BLANCO Y NEGRO

Capítulo 8: Mossificando

Era un viernes asqueroso de finales de enero. Lloviznaba. Hacía demasiado calor para lo que se debía esperar, y la nieve de alrededor del campo de tiro era ya aguanieve barrosa que ensuciaba las botas y dejaba rastros resbaladizos por todos los pasillos del castillo.

Dung... Toc.

Se pasó el dorso de la mano por encima de la ceja para quitar el agua, pero los guantes de lana le irritaron la piel helada. Lo odiaba. Habían pasado dos semanas desde el último intento de beso y no había sucedido nada de nada. Tampoco es que estuviera deseando que se le tirara encima. Aunque el sueño de esa noche parecía indicar que sí. Trató de no pensar en ello cogiendo optra flecha del carcaj.

Dung... Toc.

Se apartó un mechón pegado a la cara. Debía de parecer una loca que no sabía qué era un peine. Bueno, tampoco importaba demasiado. Cualquiera que se acercase al exterior del castillo con ése tiempo tenía que estar loco también, así que de hecho no importaba.

Dung... Toc.

'Dios mío, soy una paranoica. Acabaré encerrada en San Mungo.' Estiró mejor las piernas. Estaba furiosa contra el mundo. Hacía dos días que trataba de tener una charla extensa con Nille, pero nunca lo encontraba disponible. Sospechaba que estaba haciendo ejercicio, más que nada porque ya no podía usar su tripita como cojín. A parte de que casi ya no quedaba barriga blandita, Nille cada vez perdía menos horas echado en el sofá haciendo el vago con ella, y pasaba el rato o bien estudiando con Hermione o bien 'por ahí'. No sabía qué la hacía rabiar más: que no le contara adónde iba o que no mencionara el ejercicio. ¿Y si salía con alguien y no se lo había dicho? ¿Y si había encontrado una amiga mejor?

Dung... Chaf.

Ginny lanzó el arco al suelo con rabia. Estuvo a punto de pisotearlo, pero al final optó por ir a recoger la flecha que había caído fuera.

Y Draco seguía a lo suyo: o bien hacía ver que no la veía, o bien se paseaba cerca de ella con la maldita Champiñona pegada como una lapa, o bien se metía con Ron, Harry y Hermione, o bien lucía el palmito con esos pantalones taaaan ajustados... sin mirarla dos veces, por supuesto, o bien se lo encontraba flirteando con cualquier otra chica, o bien... Ginny escondió la cara tras las manos con guantes cortados y mojados. ¿Por qué tenía que pensar en él constantemente? ¿Acaso no era Harry o cualquier otro Gryffindor (incluido Colin) más agradable, más sincero y menos inquietante? 'Y menos sexy también... ése es el problema.' Le contestó su cabecita. 'Aparte, que sea desagradable, maquiavélico e inquietante le añade morbo al asunto, ¿no? Y si no piensa en ésos sueños...'

Ginny sacudió la cabeza y volvió a la zona de lanzamiento. No iba a pensar en Draco, y menos en el sueño... eh... digamos subido de tono que la perseguía por las noches.

Dung... Toc.

En cambio, no había visto más a la fantasma. Era raro. ¿Quizás se refirió al fantasma de Ángel? ¿Acaso andaba suelto? ¿Qué había pasado en el bosque? ¿Tenía algo que ver con la pulsera que había encontrado en la Sala Común?

Dung... Toc.

Aunque quizás Nille tenía razón y no debía preocuparse mucho. Igual lo había soñado. Además, si fuera algo importante la chica hubiera vuelto, ¿no? Se sentía incapaz de tomar una decisión. Había buscado en la biblioteca con resultados nulos. La verdad era que se sentía desorientada. Le hubiera gustado contárselo a Draco, pero no se atrevía.

Draco. No dejaban de aparecérsele imágenes de él en el sueño, la piel, las manos, los ojos de metal... Se sintió enrojecer.

Dung... Chaf.

Mierda. Sólo esperaba que el plan Mossificante estuviera saliendo mejor.

**oOo**

-Y uno, dos, tres y cuatro. Derecha. Y uno, dos tres y vuelta- murmuraba Moss, marcando el compás-. Y uno y dos y tres y ¡ay!

-¿Te he pisado?

-Otra vez.

-Oh, lo siento.

-Umph- Moss puso mala cara.

-Es que hoy nos hemos machacado, ¿verdad, Draco?

Los dos miraron a Draco, que leía sentado en un rincón de la mazmorra, justo bajo una antorcha encendida. La piel le brillaba y tenía el pelo húmedo pegado a la cara y el cuello. Llevaba una camiseta negra sin mangas con manchas de sudor y parecía extremamente concentrado en un libro viejo.

-¿Draco?- llamó Moss, impaciente. Él levantó la vista sin parecer sorprendido.

