Hola de nuevo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Sé que he tardado en subir este segundo capi, pero es que.... es que no tengo excusa, vaya, si es q soy una vaga.........
Comments: esta vez, la canción es de "El Canto del Loco" (Puede ser), y aunque no tiene tanta relación (ni he hecho como en el primer capi, que seguía la canción al pie de la letra) a mi me gusta como queda (y a mi hermanita tb), con lo que aquí se queda :)
Pasemos a la parte de los reviews (juajaujuajua!!!):
Melliza: Muchas gracias por el review!!!!!!! Mi primer review de este fic (snif, snif...). Bueno, ya verás que no fui tan mala como creistéis todos... jejeje... si es que yo adoro los finales felices, y no hubiera podido permitir q acabara mal... Pero por la canción, y para darle más emoción, me gustó terminar el capi de ese modo tan trágico (jejejejej, que mala soy).... espero que te guste la continuación!!! (Que casualidad q la novia de tu Remus tb se llame Dana, no?)
Rakshah: Bé, com ja has llegit a dalt, i com hauràs suposat, la Dana no ha mort... en Remus encara té una oportunitat de ser feliç!!!! (És com la versió de la Marina i meva de Moulin Rouge: quan acaba la peli, després de que ell escrigui la seva història, rep un missatge que l'avisa de que Satine acaba de sortir del coma en el que va entrar un any abans, i tornen a ser feliços per sempre més :) -Uix, acabo de veure que la Marina ja havia posat això mateix al seu review... ups, sorry!-Gràcies pel review!!!! (per cert, t'ha agradat la cançó de Sonata??)
Rinoa: Marina, ets el meu amor, el meu cel, la font de la meva inspiració (juajuajua!!!) Res, que gràcies per escriure aquest estupendo review a pesar de que et vaig abandonar amb els plats a mig fregar (així és la vida) i que tu tranquila, no et tallis... endavant, escriu-ne un altre!!! (jajajaja, q mala soy!!!!)
J.N.H.: Wawww!!!! Alguien que conoce Sonata Arctica!!! Creí que nadie sabría quienes eran... T^T que emoción!!! Pero... dices q no acaba aquí la canción... pos vaya, en la versión que tengo yo si... a ver si me habrán estafado!!! La verdad es que no creo que ponga otra canción de Sonata, prefiero ir variando... a ver si encuentro las adecuadas :þ Muchas gracias por el review, y me alegro de q te guste el fic!!!!
Kalisto: No te repetiré lo del final que no es lo que parece ser (si no lo has leído, está en la respuesta de Melliza), por lo que supongo q te alegrara saber que aún puede terminar bien!!! (Yo soy la primera q odia q una historia termine mal, buáaaa). Sigue leyendo y ya verás....
Próximamente (después de estas líneas)... viaje al misterioso mundo de los recuerdos de Remus...
TATAN TATAN !!!!!!!
CAPÍTULO II · PUEDE SER
..·..·´*`·..·..
No sé si quedan amigos
Ni si existe el amor
Si puedo contar contigo
Para hablar de dolor
Si existe alguien que escuche
Cuando alzo la voz
Y no sentirme sólo
..·..·´*`·..·..
Los polvos flu le habían transportado directamente del hogar de su casa al área de Urgencias del Hospital de San Mungo. Prácticamente ni le habían escuchado cuando explicó que un animal salvaje -un lobo, tal vez- había atacado a la chica dejándola en ese estado...
Los médicos y enfermeros se habían llevado a Dana para poder atenderla con la mayor prestancia, para intentar salvar su vida costara lo que costara.
Él había quedado al margen, aparcado en una lúgubre sala de espera, esperando el veredicto de los médicos. Rogando por la vida de Dana. Quería mantenerla con él, siempre... y no sólo como un recuerdo que se desvanece. Recuerdos era todo lo que tenía ahora, mientras la vida de ella permanecía en la cuerda floja, y escocían. Recordó...
..·..·´*`·..·..
