Al fin!! Jeje Éste no me ha costado tanto. . . Espero que os guste, sobre
todo a los R/Hr ciprés, seguro que sí ^^
Y para todos aquellos que quieren saber dónde está Harry y demás: aunque aparezcan Harry, Draco y compañía, éste es un Ron/Hermione, así que no esperéis mucho de los demás personajes. . .
Ah! Y me lo dedico a mí misma, porque estoy malita. . . y porque es el que más me gusta ^^ Claro, que tb está el último capítulo, que es genial. . . bueno, esto. . . que me lo dedico pa mí, xq estoy mu malita, y a CurlsofGold en especial, que se lee todas mis historias ^^ y a los demás que tenéis la paciencia de no querer matarme cuando tardo en subir los capítulos :p
******************
LA CASA DE LOS GRITOS
No tardaron más de un segundo. En el mismo instante en que Genie pronunció aquellas palabras, todos se desaparecieron. Todos menos Genie, que se quedó un tanto confundida, pero de repente recordó lo que Hermione le había contado y se desapareció ella también.
Al aparecerse en las proximidades de la casa, Draco, Ron y Hermione se la quedaron mirando.
Él no se había dado cuenta, pero la chica era preciosa: cabello rubio, largo hasta la cintura, y grandes ojos azules.
"Olvídalo Draco", se dijo a sí mismo. "Hermione ha dicho que es una Ravenclaw. . . seguro que te odia. . . "
Hermione se acercó a Genie y la cogió del brazo.
- Vamos - dijo.
Todos estaban frente a la puerta principal. Seguía lloviendo, más fuerte que antes. Hermione no tardó ni un segundo en estar completamente mojada. Ron la miraba. La chica tenía todo el cabello mojado. Llevaba algunos mechones en la cara, los cuales estaba apartando en aquel preciso instante.
Ella notó que Ron la miraba, y se ruborizó un poco, pero nunca tanto como Ron. Draco se dio cuenta.
- Bien - dijo - Tenemos dos opciones: opción 1, quedarnos aquí como idiotas, admirando la belleza de esta casa - dijo con ironía - u opción 2, ¡ENTRAR! - gritó.
Genie rió levemente. Ron y Hermione esbozaron una sonrisa.
- Bueno, creo que . . . - comenzó a decir Ron.
- Genie vendrá conmigo - lo interrumpió Draco.
- Yo iré con Draco - dijo Genie, casi al mismo tiempo.
Ambos se miraron, sonriendo.
"Esto demuestra que no soy el único que cree ver cisiones", pensó Draco. "Hasta puede que no me odie. . . "
Ron no supo qué contestar. Estaba sorprendido. Se encogió de hombros mirando a Hermione.
Bien - dijo - Parece que no hay otro remedio. . .
"Sí, claro", pensó. "Como si tú pensaras que eso es un castigo. Mírala, ¡por el amor de Dios! Preciosa. . . No sé si podré resistirlo más tiempo. .. "
A Hermione pareció molestarle lo que el chico dijo. No dijo nada. Simplemente frunció el ceño y se dirigió hacia la entrada.
"Idiota", pensó. "Imbécil, imbécil, ¡Imbécil! No sé qué viste en él, pero no eres más idiota porque no puedes, Herm. . . Ya has oído, no le queda más remedio que ir contigo. . . "
Llegó a la puerta y miró a los demás.
- Yo voy arriba - dijo fríamente.
Draco se acercó e intentó abrir la puerta. Estaba cerrada.
- Haga los honores, Señorita Granger - dijo. Ella sonrió, sacando su varita.
- ¡Alohomora! - dijo.
La puerta se abrió. Dentro todo estaba oscuro y lleno de polvo. Hermione fue la primera en entrar, seguida de Draco, Genie, y finalmente, Ron, que cerró la puerta.
- Vale - dijo Genie - Según tengo entendido, vosotros dos vais arriba, ¿no?
Hermione asintió fríamente y comenzó a subir las escaleras.
- Draco - dijo Ron - no siento nada. . .
- Sí, yo tampoco - añadió Draco. - Si aquí hay algo, no es maligno.
Hermione subía sin prestar atención a las palabras de sus amigos. Tampoco parecía preocuparse de los escalones. Estaba sumida en sus pensamientos.
"¿Pero quién se cree que es? Decir que no le queda más remedio que subir conmigo. . . será estúpido. . . Ya sabía yo que no podía ser bueno que fuese amigo de Draco. . . aunque, por extraño que parezca, confío en él. . . ¿Habrá cambiado de verdad? . . . ¿A quién pretendes engañar, Herm? Sabes de sobra que diga lo que diga Ron vas a seguir enamorada de él. . . serás idiota. . ."
