Beautiful
Ron se sobresaltó al escuchar un ruido fuera. Sin mirarse al espejo, se apresuró a ver quién podría ser.
La puerta del coche se abrió rápidamente y una chica salió de él: de pelo castaño, liso y largo hasta la cintura, con la piel morena. Vestía unos pantalones negros ajustados, a la cadera, y un top blanco, también ajustado y demasiado corto, que dejaban ver el piercing en el ombligo que Ron le había regalado hacía tiempo.
- Hermione. - dijo Ron, sorprendido.
La chica se volvió, sonriendo. Cogió la cazadora negra y cerró el coche con llave.
- ¿Me abres? - preguntó, sin dejar de sonreír.
- Claro. - respondió Ron, aún sin dar crédito a lo que veía. Buscaba las llaves, pero no las llevaba consigo - Espera. tengo que entrar. no las he sacado.
- No te preocupes - dijo la chica.
Al cabo de unos minutos, Ron volvió con las llaves y abrió la puerta. Hermione entró en aquella casa que tantas veces había visto antes. Infinitas veces.
"Ya nada será igual", pensó ella. "Ya no me verás como antes."
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Ron, mirando su reloj - ¡Son las 4 de la madrugada!
- Veo que no te he despertado. - dijo ella, en tono divertido - Venga, no te quejes, Ron Weasley. Ni tú podías dormir ni yo tampoco. ¿Qué hay de malo en eso?
- Que Viktor se despierte y no te vea a su lado. - respondió Ron, sombríamente. Ella lo miró, con una expresión extraña en el rostro. Soltó la cazadora sobre el sofá en el que Ron había estado tumbado y se acercó a él, tomando una de sus manos entre las suyas.
- Me da igual lo que piense Viktor si no me ve cuando se despierte. Yo puedo hacer lo que quiera. Y lo que quiero ahora es estar con mi mejor amigo, ¿te parece bien?
"¿Mejor amigo? ¿Es eso a lo que me has relegado después de todo lo que te he dado?"
- No tengo nada en contra de eso, Hermione. absolutamente nada - respondió Ron, intentando sonreír.
"Mantente firme. Quieres que ella sea feliz. No se lo estropees. Al fin y al cabo, quiere que sigas en su vida."
El chico sonrió levemente. Ella también sonrió. Suspiró y miró alrededor.
Había estado tantas veces ahí. en ese mismo salón. el pasado invierno por última vez. Tumbada en el suelo, semidesnuda, en brazos de Ron, mirando el fuego en la chimenea. Sintiendo sus besos. y ahora.
Ahora ya no podría volverlo a hacer. Jamás. Suspiró, y comenzó a recorrer la casa, sin soltar la mano de Ron.
- Veo que no quieres recordarme. - dijo ella, al ver que no había ninguna de las fotos que poblaban la casa.
- ¿Qué sentido tiene ahora? - preguntó Ron.
Hermione no respondió. Soltó la mano de Ron y se dirigió al salón, donde tomó asiento.
- Voy a cambiarme - dijo Ron - Sírvete lo que quieras.
Subió las escaleras. Hermione pudo escuchar cómo cerraba la puerta de su dormitorio.
Suspiró y se llevó las manos en la cabeza. ¿En qué estaría pensando?
"No puedes esperar que siga pensando en ti. no después de. que vas a casarte con otro."
Una pequeña lágrima asomaba por sus bellos ojos. Se pasó la mano por el cabello liso, y se puso en pie. Se dirigió hacia la cocina. Aunque todo le recordaba las noches de pasión vividas junto al pelirrojo, en aquella misma casa, en cada rincón. Abrió la puerta del refrigerador y sacó lo primero que vio. Se sirvió un baso, secó las lágrimas que ahora recorrían su rostro, respiró profundo y volvió al salón.
Al ver que Ron tardaba, salió al patio. Quería ver la playa. abrió la puerta con un hechizo y salió a la calle. Miró hacia al izquierda. Todo estaba oscuro, pero la calle estaba iluminada por las miles de estrellas que brillaban en el cielo. Divisó la playa. tan bella, en calma. como tantas otras veces. Sintió frío. Se dispuso a volver, pero sintió una cálida mano en su hombro.
Sobresaltada, giró la cabeza para ver quién era. Ron, por supuesto. El chico la miró, y sus ojos se detuvieron en el vaso que Hermione agarraba contra el pecho.
- No deberías tomar eso - dijo él, quitándoselo de las manos.
- ¿Por qué no? - preguntó Hermione - Estaba en tu nevera.
- Pero no es para ti.