Parecía que Dumbledore quisiera mantenerlo ocupado. Bueno, no se lo iba a reprochar. Sabía que lo necesitaba. No estaba pasando por su mejor momento... si es que podía decirse que gozara de muy buenos momentos. Tal vez Dumbledore tenía razón, y alejarse de Inglaterra -alejarse de los amargos recuerdos- sosegara su espíritu. Sinceramente, creía que el viaje no le haría olvidar... pero el director de Hogwarts le había pedido un encargo y tampoco podía negarse. Y por eso estaba en Francia, cerca de Lyon, frente a una abandonada abadía cluniacense. Ni tan siquiera sabía quién era Cluny hasta antes de emprender el viaje.
Se encogió de hombros. Aquí estaba y eso era lo que contaba. Eso y la reliquia, claro. Un trozo de la Santa Cruz. ¡Por Merlín! ¿Cómo podían ser tan "crédulos" los creyentes? Bueno, justo eso indicaba su nombre, claro... ¿Cuántas "Santas Cruces" podían hacerse con los pedazos esparcidos por toda la cristiandad? Más de una, y de dos, seguro. Con lo que convertía a la mayoría de los fragmentos en embustes. Y esta no era una excepción, por supuesto. A no ser qué... Frunció el ceño. Tal vez el poder místico de Jesús había inferido al trozo de madera las cualidades que Dumbledore le atribuía. Tal vez por eso era tan importante la reliquia, y su madera tan apropiada para la confección de varitas... varitas especialmente poderosas.
No tenía muy claro por qué Dumbledore creía que el trozo de la Santa Cruz seguiría en la abadía... No después del abandono del edificio. Cuando un centro religioso (o laico) quedaba deshabitado las paredes podían desmoronarse bajo el paso del tiempo y el peso del olvido... pero nadie olvidaba las riquezas que atesoraba la institución de sus tiempos de gloria. Y las reliquias formaban parte del patrimonio de la abadía.
Pero aquí estaba, delante de la ruinosa puerta que limitaba los territorios circundantes a la abadía, dispuesto a internarse para conseguir un viejo trozo de madera. Avanzó.
..·..·´*`·..·..
Puede ser que la vida me guíe hasta el Sol
Puede ser que el mal domine tus horas
O que toda tu risa le gane ese pulso al dolor
Puede ser que lo malo sea hoy
Naces y vives solo
..·..·´*`·..·..
Y nada siguió igual. "Un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad", hubiera podido pensar Lupin, pero estaba demasiado sorprendido y desconcertado como para pensar en frases muggle... porque todo lo que le rodeaba había cambiado y, sin embargo, estaba en el mismo lugar.
El sol brillaba con más fuerza y el cielo era más azul, más radiante. Y la luz de este nuevo sol bañaba beatíficamente unos extensos campos de cultivo que, si bien hacía unos segundos habían estado cubiertos de hierbajos, ahora mostraban ufanosos su rica cosecha. En lo alto del pequeño montículo delimitado por la antigua muralla (perfectamente construida) que marcaba las propiedades de la abadía, ésta se levantaba, imponente, dónde antes sólo habían habido ruinas. Por todas partes, en los campos, alrededor de la iglesia o correteando de un lado a otro entre las diversas construcciones de las que disponía el complejo, hombres y mujeres de distintas edades aparecieron ante los ojos del joven mago.
Era, por supuesto, un lugar apartado del mundo muggle que no se dejaba ver a los ojos de los no magos pero... ¿por qué él tampoco lo había visto hasta penetrar en su interior? Le extrañó, pero no le dio más importancia, suponiendo que su protección tendría algún elemento disuasivo de la realidad. Ahora entendía la seguridad de Dumbledore al enviarle aquí. Probablemente, el "encargado" de este sitio ya estaría informado de su llegada y lo estaría esperando para cederle el fragmento de Santa Cruz que había venido a buscar. Bueno, no estaba tan mal, al fin y al cabo, el paseito hasta Francia... descansado y poco peligroso.
