BLANCO Y NEGRO

Capítulo 5: Tocado y Hundido

Hannah lloraba, aterrorizada, meciéndose adelante y atrás como una loca, con la cabeza yerta de Hermione descansando sobre sus rodillas. Neville se dejó caer a su lado y le sujetó los hombros convulsos.

-¿Estás bien?

Hannah sacudió la cabeza arriba y abajo y sorbió los mocos.

- N-no es m-mí-ia, es suya- tartamudeó, haciendo un esfuerzo. Se refería a la sangre, claro. Toda la nieve un metro a la redonda, Hermione, el vestido de Hannah, todo estaba empapado en sangre roja que brillaba al tembloroso hechizo Lumos de la varita de Harry. Ginny se giró y lo observó. Estaba llorando.

- Harry...

Harry la miró, pálido y asustado, y a Ginny le pareció que estaba delante del pequeño e indefenso Harry que había visto en King's Cross hacía tantos años.

Por fin, tomó consciencia de que podía hacer algo.

Se arrodilló al lado de Hermione y inclinó la mejilla sobre su nariz y su boca. No notó su aliento. La caja torácica no se movía. Oh, mierda. No estaba respirando.

Maldiciendo entre dientes, Ginny tomó la cabeza de Hermione del regazo de Hannah y la echó hacia atrás para abrir la vía de aire. Funcionó. Débil pero regularmente, Hermione empezó a respirar. Ginny suspiró con alivio, y, sólo para asegurarse, le tomó el pulso en el cuello.

- Respira y el corazón late- anunció. Hannah empezó a secarse las lágrimas (teniendo en cuenta de que aún lloraba y que tenía las manos llenas de sangre, no sirvió de mucho), Nille volvió a respirar otra vez y Harry soltó un sonoro suspiro y se acercó un poco más.

- Pero está perdiendo mucha sangre- advirtió Ginny, mirándose las manos y el vestido, empapadas de la sangre de Hermione, que en la penumbra parecía casi negra.

- ¿Está...?- Ron llegó corriendo y sin aliento, seguido de la profesora McGonagall, el profesor Graham, la profesora Sprout y Madame Pomfrey.

- Está viva.- Ginny se apartó para dejar sitio a Madame Pomfrey, que hizo un hechizo para parar la sangre, hizo aparecer una camilla, dio una mirada general para comprobar que no había más heridos y se llevó a Hermione hacia el castillo.

- Potter, Weasley, Longbottom y Weasley, váyanse a dormir. El baile ha terminado, y mañana podrán ir a visitar a la señorita Granger- ordenó la profesora McGonagall. Parecía preocupada. Siguieron las instrucciones y se marcharon hacia el castillo. A medio camino, Ginny se giró y vio a Hannah llorando, muy asustada y toda manchada de sangre, contando algo a la profesora McGonagall y Sprout. Al cabo de unos pasos, Ginny se cruzó con Snape, Vectra y Hagrid que iban a registrar el bosque en busca del agresor. Ya en la puerta, se volteó otra vez y los siguió con la mirada. Snape, McGonagall y Graham conferenciaban a un lado mientras Sprout conducía a Hannah hacia el castillo. Harry y Ron subían la escalera, uno tembloroso y el otro exhausto, girando la cabeza hacia la infermería de vez en cuando. A su lado, mirando también a Hannah, Neville estaba tenso, le recordó una estatua de madera. Lo cogió del brazo y lo llevó hacia la torre, pero lo cierto era que nunca había visto los ojos de Nille tan sombríos.

*-*-*-*-*

Ginny miró hacia arriba para contemplar todo el castillo. Habían vuelto. Cuando Dumbledore regresó (se había ausentado por un ataque de mortífagos en Gales), se decidió hacer volver a los alumnos a casa una semana para asegurarse de que Hogwarts era realmente seguro. No encontraba a Nille, así que siguió a Harry y Ron, que iban corriendo a la enfermería, esperando que por fin Hermione hubiera salido del coma en que estaba cuando marcharon. Madame Pomfrey les sonrió.