- Bien.
- Vamos dentro.
Ambos entraron de nuevo en la casa. Ron dejó el vaso en la cocina, luego se sentó junto a Hermione.
La chica lo miró. Sentía un irresistible deseo de abrazarlo. besarlo. como antes. Como si nada la atase, como si nada la detuviese. Iba vestido completamente de blanco, con la camisa desabrochada.
"Es un ángel.", pensó. "No se lo merece."
- ¿Seguro que sólo querías ver a tu mejor amigo a las cuatro de la mañana? - preguntó Ron, tras un largo silencio. Ella rió.
- Bueno. por muy extraño que parezca. sí. Quería verte antes.
Ron sonrió. "Al menos. menos es nada". Suspiró.
- ¿Y cómo es que te casas?
- Ya ves. - dijo ella, con algo de tristeza en su voz - No me lo esperaba. No. - dijo, negando con la cabeza - Jamás pensé que me lo propusiera.
- Pero Viktor. habéis estado juntos desde cuarto curso. Deberías haberlo supuesto.
- No quería suponerlo, Ron. no quería.
"No. no puedo llorar. no delante de él.". Volvió la cara para que el chico no pudiese verla. Secó las lágrimas que peleaban por salir.
- ¿Estás bien? - preguntó Ron, preocupado - ¿Qué te pasa?
- Nada. -se apresuró a responder Hermione, secando la última larga, aprovechando que los cabellos le cubrían el rostro y el chico no podía verla - No es nada. de verdad.
Ron apartó los cabellos del triste rostro de Hermione. La vio tan. sublime. tan hermosa. Sintió enormes deseos de besarla, pero logró retener el impulso.
Decidió abrocharse la camisa, para no volver a caer en la tentación. pero Hermione lo detuvo con una mano.
***********************
Hey chicos!! Segundo capítulo!!! Espero que os guste, y que lo lea más gente que el primero. . . porque sinceramente, ya lo tengo terminado, anoche soñé con él, y lo terminé esta mañana. Pero por lo que veo no le gusta a nadie, así que si no sucede un milagro y recibo algo más de ánimo, terminaré por abandonar FF.net. en serio, esto es frustrante.
Bueno, aquí les dejo el segundo capítulo. El tercero y el resto están en sus manos. R&R.
Ginger aka Ronnie xx
Ron se sobresaltó al escuchar un ruido fuera. Sin mirarse al espejo, se apresuró a ver quién podría ser.
La puerta del coche se abrió rápidamente y una chica salió de él: de pelo castaño, liso y largo hasta la cintura, con la piel morena. Vestía unos pantalones negros ajustados, a la cadera, y un top blanco, también ajustado y demasiado corto, que dejaban ver el piercing en el ombligo que Ron le había regalado hacía tiempo.
- Hermione. - dijo Ron, sorprendido.
La chica se volvió, sonriendo. Cogió la cazadora negra y cerró el coche con llave.
- ¿Me abres? - preguntó, sin dejar de sonreír.
- Claro. - respondió Ron, aún sin dar crédito a lo que veía. Buscaba las llaves, pero no las llevaba consigo - Espera. tengo que entrar. no las he sacado.
- No te preocupes - dijo la chica.
Al cabo de unos minutos, Ron volvió con las llaves y abrió la puerta. Hermione entró en aquella casa que tantas veces había visto antes. Infinitas veces.
"Ya nada será igual", pensó ella. "Ya no me verás como antes."
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Ron, mirando su reloj - ¡Son las 4 de la madrugada!
- Veo que no te he despertado. - dijo ella, en tono divertido - Venga, no te quejes, Ron Weasley. Ni tú podías dormir ni yo tampoco. ¿Qué hay de malo en eso?
- Que Viktor se despierte y no te vea a su lado. - respondió Ron, sombríamente. Ella lo miró, con una expresión extraña en el rostro. Soltó la cazadora sobre el sofá en el que Ron había estado tumbado y se acercó a él, tomando una de sus manos entre las suyas.
- Me da igual lo que piense Viktor si no me ve cuando se despierte. Yo puedo hacer lo que quiera. Y lo que quiero ahora es estar con mi mejor amigo, ¿te parece bien?
"¿Mejor amigo? ¿Es eso a lo que me has relegado después de todo lo que te he dado?"
- No tengo nada en contra de eso, Hermione. absolutamente nada - respondió Ron, intentando sonreír.
"Mantente firme. Quieres que ella sea feliz. No se lo estropees. Al fin y al cabo, quiere que sigas en su vida."
El chico sonrió levemente. Ella también sonrió. Suspiró y miró alrededor.
