Konnichiwa de gozaru, tomos yo!!!! Tanto pero tanto tiempo hacía que no
continuaba esta historia, y el otro día se me prendió la lamparita de las
ideas olvidadas y me copé escribiendo!!!
Esta parte quedó media floja, pero piensen que todo lleva a otra cosa ( es como una cadena). . . yo escribí esto para que luego lo que va a suceder tenga sentido. . . y que Kenshin y Kaoru se puedan reencontrar en la época actual!!!
El próximo capítulo tratará en la universidad y todo será un poco menos complicado de comprender!!! ¡¡Lo aseguro!!
Bueno, no más charla, agradezco a todos los interesados y no interesados en mis historias y de veras rezo porque esta les guste. . . la titulo "asesino" porque Ken-san se va dando cuenta de quien, más o menos, era. . .
"Satsujin" Cap. 2
Las tibias gotas provenientes de la ducha, le empapaban toda su cara.
Bañarse era la mayor distracción para ella. La hacía olvidarse de la antigua casona donde vivía junto a su hermano y el misterioso tutor.
La hacía olvidarse de que su hermano existía.
Tomó el jabón del piso de la bañadera y se lo pasó por el estómago. El terso tacto la hizo estremecer. Desde hacía unos días estaba buscando una distracción para su mala suerte.
Estaba pensando en comenzar un curso de patinaje artístico. Por alguna razón, desde pequeña le había gustado todo lo relacionado con la gimnasia.
Y esa era la oportunidad perfecta.
La oportunidad perfecta de negar la soledad que la envolvía. De negar el abandono de sus padres. De negar las lágrimas exasperadas que le producían esas espeluznantes pesadillas. . . esos recuerdos.
Esos recuerdos que la remontaban casi dos siglos en el pasado.
Que la remontaban a una familia. Una familia de verdad. Ni parecida a la que la acompañaba en esa casa.
En esa otra vida tampoco había tenido padres. . . pero sí un protector.
Un golpe estruendoso la hizo volver a la realidad. A la añeja casa. Al minúsculo baño.
Alguien estaba golpeando, frenéticamente, la puerta.
- ¡Mou! Hace casi una hora que entraste. . . ¡yo también necesito un benjo!- le chilló una voz masculina.
Corrió, apenas, la cortina que resguardaba a la bañadera y observó detenidamente la puerta del baño. Era verdad que hacía mucho que había entrado. . . pero ella requería ese momento. Era su momento de paz, de meditación.
"Odio estar aquí.
Si pudiera irme, no tardaría en empacar mis cosas y alejarme lo más posible de Tokio.
Ya sé que Kimura-san me ha ayudado. . . y quizás le deba la vida por ello, pero estar aquí es tortuoso.
Encima que pasado mañana empiezan las clases en la universidad. . . solo espero poder integrarme al grupo que me toque. . .
Y solo espero que los estudios me hagan olvidar todas mis reminiscencias.
Ya no puedo más con ellas. Sé que las necesito. . . necesito a mi protector. . . demo, estoy tan exhausta de que me atormenten todas las noches.
Tan solo desearía que él realmente existiera. Tan solo él."
Con su mano derecha, cerró el grifo de golpe. El agua había hecho que sus delicados dedos se arrugaran.
Alargó su mano restante y tomó la toalla que había sobre el inodoro.
Colocándosela alrededor del cuerpo, salió de la bañadera. Sus pies avanzaron tres pasos, dejando a la adolescente frente a la puerta.
Tomó el picaporte y lo hizo girar.
La puerta se abrió de golpe.
Frente a ella, un joven de 17 años la miraba ceñudo.
- Podrías haberte apurado, ne?- sus ojos descosían una furia acumulada.
La muchacha avanzó llevándoselo por delante. El adolescente se tambaleó.
- Otokonoko. . . -le dijo casi en un susurro y se alejó ante la cara estupefacta de su hermano.
No tenía ganas de pelearle. No hoy. . .
Su depresión era abrumadora. No existían razones para vivir. Salvo, quizás, en dos días. Pasado mañana sería el día donde su juventud renacería.
Entrando en su habitación descubrió como el candente atardecer se colaba por su ventana.
La mujer se derribó sobre su cama. Tapándose la cara con sus manos, débiles lágrimas escaparon de sus ojos de niña.
Una niña. Solo una niña.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Kenshin Kiyosami desde que era un niño había tenido pesadillas.
. . . "malos sueños". . .
Su madre lo solía abrazar fuertemente cuando el se despertaba gritando. El grito de un niño que ha visto la propia muerte.
. . . "la propia muerte". . .
