ESTE CAPÍTULO LO DEDICO A HERMIONE de POTTER!!! (sorry x el otro cap!!)
Capítulo 9: ¡Disfrutemos el momento!
Hermione sentía la lengua de Draco que pasaba por todo su cuello y que mientras, sus manos paseaban del abdómen hacia abajo continuamente. Hermione no podía evitar sentir algo de exitación, su instinto femenino traicionaba por completo sus sentimientos. ¿Qué podía hacer? Estaba practicamente inmovilizada y no podía gritar auxilio...
Sintió que Draco ahora le besaba otra vez en la boca, con la misma posesión de antes. Hermione intentaba a los mil demonios impedirle el axceso, pero ¿era más fuerte ella que Draco? No, el chico podía adueñarse fácilmente de ella, Hermione no tenía ni idea como hacía. Simplemente lo lograba, y por supuesto no le importaba nada de lo que sintiera la Gryffindor...
Para más, el frío era horrible, la ventana había quedado semi-abierta y todo el viento invernal entraba por ella, congelando el cuerpo ya casi desnudo de Hermione. La chica sintió como Draco separaba sus labios, quien sabía que otra cosa pretendía en ese momento.
- ¿Qué? ¿Qué ganas con esto? – susurró Hermione tratando de alzar la voz.
- Un buen momento, Granger – mumuró Draco, increíblemente sudado en la frente. – Si no lo disfrutas tú, es peor para ti y la cosa se vuelve más difícil – entonces Draco practicamente arrancó el sostén de Hermione, no tendría tiempo de andar desabrochándolo. Apenas se lo quitó, pudo decirse que lo único que le había quedado de ropas a la chicas eran las bragas. Hermione estaba roja en la cara por no poder hacer nada y porque no quería ni pensar lo que seguía.
Draco se quitó su camisa, dejando ver su pálido pecho ahora musculoso. Sin un momento que esperar, arrodillado encima de Hermione, se quitó los pantalones y los echó a un lado. Pero antes de llegar al momento cumbre, quería jugar otro poco con la pequeña Hermione.
Ésta tenía un miedo tremendo, que se mezclaba con la rabia que tenía hacia Draco Malfoy y hacia sí mísma. ¿Por qué había tenido que dudar de Harry? ¡¿Quién coño le había dicho que Harry no la amaba?! Ella como la propia imbécil se había metido todas esas dudas en la cabeza, se había inventado que Harry no la quería y se había convencido que ella sólo era un objeto sexual. Había tenido una pelea inútil con él, y en ese momento, por ser tan pendeja, estaba apunto de ser violada por ese Slytherin hijo de perra...
Draco le lamía por doquier, fuese en el cuello, fuese más abajo, pero ella no podía hacer nada, sólo echarse culpas, culpas y más culpas. Se estaba empezando a odiar a sí mísma, ¿por qué había tenido que arruinar todo cuando su relación andaba de lo mejor? ¿Por qué había tenido que inventarse semejantes dudas? ¿Por qué no se había quedado quietecita preocupándose sólo de las fanáticas de su novio y de estar más tiempo con él?
La rabia era tal que Hermione no podía más que enojarse consígo mísma. Quería gritar, gritar con todas sus ganas "¡Harry! ¡Lo lamento!" y escapar de las garras de Malfoy. Quería desahogar sus sentimientos, quería pedir perdón, quería que el mundo supiera que lo lamentaba. Y por razón alguna, pudo romper el hechizo de la voz.
- Ha... ¡HARRY! ¡POR FAVOR! ¡LO LAMENTO! ¡DISCÚLPAME! – gritó Hermione con todo el aire que tenía en los pulmones, haciendo que Draco se impresionara porque había podido romper el hechizo.
- Maldita perra, ¡te quieres cayar la jeta! – Draco puso bruscamente una mano en la boca que Hermione, que no esperó un minuto en morderla. Si había podido romper el hechizo de la voz, ¿por qué no el de la inmovilización?
Hermione tentó, a pesar de que Draco trataba de bloquearla, romper el hechizo con todas sus fuerzas, tratando de mover brazos y piernas. Lo que primero logró, fue mover la pierna derecha, así que aprovechó para darle sendo rodillazo en las bolas a Draco. El rubio se puso instintivamente las manos en ellas, gritando un pocotón de groserías. En un momento, Hermione logró mover todo el cuerpo, pero de alguna manera, Draco soltó su parte del cuerpo y le agarró por la cintura, para que no pudiera escapar. Fácilmente se puso de nuevo encima de ella, con la diferencia de que Hermione ya no tenía el cuerpo inmovilizado.
- ¡DÉJAME PERRO INMUNDO! ¡SUÉLTAME YAAAAAA! – gritó Hermione con todas sus fuerzas, golpeando el pecho de Draco.
- ¡Ya cállate puta! ¡No te dejaré ir hasta que terminé con lo que empecé! – Draco simplemente le besó en la boca, Hermione con sus manos trataba de separarlo pero el tipo tenía una fuerza inmensa. Sintió luego que con una mano le empezaba a bajar la ropa interior, no podía lograrlo, no podía...