-¿Qué?

-Nada, déjalo.

Draco la observó de arriba a bajo.

-Pensaba que habías decidido dejar los jerseys escotados en el fondo del armario en pro de tu futura relación con el amigo de Potter- remarcó tras una pausa apreciativa.

-Tiene un nombre, ¿sabes?- contestó Moss. Fue a decir algo sobre no ser el indicado para hablar de perseguir Weasleys pero se lo pensó mejor y le sólo sacó la lengua.

-A mí me parece que estás muy bien- interrumpió Neville, alejándose hacia la fila de fregaderos que ocupaban parte de una pared. Apretó un grifo con aprensión y al ver que salía agua fría, se quitó la camiseta y metió la cabeza bajo el chorro resueltamente.

-Tú también- contestó Moss. Neville la miró, desconcertado, con los rizos goteantes y las orejas granates. Moss rió escandalosamente y sacudió la cabeza.

-Lo estás asustando- anunció Draco, todavía aparentemente concentrado en el libro.

-No eres quién para hablar de asustar a la gente, querido.

Draco levantó la vista del libro. Moss se encogió de hombros y anduvo hasta una de las paredes para apoyarse haciendo el máximo de curvas posibles. Sacó un espejito y se observó, cosméticos en mano.

-¿Sombra de ojos verde o azul?

-Azul- dijo Neville.

-Verde- aconsejó Draco al mismo tiempo.

Moss miró a uno y después al otro.

-Muy bien, usaré el rosa.

Draco hizo rodar los ojos y continuó leyendo. Neville se puso una camiseta limpia y el jersey de los fines de semana.

-¿Por qué no habías dicho que tenías rosa?

-Para poder darme el gusto de llevaros la contraria- contestó Moss, ocupada con el rímel.

-Qué pena, el azul hacía juego con el jersey que llevas- fue el vano intento de Neville para seguirles el juego de piques. Embutió la camiseta sucia en la bolsa y fue hacia la puerta.

Moss miró su jersey y se lo quitó, revelando una camiseta rosa y diminutísima de tirantes finos. Draco volvió a levantar la vista:

-Camiseta inexistente, falda negra tamaño cinturón, sandalias con tacón de aguja... pareces una puta.

-No le hagas caso, estás guapísima- contraatacó Nille, cogiendo al vuelo el jersey que ella le lanzó-. Así está bien, no te pintes más o parecerás un cuadro. ¿No te morirás de frío?

-¿Crees que Ron no me dejará su jersey si me ve temblando de frío?- replicó ella, batiendo las pestañas larguísimas y poniendo morritos. Se revisó rápidamente en el espejito y lo guardó dentro de sus botas.

-Diez minutos y lo tenéis aquí. Recordad: Hermione estornudará al entrar en el pasillo- aseguró él saliendo por la puerta.

Moss comprobó en dos segundos que sus uñas estaban perfectas y luego le echó una ojeada a Draco.

-¿No deberías lavarte también?

-Creo que tendrá más efecto si voy tan asqueroso como ahora. Además, me reservo un baño con burbujas efecto jacuzzi para después de la paliza que voy a recibir.

-No vas a recibir ninguna paliza: Neville se encarga de ello, ¿recuerdas? Traen a Ron, tú haces ver que me atacas, Ron reacciona y Neville os separa. Entonces no podrá negar que le gusto- Moss parecía absolutamente satisfecha consigo misma.

Draco dejó el libro a un lado y la miró.

-Recuérdame por qué hago esto.

-La verdad es que no lo sé. Creo que simplemente te me quieres quitar de encima- sonrió Moss, arreglándose el pelo otra vez.

**oOo**

Hermione lo vio llegar con alivio.

-¡Llegas tarde! ¡Ron está a punto de marcharse a quidditch!

-He venido lo más rápido posible- aseguró él, apoyándose en las rodillas para respirar.

-¿Cómo está Moss?

-Muy sexy.

Hermione hizo rodar los ojos. Nille la miró, todavía doblado y tratando de coger aliento, y sonrió.

-Histérica perdida- rectificó.

El retrato de la Dama Gorda se hizo a un lado, y Harry y Ron, junto con el resto de componentes del equipo excepto Ginny emergieron de la Sala Común. (Memorándum: El equipo está formado por Harry (buscador), Ron, Robin Finnigan (es una chica) y Jack Hendelson (los tres con la Quaffle) y los temibles gemelos Kurt y Keven Kipling como bateadores.)

-Ron, tengo que hablar un momento contigo- lo paró Hermione, agarrándolo del brazo y arrastrándolo hacia un lado mientras Neville guiñaba un ojo al resto del equipo:

-Id tirando. No tardará mucho... bueno, quizás un poco. Es que...

-¡Neville!- llamó Hermione doblando la esquina.