Pero su madre dejó de abrazarlo. Se fue. Lo abandonó. Abandonó a un niño alterado. A su único hijo.
. . . "su único hijo". . .
Esas imágenes estaban encarnadas en su piel. Adheridas por un sentimiento tan fuerte que sobrevivía. Un amor.
. . . "su verdadero amor". . .
Alguien invadía esas pesadillas. Le hacía ver la luz.
. . . "la luz". . .
Aún podía recordar como era tocar su cabello moreno con la yema de sus dedos.
. . . "su cabello moreno". . .
Aún podía recordar como ella se había sacrificado por el. Lo había hecho para que el pudiera obtener la paz.
. . . "sacrificado". . .
Aún podía recordar como era su amor.
. . . "su amor". . .
Observaba fijo al hombre que estaba tendido en el suelo. Parecía que lo quería golpear, pero eso ya no importaba.
Los recuerdos habían vuelto.
Todo más claro. Todo más crudo.
El había matado a las personas que más amaba. A las dos mujeres que lo llegaron a complementar.
Que le dieron paz.
Pero no podía ver el rostro de ese amor verdadero. Del único. No sabía cual de las dos era la elegida. . .
Solo su cabello negro como las noches de verano. Solo su cabello llegaba a ver.
Con su mano derecha se tocó la frente. Se sentía mareado. El no era un niño abandonado. . . él era un hitokiri.
Su mirada se volvió a fijar en el hombre. Este ya se había parado, y tenía sus puños apretados.
Kenshin conocía su cara.
- S-sano?
.
.
.
.
.
.
.
.
El portazo que dio hizo retumbar todo el departamento.
¿ Cómo se podía haber atrevido a regalarle eso?
Avanzó unos pocos pasos, y, en un ataque de furia, pateó fuertemente la mochila azul marino que se hallaba a un costado de la mesa de la cocina.
Débilmente, se dejó caer de rodillas al piso de madera y unas lágrimas afligidas brotaron de sus ojos.
" Estoy tan confundida. . . ¿porqué justo ahora regresan esas memorias? ¿porqué a mi?
Por más que trate en concentrarme en otra cosa, me vuelve a la cabeza su imagen. La imagen de él.
Recuerdo todo, como si hubiera estado allí. . .
Recuerdo su cabello rojizo. . .
Recuerdo su aroma intoxicante, penetrado en mi piel. . .
Recuerdo su cicatriz. . .
Puedo sentir un lúcido dolor en el pecho. A veces me siento asfixiada, ya van varias veces que me tuve que quedar en un hospital.
Si tan solo lo pudiera olvidar. . . además, Sanotou-chan también aparece en mis recuerdos. . .
No, solo estoy embrollada, lo mejor será olvidarme de este asunto.
Lo mejor será enfocarme en mi cumpleaños. . . quisiera que mamá estuviese conmigo para festejar.
Creo que Hitoshi me llevará a cenar con Tohan-san y Sano. . . en fin, un cumpleaños como todos los otros."
Con la mano derecha golpeó estruendosamente el suelo, y sus lamentos se pronunciaron aún más.
Unos suaves golpes en la puerta de entrada la hicieron volver a la realidad.
Con la cara húmeda, se dirigió sigilosamente a la puerta y la abrió.
Del otro lado, un anciano de unos cincuenta años la observada con cara preocupada.
Casi de improviso, se acercó a ella y la rodeó con sus brazos. La muchacha comenzó a llorar nuevamente.
- Kaworu-kun. . . daijoubu desu ka?- le preguntó con una voz ronca, pero amable a su vez.
La joven se separó del tierno abrazo y lo miró fijo a la cara.
El doctor Genkay, sus nietas y su sobrina siempre le habían servido de apoyo. En todas las malas ocasiones, ellos acudían a ayudarla.
Desde que su madre había desaparecido, él viejo dentista había ocupado su lugar.
Forzando una sonrisa, sus palabras sonaron desconsoladas:
- Hai, estoy bien. . . es solo que. . . desearía que ella estuviese aquí. . .
El hombre la miró paternalmente y, con mucha delicadeza, la tomó del brazo.
- Ven, kodomo, mis nietas están preparando un poco de matcha- dijo, con un tono muy tranquilo en su voz.
- Arigatou gozaimazu.
Un brillo en sus ojos alegró al hombre. Definitivamente, esta era su nueva familia.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
- S-sano?
El hombre pelirrojo que tenía frente a él lo hizo regresar al pasado.
Ya lo conocía.
Ya había peleado con él.