- Harry...
De repente, la puerta se abrió de golpe. Draco volteó a ver con el ceño fruncido. Hermione, con lágrimas en los ojos, casi completamente desnuda, se sorprendió al ver quién era. Harry había llegado.
- ¡Coño de tu madre! – Harry inmediatamente fue donde Draco y le pegó sendo puñetazo en la cara. Hermione no desperdició el momento de pararse del mueble y ponerse almenos la túnica, para taparse el cuerpo. Veía como Harry le pegaba a Draco, y este le devolvía los puños.
- ¡Te dije que no te acercaras a ella! – Harry le pegó en el abdómen, y sangre salió por la boca del Malfoy. Pero éste con un rápido movimiento, le devolvió el puño en la cara. A Harry se le partió el labio.
- ¡Yo hago lo que me da la perra gana! ¡¿Entendiste?! – Malfoy le dio otro puñetazo a Harry en el pecho, pero este no desistió y le dio un rodillazo en esa parte. Draco cayó al suelo, y Harry aprovechó para darle una patada en pleno pecho.
- ¡Respeta maldito cabrón! – le gritó, mientras notaba que ya había quedado inconciente. Se secó la sangre de los labios, y después de la ceja izquierda. Se volvió y pudo notar que Hermione estaba ahí de pié, mirándolo desconcertada. Sólo llevaba una túnica, y las bragas. Más nada.
- Harry... yo... ¡lo lamento! No fue... no quería... – Hermione hundió su cara en el pecho de Harry, que la abrazó fuertemente. Le acarició suavemente la melena enredada, y le besó en la cabeza.
- No pasa nada, Hermione... no fue nada... ya todo está bien... – Hermione sollozaba, no podía ni ver a Harry en la cara. Estaba sumamente avergonzada, estaba apenada, dolida, cansada.
- Harry, en serio, ¡lo lamento mucho! ¡Fui una idiota en creer eso de ti! ¡Me creé sólo dudas sobre tu amor, no fui capaz de confiar en ti! ¡¡Perdóname, por favor!! ¡No sé en qué estaba pensando! – sollozó fuertemente Hermione, se sentía muy apenada ante Harry.
- Ya, no fue tu culpa...
- ¡Sí fue mi culpa! ¡Me puse a pelear como una tonta! – exclamó Hermione, dando golpes al pecho de Harry con la cara aún hundida – ¡Me puse a decir sólo pendejadas sin pensarlo! ¡¡Y luego esto!! ¡Luego viene él e intenta violarme! ¡¡Lo siento, Harry, lo siento muchísimo!! – Hermione abrazó con todas sus fuerzas a Harry, sollozando terriblemente. Harry la abrazó muy fuerte, no quería que Hermione se sintiera en culpa.
- Hermione fueron sólo momentos de confusión que tuviste, es normal... sólo que la cosa me maravilló, de repente me hiciste tantas preguntas de ese modo que no entendía nada... y por Malfoy, no te preocupes...
- Harry, ¡tuve tanto miedo! ¡Tenía miedo de hacerlo con otra persona que no fueses tú! ¡¡No quería que me ensuciara!! ¡No quería que alguien más me tocara aparte de ti! – Harry la tomó con las dos manos de la barbilla, la miró directamente a los ojos, ¿podían estos no decir todo? Esos ojos miel, expresaban el arrepentimiento y el temor por todo lo que había pasado.
- Hermione, te amo... eso no lo dudes. Y no debes preocuparte. De ese inútil, me encargo yo – Harry acercó la boca a la de Hermione y sin más que decir le plantó un beso, lleno de pasión y amor.
*
Draco Malfoy se encontraba en su sala común, con un genio de los mil demonios. Se sentía frustrado, horas atrás no había logrado hacerlo con Granger y para más había recibido una paliza de parte de Potter. ¿Había cosa peor que esa para arruinar su apariencia? Por suerte nadie sabía de eso más que el huérfano y la sangre sucia, así que no debía temer que alguien lo supiera, porque de seguro Granger no querría hacer el ridículo sabiendo que había estado apunto de ser violada.
De repente entraron dos grandes siluetas a la sala común. Como era de suponerse, eran Crabbe y Goyle. Draco bufó fastidiado, ya aparte de frustrado y enojado consigo mísmo, debía soportar a ese par de inútiles.
- Señor Malfoy – gruñó Crabbe.
- ¿Qué quieres?
- Debemos decirle algo – dijo Goyle un tanto nervioso.
- ¿Qué? – dijo cortante Draco.
- Allá afuera... en las ventanas del Gran Hall... han puesto...
- ¿Qué? – Draco se interesó, aunque también se extrañó.
- Bueno... pusieron un estandarte de usted, señor.
- ¿Cómo así? – preguntó Draco amenazante, parándose de golpe.
- Es... es mejor que usted lo venga a ver – dijo Crabbe aguantándose la risa. Draco salió volado hacia la puerta de Slytherin, y subió las escaleras corriendo.