Sin dar más explicaciones, Nille trotó tras ellos.

-¿Pero qué pasa?- preguntó Ron, mirando perplejo el intento de 'cara de no pasa nada especial' de Hermione.

-Nada, que te queremos enseñar una cosa. ¿Verdad, Neville?

-Eeeh... Eso.

Ron miró a Neville.

-¿Por qué me estáis arrastrando?

-¿Qué?

-¿Qué me vais a hacer? ¿Me encerraréis con Peeves? ¿En el lavabo de Myrtle? ¿En el despacho de Filch?

-¿Pero de qué hablas?- lo cortó Hermione, todavía intentado sonreír alegremente mientras estiraba con todas sus fuerzas de la mano de Ron para forzarlo a andar hacia adelante. No, Hermione no era muy buena actriz. Y menos para un experto como Ron.

-Sé que me vais a hacer algo... ¡Un momento! ¿Por qué vamos a las mazmorras?

-Bueno, es que...

-¡Ah, ya sé! ¡Pero no fui yo! ¡Fue Har... Colin, de verdad! ¡Lo prometo!

Hermione miró a Neville por detrás de Ron, que ahora ya andaba solo y se defendía con argumentos incomprensibles con un dedo en alto. Nille se encogió de hombros.

-Cosas de chicos.

Ya estaban llegando.

Ya estaban en la esquina.

Hermione estornudó.

-¡Achís!- sonó débilmente.

El pasadizo, de unos quince metros, estaba escasamente iluminado por dos antorchas abandonadas y la luz que salía de La Puerta. Estaba abierta noventa grados, por lo que ellos sólo veían la parte exterior de la madera oscura. Era la única puerta abierta y los esperaba allí, a diez metros.

-¡Más fuerte!- boqueó Neville a la espalda de Ron.- ¡No lo habrán oído!

-¡No me sale!- susurró Hermione.

-¿Cómo que no?- se desesperó Neville. Ron seguía hablando, un poco más adelantado:

-... porque precisamente ése día yo había ganado a Seamus al ajedrez, así que de hecho no estaba deprimido y por lo tanto... ¿me seguís? ...por lo tanto no tiene sentido que me acuséis a mí cuando todos sabemos que Harry... digo Colin... no estaba en su mejor día...

Qué angustia. Ron llegó a la puerta. Ron se calló y giró rápidamente la cabeza hacia los ruidos apagados que Nille y Hermione oían ahora que no había nadie excusándose. Ron miró dentro de la mazmorra. Ron enrojeció de rabia y sacó la varita. Ron entró corriendo. Hermione y Neville corrieron detrás y echaron un vistazo desde el pasillo.

Ron había saltado y había caído encima de Draco, haciendo rodar las dos varitas por el suelo. En un fogonazo cómico pero inapropiado, Hermione pensó que más bien parecía otra cosa (como un revolcón homosexual por el suelo). Dado el momento, aparcó el pensamiento para examinarlo de cerca más tarde. Moss estaba casi de espaldas, con la camisetita algo sucia y arañazos en los antebrazos, que mantenía levantados contra el pecho como si se estuviera protegiendo o se estuviera poniendo las manos delante de la boca.

-¡Páralo, Neville!

Neville metió la mano en el bolsillo para buscar la varita. No estaba allí. Miró en el otro bolsillo. Tampoco. Miró a Hermione. Hermione apuntó a los chicos con su varita.

Tempus!

Ron se detuvo con el puño al aire. Había agarrado a Draco del cuello con la mano izquierda y le había inmovilizado las piernas. Draco, debajo, paralizado, sudado y con cara de capullo insufrible incluso en momentos de estrés (como éste) intentaba apartar a Ron con una mano mientras alargaba la otra en busca de la varita perdida que yacía unos dedos más allá. Moss, con las manos todavía en la boca, se giró hacia ellos. Tenía los ojos muy abiertos. En un instante, se relajó y sonrió, picara:

-¡Qué fuerte! ¡Se le ha tirado encima!- echó un vistazo a los chicos detenidos y se mordió el labio pintado de rosa-. Espero que Ron no se haya hecho daño...

Hermione observó a Neville, que rebuscaba en su bolsa de deportes.

-La varita está en tu mano, Neville- señaló en un susurro.

Neville miró su mano izquierda.

-Ups. ¿Ahora qué hacemos?

-Nada, continuar el show. Sobretodo que no cojan las varitas a media pelea.

-Ustedes. ¿Qué hacen aquí?

Moss, dentro de la mazmorra, volvió a su pose de heroína del cine mudo 'ojos de búho y boca tapada por si se escapa un gritito', Nille y Hermione giraron en redondo, clavados al suelo del pasadizo. Snape les estaba dedicando una mirada turbia desde el fondo del pasillo oscuro, apoyado en la esquina, con los brazos cruzados y el pelo... bueno, y el pelo grasiento.