Pero había algo que le preocupaba, y no se trataba de la sorprendente reconstrucción de la abadía, ni del cultivo de los campos, ni tan sólo del hecho de encontrarse rodeado de gente que hasta ese momento no habían existido para él... sino alguna cosa del ambiente que le anunciaba que algo no estaba bien. Y, cuando se fijó en los detalles, percibió que los campesinos trabajaban la tierra con azadas, ayudados de animales de granja, que la gente vestía con ropas de un aspecto totalmente "medievalesco", y que, aunque no podría decir cómo lo sabía, todo el paisaje estaba exento de cualquier aire de modernidad.
-¿Señor?
La brusca interrupción de sus pensamientos lo tomó por sorpresa. Delante de él, expectante, un hombre de mediana edad con aspecto de labrador lo miraba con curiosidad poco contenida:
-¿Sí?
-¿Os dirigís a algún sitio en especial? ¿Estáis aquí de paso? O tal vez... ¿habéis venido a reuniros con el abad?
"El abad", pensó. "Por supuesto, tiene que ser él el corresponsal de Dumbledore."
-Así es -asintió.- ¿Me podrías indicar el camino, por favor?
-Claro, señor. Por aquí.
Y, sin esperar respuesta alguna, empezó a andar hacia el edificio principal.
-¿Procedéis de Inglaterra, señor? -se permitió preguntar el campesino a medio camino.
Remus, extrañado ante la actitud servil del hombre, pero no dispuesto a parecer fuera de lugar, respondió escuetamente:
-Ajá.
-¿Y sois un erudito?
-Si, bien, así es, en cierto modo.
-Entonces querréis visitar la biblioteca, ¿verdad? Hace mucho tiempo que nadie de fuera viene por aquí.
-Bueno, en realidad... he viajado hasta aquí por la reliquia... la Santa Cruz. ¿Se encuentra aquí, verdad?
-Por supuesto, señor. Pero solo un pequeño fragmento de ella, como comprenderéis. -Hizo una pausa.- ¿Entonces venís en peregrinaje?
Pero antes de que pudiera responder, alguien salvó a Remus del interrogatorio al que estaba siendo sometido.
-¿Quién os acompaña, Fernand?
Al girarse hacia la dirección de la que procedía la voz, pudo distinguir a un monje vestido con los hábitos típicos... si bien no escatimaba en la riqueza de sus ropajes o sus adornos.
-Un forastero, padre. Quiere ver al abad.
-¿Forastero? Hacía tiempo que no gozábamos de la visita de ninguno... ¿Y decís que queréis ver al abad?
-Eso es, padre -respondió, en cierto modo intimidado ante la presencia de su interlocutor.
-Bien. Podéis iros, Fernand. Ya me ocupo yo de... -y miró a Remus, esperando una respuesta.
-Lupin. Mi nombre es Remus Lupin.
-Encantado. Yo soy el padre Jacob -dijo mientras el campesino regresaba a su labor.- Si tenéis la bondad de seguirme.
Tras decir esto se introdujo en la iglesia, haciendo el símbolo de la cruz sobre su pecho, y volvió a dirigirse a Remus:
-Si me permitís, avisaré al abad de vuestra llegada.
Lupin se quedó ahí, en el pasillo central de la iglesia, preguntándose qué era lo que sucedía y esperando la respuesta del abad. Al poco, el padre Jacob reapareció y se acercó hasta él.
-El abad os recibirá, señor. Pero en estos momentos está un poco ocupado y me ha pedido si tendríais la amabilidad de esperarlo en el claustro... No sufráis, no se demorara demasiado.
..·..·´*`·..·..
Voy haciendo mis planes
Voy sabiendo quien soy
Voy buscando mi parte
Voy logrando el control
Van jugando contigo
Van rompiendo tu amor
Van dejándote solo
Naces y vives solo
..·..·´*`·..·..
La brisa soplaba suave entre las plantas que crecían en el pequeño jardín del claustro, y Remus se sintió revivir en una atmósfera de tranquilidad y sosiego. Tal vez no entendía dónde estaba, pero en breve hablaría con el mago que seguro dirigía toda la abadía, le explicaría lo que pasaba y le daría la madera de la cruz... mientras tanto, disfrutaba del entorno. Apoyado en una de las columnas del claustro, con un pie en el suelo y la otra pierna encogida sobre la repisa, cerró los ojos dejando que el sol calentara su piel...