Había estado tantas veces ahí. en ese mismo salón. el pasado invierno por última vez. Tumbada en el suelo, semidesnuda, en brazos de Ron, mirando el fuego en la chimenea. Sintiendo sus besos. y ahora.
Ahora ya no podría volverlo a hacer. Jamás. Suspiró, y comenzó a recorrer la casa, sin soltar la mano de Ron.
- Veo que no quieres recordarme. - dijo ella, al ver que no había ninguna de las fotos que poblaban la casa.
- ¿Qué sentido tiene ahora? - preguntó Ron.
Hermione no respondió. Soltó la mano de Ron y se dirigió al salón, donde tomó asiento.
- Voy a cambiarme - dijo Ron - Sírvete lo que quieras.
Subió las escaleras. Hermione pudo escuchar cómo cerraba la puerta de su dormitorio.
Suspiró y se llevó las manos en la cabeza. ¿En qué estaría pensando?
"No puedes esperar que siga pensando en ti. no después de. que vas a casarte con otro."
Una pequeña lágrima asomaba por sus bellos ojos. Se pasó la mano por el cabello liso, y se puso en pie. Se dirigió hacia la cocina. Aunque todo le recordaba las noches de pasión vividas junto al pelirrojo, en aquella misma casa, en cada rincón. Abrió la puerta del refrigerador y sacó lo primero que vio. Se sirvió un baso, secó las lágrimas que ahora recorrían su rostro, respiró profundo y volvió al salón.
Al ver que Ron tardaba, salió al patio. Quería ver la playa. abrió la puerta con un hechizo y salió a la calle. Miró hacia al izquierda. Todo estaba oscuro, pero la calle estaba iluminada por las miles de estrellas que brillaban en el cielo. Divisó la playa. tan bella, en calma. como tantas otras veces. Sintió frío. Se dispuso a volver, pero sintió una cálida mano en su hombro.
Sobresaltada, giró la cabeza para ver quién era. Ron, por supuesto. El chico la miró, y sus ojos se detuvieron en el vaso que Hermione agarraba contra el pecho.
- No deberías tomar eso - dijo él, quitándoselo de las manos.
- ¿Por qué no? - preguntó Hermione - Estaba en tu nevera.
- Pero no es para ti.
- Bien.
- Vamos dentro.
Ambos entraron de nuevo en la casa. Ron dejó el vaso en la cocina, luego se sentó junto a Hermione.
La chica lo miró. Sentía un irresistible deseo de abrazarlo. besarlo. como antes. Como si nada la atase, como si nada la detuviese. Iba vestido completamente de blanco, con la camisa desabrochada.
"Es un ángel.", pensó. "No se lo merece."
- ¿Seguro que sólo querías ver a tu mejor amigo a las cuatro de la mañana? - preguntó Ron, tras un largo silencio. Ella rió.
- Bueno. por muy extraño que parezca. sí. Quería verte antes.
Ron sonrió. "Al menos. menos es nada". Suspiró.
- ¿Y cómo es que te casas?
- Ya ves. - dijo ella, con algo de tristeza en su voz - No me lo esperaba. No. - dijo, negando con la cabeza - Jamás pensé que me lo propusiera.
- Pero Viktor. habéis estado juntos desde cuarto curso. Deberías haberlo supuesto.
- No quería suponerlo, Ron. no quería.
"No. no puedo llorar. no delante de él.". Volvió la cara para que el chico no pudiese verla. Secó las lágrimas que peleaban por salir.
- ¿Estás bien? - preguntó Ron, preocupado - ¿Qué te pasa?
- Nada. -se apresuró a responder Hermione, secando la última larga, aprovechando que los cabellos le cubrían el rostro y el chico no podía verla - No es nada. de verdad.
Ron apartó los cabellos del triste rostro de Hermione. La vio tan. sublime. tan hermosa. Sintió enormes deseos de besarla, pero logró retener el impulso.
Decidió abrocharse la camisa, para no volver a caer en la tentación. pero Hermione lo detuvo con una mano.
***********************
Hey chicos!! Segundo capítulo!!! Espero que os guste, y que lo lea más gente que el primero. . . porque sinceramente, ya lo tengo terminado, anoche soñé con él, y lo terminé esta mañana. Pero por lo que veo no le gusta a nadie, así que si no sucede un milagro y recibo algo más de ánimo, terminaré por abandonar FF.net. en serio, esto es frustrante.
Bueno, aquí les dejo el segundo capítulo. El tercero y el resto están en sus manos. R&R.
Ginger aka Ronnie xx
