EL DIVÁN
Segunda sesión: Ginny Weasley

-Siguiente, por favor.

Una chiquilla pelirroja arrastrando una gran bufanda entró, colorada y mirando atrás por donde Harry se había marchado.

Tsk, tsk. Y luego el chico decía que no tenía éxito.

-Puede sentarse.

Ella lo miró, parpadeando sorprendida, como si no lo hubiera visto antes. Sonrió agradablemente y se dejó caer en el diván. Antes de que el psicólogo pudiera volver a abrir la boca, empezó:

-Bueno, yo quería hablarle de mis problemas con los chicos. Esto... bueno, después de Tom, que, se lo digo en confianza, era una monada aunque fuera un gran cabrón, claro, porque al fin y al cabo es un tío, me ha dado por babear por otro tío-bueno-cabrón. Ay- suspiró-, es que a las niñas buenas siempre les sucede lo mismo. A las no-tan-buenas también nos pasa, claro, ¡a ver qué se va a creer usted! Por donde iba: es rubio... y borde... y muy guapo... inteligente... y muerde. Mire, el otro día me lo encontré en el pasadizo por la noche- Ginny se quitó la megabufanda y le enseñó un gran moratón en el cuello. Sólo que no era exactamente un moratón. Era un mordisco.

- Ya veo... así que usted y este chico ya han...

Ginny sonrió inocentemente:

- Bueno, es que me lo encontré en el pasillo.

- Y... ¿otros chicos?- preguntó el psicólogo, para ver si el trauma de Potter tenía alguna solución posible- Por ejemplo... ¿Harry?

- ¿Harry? ¿Qué pasa con él?

- ¿No le gusta Harry? Lo digo porque, al verlo, se ha puesto roja.

- ¡Ah, no! A traves de los años, he llegado a la conclusión de que más bien se trata de una alergia. ¿Ve? Ahora que se ha ido ya estoy mucho mejor.

- Ya... entonces hábleme de ese tal Tom...- dijo él, tomando notas y deduciendo que se trataba de un gran trauma.- ¿Es de la escuela?

- ¿Tom? No, pero lo fue.

- ¿Así que es mucho mayor que usted?

- Bueno... sí, lo era, pero Harry lo mató.

- ¿Qué???

- Sí, bueno, es que él iba a matarme a mí- le razonó ella con naturalidad, como si hablara con un niño.

- ¿Tom a usted?-empezó a sudar del estrés.

- Psí, bueno. Es que era algo... ambicioso. ¡Pero tan mono! No como de adulto, qué asco.

- ¿Adulto? ¿Pero no se había muerto? Me estoy perdiendo.-la cabeza le daba vueltas.

- Claro, es que cuando creció se convirtió en Quien-usted-ya-sabe.

- ¿Tom es Voldemort????

- ¡No! Bueno, sí. Pero yo me enamoré de su memoria de dieciséis años.

- Voldemort, vamos.

- ¡No! Voldemort NO ES LO MISMO que Tommie-. Ginny lo miró ceñuda y cruzó los brazos-. Tom es Tom, y Voldie es Voldie.

- ¿Voldie?

- Sí, bueno. Creo que es muy amable. Pero cambiemos de tema, que lo veo muy pálido. Tom es agua pasada, de hecho. Lo importante ahora es el chico-mordisco. ¡Es tan mono! ¡Tan sexy! ¡Y tan capullo! No tanto como Tom, claro, pero eso se agradece. No creo que intente matarme. En el fondo es un trozo de pan. ¿No cree?

El psicólogo la miró horrorizado. Esta chica no necesitaba un psicólogo... ¡NECESITABA UN PSIQUIATRA! ¡E IR AL MANICOMIO!

Ginny se levantó y empezó a remirar los libros de las estanterías.

- ¿Qué-qué hace?- preguntó él.

- Usted cree que estoy loca. Le digo que Tommie ya no me gusta tanto. Ahora me gusta otro. ¡El capullo más grande que haya existido jamás!- añadió, exaltada-. Con todos ustedes... DRACO MALFOY- declaró con voz de presentadora de televisión.

- ¿Malfoy?- le sonaba el nombre.

- Sí, sí, lo sé... ¡El hijo de un mortífago! ¿No es fantástico?

Un momento. STOP. La niña loca esa, además de haber estado enamorada de Voldemort, Voldie para más señas, ahora perdía la cabeza por el hijo de un mortífago... ¿los coleccionaba o qué?

- Es que es tan mono...- continuaba Ginny en sus trece, bailando ballet por la consulta- tan CAPULLO... me encanta- acabó, suspirando. El psicólogo iba a decir algo pero Ginny continuó-: además, se dice que... que tiene... una gran... una...

- ¿Una gran...?

- ¿Me hará decirlo?- exclamó ella, roja hasta la raíz del pelo rojo.

- ¿Perdón? No lo sé. ¿Una gran qué?- preguntó él sin entenderla.

- Una gran... esto... una gran... colita.

El psicólogo se quedó boqueando como un pez. ¿Así que Draco Malfoy era el del complejo de superioridad? Corriendo, apuntó: 'Draco Malfoy- GRAN colita'. Cuando leyó lo que había escritó, empezó a reír a carcajadas.

Ginny todavía roja, lo fusiló con la mirada.

- ¿Qué pasa? 'Colita' es lo que dice mi mamá.

La mirada asesina tuvo el poder deseado, y el psicólogo dejó de reír de golpe. Se quedaron callados.

- Bueno, ¿no va a decirme nada?- preguntó ella al fin-. Pues vaya asco de psicólo está hecho.

- El mejor del país, ¿contenta?- la desafió él.

Ella lo observó inquisitivamente.

- ¿Esto quedará entre nosotros, no?

- No lo dude. Aunque Draco Malfoy tiene que venir por aquí hoy...

Ella lo siguió observando, esta vez un paso más cerca.

- ¿Puedo esconderme en el armario?

- Mejor no- respondió él tranquilamente.

-NomolestaréyosóloquieroveramiDracoconfesandosussecretosmásintimosydespuéshacercositasconélhastaquequedecompletamenteagotadaysatisfecha. ¿Puedo?- preguntó, sonriente, después de haber hablado como la loca que llevaba dentro. Pensándolo mejor, por dentro y por fuera.

Dos golpes secos sonaron en la puerta.

- ¿Puedo pasar?- preguntó la voz de Draco.

Ginny Weasley se escurrió bajo el diván.

NOTAS DE LAS AUTORAS: ¡Otro! En el próximo capítulooo...¡más!
¿Queréis más, no? Pues dejad REVIEW. Nosotras, Nimph y LaLi en las clases nos ponemos hacer el fic...xDDD pero vamos a clases diferentes y en los patios...CAMBIO.
enga...en el próximo DRACO MALFOY. Ya veréis!! ^^

Bye bye ^_~