Pero entonces notó que era observado y, abriendo rápidamente los ojos, se encontró con unos intensos ojos azules que le contemplaban desde el otro lado del claustro. Antes de poder reaccionar, los ojos habían desaparecido, seguidos de los hábitos de una monja...
..·..·´*`·..·..
Algo puede mejorar
Algo que pueda encontrar
Algo que me dé ese aliento
Que me ayude a imaginar
Y yo lo quiero lograr
Ya no quiero recordar
Y darle tiempo a este momento
Que me ayude a superar
Que me dé tu sentimiento
..·..·´*`·..·..
-¿Es usted familiar de Dana Le Fontaine? -preguntó un hombre alto, vestido de verde y con una bata blanca abierta.
-Soy... soy su novio, Remus Lupin -respondió.- Su familia no ha podido venir. No los he localizado.
-Bien -asintió, como dando la respuesta por válida. El corazón le iba a cien por hora.- Dana está fuera de peligro en estos momentos -dejó escapar todo el aire que no se había percatado de que retenía.- La hemos trasladado a la UCI, porque aún no podemos asegurar una recuperación total, pero ya ha sobrevivido a lo peor. Ahora todo depende de ella, nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo.
-Pero... ¿se recuperará?
-Es probable, pero no seguro. Dele tiempo.
-¿Puedo verla?
Volvió a asentir.
-Le permitiremos pasar unos minutos, pero no más. No debe molestarla. De todos modos -continuó- sigue inconsciente.
..·..·´*`·..·..
Puede ser que la vida me guíe hasta el Sol
Puede ser que el mal domine tus horas
O que toda tu risa le gane ese pulso al dolor
Puede ser que lo malo sea hoy
Naces y vives solo
..·..·´*`·..·..
..·..·´*`·..·..
Sé que he tardado en subir este segundo capi, pero es que.... es que no tengo excusa, vaya, si es q soy una vaga.........
Comments: esta vez, la canción es de "El Canto del Loco" (Puede ser), y aunque no tiene tanta relación (ni he hecho como en el primer capi, que seguía la canción al pie de la letra) a mi me gusta como queda (y a mi hermanita tb), con lo que aquí se queda :)
Pasemos a la parte de los reviews (juajaujuajua!!!):
Melliza: Muchas gracias por el review!!!!!!! Mi primer review de este fic (snif, snif...). Bueno, ya verás que no fui tan mala como creistéis todos... jejeje... si es que yo adoro los finales felices, y no hubiera podido permitir q acabara mal... Pero por la canción, y para darle más emoción, me gustó terminar el capi de ese modo tan trágico (jejejejej, que mala soy).... espero que te guste la continuación!!! (Que casualidad q la novia de tu Remus tb se llame Dana, no?)
Rakshah: Bé, com ja has llegit a dalt, i com hauràs suposat, la Dana no ha mort... en Remus encara té una oportunitat de ser feliç!!!! (És com la versió de la Marina i meva de Moulin Rouge: quan acaba la peli, després de que ell escrigui la seva història, rep un missatge que l'avisa de que Satine acaba de sortir del coma en el que va entrar un any abans, i tornen a ser feliços per sempre més :) -Uix, acabo de veure que la Marina ja havia posat això mateix al seu review... ups, sorry!-Gràcies pel review!!!! (per cert, t'ha agradat la cançó de Sonata??)
Rinoa: Marina, ets el meu amor, el meu cel, la font de la meva inspiració (juajuajua!!!) Res, que gràcies per escriure aquest estupendo review a pesar de que et vaig abandonar amb els plats a mig fregar (així és la vida) i que tu tranquila, no et tallis... endavant, escriu-ne un altre!!! (jajajaja, q mala soy!!!!)