Las imágenes sobre las crueles derrotas hacían que cada segundo que pasaba, deseara cerrarle las dos manos sobre ese flaco cuello. . . pero a su vez, la admiración por él crecía.
Algo le era familiar.
Era como si en otra vida habrían estado juntos. . . como amigos y, a su vez, enemigos.
Un macabro escalofrío le recorrió toda la espalda. El sudor comenzó a empapar su frente, y una conmoción extraña lo abarcó.
Estaba seguro que lo conocía.
- Kenshin?- preguntó algo confundido.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
" No tengo que alterar a otouto-san.
Estoy segura que este mareo se me pasará apenas nos traigan la comida. . . aunque no tendría que seguir tomando más sake. . .
Mmm, este lugar es una verdadera pocilga, huele a repollo y el servicio es pésimo.
Solo por Soujiho-kun vengo a este bar.
Ese niño nunca aprenderá a llegar en horario a las citas. . . demo, esta vez es realmente importante que hable con él.
Toshinaga-san me tiene cansada.
Debo cancelar el compromiso con Eikichi-san antes de que sea demasiado tarde. No quiero terminar casada con el sucesor de mi padre.
Esa sería mi propia condena."
Muy distraídamente la mujer observaba a las personas que transitaban por esa galería, mientras que su hermano menor jugaba con su "game boy color".
El niño se removió tan bruscamente en su taburete que hizo que la mesa se sacudiera, pero ella no se dio, ni siquiera, por aludida.
Estaba sumida en sus pensamientos.
En su jaqueca.
Un hombre de mediana estatura se acercaba con paso decidido a su mesa.
Arrastraba unos desgastados jeans y llevaba puesta una remera negra con un símbolo de "Niké", en blanco, en la espalda.
Con gran rapidez tomó de la mano a la mujer y le sonrió.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
No podía creer que fuera cierto.
Recordaba esos momentos vividos, pero lejanos a él.
Al principio no comprendía lo que le estaba diciendo, pero luego, recordó todo. Con dolor recordó hasta el último detalle.
. . . "¿recuerdas? Fuimos juntos a la secundaria Zentraidi-ryugi. . . y cuando te mudaste fue la última vez que nos vimos". . .
Sus palabras resonaban como un eco en lo más profundo de su ser.
Si, recordaba a Sanotou Takahashi de la chu gaku. . . pero también lo recordaba de su otra vida.
Sanotou estaba en sus intensos recuerdos, que ahora podía ver notoriamente.
- Waru. . . -pronunció Kenshin, misteriosamente.
- ¿Nani?- preguntó el joven, algo desorientado
Kenshin lo contempló fijo a los brunos ojos.
- Hontou ni nandemo arimasen, Sano, me alegro mucho de verlo- dijo con una cálida sonrisa.
Y en un abrir y cerrar de ojos, el joven pelirrojo estaba abrazando al moreno muchacho.
Su amigo de la secundaria. . .
Su amigo de otra vida. . .
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Bebió un largo sorbo de matcha y depositó apaciblemente la humeante taza de cerámica sobre la mesa de mármol.
El departamento que compartía el doctor Genkay con sus dos nietas, Akira y Susuki, y su sobrina, Tsubake, estaba decorado de una manera extraña.
Al doctor le fascinaban las esculturas sobre mármol, amaba coleccionarlas. Por eso, en todas las habitaciones había alguna.
Para las navidades, Kaworu, siempre recibía estatuillas que el doctor le regalaba. Aunque eran de muy mal gusto, la chica las tomaba cordialmente.
Al fin y al cabo, ellos, Sanotou y Hitoshi eran su familia.
No se llevaba muy bien con su prima Tohan, pero igual, era el único pariente vivo que le quedaba.
Con Hitoshi compartían una relación muy agradable, desde que era pequeña se habían tratado de hermana-hermano.
Él vivía algo alejado, por culpa de Tohan-san, aunque igualmente se veían casi todos los días.
En la universidad, ella estaba siempre con él.
Su protector. . .
Su hermano. . .
- Kaworu-san. . . - dijo Tsubake.
Kaworu se sobresaltó al oír la dulce voz de la niña.
- Nani, Tsubake-chan?- preguntó, algo perdida.
- Nada. . . es solo que te habías quedado pensando. . . y. . . -dijo la chiquilla, con timidez.
- Me quedé pensando en que se acerca mi cumpleaños- le dijo, con una radiante sonrisa. Ya había olvidado a su madre, estaba decidida a no recordarla.- y supongo que tu, el doctor Genkay, Akira y Susuki irán conmigo a cenar. . .
Tsubaki le dedicó una gran sonrisa, que luego de unos instantes se esfumó.