- Está en la biblioteca.

Los tres salieron disparados hacia allí, y la encontraron hablando animadamente con el profesor Graham.

- ¡Hermione!

- Hermione, ¿estás bien?

En cuanto vio a la tromba que se avecinaba, el joven profesor se echó a un lado y se marchó, sonriente.

- ¡Estoy bien! ¡Pero me estáis ahogando!- rió Hermione cuando Ron y Harry la abrazaron a la vez.

- ¿Qué te pasó?- preguntó Ginny, abrazándola también.

- ¿Quién te lo hizo?- preguntó Harry, ceñudo.

- No lo recuerdo.- Hermione se encogió de hombros.- Lo que sí recuerdo es que encontré a Ron.

Ron se puso colorado.

- Siempre estuve segura de que el día que ligaras me lo contarías- le recriminó Hermione.- Me supo mal encontrarme así con... con vosotros.

Ron parecía aliviado.

-¿No te has enfadado? ¿Sólo esto?

- Si te hace ilusión, también puedo pegarte- se ofreció ella, con una sonrisa medio seria medio en broma.

- No te molestes.

- Espera, espera. ¿Ron ha ligado?- interrumpió Ginny.

- Con una... - Hermione vaciló y finalmente se decidió por una variante más suave- chica algo... 'libertina'- Harry soltó una carcajada, Ron se puso más rojo-, pero sí. Por eso estaba tan raro.

- Pues yo creo que está buena- opinó Harry- aunque sea... 'libertina'.

- Además, sólo fue 'eso'.- se defendió Ron- No vamos a salir.

- Más te vale, porque me niego a aconsejarte sobre ella.- Hermione empezó a andar hacia la puerta de la biblioteca porque Madame Pince los miraba con MUY mala cara (de hecho, parecía a punto de saltar a la yugular).

- Un segundo: ¿De quién habláis?- preguntó Ginny, desconcertada.

- De Moss- explicó Harry.

*-*-*-*-*

- Moss.

- ¡Ninia! Tenía que hablar contigo.

- ¿Sobre Ron?

Al final la había encontrado, después de mucho buscar y haber desistido, camino del comedor. Moss la apartó a un lado, algo sonrojada (¿Moss, sonrojada?), y preguntó:

- ¿Te lo ha contado?

- Ha sido Hermione.

- ¿Se lo ha contado él?

- No. Os vio.

Moss hizo un mueca.

- Me va a matar. ¿Está bien, no? No pude quedarme, porque en cuanto oímos a Hannah, Ron me hizo marchar.

- Creo que sí, te va a matar. Aunque no parecía tan enfadada.- Ginny recordó la cara de Hermione. De hecho, no tenía por qué enfadarse, ya que no salía con Ron y ya había dicho muchas veces que no estaba segura de que realmente le gustara, pero pese a todo, Ginny creía que Hermione debería sentirse más ofendida, ya que, en fin, la había dejado sola en el baile para...

- ...y lo que me costó convencerlo- charlaba animadamente Moss cuando Ginny volvió a la realidad.- Porque ya sabes, Ron es muy anti-Slytherin y yo... ¿Ginny, estás bien? Tienes ojeras, estás pálida.

- ¿Eh? Ah, sí. Ya lo sé. No he dormido muy bien últimamente.

- ¿Por lo de Hermione? ¿Se quedó aquí toda la semana, no? ¿Se sabe quién la atacó?

- Ella no recuerda nada. Esto... Moss, ¿sabes dónde...

- ¿Pues entonces? Ya te digo que Ron y yo no vimos nada, pero...

- Moss. ¿Dónde está Draco?

Moss se encogió de hombros.

- ¿Draco? Es un cabrón, y además, después del baile está más borde que nunca. ¿Crees que está celoso por lo mío con Ron? Bueno, la verdad, me importa muy poco. Ron es mucho más mono. ¿No te importa que te lo diga, no? Es que...

Ginny la observó. Parecía que Moss estaba en las nubes. Y encima por Ron. Dios, sólo le faltaba eso.

