Capítulo 4: En un momento

Hermione no sabía como hacer para no enrojeserse, sentía tanta pena, aunque conociera a Harry de una vida. Jamás le había pasado por la mente que, una simple tarde de Sábado, se encontraría en el dormitorio masculino, con Harry encima que nerviosamente la desnudaba, para finalmente perder la virginidad...

El chico también no tenía idea de qué le pasaba; la precedente vez, todo le había parecido tan sencillo: desnudar, disfrutar, en fin, dejarse llevar simplemente. Pero por alguna razón, en ese momento sus sentidos no estaban funcionando, y su instinto estaba bloqueado (n/a: el instinto, no akella otra cosa XD..). Había ya resbalado parte del sostén de Hermione, pero no lograba bajarlo del todo. Entonces fue cuando...

- Harry – murmuró casi inaudible Hermione, apartando la mirada de los ojos esmeralda que ahora la veían – Bésame. Por favor, bésame – Harry no dudó en hacerlo, se había dado cuenta que esa era la mejor forma: de esa manera su instinto lo dejaría transportar fácilmente.  Puso una mano en la mejilla izquierda de Hermione, y luego la besó tiernamente.

Exactamente sucedió lo que tenían prevenido: el beso se volvió cada vez más apasionado, exitando sus corazones y despertando los deseos de tener sexo. Hermione desabrochó en un abrir y cerrar de ojos la camisa de Harry, mientras sentía como él le acariciaba la espalda y le desabrochaba el sostén. Pronto la falda fue desabrochada, al igual que el pantalón del muchacho, hasta quedar sólo con la ropa interior.

Hermione ya no sentía ningún miedo, o alguna pena, si había decidido de hacer el amor con Harry era porque lo amaba desesperadamente, y porque de alguna manera ella también deseaba hacerlo. Harry había logrado desbloquearse como un rayo, no iba a perder esa oportunidad así por así, ni mucho menos iba a quedar en ridículo.

Harry se separó lentamente de los labios de Hermione, bañado en sudor como ésta.

- Herms – susurró Harry jadeando un poco – tú... estás segura que...

- Amor, sólo hazlo. Estoy... lista – dijo Hermione agarrando aire, el beso había durado mucho y su lengua había hecho bastante ejercicio. El sostén, que lo tenía encima de los senos, se lo quitó, sin importarle que Harry le viera. Se entregaría a él, ¿no? Debía hacerlo a la forma tradicional (n/a: ejem...^^').

Ante la cara asombrada de Harry (posiblemente más exitado ahora), Hermione le besó el cuello apasionadamente y lo apretó hacia sí. Puso las manos en su cabello, alborotandolo más, para luego sentir como Harry le besaba dulcemente por el hombro, arrastrando los labios hasta llegar al inicio del brazo. Hermione sentía un tanto de cosquillas, así que le venía de reir algunas veces. Luego agarró de nuevo la cabeza de Harry, para verlo de nuevo a los ojos y luego de dos segundos besarse tiernamente otra vez. Harry bajó las bragas de Hermione lenta y sensualmente, mientras la chica entrelazaba una pierna con las de él, y le quitaba las bragas también. Había llegado el momento final.

*

Todo había pasado rápido, tan fácil, tan chévere, todo había sucedido en un segundo. Las precauciones, Hermione las había tomado mucho antes de hacerlo, así que no se había tenido que preocupar por quedar embarazada, y había logrado no perder ese momento tan mágico y bello entre los dos. Se había sentido un poco asustada antes de llegar al "momento cumbre", pero todo había pasado casi sin que ella se hubiese dado cuenta. Bueno, no exactamente, porque algo de dolor había sentido. Pero por alguna razón, estaba feliz de no ser más "una chica virgen".

La situación entre Harry y Hermione había mejorado al cien por ciento. Harry, había regresado a ser el chico romántico y amoroso de siempre, y Hermione se sentía la muchacha más afortunada y feliz de toda Hogwarts: tenía un novio que la amaba y la cuidaba, tenía siempre buenas notas, y había recuperado una buena parte de su reputuación.

De hecho, su reputación había cambiado en un momento, haciendo entender que todo el mundo sabía lo que había sucedido finalmente entre ellos dos. La parejita sospechaba que Ron y Dean habían hablado de la situación con Seamus, que éste se lo había contado a su novia Lavender, y que ésta se lo había chismeado a Parvati, donde podrán imaginarse cómo todo el mundo se había enterado. Pero almenos Hermione no se veía más como una "ramera". ¿Pero por qué la habían visto de esa forma (n/a: sí, xq???)? Todo había salido de los primeros rumores por la pelea entre Harry y Hermione, cuando la gente había inventado toda clase de barbaridades (que Hermione lo había hecho con todo tipo de chicos, por ejemplo).

Pero por suerte eso ya había pasado de moda, parecía que Cho Chang la había superado por mucho en barbaridades. Y Hermione no podía sentirse mejor, sabiendo también que su enemigo Malfoy se debía de haber tragado sus palabras.