**oOo**

Lloviznaba cuando llegó al campo de quidditch. El resto del equipo ya estaba allí, pero no parecía que estuvieran haciendo nada. Sólo los gemelos se pasaban la bludger entre gritos de guerra y risillas sospechosas. Robin y Jack charlaban a la salida del vestuario (llamada 'el túnel') y le dijeron que Ron no estaba pero que Harry había ido a comprobar las escobas de reserva.

Así que fue a buscar a Harry. Estaba examinando un palo especialmente viejo. Cuando la vio llegar, dejó la escoba, se pasó la mano por el pelo revuelto y le sonrió.

-¿Y bien? ¿Cómo ha ido el entreno?

Ginny resopló y se sentó encima de un baúl de pelotas.

-Bien, supongo. El campeonato será el día antes de la final de Quidditch, tras hípica y bailes. En primavera.

-Dicen que Malfoy participa en todo.

Ginny levantó la cabeza y se encontró con la mirada directa de Harry.

-¿Sí? No lo sabía. Es capitán de tiro-. Empezó a mirarse las uñas otra vez.

Harry calló.

Ginny, acabada la inspección de las uñas (Candy y Honey le habían hecho la manicura dos días antes, pero el esmalte volvía a estar descascarillado y ya se las había mordido hasta el borde de la carne), decidió sacar un nuevo tema:

-Si esperáis a Ron, será mejor que canceles el entrenamiento. Hermione, Moss y Nille acaban de poner en práctica el Plan Mossificante.

-¿El qué?- Harry levantó las cejas y las gafas le resbalaron hasta la punta de la nariz. Se las volvió a subir con un gesto impaciente y repitió:- ¿El Plan qué?

**oOo**

Snape avanzó hasta donde estaban los dos Gryffindors lentamente, como si sus pies apenas tocaran el suelo.

-Si son mis dos alumnos favoritos... ¿Acaso no saben que no deberían estar en las mazmorras?

Neville se encogió imperceptiblemente ante el siseo sarcástico del profesor.

Hermione tragó saliva rezando para que a Snape no se le pasara por la cabeza mirar dentro de la mazmorra.

-No lo sabíamos, profesor- aventuró.

Snape alargó una mano y, sin mirar, empujó la puerta, que se cerró con un 'clac'. Sacó un manojo de llaves de uno de sus bolsillos, tomó una de las llaves mágicas y cerró la puerta con dos vueltas: Clac clac. Después se volvió a mirarlos:

-¿A qué esperan, a que saque puntos de Gryffindor? Muy bien, cinco puntos menos para cada uno. Y como los vuelva a encontrar aquí serán veinte. Que pasen un buen día.

Y con eso se deslizó hasta el final del pasillo sin mirar atrás y giró a la derecha.

-¿Desde cuándo los alumnos no pueden bajar a las mazmorras?- susurró Hermione, frunciendo el ceño.

-Desde que nosotros lo hemos hecho- contestó Neville por lo bajo.

Hermione fue a sonreírle pero se oyó un fuerte golpe al otro lado.

-¿Moss?- llamó Neville pegando la cabeza a la madera.

Moss intentó abrir la puerta desde el otro lado mientras explicaba:

-Se han descongelado y Ron le ha dado a Draco con el puño. He pateado las varitas al otro lado de la habitación. ¡Draco, no le hagas daño! Mierda, ¿cómo coño se abre esta puerta?

-Moss, no digas palabrotas- la riñó Neville, mientras al otro lado se oían más golpes contra carne y un quejido.

Alohomora!- tanteó Hermione, pero la puerta no se dio por aludida-. Moss, Snape ha cerrado la puerta con una llave mágica. ¡No podemos abrir!

-Tranquila- Neville le palmeó la espalda a Mione, que empezaba a histerizarse.

Al otro lado de la puerta, Moss aventuró por encima del ruido:

-No podréis abrir con magia, pero sí si encontráis la llave...

-La tiene Snape- cortó Hermione.

-...o alguien que sepa abrir puertas a lo muggle- continuó Moss sin hacer mucho caso- como un Slytherin...

-¡Ningún Slytherin nos ayudará!- se desesperaba Hermione, mientras la pelea continuaba dentro de la mazmorra. Parecía que uno de los dos había conseguido levantarse y le había lanzado algo al otro.

-... o un Weasley.

-¡Pero Ron está dentro...!- trató de objetar Hermione, pero Neville le tapó la boca y se dirigió a Moss.

-Vamos a buscar a Ginny, pero está en Quidditch. Trata de que no se maten.