Y cayó. No había echado cuenta a la escalera. No había visto que el último escalón estaba roto. Y cayó de bruces en el suelo de la planta superior. No dijo nada, ni siquiera se quejó. Simplemente se dio la vuelta y se quedó tumbada allí, mirando al techo, esperando que pasara algo.
Y sucedió. Algo cayó sobre ella. Una persona, Ron Weasley. Tampoco él había prestado la más mínima atención a los escalones. Había estado intentando escuchar la conversación entre Draco y Genie.
No podía ver dónde había caído, ni encima de qué o quién. Sacó su varita.
- ¡Lumos! - susurró.
Se quedó paralizado. ¿Hermione? No podía ser. Parpadeó varias veces, pero ella seguía ahí, mirándolo aún más sorprendida.
- ¿Qué haces aquí? - dijo al fin Ron, sin levantarse.
- Idiota - dijo ella - ¿Qué crees que hago? ¿Tomar el sol en un día de lluvia, bajo el techo de una casa en ruinas?
Ron se puso colorado hasta las orejas, algo típico en él.
- Si te caíste podrías haber gritado. . .
"Relájate, no puedes hacerlo", pensó el chico. "¿No ves que no le gustas? Deberías quitarte ya de encima, pedazo de imbécil."
- No he gritado porque no tenía ganas. . . - dijo ella, poniendo los ojos en blanco.
Pero no pudo terminar la frase. Para entonces, Ron ya la había besado. Fue un beso corto, pero demasiado intenso y apasionado.
"¡¡No!! ¡No pares! Quiero que esto dure para siempre", pensó ella.
Pero, en contra de su propia voluntad, su mano fue a parar a la cara de Ron, dejando una gran marca roja en su mejilla.
Ron se levantó inmediatamente y se llevó la mano a la cara.
Bien, genio. Ya te dije que no deberías hacerlo"
Se quedó allí, de pie, mirándola. Ella le devolvió la mirad, mitad furiosa, mitad deseosa de que lo repitiera. Pero no podía dejar que él lo viera.
- ¿Es que eres idiota? - preguntó ella - ¿Qué crees que haces?
- Besarte - dijo él.
Ella no supo que decir. La había besado. Se había pasado los últimos cinco años esperando ese momento.
- ¿Y qué te ha dado derecho a hacerlo?
Obtuvo otro beso como respuesta. Esta vez más largo y apasionado. Hermione creía que estaba a unto de desmayarse. Había soñado tantas veces con besar aquellos labios, tan tiernos y sensuales. Se dejó llevar durante unos instantes. Luego repitió lo que había hecho antes en el suelo. Ron la miró, suspirando.
"Genio, genio. . . dos seguidas. . . ¿Quieres ir por la tercera?"
- Tú te lo has buscado - dijo él.
Y lo hizo de nuevo. Pero esta vez la agarró por la cintura. En realidad, estaba esperando que ella lo abofeteara por tercera vez, pero no sucedió. Contra lo que él había esperado, Hermione le rodeó el cuello con sus brazos.
Un minuto. . . dos. . . tres. . . perdieron la noción del tiempo. Sólo escuchaban el rumor de la lluvia fuera. No había ningún otro ruido en la casa.
Un beso. . . otro. . . y otro. . . Sólo abrían los ojos para mirarse y sonreírse.
"No puedo creerlo", pensaba ella. "Es. . . esto es increíble. . . Hermione cállate"
Continuaron así durante un buen rato. Hermione, un escalón por encima de Ron, pegada a él, rodeando su cuello son sus manos, tocando su pelo, sintiendo cómo él acariciaba su cintura.
Hasta que una voz dijo:
- ¿Qué será lo que hacen los señores Weasley en la escalera? Oh. . . Quería decir. . .
Genie estalló en carcajadas. Ron y Hermione no pudieron evitar reír ellos también. Los "Señores Weasley". . .
Ron terminó de subir la escalera y cogió la mano de la chica. Juntos fueron habitación por habitación, sin hacer el más mínimo ruido, varita en mano, preparados para cualquier cosa. Ron iba delante. Hermione no le soltaba la mano.
De repente, hubo un ruido en la habitación que tenían justo en frente.
Hermione tiró del brazo de Ron. Éste asintió. Justo cuando iba a abrir la puerta, el suelo cedió bajo él, y su pie quedó atrapado bajo una de las tablas del suelo que se había roto.
- Tú saca el pie - dijo ella - Yo entraré.
- ¡No! - susurró Ron.
- ¡Sí! - dijo ella - No pasará nada.
- Herm. . .
- Ron, tú estás aquí. . . - dijo guiñando un ojo.
Abrió la puerta y miró alrededor. Ron pudo oír que reía un poco.