J.N.H.: Wawww!!!! Alguien que conoce Sonata Arctica!!! Creí que nadie sabría quienes eran... T^T que emoción!!! Pero... dices q no acaba aquí la canción... pos vaya, en la versión que tengo yo si... a ver si me habrán estafado!!! La verdad es que no creo que ponga otra canción de Sonata, prefiero ir variando... a ver si encuentro las adecuadas :þ Muchas gracias por el review, y me alegro de q te guste el fic!!!!
Kalisto: No te repetiré lo del final que no es lo que parece ser (si no lo has leído, está en la respuesta de Melliza), por lo que supongo q te alegrara saber que aún puede terminar bien!!! (Yo soy la primera q odia q una historia termine mal, buáaaa). Sigue leyendo y ya verás....
Próximamente (después de estas líneas)... viaje al misterioso mundo de los recuerdos de Remus...
TATAN TATAN !!!!!!!
CAPÍTULO II · PUEDE SER
..·..·´*`·..·..
No sé si quedan amigos
Ni si existe el amor
Si puedo contar contigo
Para hablar de dolor
Si existe alguien que escuche
Cuando alzo la voz
Y no sentirme sólo
..·..·´*`·..·..
Los polvos flu le habían transportado directamente del hogar de su casa al área de Urgencias del Hospital de San Mungo. Prácticamente ni le habían escuchado cuando explicó que un animal salvaje -un lobo, tal vez- había atacado a la chica dejándola en ese estado...
Los médicos y enfermeros se habían llevado a Dana para poder atenderla con la mayor prestancia, para intentar salvar su vida costara lo que costara.
Él había quedado al margen, aparcado en una lúgubre sala de espera, esperando el veredicto de los médicos. Rogando por la vida de Dana. Quería mantenerla con él, siempre... y no sólo como un recuerdo que se desvanece. Recuerdos era todo lo que tenía ahora, mientras la vida de ella permanecía en la cuerda floja, y escocían. Recordó...
..·..·´*`·..·..
Parecía que Dumbledore quisiera mantenerlo ocupado. Bueno, no se lo iba a reprochar. Sabía que lo necesitaba. No estaba pasando por su mejor momento... si es que podía decirse que gozara de muy buenos momentos. Tal vez Dumbledore tenía razón, y alejarse de Inglaterra -alejarse de los amargos recuerdos- sosegara su espíritu. Sinceramente, creía que el viaje no le haría olvidar... pero el director de Hogwarts le había pedido un encargo y tampoco podía negarse. Y por eso estaba en Francia, cerca de Lyon, frente a una abandonada abadía cluniacense. Ni tan siquiera sabía quién era Cluny hasta antes de emprender el viaje.
Se encogió de hombros. Aquí estaba y eso era lo que contaba. Eso y la reliquia, claro. Un trozo de la Santa Cruz. ¡Por Merlín! ¿Cómo podían ser tan "crédulos" los creyentes? Bueno, justo eso indicaba su nombre, claro... ¿Cuántas "Santas Cruces" podían hacerse con los pedazos esparcidos por toda la cristiandad? Más de una, y de dos, seguro. Con lo que convertía a la mayoría de los fragmentos en embustes. Y esta no era una excepción, por supuesto. A no ser qué... Frunció el ceño. Tal vez el poder místico de Jesús había inferido al trozo de madera las cualidades que Dumbledore le atribuía. Tal vez por eso era tan importante la reliquia, y su madera tan apropiada para la confección de varitas... varitas especialmente poderosas.
No tenía muy claro por qué Dumbledore creía que el trozo de la Santa Cruz seguiría en la abadía... No después del abandono del edificio. Cuando un centro religioso (o laico) quedaba deshabitado las paredes podían desmoronarse bajo el paso del tiempo y el peso del olvido... pero nadie olvidaba las riquezas que atesoraba la institución de sus tiempos de gloria. Y las reliquias formaban parte del patrimonio de la abadía.
Pero aquí estaba, delante de la ruinosa puerta que limitaba los territorios circundantes a la abadía, dispuesto a internarse para conseguir un viejo trozo de madera. Avanzó.