- Gomen kudasai, Kaworu-san, pero ese día nosotros. . . ehh. . . tenemos una comida con la directora de nuestra escuela. . . es para la inscripción. . . - el rostro de la niña se había puesto rojo carmesí.
La adolescente la observó fijamente, con una mirada penetrante y peligrosa, para luego sonreír con poco entusiasmo.
- Daijoubu ka, Tasubaki-chan- dijo.
Se sentía, de nuevo, vacía.
"Bueno. . . creo que seremos Sanotou, Hitoshi y Tohan-san.
La misma pandilla de siempre.
Parecemos dos parejas de tortolitos que vaguean por los pasillos y patios de la universidad. Aunque, debo admitir, que me siento muy a gusto con ellos. . . con mi prima también.
Creo que el lunes, al empezar los cursos y los exámenes de mitad de año, todas las imágenes que me estuvieron atormentando recientemente, se irán.
No puedo soportarlas más, es demasiado sufrimiento.
El saber que él no está aquí. . . que no existe, juega como verdugo de mis días. De mi vida.
Quisiera que él estuviese en mi cumpleaños, además de mi madre, ese sería lo único que quiero en todo el mundo. . .
A ti. . . Shinta. . ."
Con la respiración jadeante se levantó del sillón de lino y se despidió cariñosamente de todos los presentes.
La puerta a su departamento quedaba enfrentada a la del doctor Genkay. Era una suerte tenerlo tan cercano.
Una sensación. . . acogedora.
El pasillo, que comunicaba a todas las casas del tercer piso, estaba desierto.
Se apresuró a cruzar la cocina, para llegar a su dormitorio.
En dos días comenzaría a ir a la universidad, cursando el segundo año en química natural. No le gustaba mucho, pero, antes de irse, su madre le había aconsejado que siguiera esa materia.
La oscuridad, de la calma noche, inundaba toda la habitación.
Dejándose caer de bruces sobre la acolchonada cama, se internó en un plácido sueño donde aparecía el pelirrojo de sus remembranzas.
Su esposo de otra vida.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Owari of the second chapter (fin del segundo capítulo)
Sugoi!!! Yeah, tomodachis, terminé finalmente de escribir el segundo capítulo de mi fanfic más laaaaargo.
Espero que les haya gustado, y si no fue así, pues gomen nasai, pero a mi me encanta. Es la historia más llena de detalles que he escrito (por ahora).
Si aún no se han dado cuenta, yo he cambiado los nombres de todos los personajes. . . mejor dicho, los he trucado. Por ejemplo, a Sano le dicen Sano, pero su nombre completo es Sanotou. . . otro ejemplo puede ser el Kaoru, que ahora es Kaworu, o Soujirou que ahora es Soujiho, y así muchos más (en realidad casi todos, excepto Tae, Kenshin y otros ^^U!!)
Bueno, la mejor parte está por venir cuando empiecen las clases y finalmente Kaoru-chan y Ken-san (o mejor dicho, Shinta ^^) se encuentren. . . porque todos van a la misma universidad. . . ¡¡¡Yadaa!!! ¡¡se me acaba de escapar un dato superimportante!!!. . . pero bueno, ya lo saben, igualmente no les digo nada más. . .
No les doy mucha más charla, para no aburrirlos. . .
. . . "por suerte el daddy de Ken-san aparece bien al final de la historia, y será algo impactante su participación". . .
Luego publico la tercer parte de "espejismos" y mi nuevo fic "días del Bakumatsu" con la participación especial y protagónica de Soushi Okita (uno de mis personajes favoritos) y, por supuesto, de Hajime Saitou (otro personaje que amo, por la maldad e intriga que esconde. . . pero no dejemos atrás a Ken-san!!!).
Si quieren me pueden dejar algún rewie o mandarme un mail, todo será muuuuy bien recibido (todo menos los virus ^^u, por razones obvias).
Sayounara de gozaru!!!
See ya!!!
Jou-Chan
Palabras o frases en japonés (ahh, que buena que soy. . . ^^u):
Mou: oh! (exclamación de frustración)
Otokonoko: niño
Daijoubu desu ka: "¿estás bien?"
Kodomo: niña/o, muchacha/o, hija/o
Arigatou gozamazu: "muchas, pero muchas, gracias"
Otouto-san: hermano menor
Chu gaku: secundaria
Waru: kanji que posee Sanosuke en su espalda, y significa "mal"
Hontou ni nandemo arimasen: "no es realmente nada. . . "
Matcha: té verde que se toma muy frecuentemente en Japón. A Kenshin le encanta, siempre toma
Gomen kudasai: "perdóname"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
N/A: Ahora si me largo, bye de gozaru!!