- He encontrado a Harry - dijo Hermione.
Y para todos aquellos que quieren saber dónde está Harry y demás: aunque aparezcan Harry, Draco y compañía, éste es un Ron/Hermione, así que no esperéis mucho de los demás personajes. . .
Ah! Y me lo dedico a mí misma, porque estoy malita. . . y porque es el que más me gusta ^^ Claro, que tb está el último capítulo, que es genial. . . bueno, esto. . . que me lo dedico pa mí, xq estoy mu malita, y a CurlsofGold en especial, que se lee todas mis historias ^^ y a los demás que tenéis la paciencia de no querer matarme cuando tardo en subir los capítulos :p
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LA CASA DE LOS GRITOS
No tardaron más de un segundo. En el mismo instante en que Genie pronunció aquellas palabras, todos se desaparecieron. Todos menos Genie, que se quedó un tanto confundida, pero de repente recordó lo que Hermione le había contado y se desapareció ella también.
Al aparecerse en las proximidades de la casa, Draco, Ron y Hermione se la quedaron mirando.
Él no se había dado cuenta, pero la chica era preciosa: cabello rubio, largo hasta la cintura, y grandes ojos azules.
"Olvídalo Draco", se dijo a sí mismo. "Hermione ha dicho que es una Ravenclaw. . . seguro que te odia. . . "
Hermione se acercó a Genie y la cogió del brazo.
- Vamos - dijo.
Todos estaban frente a la puerta principal. Seguía lloviendo, más fuerte que antes. Hermione no tardó ni un segundo en estar completamente mojada. Ron la miraba. La chica tenía todo el cabello mojado. Llevaba algunos mechones en la cara, los cuales estaba apartando en aquel preciso instante.
Ella notó que Ron la miraba, y se ruborizó un poco, pero nunca tanto como Ron. Draco se dio cuenta.
- Bien - dijo - Tenemos dos opciones: opción 1, quedarnos aquí como idiotas, admirando la belleza de esta casa - dijo con ironía - u opción 2, ¡ENTRAR! - gritó.
Genie rió levemente. Ron y Hermione esbozaron una sonrisa.
- Bueno, creo que . . . - comenzó a decir Ron.
- Genie vendrá conmigo - lo interrumpió Draco.
- Yo iré con Draco - dijo Genie, casi al mismo tiempo.
Ambos se miraron, sonriendo.
"Esto demuestra que no soy el único que cree ver cisiones", pensó Draco. "Hasta puede que no me odie. . . "
Ron no supo qué contestar. Estaba sorprendido. Se encogió de hombros mirando a Hermione.
Bien - dijo - Parece que no hay otro remedio. . .
"Sí, claro", pensó. "Como si tú pensaras que eso es un castigo. Mírala, ¡por el amor de Dios! Preciosa. . . No sé si podré resistirlo más tiempo. .. "
A Hermione pareció molestarle lo que el chico dijo. No dijo nada. Simplemente frunció el ceño y se dirigió hacia la entrada.
"Idiota", pensó. "Imbécil, imbécil, ¡Imbécil! No sé qué viste en él, pero no eres más idiota porque no puedes, Herm. . . Ya has oído, no le queda más remedio que ir contigo. . . "
Llegó a la puerta y miró a los demás.
- Yo voy arriba - dijo fríamente.
Draco se acercó e intentó abrir la puerta. Estaba cerrada.
- Haga los honores, Señorita Granger - dijo. Ella sonrió, sacando su varita.
- ¡Alohomora! - dijo.
La puerta se abrió. Dentro todo estaba oscuro y lleno de polvo. Hermione fue la primera en entrar, seguida de Draco, Genie, y finalmente, Ron, que cerró la puerta.
- Vale - dijo Genie - Según tengo entendido, vosotros dos vais arriba, ¿no?
Hermione asintió fríamente y comenzó a subir las escaleras.
- Draco - dijo Ron - no siento nada. . .
- Sí, yo tampoco - añadió Draco. - Si aquí hay algo, no es maligno.
Hermione subía sin prestar atención a las palabras de sus amigos. Tampoco parecía preocuparse de los escalones. Estaba sumida en sus pensamientos.
"¿Pero quién se cree que es? Decir que no le queda más remedio que subir conmigo. . . será estúpido. . . Ya sabía yo que no podía ser bueno que fuese amigo de Draco. . . aunque, por extraño que parezca, confío en él. . . ¿Habrá cambiado de verdad? . . . ¿A quién pretendes engañar, Herm? Sabes de sobra que diga lo que diga Ron vas a seguir enamorada de él. . . serás idiota. . ."