- ¡Moss! ¿Dónde está Draco?

Moss parpadeó con el grito y después señaló el jardín:

- En el campo de Quidditch.

Ginny consideró acercarse a un Draco ofendido y especialmente borde a media práctica de Quidditch (vamos, rodeado por seis jugadores Slytherin a sus órdenes) y decidió que la asustaba demasiado. Viéndose incapaz de soportar tampoco la cháchara feliz de Moss, se fugó a la Sala Común.

Ron y Harry jugaban al ajedrez y le dijeron que Hermione estaba en su habitación. Efectivamente, leía echada en la cama.

- ¡Hola! Menos mal que has venido, quería hablar contigo pero no me apetecía dejar de leer para buscarte.- La saludó Hermione, invitándola a sentarse en su cama. No es que no estuviera deprimida ni que estuviera contenta. Vista más de cerca, parecía... una aspirina efervescente lista para levantar los ánimos a cualquiera.- Estoy leyendo un ensayo de filosofía que me ha dejado Noel. Contrasta las opiniones de Descartes y Spinoza sobre...

Ginny decidió empezar la investigación:

- ¿Estás realmente contenta, lo finges, o te estás intentando convencer a ti misma de que no te importa que Ron esté liado con Moss?

Hermione se puso seria.

- ¿Sabes? Hacía mucho tiempo que lo tenía todo y no era feliz. Pero dicen que la única manera de serlo es tener consciencia de lo maravillosa que es la vida, y para eso hay que haber experimentado la muerte. Estoy agradecida a quien fuera que me clavara ése puñal porque sólo ahora me siento viva. Cuando encontré a Ron creí que se había acabado el mundo. Pero ahora sé que sólo es una chiquillada, que Ron no me ha gustado nunca, y que seguramente Moss lo va a plantar y a él, honestamente, por lo que ha dicho, no creo que le importe mucho.

- No te entiendo.

- No hay mucho que entender. Estoy mejor que nunca. He estado pensando mucho tiempo, y he decidido que tengo que cambiar algunas cosas. De hecho, todos deberíamos. Pero haces mala cara, Gin. ¿Estás bien?

No, no lo estaba. El viaje de vuelta la había cansado muchísimo, y, aunque estaba contenta porque Hermione estaba bien y se la veía muy contenta, se sentía extraña. Neville no había vuelto, y no sabía por qué. Necesitaba ver a Draco, pero él le daba miedo porque sabía que, igual que ella le había hecho daño, él se lo podía hacer a ella. Seguramente Draco se sentiría traicionado, y encima con razón, y todo el tema en general le producía dolor de estómago. La angustia que había pasado la última semana la había vencido, porque aunque Ginny era fuerte, no lo era tanto como aparentaba.

Se echó a llorar. Hermione la abrazó e intentó que se calmara. Ginny quería contárselo todo, pero no pudo. Necesitaba a Nille.

- Cálmate... Ginny... Shhh... ¿no vas a contarme qué te pasa?

Ginny sacudió la cabeza a los lados. Le dolían las sienes, para acabarlo de rematar. Se quedó dormida con la cabeza sobre las rodillas de Hermione (que ahora volvía a leer lo que fuera que estuviera leyendo y le acariciaba el pelo como si se tratara de Crookshanks).

*-*-*-*-*

Cuando Harry subió de comer, encontró a Ginny en la sala común desierta tratando de no pensar en nada, con la nariz metida en un libro de los Chudley Cannons que no estaba leyendo (sólo seguía con la mirada las piruetas de las manchas naranjas).

- ¿No bajas a comer?

- No.

- Te han dado veinte puntos a Gryffindor por ayudar en lo de Hermione.

- Bien.

- ¿Qué lees?

- Nada.

Harry se sentó a sus pies.

- Dime qué te pasa.

- ¿Sabes dónde está Nille?

- No ha vuelto.

- No.

Harry le quitó el libro de las manos y la obligó a mirarlo.

- ¿Esto es por culpa de Malfoy?

Ginny bajó los ojos.

- No. De hecho, es culpa mía.

- Cuéntamelo.