Mientras los dos Gryffindor corrían hacia los jardines, dentro de la mazmorra la conversación seguía:

-¡Eso, Moss, sácamelo de encima! (golpe de puño- patada- arañazo)

-¿Cómo te atreves a pedirle a Moss que te ayude! (Ay- gancho de izquierda- intento de estrangulación)

-Esto, Ron... creo que ya basta... ¡Draco! ¡Le estás haciendo daño!

**oOo**

Harry reía como un loco cuando Ginny acabó de contarle el plan.

-Pero... ¿por qué Malfoy iba a hacer su papel?- preguntó al terminar, aguantándose las costillas.

-Pff... es amigo de Moss.

-Seguro que quiere algo a cambio.

-No seas tonto.

Harry la miró de reojo, pero no comentó nada.

-¿Entonces, bos vas a dejar ir a la sala común?- preguntó Ginny por cambiar de conversación.

Harry se encogió de hombros y se apoyó contra una pared.

-Creo que se lo están pasando muy bien aquí fuera. Diría que algo pasa entre Robin y Jack.

Ginny hizo rodar los ojos.

-Están saliendo, tonto.

Las gafas de Harry se deslizaron nariz abajo otra vez.

-¿En serio?

-No tienes remedio- rió Ginny, tratando de arreglarse el pelo. Misión imposible. Necesitaría horquillas.

La puerta se abrió y Hermione y Neville los miraron, rojos y sudados.

-¿Qué pasa?- preguntó Harry-. ¿Y el plan?

-Alerta roja en el Plan B, Gin- informó Neville-, ¿sabes abrir puertas, verdad?

Ginny parpadeó.

-Tan tonta no soy, Nille.

-Quiere decir con doble vuelta de llave mágica- explicó Hermione.

-Podría intentarlo... ¿por?

Hermione la agarró por el brazo y empezó a llevarla hacia el exterior del campo.

-Pasamos al Plan C.

-¿"Sálvese quien pueda"?- Gin hizo una mueca.

-Exacto. ¿Tienes horquillas?- preguntó Neville, estirando su otro brazo.

-No...- contestó ella, parándose.

Hermione escondió la cara tras las manos heladas (no habían cogido sus capas) y maldijo entre duentes.

-Tendremos que pedírselas a Honey o Candy. Están en la torre- sugirió Ginny.

-Pues nada, a correr- dijo Neville arrastrándola (ahora sí) hacia el castillo).

**oOo**

Dentro de la habitación, había pasado lo siguiente:

Una vez la puerta se cerró, Moss volvió a respirar, dejó caer las manos y se acercó a la puerta a escuchar. Entonces sonó el golpe a sus espaldas, seguido de un forcejeo precipitado y los ruidos apagados que emiten ésas personas que se estrangulan mutuamente. De hecho, Draco no estaba estrangulando a Ron, sino que sólo pretendía quitárselo de encima y paralizarlo.

Moss recordó el consejo de Hermione y dio una patada a las varitas que Draco estaba a punto de conseguir y se ganó una mirada asesina de éste, que estaba muy pálido y tenía un morado muy feo en un pómulo.

La chica corrió otra vez hacia la puerta y consiguió enviar a los Gryffindor a por Ginny. En ese momento, Draco ya se había hartado de ser bueno y se había sacado de encima a Ron por el fácil método de rodar. Ron se zafó y corrió a buscar lo primero que encontró a mano, esto es, el libro de Malfoy.

Draco, ocupado buscando las varitas, no vio venir el improvisado proyectil, que le dio en las costillas. Ron aprovechó el despiste momentáneo para lanzársele encima otra vez. Draco llegó a la conclusión de que más le valía dejar la opción de las varitas y liarse a puños con Weasley.

-¡Draco! ¡Le estás haciendo daño!

Draco no contestó. Moss probó otra táctica:

-¡Ron, suelta el cuello de Draco!

Ron sólo apretó más. Las sandalias de Moss empezaron a repiquetear el suelo con nerviosismo.

-¡La madre que os parió a los dos! ¿Podéis dejar de comportaros como niños de tres años?

Ron la miró, sin comprender. Moss cruzó los brazos. Tenía frío y estaba de mal humor, lo que la enfurecía más, porque estar de mal humor producía arrugas y eran lo último que ella necesitaba en ése momento.

Draco, aprovechando que Ron miraba a Moss, lo empujó para sacarlo de encima y trató de apartarse. Ron se volvió y lo agarró del cuello con una mano.

-Suéltame, Weasley.

Ron estaba muy rojo, jadeaba en vez de respirar y la nariz le sangraba, a parte de los cuatro o cinco hematomas que Draco había podido colocar bajo el jersey.

-Ron, ven aquí. Déjalo ir.

El chico miró a Moss y luego soltó el cuello de su enemigo. Moss estaba algo sonrosada y se observaba los pies.