..·..·´*`·..·..
Puede ser que la vida me guíe hasta el Sol
Puede ser que el mal domine tus horas
O que toda tu risa le gane ese pulso al dolor
Puede ser que lo malo sea hoy
Naces y vives solo
..·..·´*`·..·..
Y nada siguió igual. "Un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad", hubiera podido pensar Lupin, pero estaba demasiado sorprendido y desconcertado como para pensar en frases muggle... porque todo lo que le rodeaba había cambiado y, sin embargo, estaba en el mismo lugar.
El sol brillaba con más fuerza y el cielo era más azul, más radiante. Y la luz de este nuevo sol bañaba beatíficamente unos extensos campos de cultivo que, si bien hacía unos segundos habían estado cubiertos de hierbajos, ahora mostraban ufanosos su rica cosecha. En lo alto del pequeño montículo delimitado por la antigua muralla (perfectamente construida) que marcaba las propiedades de la abadía, ésta se levantaba, imponente, dónde antes sólo habían habido ruinas. Por todas partes, en los campos, alrededor de la iglesia o correteando de un lado a otro entre las diversas construcciones de las que disponía el complejo, hombres y mujeres de distintas edades aparecieron ante los ojos del joven mago.
Era, por supuesto, un lugar apartado del mundo muggle que no se dejaba ver a los ojos de los no magos pero... ¿por qué él tampoco lo había visto hasta penetrar en su interior? Le extrañó, pero no le dio más importancia, suponiendo que su protección tendría algún elemento disuasivo de la realidad. Ahora entendía la seguridad de Dumbledore al enviarle aquí. Probablemente, el "encargado" de este sitio ya estaría informado de su llegada y lo estaría esperando para cederle el fragmento de Santa Cruz que había venido a buscar. Bueno, no estaba tan mal, al fin y al cabo, el paseito hasta Francia... descansado y poco peligroso.
Pero había algo que le preocupaba, y no se trataba de la sorprendente reconstrucción de la abadía, ni del cultivo de los campos, ni tan sólo del hecho de encontrarse rodeado de gente que hasta ese momento no habían existido para él... sino alguna cosa del ambiente que le anunciaba que algo no estaba bien. Y, cuando se fijó en los detalles, percibió que los campesinos trabajaban la tierra con azadas, ayudados de animales de granja, que la gente vestía con ropas de un aspecto totalmente "medievalesco", y que, aunque no podría decir cómo lo sabía, todo el paisaje estaba exento de cualquier aire de modernidad.
-¿Señor?
La brusca interrupción de sus pensamientos lo tomó por sorpresa. Delante de él, expectante, un hombre de mediana edad con aspecto de labrador lo miraba con curiosidad poco contenida:
-¿Sí?
-¿Os dirigís a algún sitio en especial? ¿Estáis aquí de paso? O tal vez... ¿habéis venido a reuniros con el abad?
"El abad", pensó. "Por supuesto, tiene que ser él el corresponsal de Dumbledore."
-Así es -asintió.- ¿Me podrías indicar el camino, por favor?
-Claro, señor. Por aquí.
Y, sin esperar respuesta alguna, empezó a andar hacia el edificio principal.
-¿Procedéis de Inglaterra, señor? -se permitió preguntar el campesino a medio camino.
Remus, extrañado ante la actitud servil del hombre, pero no dispuesto a parecer fuera de lugar, respondió escuetamente:
-Ajá.
-¿Y sois un erudito?
-Si, bien, así es, en cierto modo.
-Entonces querréis visitar la biblioteca, ¿verdad? Hace mucho tiempo que nadie de fuera viene por aquí.
-Bueno, en realidad... he viajado hasta aquí por la reliquia... la Santa Cruz. ¿Se encuentra aquí, verdad?
-Por supuesto, señor. Pero solo un pequeño fragmento de ella, como comprenderéis. -Hizo una pausa.- ¿Entonces venís en peregrinaje?
Pero antes de que pudiera responder, alguien salvó a Remus del interrogatorio al que estaba siendo sometido.