Y cayó. No había echado cuenta a la escalera. No había visto que el último escalón estaba roto. Y cayó de bruces en el suelo de la planta superior. No dijo nada, ni siquiera se quejó. Simplemente se dio la vuelta y se quedó tumbada allí, mirando al techo, esperando que pasara algo.
Y sucedió. Algo cayó sobre ella. Una persona, Ron Weasley. Tampoco él había prestado la más mínima atención a los escalones. Había estado intentando escuchar la conversación entre Draco y Genie.
No podía ver dónde había caído, ni encima de qué o quién. Sacó su varita.
- ¡Lumos! - susurró.
Se quedó paralizado. ¿Hermione? No podía ser. Parpadeó varias veces, pero ella seguía ahí, mirándolo aún más sorprendida.
- ¿Qué haces aquí? - dijo al fin Ron, sin levantarse.
- Idiota - dijo ella - ¿Qué crees que hago? ¿Tomar el sol en un día de lluvia, bajo el techo de una casa en ruinas?
Ron se puso colorado hasta las orejas, algo típico en él.
- Si te caíste podrías haber gritado. . .
"Relájate, no puedes hacerlo", pensó el chico. "¿No ves que no le gustas? Deberías quitarte ya de encima, pedazo de imbécil."
- No he gritado porque no tenía ganas. . . - dijo ella, poniendo los ojos en blanco.
Pero no pudo terminar la frase. Para entonces, Ron ya la había besado. Fue un beso corto, pero demasiado intenso y apasionado.
"¡¡No!! ¡No pares! Quiero que esto dure para siempre", pensó ella.
Pero, en contra de su propia voluntad, su mano fue a parar a la cara de Ron, dejando una gran marca roja en su mejilla.
Ron se levantó inmediatamente y se llevó la mano a la cara.
Bien, genio. Ya te dije que no deberías hacerlo"
Se quedó allí, de pie, mirándola. Ella le devolvió la mirad, mitad furiosa, mitad deseosa de que lo repitiera. Pero no podía dejar que él lo viera.
- ¿Es que eres idiota? - preguntó ella - ¿Qué crees que haces?
- Besarte - dijo él.
Ella no supo que decir. La había besado. Se había pasado los últimos cinco años esperando ese momento.
- ¿Y qué te ha dado derecho a hacerlo?
Obtuvo otro beso como respuesta. Esta vez más largo y apasionado. Hermione creía que estaba a unto de desmayarse. Había soñado tantas veces con besar aquellos labios, tan tiernos y sensuales. Se dejó llevar durante unos instantes. Luego repitió lo que había hecho antes en el suelo. Ron la miró, suspirando.
"Genio, genio. . . dos seguidas. . . ¿Quieres ir por la tercera?"
- Tú te lo has buscado - dijo él.
Y lo hizo de nuevo. Pero esta vez la agarró por la cintura. En realidad, estaba esperando que ella lo abofeteara por tercera vez, pero no sucedió. Contra lo que él había esperado, Hermione le rodeó el cuello con sus brazos.
Un minuto. . . dos. . . tres. . . perdieron la noción del tiempo. Sólo escuchaban el rumor de la lluvia fuera. No había ningún otro ruido en la casa.
Un beso. . . otro. . . y otro. . . Sólo abrían los ojos para mirarse y sonreírse.
"No puedo creerlo", pensaba ella. "Es. . . esto es increíble. . . Hermione cállate"
Continuaron así durante un buen rato. Hermione, un escalón por encima de Ron, pegada a él, rodeando su cuello son sus manos, tocando su pelo, sintiendo cómo él acariciaba su cintura.
Hasta que una voz dijo:
- ¿Qué será lo que hacen los señores Weasley en la escalera? Oh. . . Quería decir. . .
Genie estalló en carcajadas. Ron y Hermione no pudieron evitar reír ellos también. Los "Señores Weasley". . .
Ron terminó de subir la escalera y cogió la mano de la chica. Juntos fueron habitación por habitación, sin hacer el más mínimo ruido, varita en mano, preparados para cualquier cosa. Ron iba delante. Hermione no le soltaba la mano.
De repente, hubo un ruido en la habitación que tenían justo en frente.
Hermione tiró del brazo de Ron. Éste asintió. Justo cuando iba a abrir la puerta, el suelo cedió bajo él, y su pie quedó atrapado bajo una de las tablas del suelo que se había roto.
- Tú saca el pie - dijo ella - Yo entraré.
- ¡No! - susurró Ron.
- ¡Sí! - dijo ella - No pasará nada.
- Herm. . .
- Ron, tú estás aquí. . . - dijo guiñando un ojo.
Abrió la puerta y miró alrededor. Ron pudo oír que reía un poco.
- He encontrado a Harry - dijo Hermione.