En ese entonces, Hermione se encontraba en clase de Historia de la Magia haciendo un dibujito muy romántico de ella y Harry, con tantos corazoncitos por todos lares. Estaba la cabeza de Hermione toda sonrojada pero feliz, al estilo manga, con al lado Harry sonriendo pícaro =), manga también. Estaba por mostrárselo, cuando se dio cuenta de que todos estaban riendo.

- ¿Qué? ¿Qué? ¡¿Qué pasa?! – preguntaba Hermione un poco en alta voz, a un Harry echado hacia atrás en la silla, riendo terriblemente. Se volvió hacia su izquierda, a ver si Ron le explicaba, pero ni modo, con Ron ni tenía oportunidad de entender algo (n/a: ajajjajaj XD). Se volvió hacia Neville detrás de ella, quién obviamente reía pero no tan alocadamente.

- ¿Qué pasó?

- Je je... es muy gracioso, el profe... bueno ja ja, parece haberse olvidado de ser un fantasma y... se tragó una Club Social, que le traspasó obviamente, pero hizo un contacto con él y de alguna manera... ja ja ja ja... lo hizo eructar por otro lado... je je je – Neville se puso a reir como todos los demás, haciendo que Hermione bufara.

El timbre pareció haber sonado pocos minutos después de todo el alcaboze que se había formado dado a la broma de Binns. Hermione se había podido dar cuenta que el amor la estaba volviendo más distraída: tenía que tener más cuidado en clases como las de Snape y de McGonagall.

Lo que le parecía extraño era que Harry no tuviera los mísmos síntomas que ella, osea, que fuera distraído. Obviamente el porqué era que Harry era hombre, y hombres y mujeres tenían modos de reaccionar diferentes. Los hombres eran más perdidos, superficiales, niños, que cuando querían una cosa la tenían que tener y ya... mientras que las mujeres, las mujeres eran más delicadas, ordenadas, dulces, perfectas, y que si algo lo querían, hacían de todo para obtenerlo... Hermione entonces podía entender cada vez más las dos grandes diferencias entre los dos sexos, y cada vez más maduraba su punto de vista hacia ellos.

- Harry, yo tengo que ir Estudios de Muggles, nos vemos en la cena – le dijo Hermione a su amado. Harry le besó tiernamente los labios.

- A más tarde, linda – le dijo sin rodeos alejándose, junto al grupo de Gryffindor.

- Como te amo, Harry... – pensó Hermione suspirando aún más profundamente, encaminándose a su clase – Te amo de morir... sólo espero que así sea tu amor por mí – caminó por un pasillo corto y poco iluminado, sin ventanas, para luego subir por unas estrechas escaleras. Al llegar, se dirigió al final de un pasillo, y como era de esperarse en la entrada de la clase se encontraba Pansy Parkinson junto a su amiga Millicent Bulstrode, como las proprias idiotas. Por una razón que Hermione desconocía, a esas dos les interesaba la clase de Estudios Muggles.

- Miren, aquí esta la canina – dijo la aguda voz de Pansy viendo entrar a Hermione, que no le dignó una mirada – ¿qué tal tus cogidas?

- De maravilla – respondió en seco Hermione, tomando asiento en el medio de la clase (las de Slytherin no creían a la nueva situación de Hermione). Pansy susurró algo al oído de Millicent, mirando con envidia a Hermione, y planeando quien sabe que otra cosa. Pansy se le acercó como la senda interesada, haciendo relucir sus anillos y tintineando sus pulseras de enorme valor.

- ¿Ningún problema con el huerfanito? Digo, Potter – preguntó sentándose enfrente del asiento de Hermione, que había entendido lo que quería: quería que la provocaran, para quitar puntos a Gryffindor apenas la profesora entrara por la clase y encontrandola peleándose con Pansy.

- De maravilla – repitió Hermione, aguantándose la rabia, y abriendo su libro de "La vida de ellos los Muggles", para repasar la clase. Sentía que iba a explotar, no sabía como se pudiese contener.

- Uf, me alegro. Pensé que a Potter no le gustaban las usadas – como decía aquel dicho, "Tanto el agua al cántaro hasta que revienta", Hermione no se contuvo más. Se paró de su silla, sacó la varita de su bolsillo, y cuando estaba apunto de pronunciar un hechizo enmudecedor, la profesora Duckmayer (n/a: como adoro ese apellido! Lo inventé yo hace tiempo!) entró por la puerta. Pansy hizo en tiempo a sacar su propria varita, y hacerse el hechizo Furunculus, sin que la profesora la notara. Quería que culpara a Hermione a toda costa, aunque se arruinara su cutis.

- ¡Profesora! – exclamó Pansy, tocandose la horrible cara llena de acné por todos lados – ¡Mire lo que me hizo Granger! – Duckmayer hizo en tiempo apenas en apoyar sus libros en el escritorio, cuando notó a Hermione apuntando a Pansy y ésta toda llena horriblemente de acné y otras cosas asquerosas en la cara. No podía creer lo que veía.

