¿Amor?, ¿Que es eso? Por ahorita, ni Harry, ni Ron ni Hermione, saben lo
que es... lo único que les puedo decir es que lo van a descubrir, al menos
Hermione y... es obvio ¿Quien será?
¿Cuál es su maldito problema?
El quinto curso en Hogwarts, lleva tan solo tres meses, y ya habÃan comenzado los tÃpico pleitos entre Ron, Hermione e incluso con Harry.
-¿Cuál es su maldito problema?
-¿Quizá de que queremos saber que té pasa?- dijo Ron con un tono irónico que parecÃa gracioso.
- Nos vas a decir... si o no- dijo Harry, que parecÃa estar algo molesto.
- Se acabo, ya me hartaron, déjenme de molestar- grito Hermione enfurecida, parecÃa estar a punto de explotar.
- Esta bien Herm, pero no te enojes- dijo Harry, que parecÃa estar espantado.
- Tan solo fue una preguntita- dijo Ron, que parecÃa estar a punto de echarse a reÃr.
- Ay, ya, me voy- la chica de levanto de su asiento y se encaminó a la s escaleras que conducÃan al dormitorio de chicas.
Los tres amigos estaban en la sala común de Gryffindor, en la cual ya no habÃa nadie mas que ellos y Crooshanks, el gato de Hermione.
Acababan de regresar de Hogmeade, los tres parecÃan cansados, pero al parecer Ron y Harry querÃan interrogar a Hermione, por una carta que le habÃa llegado esa misma mañana, la cual a modo de ver de sus amigos era de Viktor Krum, el supuesto novio de Hermione, aunque según ella no lo era. ParecÃa que el contenido de la carta no le habÃa agradado mucho. La única que sabÃa porque realmente Hermione estaba molesta era Ginny, la que parecÃa dispuesta a no decir ni una sola palabra, a pesar de que su hermano le estuvo rogando que le dijera aunque fuera solamente una pista.
- Hasta mañana Hermione, que duermas bien- dijo Ron, su tono era un poco sarcástico
-¡Ron! ¡Cállate! O nunca nos va a decir nada.
- De acuerdo.
- Ven, sÃgueme.
- Ah, no eso si que no, yo no voy al dormitorio de chicas.
- ¿Quién dijo que Ãbamos a subir al dormitorio?
Ambos chicos se levantaron, y siguieron a Hermione, la cual estaba a punto de subir el primer escalón que conducÃa al dormitorio de chicas. En cuanto llegaron a su lado, ambos la tomaron por los hombros a Hermione que comenzó a gritar y a forcejear como loca, para liberarse de ellos.
-¡Suéltenme! ¡Suéltenme! Par de... Par de malos amigos
- Ay, Herm, con eso crees que nos vas a insultar.
- Por favor, eses aún mejor insultando.
- Pero soy aún mejor con una varita. ¡Suéltenme!
- Ron, ayúdame a cargarla.
- Eso si que no, no se atrevan.
- Esta bien, quieres ver que no nos atrevemos.
- Ay Ronnie, déjate de babosadas.
- Harry, a la cuenta de tres ¿S�
-... 1
-... 2
-... 3
En ese mismo momento la levantaron como si estuviera, desmayada, Ron la cargo de las axilas, y Harry de las piernas.
-¡Suéltenme! ¡Suéltenme! Sà tan solo tuviera una varita en mis manos, verÃan quien soy en realidad- en ese momento, vio la varita de Ron en el bolsillo de la túnica.
- Pero no la tienes, malas noticias- dijo Ron en un tono medio burlón, llegaron junto a un sillón y la sentaron allÃ, ya que aparentemente la tenÃan controlada, se sentaron cada uno a su lado. Cuando Ron ya estaba sentado junto a Hermione, la chica se estiró un poco, alcanzó la varita, la sacó de la túnica de Ron, justo antes de que alguno de los dos pudiera reaccionar, se puso de pie, apunto con la varita a Harry, y gritó.
-¡Accio, varita!- teniendo ambas varitas en las manos ahora se sentÃa segura- Malas noticias para ti, Ronnie.
- Ya, ya, ya Hermione, solo té estabamos preguntando porque estabas molesta, no era para que te pusieras en ese plan.
-¿Qué a caso les interesa lo que pase conmigo? ¿O que?