-Verás... Draco no intentó nada ahora... él sólo... verás, yo le pedí...- Moss lanzó una mirada desesperada a Ron, que se había levantado y la miraba con cara de no entender nada.

Draco intentó abrir la puerta pero estaba cerrada.

-¿Han cerrado la puerta?

-No... ha sido Snape. Han ido a buscar a Ginny para que abra- explicó Moss, interesadísima en sus sandalias otra vez.

Draco se miró los puños, que tenían los nudillos algo pelados, y pensó que sólo le faltaba que Ginny lo viera así de asqueroso. Para acabarlo de fastidiar, empezaba a hacer frío, le sangraba un labio y se avecinaba una escena vomitivamente romántica entre Moss y el jodido Weasley, que contra cualquier predicción, sabía pelear. Ahora que lo pensaba, él hacía clases de lucha particulares en verano, pero Weasley tenía cinco hermanos a parte de... de Ginny. Se sentó en un rincón y trató de pensar en el jacuzzi que le esperaba cuando llegara al baño de prefectos.

Ron miró a Malfoy y luego a Moss (tratando de no fijarse mucho en la parte del busto). Moss lo volvió a intentar:

-Sé que piensas que... no vale la pena salir conmigo porque... porque soy como soy, pero Ron...- levantó la cara y lo miró a él- pero de veras que me gustaría intentarlo esta vez, en serio, porque...

Ron, empezando a entender, tragó saliva. Moss cruzó los brazos con más fuerza y frunció el ceño, poniéndose de morros.

-En serio, Ron, ¿no esperarás que te lo diga otra vez, no?

Ron sonrió, algo más relajado, aunque las manos le temblaban.

-No, ya lo sé.

Moss lo miró entre sus pestañas negras.

-¿Y qué piensa hacer al respecto, señor Weasley?

Ron se le acercó, y Moss lo abrazó y le guiñó un ojo a Draco por encima del hombro de su nuevo novio. Draco hundió la cabeza en su maltrecho libro. No quería verlo.

**oOo**

Hermione, Neville, Ginny y Harry, que se había acoplado a la acción, llegaron hechos polvo a la sala común. Sobretodo Hermione, que no hacía mucho ejercicio, y Neville, que había entrenado esa misma tarde. Ginny subió corriendo a su habitación, donde (¡premio!) estaban Candy y Honey y, aún mejor, sus respectivos tocadores y neceseres.

-¡Chicas! ¿Tenéis un par de horquillas?

Candy, que estaba aplicándose una mascarilla capilar en su querida melena rubia, y Honey, que en ese momento se estaba probabando la ropa nueva de su amiga, se la quedaron mirando con caras de susto.

-¡Ginny! ¿Qué haces con ésos pelos?

-¡Horquillas! ¡Es urgente!- repitió Ginny.

-¡Ya lo veo! ¡Honey, querida, ve a buscar refuerzos! ¡Es una emergencia C45!

Honey dejó lo que estaba haciendo y subió a toda prisa al piso de arriba.

-¿Ha ido a buscar horquillas?- preguntó Ginny.

-Tú no te preocupes y siéntate aquí- aconsejó Candy sentándola frente a su propio tocador.

Dos segundos después, Candy le estaba desenredando el pelo con su cepillo de nácar.

-¡Yo sólo quiero horquillas!

-Tranquila, tranquila. Lávate la cara con éstas-. Candy le dio un paquete de toallitas mágicas. Ginny obedeció, desconcertada.

Honey volvió enseguida con Pansy y Lavender.

-¿Veis como era una emergencia?

Lavender y Pansy se la quedaron mirando, horrorizadas.

Mientras Lavender le pintaba la raya de los ojos, Candy acababa de desenredar el pelo con su peine mágico (no estiraba) y Honey preparaba un montón de horquillitas para peinarla ("Había pensado en una trenza a la francesa, pero si insistes... ¿Te gustan éstas? ¡Tienen esmalte que cambia de color! ¿O prefieres las de estrellitas?"), Ginny tuvo que aguantar el sermón de Pansy sobre 'Cómo la apariencia de un miembro de una casa puede afectar la opinión general sobre ésta'. Por fin, después de prometer que no volvería a andar con ésas pintas por los pasillos, la dejaron marchar.

-¿Por qué has tardad...? ¿Qué te han hecho?- preguntó Hermione.

-¡Ostras, Gin! ¡Pareces Wendy Hollowlight!- exclamó Nille.

Ginny sonrió, encantada. Era su cantante bruja favorita.

-¿De veras?

-¿Tienes horquillas o no?- preguntó Harry con impaciencia, aunque sonreía.

-¿Bromeas? ¡He contado treinta y pico!

Llegaron a toda prisa a las mazmorras, y mientras Harry y Hermione se apostaban a los lados del pasillo, Ginny se dedicó a buscar en su peinado un par de horquillas corrientes, con la convicción de que no todas podían ser esmaltadas, con estrellitas o escudos de Gryffindor. Se equivocaba.