- Señorita Granger, ¿qué ha hecho? – Hermione estaba pálida, Pansy había logrado lo que quería, había caído bien bajo por completo.

- Profesora Duckmayer, yo no intenté hacerle eso, yo...

- ¡No importa! – exclamó la profesora. Cuando se enojaba, se enojaba (n/a: un poco parecida a mí ^^') – Señorita Parkinson... – la profesora veía a su alumna con un asco, de seguro ya le había pasado eso alguna vez – vaya a la enfermería, por favor... – Pansy se paró rápidamente del asiento, y salió de la clase como un rayo. Había exagerado con el hechizo. – Y usted, señorita Granger... – dijo mirándola decepcionada. Suspiró – Ah, creo que tendré que darle una dentención por todo el día y quitarle veinte puntos a su casa.

Hermione sintió que sus ojos estaban apunto de salirse de sus órbitas, y que su mundo se caía por completo. Sentía todas las miradas de sus compañeros posadas en ella, nadie hubiera pensado que Hermione Granger hubiese recibido una detención en su vida escolar en Hogwarts... sobretodo de la profesora más dulce de toda Hogwarts.

- Profesora... usted... no puede... no debe... – Hermione veía con los ojos aguados la profesora bien decepcionada delante suyo. Duckmayer negó con la cabeza, y con la varita hizo salir un hilo de chispas que se dirigían a la puerta, indicando que debía irse. Hermione agarró su mochila y su libro, y con lágrimas en los ojos, salió de la clase con toda la rabia del mundo.

La Gryffindor empezó a llorar desconsoladamente mientras en un momento llegaba al final del pasillo donde a la izquierda se encontraba la escalera por donde habían iniciado todos sus problemas con Pansy. Al bajarlas, podía seguir derecho y cruzar a la derecha para ir a su torre de Gryffindor, pero no tenía ganas de regresar tan pronto ni de ir a la Biblioteca (n/a: milagro!! O_o). Quería ir a su lugar favorito, un lugar casi apartado de todo, y ese era exactamente las orillas más alejadas del lago.

Al salir del castillo se dirigió justamente a donde tenía pensado. Pasando tras unos matorrales de plantas fastidiosas, encontró una panca justamente en una parte del lago, con enfrente una pequeña charca apartada del algo por otras plantas. Hermione solía ir ahí cuando se sentía confundida, cansada, o quería relajarse. De hecho, ahí había decidido que su primera vez debía ser en cuanto antes con Harry...

- Pasaron dos semanas y media desde que vine aquí a decidir si perder mi virginidad o no, ¿eh? – se dijo a sí mísma poniéndose de cuclillas y viéndose la cara en la charca, con la mirada perdida – Fue todo tan rápido... en un momento... todo mi mundo cambió, desde aquella vez... – se escondió la cara en los brazos que estaban apoyados en sus rodillas – todo fue desnivelándose, de arriba a abajo... – empezó a sollozar, se sentía mal, y quería desahogarse llorando.

Se sentía mal porque su linda situación con Harry había sufrido muchos cambios, desde aquella vez que Harry había intentado hacerlo... y el día en que ella lo había hecho... y los pocos días después a ese en que su mente se encontraba siempre entre las nubes. ¿Por qué Harry no se sentía así? ¿Por qué ella era la que debía sufrir? No entendía su actitud tan tonta. Sí, eso era lo que ella era, una tonta. En ese momento podía oir unos versos en su mente, una canción que la reflejaba totalmente.

Hoy he querido regresar

El tiempo para respirar

Sacarme todo lo que pesa

Y lo que no me servirá

Sólo un momento para estar

Sólo volver a comenzar

A darme cuenta de las cosas

Que me engañan, que me dan

Y que no he pedido

De repente, mientras murmuraba triste la canción, pudo escuchar alguien atravesar los matorrales y llegar donde ella se encontraba. Encontró un chico de pelo rubio, con el sello de Slytherin, mirándola interrogativamente, muy diferente a aquella vez en que le había dicho "ramera".

Nota de la autora:

Hola lok@s!!! Como están??! Espero q estén bien ahora después de leer este cap!!

Bueno, para no terminar el fic aká debía poner q Herms c sentía deprimida, no? Si no, como puedo seguir este fic!!Pues pienso hacer almenos 6caps (todo depnd d uds!).

Bueno, pudieron notar que no describí "eso" del todo. ¡¿Qué se creen, malpensadas?! XD Lissy, trankila q me costó mucho describir lo poco q puse. Tmpc soy tan morbosa!! De to2 mo2 pa las d+ (como Agatha, Akira y Arwen) espero q les haya sido suficiente lo q dscribí. Eje ^^'! Ah, la canción se llama "Hoy" de Morbo, realmente la adoro xq refleja lo q kisiera hacr con mi vida en varios momentos. Me vino en la mente y me la puc a oir, eje! Y bueno. Ah, Agatha, espero q ese poco d q dejé d Draky al final te haya hecho pensar algo (espero no algo malo, lo discutimos en el MSN, vale? XD).

[X]Karoloka: de luto x ellos y con la Oposición –NO C RINDAN!