-¿Quién os acompaña, Fernand?
Al girarse hacia la dirección de la que procedía la voz, pudo distinguir a un monje vestido con los hábitos típicos... si bien no escatimaba en la riqueza de sus ropajes o sus adornos.
-Un forastero, padre. Quiere ver al abad.
-¿Forastero? Hacía tiempo que no gozábamos de la visita de ninguno... ¿Y decís que queréis ver al abad?
-Eso es, padre -respondió, en cierto modo intimidado ante la presencia de su interlocutor.
-Bien. Podéis iros, Fernand. Ya me ocupo yo de... -y miró a Remus, esperando una respuesta.
-Lupin. Mi nombre es Remus Lupin.
-Encantado. Yo soy el padre Jacob -dijo mientras el campesino regresaba a su labor.- Si tenéis la bondad de seguirme.
Tras decir esto se introdujo en la iglesia, haciendo el símbolo de la cruz sobre su pecho, y volvió a dirigirse a Remus:
-Si me permitís, avisaré al abad de vuestra llegada.
Lupin se quedó ahí, en el pasillo central de la iglesia, preguntándose qué era lo que sucedía y esperando la respuesta del abad. Al poco, el padre Jacob reapareció y se acercó hasta él.
-El abad os recibirá, señor. Pero en estos momentos está un poco ocupado y me ha pedido si tendríais la amabilidad de esperarlo en el claustro... No sufráis, no se demorara demasiado.
..·..·´*`·..·..
Voy haciendo mis planes
Voy sabiendo quien soy
Voy buscando mi parte
Voy logrando el control
Van jugando contigo
Van rompiendo tu amor
Van dejándote solo
Naces y vives solo
..·..·´*`·..·..
La brisa soplaba suave entre las plantas que crecían en el pequeño jardín del claustro, y Remus se sintió revivir en una atmósfera de tranquilidad y sosiego. Tal vez no entendía dónde estaba, pero en breve hablaría con el mago que seguro dirigía toda la abadía, le explicaría lo que pasaba y le daría la madera de la cruz... mientras tanto, disfrutaba del entorno. Apoyado en una de las columnas del claustro, con un pie en el suelo y la otra pierna encogida sobre la repisa, cerró los ojos dejando que el sol calentara su piel...
Pero entonces notó que era observado y, abriendo rápidamente los ojos, se encontró con unos intensos ojos azules que le contemplaban desde el otro lado del claustro. Antes de poder reaccionar, los ojos habían desaparecido, seguidos de los hábitos de una monja...
..·..·´*`·..·..
Algo puede mejorar
Algo que pueda encontrar
Algo que me dé ese aliento
Que me ayude a imaginar
Y yo lo quiero lograr
Ya no quiero recordar
Y darle tiempo a este momento
Que me ayude a superar
Que me dé tu sentimiento
..·..·´*`·..·..
-¿Es usted familiar de Dana Le Fontaine? -preguntó un hombre alto, vestido de verde y con una bata blanca abierta.
-Soy... soy su novio, Remus Lupin -respondió.- Su familia no ha podido venir. No los he localizado.
-Bien -asintió, como dando la respuesta por válida. El corazón le iba a cien por hora.- Dana está fuera de peligro en estos momentos -dejó escapar todo el aire que no se había percatado de que retenía.- La hemos trasladado a la UCI, porque aún no podemos asegurar una recuperación total, pero ya ha sobrevivido a lo peor. Ahora todo depende de ella, nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo.
-Pero... ¿se recuperará?
-Es probable, pero no seguro. Dele tiempo.
-¿Puedo verla?
Volvió a asentir.
-Le permitiremos pasar unos minutos, pero no más. No debe molestarla. De todos modos -continuó- sigue inconsciente.
..·..·´*`·..·..
Puede ser que la vida me guíe hasta el Sol
Puede ser que el mal domine tus horas
O que toda tu risa le gane ese pulso al dolor
Puede ser que lo malo sea hoy
Naces y vives solo
..·..·´*`·..·..
..·..·´*`·..·..