- No puedo, Harry.

Harry frunció el ceño.

- Como quieras.- Se quedaron callados. La Sala Común se llenó de gente que escapaba del frío de los pasillos.- Venga, arriba. Entrenamiento de Quidditch.

Ginny alzó una ceja.

- Lo que tú digas. ¡Con el frío que hace!

- Te irá bien.

Fuera, de camino al campo, tuvo que admitir que Harry tenía razón. Soplaba un viento helado del norte que ponía la piel de gallina y los terrenos estaban plagados de charcos de aguanieve. El cielo estaba limpio (nada podía resistir ese viento). Definitivamente, un día perfecto para machacarse con entrenamientos de Quidditch y tiro con arco, una ducha, pastel de carne y a la cama sin pensar en nada. Ni en nadie (sobretodo). Delante de ella, Ron (con las orejas rojas de frío) y Harry discutían sobre el buscador de Alemania, los dos otros cazadores, Robin Finnigan y Jack Hendelson, de cuarto, reían tras ellos y los golpeadores (dos gemelos de segundo, Kurt y Kevin Kipling) iban delante golpeando todas las piedras que encontraban con los bates, como siempre. La verdad es que eran unos golpeadores poco serios, como mínimo hasta que montaban sus escobas: entonces se convertían en dos hunos a caballo: lo destrozaban todo, y Ginny sospechaba que tenían poderes telepáticos, porque se coordinaban mucho mejor que Fred y George y a veces se reían los dos a la vez, sin motivo alguno. [N/A: estos dos me dan un miedo... ¿sabéis la niñita china de Gorillaz, Noodles? pues son igual pero DOS, y encima con bates en vez de guitarra.] Robin era la otra chica del equipo, con pecas y acento irlandés igual que su hermano Seamus, y Jack era un muchacho rubio muy alto que lanzaba la Quaffle muy fuerte (lo cual era bueno para ganar un partido, pero malo para Ginny en los entrenamientos). Éste era su equipo de Quidditch, con el que esperaba ganar la Copa. Como dijo Harry tropocientas mil veces durante todo el entrenamiento, sólo faltaban tres semanas para el primer encuentro, Slytherin. Y cada una de las tropocientas mil veces que oyó 'Slytherin', a Ginny se le encogió el estómago.

Por suerte, nadie le recordó a Draco en el entrenamiento de tiro. Como mínimo hasta que se lo encontró.

Ella era la capitana de Gryffindor, y el resto del equipo eran Eloïse Midgeon (de su curso), Dean Thomas, Herbert (también de su curso), Esken y Eberk (dos hermanas finlandesas de tercero y cuarto) y Joanne (de primero, y la mejor tiradora después de Ginny). [N/A: No hace falta que recordéis todos los nombres de este equipo. Sólo Eloïse, Dean, y Joanne.]

Ginny paseaba por detrás de los tiradores mientras descargaban en sus dianas, comentando pequeños detalles técnicos:

- Perfecto, Joanne, aleja la diana dos pasos. Eloïse, tensa más tu arco. Mejor, Herbert, pero los hombros rectos. Eberk y Esken, callad ya. Dean, estás apuntando a la diana de Herbert. Eberk, guapa, tu diana está hacia el otro lado.

- Parece que tu equipo necesita un poco de práctica, Weasley.

Se quedó helada a medio obligar a Herbert a estar recto. Habría reconocido esa voz en cualquier sitio. El leve arrastrar las sílabas, la frialdad, el desprecio. Era tan diferente de la última vez que habló con ella.

- Draco...- se volteó a mirarlo y se quedó cortada otra vez. Draco iba amarrado a la cintura de una chica (una Slytherin cuyo ídolo debía ser Moss, a juzgar por lo corta de la camiseta - ¡y en pleno enero! - y el pelo cortado en forma de casco, teñido de lila, muy pintada). Unos días después, Moss le diría que '¿ésa estúpida? No tiene nada de estilo, deberías oírla hablar. ¿Y has visto qué peinado tan horrible lleva?', pero en ése momento Ginny se sintió pequeña y asquerosa (el pelo sucio, el jersey marrón viejo, los tejanos casi rotos y llenos de barro del campo de Quidditch, incluso llevaba unos guantes con los dedos cortados para tirar de lo más cutre).

