manejó engañarlo rápidamente a su manera fingiendo ser una sirvienta, sin embargo, logró el acceso al hotel. Estando ligeramente intoxicado, los sentidos de Shigeru no estaban de lo más agudizados y él no oyó los pasos suaves de Kaoru siguiéndolo a su recamara. 

            Dándole la espalda a ella, él empezó a quitarse su abrigo negro y comenzó a tirar las partes adicionales de su ropa para prepararse a ir a la cama. Kaoru estrechó sus ojos, azules luminosos y sonrió ligeramente en la oscuridad. 

            Yo no voy a dejarte escapar ahora, Shigeru... 

            Y con eso en  mente, Kaoru coloreó la esquina y atrapó enérgicamente a Shigeru sobre el suelo.

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Nota de la autora:

Este fue mi esfuerzo por hacer WAFF... -_-U por favor tengan presente que esto lo escribí a la 1 de la mañana, sean buenos con sus reviews, de gozaru... Yo tomaré cualquier comentario constructivo alegremente:) realmente estoy explorando estilos diferentes... ¡díganme lo que piensan! Bueno & los comentarios malos también son útiles y a ambos se les da la bienvenida.

:: bostezo:: Ahora voy a estudiar para mi sangriento último examen. ::suspiro:: ¡Hasta el próximo capítulo, todos!

Nota de la traductora:

Wahooo subi rápido este capitulo, ni yo lo puedo creer :P. Bueno sepan que Dora-chan ya termino de escribir la historia ¡¡¡Estoy muy feliz!!! Así que tratare de pasar los capítulos más rápido, espero terminar antes de comenzar las tortuosas clases en septiembre ¡_¡

No se olviden de sus reviews y gracias a todos por dejarlos, me alegra que les guste (como dice Mónica) mi trabajo comunitario :P

Hasta la próxima

Kary

Ja ne