Esta parte quedó media floja, pero piensen que todo lleva a otra cosa ( es como una cadena). . . yo escribí esto para que luego lo que va a suceder tenga sentido. . . y que Kenshin y Kaoru se puedan reencontrar en la época actual!!!
El próximo capítulo tratará en la universidad y todo será un poco menos complicado de comprender!!! ¡¡Lo aseguro!!
Bueno, no más charla, agradezco a todos los interesados y no interesados en mis historias y de veras rezo porque esta les guste. . . la titulo "asesino" porque Ken-san se va dando cuenta de quien, más o menos, era. . .
"Satsujin" Cap. 2
Las tibias gotas provenientes de la ducha, le empapaban toda su cara.
Bañarse era la mayor distracción para ella. La hacía olvidarse de la antigua casona donde vivía junto a su hermano y el misterioso tutor.
La hacía olvidarse de que su hermano existía.
Tomó el jabón del piso de la bañadera y se lo pasó por el estómago. El terso tacto la hizo estremecer. Desde hacía unos días estaba buscando una distracción para su mala suerte.
Estaba pensando en comenzar un curso de patinaje artístico. Por alguna razón, desde pequeña le había gustado todo lo relacionado con la gimnasia.
Y esa era la oportunidad perfecta.
La oportunidad perfecta de negar la soledad que la envolvía. De negar el abandono de sus padres. De negar las lágrimas exasperadas que le producían esas espeluznantes pesadillas. . . esos recuerdos.
Esos recuerdos que la remontaban casi dos siglos en el pasado.
Que la remontaban a una familia. Una familia de verdad. Ni parecida a la que la acompañaba en esa casa.
En esa otra vida tampoco había tenido padres. . . pero sí un protector.
Un golpe estruendoso la hizo volver a la realidad. A la añeja casa. Al minúsculo baño.
Alguien estaba golpeando, frenéticamente, la puerta.
- ¡Mou! Hace casi una hora que entraste. . . ¡yo también necesito un benjo!- le chilló una voz masculina.
Corrió, apenas, la cortina que resguardaba a la bañadera y observó detenidamente la puerta del baño. Era verdad que hacía mucho que había entrado. . . pero ella requería ese momento. Era su momento de paz, de meditación.
"Odio estar aquí.
Si pudiera irme, no tardaría en empacar mis cosas y alejarme lo más posible de Tokio.
Ya sé que Kimura-san me ha ayudado. . . y quizás le deba la vida por ello, pero estar aquí es tortuoso.
Encima que pasado mañana empiezan las clases en la universidad. . . solo espero poder integrarme al grupo que me toque. . .
Y solo espero que los estudios me hagan olvidar todas mis reminiscencias.
Ya no puedo más con ellas. Sé que las necesito. . . necesito a mi protector. . . demo, estoy tan exhausta de que me atormenten todas las noches.
Tan solo desearía que él realmente existiera. Tan solo él."
Con su mano derecha, cerró el grifo de golpe. El agua había hecho que sus delicados dedos se arrugaran.
Alargó su mano restante y tomó la toalla que había sobre el inodoro.
Colocándosela alrededor del cuerpo, salió de la bañadera. Sus pies avanzaron tres pasos, dejando a la adolescente frente a la puerta.
Tomó el picaporte y lo hizo girar.
La puerta se abrió de golpe.
Frente a ella, un joven de 17 años la miraba ceñudo.
- Podrías haberte apurado, ne?- sus ojos descosían una furia acumulada.
La muchacha avanzó llevándoselo por delante. El adolescente se tambaleó.
- Otokonoko. . . -le dijo casi en un susurro y se alejó ante la cara estupefacta de su hermano.
No tenía ganas de pelearle. No hoy. . .
Su depresión era abrumadora. No existían razones para vivir. Salvo, quizás, en dos días. Pasado mañana sería el día donde su juventud renacería.
Entrando en su habitación descubrió como el candente atardecer se colaba por su ventana.
La mujer se derribó sobre su cama. Tapándose la cara con sus manos, débiles lágrimas escaparon de sus ojos de niña.
Una niña. Solo una niña.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Kenshin Kiyosami desde que era un niño había tenido pesadillas.
. . . "malos sueños". . .
Su madre lo solía abrazar fuertemente cuando el se despertaba gritando. El grito de un niño que ha visto la propia muerte.
. . . "la propia muerte". . .
Pero su madre dejó de abrazarlo. Se fue. Lo abandonó. Abandonó a un niño alterado. A su único hijo.