- Claro que nos importa, eres nuestra amiga.
- Mejor cállate Ron, que aquà la que tiene el control soy yo y además la verdad es que a ti solo te importa, lo que me pasa, para que te burles de mÃ.
- No es cierto, yo no me burlo de ti y de Viky.
- No insultes a Viktor. Además nunca paso nada entre nosotros. Sà repites algo de Viktor, te juro que te echo una buena maldición
-¡Ya! ¡Basta! Dejen de discutir, un dÃa van a terminar casados- dijo Harry, y en ese momento ambos se callaron, pero se estaban echando unas miradas que parecÃa que se atravesaban.
- Tu también cállate o te deformo esa "bella" cara.
- A ver Hermione, dinos porque haz estado tan molesta- dijo Harry con un tono de voz aparentemente tranquilo.
-¿De verdad quieren saber?
- SÃ- dijo Ron parecÃa algo agresivo.
- SÃ. Si quieres contarnos, de hecho si se puede saber, quisiéramos saber todo lo posible- dijo Harry.
- Bueno, esta bien, pero si alguien se burla o bien, hace un comentario, juro que los mato... bueno no tanto, pero les echo una buena maldición.
- De acuerdo, de por si, ya estoy feo, y la verdad es que prefiero quedarme asÃ, por lo menos le gusto a Ginny.
- No te metas con mi hermana ¿eh?
-¡Cállense!
- SÃ, de acuerdo Hermione- dijo Harry.
- Todo comenzó con lo de estúpida invitación a que fuera a Bulgaria, pero la verdad es que yo no acepté, nos seguimos escribiendo, hasta que me hizo la pregunta, menos esperada, al menos por mÃ...
-¿Cuál?- preguntaron los dos al mismo tiempo.
- La de ¿Quieres ser mi novia?
- Y tu...
- Le dije que no
-¿Por qué?- dijo Ron como si le pareciera mal el asunto.
- Por que el no me gusta, me gusta otra persona.
-¿Quién?- pregunto Harry en tono de emoción, pero por dentro pensaba Por Favor que no sea Yo, por favor.
- Dinos... - Dijo Ron el cual pensaba Al fin voy a saber quien le gusta
- Verán, eso si no se los puedo decir, porque la verdad me da pena... - antes de pudiera terminar la interrumpieron ambos chicos.
-¿Ron?- dijo Harry.
-¿Harry?- dijo Ron.
-¿Neville?- dijeron los dos al mismo tiempo.
-¿Malfoy?
-¿Percy?
-¿Snape?- de nuevo lo dijeron al mismo tiempo y en ese momento echaron la carcajada.
-¡Cállense! Asà intenten adivinar, no les voy a decir.
-¿Por qué Hermione?- dijo Harry que fue el primero en recuperarse del ataque de risa.
- Simplemente porque ya es mucho verlo todos los dÃas y tener que soportar esa sensación de mariposas en el estomago, el insomnio que ha logrado crear, y encima de eso es el único que ha logrado que me ha logrado sacarme de atención tanto como en clases como en los trabajos, - en ese momento se puso roja- además nunca podrÃamos llegar a ser mas que... mmm... nada, no podrÃamos ser nada, y de todos modos se que nunca me verÃa de la manera en la que me gustarÃa- habÃa comenzado a hablar muy cursi, parecÃa estar en una especie de trance, era el momento preciso en el que quizá les llegara a decir.
- Y ¿Quién es?- preguntó Ron.
- Es... es... bueno es que es...
- Ya dinos- dijo Harry, en ese momento Hermione, parecÃa como que habÃa salido del trance.
- No, no les voy a decir, ya hable mucho, eso es suficiente.
- No tiene nada de malo, a mà me gusta Cho, y ella saca de mi mente todo, incluso el quidditch.
- Anda ya dinos- dijo Ron.
- No, y ya cállense, no voy a hablar.
- Ya dinos, tarde o temprano nos vamos a enterar- dijo Ron.
- Dije que se callaran, y ya verán, ya verán con quien se acaban de meter.
- Ahh, sÃ, ¿Con quién? ¿Con Hermione Granger?.
- A ver dinos con quien nos metimos...- dijo Harry.
-¿Enserio? Ya verán Harry Potter y Ron Weasley... ¡Desmaius!- exclamo la chica en cuanto vio a sus amigos desmayados por el encantamiento aturdidor, soltó una leve risa sarcástica, y se sentó en un sillón a vigilar cuando se despertaran.