-Oye, escoge unas ya. Luego podemos usar un hechizo Reparo y aquí no ha pasado nada- apremió Neville.

Ginny escogió tres cualquiera de su moño fashion y se puso manos a la obra.

-¿Ya estáis aquí?- sonó Ron desde dentro.

-¿Podíais haber tardado un poco más, no? Ahora que nos estábamos poniendo cómodos...- se quejó Moss. Los dos rieron.

Neville sonrió y miró a Gin, que estaba demasiado concentrada tratando de colocar una cuarta horquilla en el hueco como para fijarse en nada más.

-Bueno, ¿abrís o qué?- se impacientó Moss.

-Cállate ya, ¿quieres?- saltaron Ginny y la tercera persona encerrada al mismo tiempo. Moss rió.

-Qué monos, los dos.

-¿Qué?- inquirió Ron.

-Nada, cariño...

Ginny puso cara de 'Los voy a matar' para que Neville riera.

Por fin, cinco minutillos más tarde, Ginny consiguió abrir la puerta y se colgó del brazo de Neville.

-Tiempo récord- le sonrió él.

Harry dejó su puesto de observación para dar una palmada amistosa en el hombro de Ron, que sonreía todo feliz con un brazo posesivo encima de los hombros de Moss, que efectivamente llevaba el jersey made in Weasley y le abrazaba la cintura.

-Al final sí me habéis encerrado, ¿eh?- bromeó Ron golpeando suavemente la espalda de Neville.

Draco salió el último, rehuyendo las miradas de los Gryffindor. Tenía un ojo morado, una contusión en el otro pómulo y un corte en el labio que sangraba. Iba todo sucio y la cara y los brazos desnudos le brillaban de sudor. Era la primera vez que Ginny lo veía totalmente despeinado y no 'cuidadosamente despeinado' como solía vérsele (incluso mientras jugaba a Quidditch). El total era demasiado sexy para ser cierto, y Ginny deseó tener una cámara de fotos a mano.

-¿Qué pasa, Malfoy, Ron pudo contigo?- increpó Harry.

Draco se volvió para mirarlo lentamente, sin poder evitar una mirada rápida en dirección a la peinada pelirroja, que sintió un nudo en el estómago. Harry no apartó los ojos de Malfoy y fue a dar un paso hacia el frente, pero Ginny puso su brazo a través.

-Déjalo en paz, Harry-. Miró unos largos segundos Draco, que la miró a su vez con ojos neutros pero no hizo ni dijo nada. Gin, haciendo un esfuerzo de voluntad, se volteó entonces hacia Ron y sonrió-: ¿Y bien? ¿No vas a felicitar a tu hermanita por haber superado el récord de Fred y George? ¡Ni siquiera he llegado a los seis minutos! Oh, esa nariz tiene mala pinta... ¿Te llevamos a la enfermería?

Ella no lo miraba, pero Neville sí. Vio cómo Draco miraba la espalda de Ginny dos segundos con ojos abatidos, luego dedicaba una mirada gélida a Harry y finalmente se iba a por su merecido jacuzzi.

**oOo**

N/A: Está bien, me rindo, no sale la mitad de lo que os anticipé, pero probablemente saldrá (todo menos Draco borracho... ya tiene bastante con los moratones, el pobre). Está todo planeado, la escena Hermione/Noël va en el siguiente pack porque no estoy de humor para escribirla y no os quería hacer esperar, pero va allí, junto con los sucesos inquietantes de la fantasma (va a poseir a una persona... se aceptan apuestas) y, por fin, ¡el beso D/G!!!! Qué ganas tengo de escribirlo. ^O^

Bueno, pues nada, en un par de capítulos se acaba (cuando digo esto siempre se me alargan...), pero lo más probable es que me saque una secuela de la manga.

Por cierto, ¿qué pasa con los reviews? ¿Por qué tengo tan pocos? *Nimph contempla desolada su montoncito* En fin, ¡un gran abrazo a todos-todos-todos-todos!

A-Chan: Me alegro de que Moss te guste. ^^ ¡Y ya sabes que tus persecuciones son bienvenidas!

Marta: ¡Yo también me llamo Marta! =D En fin, muchas gracias. La paciencia es buena cosa, hija mía... Espero no haber tardado demasiado...

Wilbur: *Nimphie huye y apunta en su agenda: No ir a casa de Lali-chan* Llonganissa, ¿eh? ¿Con pimienta?

Arwen-chang: Oh, ¡que review más largo! Arwen-chang guapa, Arwen-chang buena... jur jur jur...

Catty_Shenka: ???

Maika Yugi: Ooh, muchas gracias. A lo de la chica no te puedo contestar, pero Draco está preocupado por su padre, Voldemort y la maldita pulsera de Ángel.