Apenas llegado al Gran Hall buscó con los ojos cualquier poster del él o algo parecido. No le fue muy difícil encontrar, porque a los tres segundos de observar atentamente la sala, pudo notar un enorme estandarte de él puesto en las ventanas de la sala.
Muchas personas que ya estaban entrando ahí para la hora de la cena se quedaron pasmadas con la visión del poster. Todos los hombres que entraban a la sala se partían en dos de las risas, incluso algunos de Slytherin no podía aguantarse. Las mujeres no hacían que reir frenéticamente, murmurando todo tipo de cosas. Draco quería que le tragara la tierra en ese momento, no podía aguantar tanta vergüenza.
Un poster de las dimensiones casi cuanto una ventana se hallaba justo enfrente de estas. En él, había una foto de Draco sólo con los interiores, con el cuerpo sudado y el pelo rebelde. Cualquier chica se hubiera derretido ante esa foto, si no hubiera sido porque los interiores que llevaba el chamo eran blancos con rosas y violetas por todos lados y porque los labios estaban pintados de un lindo rojo carmesí. Era un espetáculo increíble.
Los creadores de ese poster se hallaban tras una columna de la gran sala. Los ojos verde esmeralda de un muchacho y los miel de una muchacha estaban todos aguados de la risa que tenían. Harry se partía en dos, mientras que Hermione se tenía que mantener a la columna. Sí que habían exagerado, poniéndole de más lucecitas rojas y violetas al rededor del poster y una musiquita de viejos como "fondo". Pero la cosa les divertía mucho.
- Ha... ja ja ja ja... Harry, ay Dios... ja ja ja... Dios mío, creo que... je je... exageramos... ¡ja ja ja ja ja! – reía Hermione descontroladamente.
- No importa... todo el mundo... prr – Harry no podía aguantar la risa, y las carcajadas eran tales que por suerte estaba la música de fondo y las demás risas que evitaba delatarlos – ja ja todo el mundo se ríe igual... ¡ja ja ja!
- ¡Ja ja! ¿Conque ustedes fueron? – dijo una voz a sus espaldas. Por un momento dejaron de reír, aunque no lograban aguantarse, y se voltearon. Cuando vieron que era Ron, se echaron a reir de nuevo.
- ¿Y quiénes más? – rió Hermione – Se lo merecía.
- ¿Por qué? – dijo Hannah, que había apenas llegado.
- A después las explicaciones. ¡Disfrutemos el momento! – dijo Harry tomando de la cintura a su novia.
- No creo que haya nada que pueda mejorarlo – dijo Hermione besando a Harry en los labios.
- Yo creo que sí – Hannah se hizo adelante, y con un golpe de varita hizo que la música cambiara a una sexy (n/a: saben, esa canción "Tana-na-na-ná"), más que el Draco del poster se empezara a mover tipo playboy. El trío se partió en risas.
- Hannah, ¿me perdonas? Disculpa por lo del otro d-
- Shh – Hannah besó en los labios a Ron y le rodeó el cuello con los brazos. Ron le abrazó por la cintura, y así las dos parejas estaban sumidas en un dulce beso.
Pronto también los profesores fueron entrando al Gran Hall, quedando uno a uno pasmados ante el espectáculo de jóvenes riendo y ante el gracioso poster flotante. Muchos profesores jóvenes (como Duckmayer) y simples (como Mm. Pomfrey) se echaron a reír al rato, hasta que profesores como Flitwick y también McGonagall se desataron. Dumbledore no podía evitar una amplia sonrisa, así que también él se dejó llevar por el momento y explotó en carcajadas. Sólo Snape era el único que no reía, y veía el poster y los alumnos pasmado.
- Es increíble lo que hacen estos repugnantes alumnos hoy en día – gruñó Snape. McGonagall lo miró divertida.
- Pero Severus, ¿posible que seas siempre tan amargado? Ja ja ja – dijo McGonagall tal vez creyendo que había regresado en el tiempo unos años atrás (como una niña).
- Vamos Severus – dijo Dumbledore tratando de calmar las carcajadas. – Disfruta el momento como nosotros, anda. Déjate llevar.
Nota de la autora:
No puedo creer lo bien que me kedó este final. Estoy muerta de la risa y super emocionada ^^.
Estoy feliz que este fanfiction haya gustado tanto y que llegara a los 9 capítulos, osea, piensen q yo quería dejarlo en 2 o.O y miren hasta donde llegué!
No puedo expresar lo feliz que estoy por haberme acompañado hasta estos 93 reviews, sinceramente nunca pensé que este fic tuviera tantos. Gracias de corazón!!
Me despido de ustedes chamos, no se pierdan mi próximo fic que proximamente publicaré con el nombre de "La Escritora"! Siempre un fic romántico, con tres personajes principales. ¿Quiénes? ¡Averígüenlo!
DEJEN REVIEWS!!!!!!!!!!!!!!
*§*_KaroLynA SiLveR dE FeLTon –La FAniManGa!_*§*
*!¡!¡!VIVA D/Hm/H!¡!¡!*