¿Cuál es su maldito problema?
El quinto curso en Hogwarts, lleva tan solo tres meses, y ya habÃan comenzado los tÃpico pleitos entre Ron, Hermione e incluso con Harry.
-¿Cuál es su maldito problema?
-¿Quizá de que queremos saber que té pasa?- dijo Ron con un tono irónico que parecÃa gracioso.
- Nos vas a decir... si o no- dijo Harry, que parecÃa estar algo molesto.
- Se acabo, ya me hartaron, déjenme de molestar- grito Hermione enfurecida, parecÃa estar a punto de explotar.
- Esta bien Herm, pero no te enojes- dijo Harry, que parecÃa estar espantado.
- Tan solo fue una preguntita- dijo Ron, que parecÃa estar a punto de echarse a reÃr.
- Ay, ya, me voy- la chica de levanto de su asiento y se encaminó a la s escaleras que conducÃan al dormitorio de chicas.
Los tres amigos estaban en la sala común de Gryffindor, en la cual ya no habÃa nadie mas que ellos y Crooshanks, el gato de Hermione.
Acababan de regresar de Hogmeade, los tres parecÃan cansados, pero al parecer Ron y Harry querÃan interrogar a Hermione, por una carta que le habÃa llegado esa misma mañana, la cual a modo de ver de sus amigos era de Viktor Krum, el supuesto novio de Hermione, aunque según ella no lo era. ParecÃa que el contenido de la carta no le habÃa agradado mucho. La única que sabÃa porque realmente Hermione estaba molesta era Ginny, la que parecÃa dispuesta a no decir ni una sola palabra, a pesar de que su hermano le estuvo rogando que le dijera aunque fuera solamente una pista.
- Hasta mañana Hermione, que duermas bien- dijo Ron, su tono era un poco sarcástico
-¡Ron! ¡Cállate! O nunca nos va a decir nada.
- De acuerdo.
- Ven, sÃgueme.
- Ah, no eso si que no, yo no voy al dormitorio de chicas.
- ¿Quién dijo que Ãbamos a subir al dormitorio?
Ambos chicos se levantaron, y siguieron a Hermione, la cual estaba a punto de subir el primer escalón que conducÃa al dormitorio de chicas. En cuanto llegaron a su lado, ambos la tomaron por los hombros a Hermione que comenzó a gritar y a forcejear como loca, para liberarse de ellos.
-¡Suéltenme! ¡Suéltenme! Par de... Par de malos amigos
- Ay, Herm, con eso crees que nos vas a insultar.
- Por favor, eses aún mejor insultando.
- Pero soy aún mejor con una varita. ¡Suéltenme!
- Ron, ayúdame a cargarla.
- Eso si que no, no se atrevan.
- Esta bien, quieres ver que no nos atrevemos.
- Ay Ronnie, déjate de babosadas.
- Harry, a la cuenta de tres ¿S�
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En ese mismo momento la levantaron como si estuviera, desmayada, Ron la cargo de las axilas, y Harry de las piernas.
-¡Suéltenme! ¡Suéltenme! Sà tan solo tuviera una varita en mis manos, verÃan quien soy en realidad- en ese momento, vio la varita de Ron en el bolsillo de la túnica.
- Pero no la tienes, malas noticias- dijo Ron en un tono medio burlón, llegaron junto a un sillón y la sentaron allÃ, ya que aparentemente la tenÃan controlada, se sentaron cada uno a su lado. Cuando Ron ya estaba sentado junto a Hermione, la chica se estiró un poco, alcanzó la varita, la sacó de la túnica de Ron, justo antes de que alguno de los dos pudiera reaccionar, se puso de pie, apunto con la varita a Harry, y gritó.
-¡Accio, varita!- teniendo ambas varitas en las manos ahora se sentÃa segura- Malas noticias para ti, Ronnie.
- Ya, ya, ya Hermione, solo té estabamos preguntando porque estabas molesta, no era para que te pusieras en ese plan.
-¿Qué a caso les interesa lo que pase conmigo? ¿O que?
- Claro que nos importa, eres nuestra amiga.
- Mejor cállate Ron, que aquà la que tiene el control soy yo y además la verdad es que a ti solo te importa, lo que me pasa, para que te burles de mÃ.