. . . "su único hijo". . .
Esas imágenes estaban encarnadas en su piel. Adheridas por un sentimiento tan fuerte que sobrevivía. Un amor.
. . . "su verdadero amor". . .
Alguien invadía esas pesadillas. Le hacía ver la luz.
. . . "la luz". . .
Aún podía recordar como era tocar su cabello moreno con la yema de sus dedos.
. . . "su cabello moreno". . .
Aún podía recordar como ella se había sacrificado por el. Lo había hecho para que el pudiera obtener la paz.
. . . "sacrificado". . .
Aún podía recordar como era su amor.
. . . "su amor". . .
Observaba fijo al hombre que estaba tendido en el suelo. Parecía que lo quería golpear, pero eso ya no importaba.
Los recuerdos habían vuelto.
Todo más claro. Todo más crudo.
El había matado a las personas que más amaba. A las dos mujeres que lo llegaron a complementar.
Que le dieron paz.
Pero no podía ver el rostro de ese amor verdadero. Del único. No sabía cual de las dos era la elegida. . .
Solo su cabello negro como las noches de verano. Solo su cabello llegaba a ver.
Con su mano derecha se tocó la frente. Se sentía mareado. El no era un niño abandonado. . . él era un hitokiri.
Su mirada se volvió a fijar en el hombre. Este ya se había parado, y tenía sus puños apretados.
Kenshin conocía su cara.
- S-sano?
.
.
.
.
.
.
.
.
El portazo que dio hizo retumbar todo el departamento.
¿ Cómo se podía haber atrevido a regalarle eso?
Avanzó unos pocos pasos, y, en un ataque de furia, pateó fuertemente la mochila azul marino que se hallaba a un costado de la mesa de la cocina.
Débilmente, se dejó caer de rodillas al piso de madera y unas lágrimas afligidas brotaron de sus ojos.
" Estoy tan confundida. . . ¿porqué justo ahora regresan esas memorias? ¿porqué a mi?
Por más que trate en concentrarme en otra cosa, me vuelve a la cabeza su imagen. La imagen de él.
Recuerdo todo, como si hubiera estado allí. . .
Recuerdo su cabello rojizo. . .
Recuerdo su aroma intoxicante, penetrado en mi piel. . .
Recuerdo su cicatriz. . .
Puedo sentir un lúcido dolor en el pecho. A veces me siento asfixiada, ya van varias veces que me tuve que quedar en un hospital.
Si tan solo lo pudiera olvidar. . . además, Sanotou-chan también aparece en mis recuerdos. . .
No, solo estoy embrollada, lo mejor será olvidarme de este asunto.
Lo mejor será enfocarme en mi cumpleaños. . . quisiera que mamá estuviese conmigo para festejar.
Creo que Hitoshi me llevará a cenar con Tohan-san y Sano. . . en fin, un cumpleaños como todos los otros."
Con la mano derecha golpeó estruendosamente el suelo, y sus lamentos se pronunciaron aún más.
Unos suaves golpes en la puerta de entrada la hicieron volver a la realidad.
Con la cara húmeda, se dirigió sigilosamente a la puerta y la abrió.
Del otro lado, un anciano de unos cincuenta años la observada con cara preocupada.
Casi de improviso, se acercó a ella y la rodeó con sus brazos. La muchacha comenzó a llorar nuevamente.
- Kaworu-kun. . . daijoubu desu ka?- le preguntó con una voz ronca, pero amable a su vez.
La joven se separó del tierno abrazo y lo miró fijo a la cara.
El doctor Genkay, sus nietas y su sobrina siempre le habían servido de apoyo. En todas las malas ocasiones, ellos acudían a ayudarla.
Desde que su madre había desaparecido, él viejo dentista había ocupado su lugar.
Forzando una sonrisa, sus palabras sonaron desconsoladas:
- Hai, estoy bien. . . es solo que. . . desearía que ella estuviese aquí. . .
El hombre la miró paternalmente y, con mucha delicadeza, la tomó del brazo.
- Ven, kodomo, mis nietas están preparando un poco de matcha- dijo, con un tono muy tranquilo en su voz.
- Arigatou gozaimazu.
Un brillo en sus ojos alegró al hombre. Definitivamente, esta era su nueva familia.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
- S-sano?
El hombre pelirrojo que tenía frente a él lo hizo regresar al pasado.
Ya lo conocía.
Ya había peleado con él.
Las imágenes sobre las crueles derrotas hacían que cada segundo que pasaba, deseara cerrarle las dos manos sobre ese flaco cuello. . . pero a su vez, la admiración por él crecía.