- Malfoy para los Gryffindor, gracias.- La chica le rió la gracia, y los cinco de atrás la imitaron. Porque Draco no había venido solo, sino con todo el equipo de tiro con arco.

Maldita rabia Weasley. Se le había subido a las mejillas y las orejas, y ahora le costaría controlarla. Sintió la mano de Dean en su hombro, y por el rabillo del ojo vio que se habían arracimado todos detrás de ella, más o menos como los Slytherin tras Draco. Maldito fuera. ¿Realmente tenía que tener la mano encima del culo de la... la cosa que enseñaba el ombligo? La chica del pelo champiñón (a la que inmediatamente bautizó como 'Champi') le estaba mirando los pantalones embarrados con cara de asco.

- De nada... ¿No tenéis nada mejor que hacer que venir a vernos? Lo siento, no os esperábamos. De haber sabido que venías habríamos preparado té.- La voz le salió suave y calmada. Nille siempre decía que cuando se ponía así (normalmente con Honey y Candy) daba miedo. No a Draco, de todas formas. O como mínimo no lo pareció cuando él contestó:

- No venimos de visita, Weasley. Venimos a entrenar.

- No sabía que fueras del equipo de Slytherin.

- Pues soy el nuevo capitán- alardeó él, mostrándole su arco. Era realmente precioso, de madera oscura, plata y pedrería verdinegra. Un arco de la familia Malfoy, claro.

Ginny miró a su equipo. Estaban agotados, y especialmente ella. Decidió dejarlo por hoy, aunque pareciera una pequeña derrota. Al fin y al cabo, nadie los vencería en la competición.

- Sí, supongo que tenéis para rato: tendrán que enseñarte qué es un arco y todo eso, Malfoy.- Sonrió reconfortantemente a su equipo:- Por hoy se ha terminado, chicos. Pero pasado continuamos.

Se habían alejado unos pasos cuando Draco replicó:

- Eso, a casita. Total, se dice que las mujeres Weasley sólo sirven para... procrear.

Ginny se paró en seco, el resto del equipo también. Herbert cogió la muñeca de Dean para que no se lanzara contra los Slytherin. Ginny dirigió su mirada más serena a Draco.

- No creas que voy a rebajar a decir para qué sirven los Malfoy.

Se quitó la pulsera del bolsillo y la lanzó a los pies de Draco.

Volviendo al castillo, supo que se había anotado un tanto. Pero eso sólo la hundió más.

*-*-*-*-*

- ¡Nille!

El la abrazó, estaba algo más delgado que cuando marchó, e incluso tenía más mala cara que Ginny misma.

- ¿Estás bien?- se preguntaron los dos a la vez.

Ginny rió, Nille sólo sonrió.

- Estoy muy cansado. Me voy a dormir.- La despeinó un poco y subió a su habitación. Ginny lo vio marchar con preocupación y trepó hacia su cuarto por la escalera de caracol, pero a medio camino la llamada de Hermione la detuvo:

- ¿Ginny?

- ¿Sí?

- Neville ha vuelto, ¿lo viste?

Ginny entró y se sentó en la cama al lado de Hermione.

- Se ha ido a dormir. Tenía muy mala cara.

Hermione se acercó a su oreja.

- Creo que ha ido a visitar a sus padres otra vez. A su madre, como mínimo. Dicen que el padre se ha suicidado.

Ginny se mordió un labio.

- Mierda. No me extraña que esté hecho polvo.

Quedaron en silencio un rato, considerando sus propios pensamientos. Ginny empezó a peinarla por hacer algo.

- ¿Crees que el negro me sienta bien?- preguntó Hermione.

A Ginny se le cayó el cepillo de la mano. Punto uno: ¿No estaban hablando de Nille? Punto dos: ¿Había Hermione realmente preguntado si le quedaba bien un color?