Tomoyo Daidouji: Siento no poder ofrecerte la escena de Hermione y su profe aquí... por no hablar de la acción D/G... T.T En el próximo capi, ¿de cuerdo?

MISAO: ¡Oye, eso no se hace! ¡Ya podías haber dejado más reviews! Gracias por haber dejado en éste, entonces. Espero que en este sí dejes, ¿vale?

Alpha: A sus órdenes. ¡Gracias!

Lali: Oye... hay que quedar para escribir Diván y Aurea Ixia, ¿eh?

May Potter: Son los reviews así los que me hacen sonrojar. ¡Te acordaste de todos! ^^ ejem... el retraso... no volverá a pasar... espero.

BAD GIRL MALFOY: Ayay, ¡ni se te ocurra morirte! ¡Y menos antes de dejar review! Aix, supongo que me merezco la reprimenda...

Tsuku Miaki: No, no Ninia es el mote de Moss para Ginny... ella cree que Ginny es demasiado vulgar. Bueno, ya la conoces, qué se le va a hacer. Muchas gracias por leerlo, ¡nos vemos en el msn!

Hermi12: uf, lo llevas claro para Ron/Hermi, aunque para la secuela igual me lo pienso... gracias igualmente!

Tomoyo (a secas): Wops, lo del título... también sale en el próximo capi, ¡y es una frase de Draco! Cómo lo adoro... Bueno, ¡muchas gracias por el review esta vez!

Lucía: Me alegro de que te encante tanto. ^^ Uy, yo soy D/G shipper! Aunque al paso que van estos dos... Muxas gracias por el reviewie!

Rakshah: ¿Cómo te va a gustar más que el tuyo? No dejes que eso pase, no es sano. Tu fic se podría acomplejar... Mis fics ingleses son asquerosos, y lo digo en serio... me estoy planteando sacarlos a todos. Muchas gracias por los ánimos!

Rinoa: ¡Hola darling! Ay... todas queremos a Draco, creo. *suspiro*

Lady_Moonlight: *se pone como un tomate* Oye, no vale pelotearme así... ¡aunque muchas gracias! ¡Claro que voy a seguir escribiendo, aunque tarde mucho! ^^U

Catty_Shenka: Ostrás, ¡esto es un review largo! En resumen, Draco es mío, y si lo quieres tú, escribe un fic sobre él. A Ángel no lo conoces, pero la verdad es que sí, es muy guapo. ¡Y por fin me enteré de qué quiere decir kawai! Me estaba destrozando, todo el mundo dice que draco es kawai pero yo me quedaba igual... en fin, espero que te haya gustado este capi. ¡Gracias por el mega-review!!!

Idril: Pues la verdad es que sí hago demasiadas cosas a parte de escribir y debería dedicarle más tiempo... así que no sirve como excusa. ^^ Gracias por todo!

Júbilo: Ok, ok, la próxima vez pasaré las pastillas. *se lo apunta* ¿Sabor a menta o preferís los cítricos? Sobre todas ésas preguntas que siempre haces... Sí, Champi se tiñe de rubio en el cap.9 y Ginny la odia más aún, Moss y Neville no bailan juntos para Slytherin pero Moss y Draco sí (en la secuela, si la hago), Gin no le da a las grajeas y en Expediente X ya tienen pelirroja, Ángel se fue porque yo le dije que viniera aquí y no, no he tardado tanto. *respira otra vez*

Yuna: No sé si el Club de fans de Draco existe, ¡pero yo quiero ser socia! Prometo que será Ginny la que se tome las molestias la próxima vez... empieza a estar algo harta. Moss es mi joya, y Harry... bueno, esta vez sale pero sólo porque me lo pidió de rodillas... da poco jugo, el chico.

Júbilo: (wops)

Isa Poter: Oui, claro que me puedes poner en tu lista de msn. :D nos vemos allí, ¿vale? La aventurilla de Hermione está en el siguiente capi... ¡Gracias por el review!

Laverna: ¿maravillosa historia? ¿Dónde? ;) Muchas gracias!

Kitiara: ¿Qué le hizo Hannah a Hermione? :s En fin, gracias por el comentario. ^^

PiRRA: ¿Hoy hay competición de halagos o qué? No hay poción, sólo mi querida musa. ^^

Rinoa: un petunàs per la meva nena!

Mis gracias más especiales para KaT zAMy, que me mandó un dibujo de Gin, Mione y Moss y otro de Draquini. Son preciosos. Si alguien más dibujó alguna escena o algún personaje mío, que sepáis que me encanta recibirlos. Mi dirección es estic_aqui@hotmail.com, también me podéis agregar al msn si os apetece.

Ya, ya terminé. Dejen review!

Nimphicilla