Algo le era familiar.
Era como si en otra vida habrían estado juntos. . . como amigos y, a su vez, enemigos.
Un macabro escalofrío le recorrió toda la espalda. El sudor comenzó a empapar su frente, y una conmoción extraña lo abarcó.
Estaba seguro que lo conocía.
- Kenshin?- preguntó algo confundido.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
" No tengo que alterar a otouto-san.
Estoy segura que este mareo se me pasará apenas nos traigan la comida. . . aunque no tendría que seguir tomando más sake. . .
Mmm, este lugar es una verdadera pocilga, huele a repollo y el servicio es pésimo.
Solo por Soujiho-kun vengo a este bar.
Ese niño nunca aprenderá a llegar en horario a las citas. . . demo, esta vez es realmente importante que hable con él.
Toshinaga-san me tiene cansada.
Debo cancelar el compromiso con Eikichi-san antes de que sea demasiado tarde. No quiero terminar casada con el sucesor de mi padre.
Esa sería mi propia condena."
Muy distraídamente la mujer observaba a las personas que transitaban por esa galería, mientras que su hermano menor jugaba con su "game boy color".
El niño se removió tan bruscamente en su taburete que hizo que la mesa se sacudiera, pero ella no se dio, ni siquiera, por aludida.
Estaba sumida en sus pensamientos.
En su jaqueca.
Un hombre de mediana estatura se acercaba con paso decidido a su mesa.
Arrastraba unos desgastados jeans y llevaba puesta una remera negra con un símbolo de "Niké", en blanco, en la espalda.
Con gran rapidez tomó de la mano a la mujer y le sonrió.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
No podía creer que fuera cierto.
Recordaba esos momentos vividos, pero lejanos a él.
Al principio no comprendía lo que le estaba diciendo, pero luego, recordó todo. Con dolor recordó hasta el último detalle.
. . . "¿recuerdas? Fuimos juntos a la secundaria Zentraidi-ryugi. . . y cuando te mudaste fue la última vez que nos vimos". . .
Sus palabras resonaban como un eco en lo más profundo de su ser.
Si, recordaba a Sanotou Takahashi de la chu gaku. . . pero también lo recordaba de su otra vida.
Sanotou estaba en sus intensos recuerdos, que ahora podía ver notoriamente.
- Waru. . . -pronunció Kenshin, misteriosamente.
- ¿Nani?- preguntó el joven, algo desorientado
Kenshin lo contempló fijo a los brunos ojos.
- Hontou ni nandemo arimasen, Sano, me alegro mucho de verlo- dijo con una cálida sonrisa.
Y en un abrir y cerrar de ojos, el joven pelirrojo estaba abrazando al moreno muchacho.
Su amigo de la secundaria. . .
Su amigo de otra vida. . .
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Bebió un largo sorbo de matcha y depositó apaciblemente la humeante taza de cerámica sobre la mesa de mármol.
El departamento que compartía el doctor Genkay con sus dos nietas, Akira y Susuki, y su sobrina, Tsubake, estaba decorado de una manera extraña.
Al doctor le fascinaban las esculturas sobre mármol, amaba coleccionarlas. Por eso, en todas las habitaciones había alguna.
Para las navidades, Kaworu, siempre recibía estatuillas que el doctor le regalaba. Aunque eran de muy mal gusto, la chica las tomaba cordialmente.
Al fin y al cabo, ellos, Sanotou y Hitoshi eran su familia.
No se llevaba muy bien con su prima Tohan, pero igual, era el único pariente vivo que le quedaba.
Con Hitoshi compartían una relación muy agradable, desde que era pequeña se habían tratado de hermana-hermano.
Él vivía algo alejado, por culpa de Tohan-san, aunque igualmente se veían casi todos los días.
En la universidad, ella estaba siempre con él.
Su protector. . .
Su hermano. . .
- Kaworu-san. . . - dijo Tsubake.
Kaworu se sobresaltó al oír la dulce voz de la niña.
- Nani, Tsubake-chan?- preguntó, algo perdida.
- Nada. . . es solo que te habías quedado pensando. . . y. . . -dijo la chiquilla, con timidez.
- Me quedé pensando en que se acerca mi cumpleaños- le dijo, con una radiante sonrisa. Ya había olvidado a su madre, estaba decidida a no recordarla.- y supongo que tu, el doctor Genkay, Akira y Susuki irán conmigo a cenar. . .
Tsubaki le dedicó una gran sonrisa, que luego de unos instantes se esfumó.