- No es cierto, yo no me burlo de ti y de Viky.
- No insultes a Viktor. Además nunca paso nada entre nosotros. Sà repites algo de Viktor, te juro que te echo una buena maldición
-¡Ya! ¡Basta! Dejen de discutir, un dÃa van a terminar casados- dijo Harry, y en ese momento ambos se callaron, pero se estaban echando unas miradas que parecÃa que se atravesaban.
- Tu también cállate o te deformo esa "bella" cara.
- A ver Hermione, dinos porque haz estado tan molesta- dijo Harry con un tono de voz aparentemente tranquilo.
-¿De verdad quieren saber?
- SÃ- dijo Ron parecÃa algo agresivo.
- SÃ. Si quieres contarnos, de hecho si se puede saber, quisiéramos saber todo lo posible- dijo Harry.
- Bueno, esta bien, pero si alguien se burla o bien, hace un comentario, juro que los mato... bueno no tanto, pero les echo una buena maldición.
- De acuerdo, de por si, ya estoy feo, y la verdad es que prefiero quedarme asÃ, por lo menos le gusto a Ginny.
- No te metas con mi hermana ¿eh?
-¡Cállense!
- SÃ, de acuerdo Hermione- dijo Harry.
- Todo comenzó con lo de estúpida invitación a que fuera a Bulgaria, pero la verdad es que yo no acepté, nos seguimos escribiendo, hasta que me hizo la pregunta, menos esperada, al menos por mÃ...
-¿Cuál?- preguntaron los dos al mismo tiempo.
- La de ¿Quieres ser mi novia?
- Y tu...
- Le dije que no
-¿Por qué?- dijo Ron como si le pareciera mal el asunto.
- Por que el no me gusta, me gusta otra persona.
-¿Quién?- pregunto Harry en tono de emoción, pero por dentro pensaba Por Favor que no sea Yo, por favor.
- Dinos... - Dijo Ron el cual pensaba Al fin voy a saber quien le gusta
- Verán, eso si no se los puedo decir, porque la verdad me da pena... - antes de pudiera terminar la interrumpieron ambos chicos.
-¿Ron?- dijo Harry.
-¿Harry?- dijo Ron.
-¿Neville?- dijeron los dos al mismo tiempo.
-¿Malfoy?
-¿Percy?
-¿Snape?- de nuevo lo dijeron al mismo tiempo y en ese momento echaron la carcajada.
-¡Cállense! Asà intenten adivinar, no les voy a decir.
-¿Por qué Hermione?- dijo Harry que fue el primero en recuperarse del ataque de risa.
- Simplemente porque ya es mucho verlo todos los dÃas y tener que soportar esa sensación de mariposas en el estomago, el insomnio que ha logrado crear, y encima de eso es el único que ha logrado que me ha logrado sacarme de atención tanto como en clases como en los trabajos, - en ese momento se puso roja- además nunca podrÃamos llegar a ser mas que... mmm... nada, no podrÃamos ser nada, y de todos modos se que nunca me verÃa de la manera en la que me gustarÃa- habÃa comenzado a hablar muy cursi, parecÃa estar en una especie de trance, era el momento preciso en el que quizá les llegara a decir.
- Y ¿Quién es?- preguntó Ron.
- Es... es... bueno es que es...
- Ya dinos- dijo Harry, en ese momento Hermione, parecÃa como que habÃa salido del trance.
- No, no les voy a decir, ya hable mucho, eso es suficiente.
- No tiene nada de malo, a mà me gusta Cho, y ella saca de mi mente todo, incluso el quidditch.
- Anda ya dinos- dijo Ron.
- No, y ya cállense, no voy a hablar.
- Ya dinos, tarde o temprano nos vamos a enterar- dijo Ron.
- Dije que se callaran, y ya verán, ya verán con quien se acaban de meter.
- Ahh, sÃ, ¿Con quién? ¿Con Hermione Granger?.
- A ver dinos con quien nos metimos...- dijo Harry.
-¿Enserio? Ya verán Harry Potter y Ron Weasley... ¡Desmaius!- exclamo la chica en cuanto vio a sus amigos desmayados por el encantamiento aturdidor, soltó una leve risa sarcástica, y se sentó en un sillón a vigilar cuando se despertaran.