- ¿Qué?

- El negro del uniforme, me refiero.

- Esto... a todo el mundo le sienta bien el negro. O eso dice Moss. ¿A qué viene eso?

- No... nada. Bueno... es que...

Ginny sonrió un poco, divertida.

- Bueno, verás... hay un chico... No me mires así, Gin. No es Ron. De hecho, no creo que adivinaras nunca quién es. Esta semana me ha hecho mucha compañía y hemos hablado de muchas cosas... tenemos mucho en común.- Hermione hablaba muy rápido y costaba seguirla- Pero no creo que él esté interesado en... en mí de una manera...

- Hermione, por el amor de Dios. ¿Quién es?

- El profesor Graham.

¡La virgen!- se le escapó a Ginny.

*-*-*-*-*

N/A: No sé nada de tiro con arco, lo confieso. Cualquier parida que Ginny diga sobre ello es mi culpa. ^^ Y también... ¿de dónde sacasteis que Hannah y Ronnie estaban liados? No se me ocurrió nunca! Tengo... otros planes para Hannah. *sonríe maquiavélicamente* Y qué mania con que Ron está con Hermione! No están juntos! No, no y no! :)

Gracias por todos los reviews, gracias a ellos me puse manos a la obra tan rápido:

Selene: Gracias a Dios que Draco te cae bien, aunque la verdad es que aquí no es que sea muy tierno. Sólo espero que no lo odies ahora... ^^

Patty Potter: Muchas gracias... Draco es mío, quítale las zarpas de encima. ^_~ Tengo planes para Harry, así que nada tampoco. Me alegro de que Moss te caiga bien, la verdad es que necesita amigas. :)

cali-chan: Por favoooor... deja de maltratar a mis personajes! deberías ver el chichón que le quedó a la pobre ginny-chan...

Spacey: ¿Pareja a Voldemort? Qué tal Michael Jackson? ;)

Hermione12: Con la calma, por favor. Relájate. Respira hondo. Mione está ok, mejor que nunca y enamorada de su profesor. ¿contenta? ¡y no estaba saliendo con ron, él puede hacer lo que quiera y encima fue culpa de Moss! :) Gracias por el review.

Wilbur: ¡QUIERO EL DIBUJA YA!!! ^^ perdona. gracias por todo...

Jade: tanta información me supera.

Asosa76: ^^ Gracias... me encanta cuando a la gente le encanta. Te prometo que cuidaré a Harry.

Princess Leia Skywalker: Ooooh... una idea magnífica! Lástima que ya sea tarde... :( a ver si puedo poner un suicida por alguna parte... ;) Unas ideas geniales, en serio. :)

Silvia: Sí, Draco y Ginny se besarán, pero todavía queda tela para rato. ^^ Gracias!

Favila: ¿acierto si digo que Draco ya no te cae bien?

Umi Natsuko: gracias por ser honesta, pero ¡no me merezco la reprimenda por Hannah y Ron! Y sí hay indicios de Ron/Moss... búscalos. ;) Y Hermi no ha muerto, así que tampoco. Espero que te guste ahora! ^^

Lucía: Oooh... muchas gracias, para que lo sepas: nunca escribo tan rápido como ahora, espero que estés contenta!

Dolphin: Muchas graciaaaas!

NoNa: *se sonroja* mil gracias! Adoro que me digan eso! ;) Y es verdad, casi nadie piensa en Nillie, pobre.

Arwen: Graciaaaas!!! :) :) :)

Lina Saotome: espero haber aclarado muchas dudas. :) Gracias por todo!

Usako: Harry está bien... tranquila. Nos vemos en el msn! :)

Cata^^: ¿te dignaste a escribir un review con sentido, eh? :) Eres la mejor, lita ;)

carmen: Gracias! ¿pero cómo que es la primera vez que dejas review? muy mal! ^_~ qué crees que pensamos los autores cuando nadie nos deja reviews para alimentar nuestro ego?



Y ya está, por fin. El capítulo 6 llegará pronto si dejan reviews. :)

Besitos,

nimphie