- Gomen kudasai, Kaworu-san, pero ese día nosotros. . . ehh. . . tenemos una comida con la directora de nuestra escuela. . . es para la inscripción. . . - el rostro de la niña se había puesto rojo carmesí.
La adolescente la observó fijamente, con una mirada penetrante y peligrosa, para luego sonreír con poco entusiasmo.
- Daijoubu ka, Tasubaki-chan- dijo.
Se sentía, de nuevo, vacía.
"Bueno. . . creo que seremos Sanotou, Hitoshi y Tohan-san.
La misma pandilla de siempre.
Parecemos dos parejas de tortolitos que vaguean por los pasillos y patios de la universidad. Aunque, debo admitir, que me siento muy a gusto con ellos. . . con mi prima también.
Creo que el lunes, al empezar los cursos y los exámenes de mitad de año, todas las imágenes que me estuvieron atormentando recientemente, se irán.
No puedo soportarlas más, es demasiado sufrimiento.
El saber que él no está aquí. . . que no existe, juega como verdugo de mis días. De mi vida.
Quisiera que él estuviese en mi cumpleaños, además de mi madre, ese sería lo único que quiero en todo el mundo. . .
A ti. . . Shinta. . ."
Con la respiración jadeante se levantó del sillón de lino y se despidió cariñosamente de todos los presentes.
La puerta a su departamento quedaba enfrentada a la del doctor Genkay. Era una suerte tenerlo tan cercano.
Una sensación. . . acogedora.
El pasillo, que comunicaba a todas las casas del tercer piso, estaba desierto.
Se apresuró a cruzar la cocina, para llegar a su dormitorio.
En dos días comenzaría a ir a la universidad, cursando el segundo año en química natural. No le gustaba mucho, pero, antes de irse, su madre le había aconsejado que siguiera esa materia.
La oscuridad, de la calma noche, inundaba toda la habitación.
Dejándose caer de bruces sobre la acolchonada cama, se internó en un plácido sueño donde aparecía el pelirrojo de sus remembranzas.
Su esposo de otra vida.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Owari of the second chapter (fin del segundo capítulo)
Sugoi!!! Yeah, tomodachis, terminé finalmente de escribir el segundo capítulo de mi fanfic más laaaaargo.
Espero que les haya gustado, y si no fue así, pues gomen nasai, pero a mi me encanta. Es la historia más llena de detalles que he escrito (por ahora).
Si aún no se han dado cuenta, yo he cambiado los nombres de todos los personajes. . . mejor dicho, los he trucado. Por ejemplo, a Sano le dicen Sano, pero su nombre completo es Sanotou. . . otro ejemplo puede ser el Kaoru, que ahora es Kaworu, o Soujirou que ahora es Soujiho, y así muchos más (en realidad casi todos, excepto Tae, Kenshin y otros ^^U!!)
Bueno, la mejor parte está por venir cuando empiecen las clases y finalmente Kaoru-chan y Ken-san (o mejor dicho, Shinta ^^) se encuentren. . . porque todos van a la misma universidad. . . ¡¡¡Yadaa!!! ¡¡se me acaba de escapar un dato superimportante!!!. . . pero bueno, ya lo saben, igualmente no les digo nada más. . .
No les doy mucha más charla, para no aburrirlos. . .
. . . "por suerte el daddy de Ken-san aparece bien al final de la historia, y será algo impactante su participación". . .
Luego publico la tercer parte de "espejismos" y mi nuevo fic "días del Bakumatsu" con la participación especial y protagónica de Soushi Okita (uno de mis personajes favoritos) y, por supuesto, de Hajime Saitou (otro personaje que amo, por la maldad e intriga que esconde. . . pero no dejemos atrás a Ken-san!!!).
Si quieren me pueden dejar algún rewie o mandarme un mail, todo será muuuuy bien recibido (todo menos los virus ^^u, por razones obvias).
Sayounara de gozaru!!!
See ya!!!
Jou-Chan
Palabras o frases en japonés (ahh, que buena que soy. . . ^^u):
Mou: oh! (exclamación de frustración)
Otokonoko: niño
Daijoubu desu ka: "¿estás bien?"
Kodomo: niña/o, muchacha/o, hija/o
Arigatou gozamazu: "muchas, pero muchas, gracias"
Otouto-san: hermano menor
Chu gaku: secundaria
Waru: kanji que posee Sanosuke en su espalda, y significa "mal"
Hontou ni nandemo arimasen: "no es realmente nada. . . "
Matcha: té verde que se toma muy frecuentemente en Japón. A Kenshin le encanta, siempre toma
Gomen kudasai: "perdóname"
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
N/A: Ahora si me largo, bye de gozaru!!
