Notas de la autora:

Hola Minna-san!!! Bueno, les cuento que tengo muchos exámenes en estas semanas y no sé qué hacer para detener mi locura. Ayer leí un texto sobre la globalización que la define en términos económicos. Cualquiera puede pensar que el término se reduce a la intervención de empresas transnacionales en distintos países. ¡Pero no! Para mi desgracia no es así. Hay muchos otros temas que se derivan de eso. ¿ Pueden creer que hay muchísima diferencia entre la mundialización del capital y la internacionalización del mismo?. ¡Si Marx viviera ya estaría loco!. ( ¡ aunque no más que yo ! ^-^ ) Con todo esto me quiero referir a que no podré actualizar mis fics por el momento... Hey!!!!! Paren los tomatazos por favor ( todos los lectores y reviewers comandados por mi nee-chan Mei tiran tomates muy grandes y rojos a Shiomei )... escuchen el final de lo que tengo que decir... Auch!!! Mei!!!! ¿ por qué diablos lanzaste ese tomate tan fuerte?... ok...ok... me lo merezco... Como decía antes de ser interrumpida, en unas semanas podré poner otros chappies, así que espero que envíen sus reviews porque todo depende de lo siguiente:

¡¡¡ MÁS REVIEWS = ACTUALIZACIONES MÁS RÁPIDAS !!!

¡ Recuerden la fórmula !

Ahora, ¡VAMOS AL FIC!

Dedicatoria:

Este fic va para todos mis queridos reviewers. Gracias por el apoyo constante que me brindan. Espero sus comentarios para este fic también.

Disclaimer:

¿ De casualidad ven mi nombre en los otros disclaimers? Creo que no. Si lo hacen, por favor vayan a un oculista porque mi nombre difiere tremendamente con el de Nobuhiro Watsuki, que es el creador de RK. Yo solo uso sus personajes para saciar mis ganas de escribir.



Clave:

* bla bla bla *( pensamientos de Kenshin...





INOPORTUNIDADES



Segundo Capítulo.-



La sonrisa en el rostro de Kenshin se hacía cada vez más grande a medida que pasaban los segundos y su decisión crecía de la misma manera. El curso de sus pensamientos se vio interrumpido cuando una voz infantil empezó a vociferar con toda la fuerza que sus pulmones podían dar:

Otou-san!!! Otou-san!!! Otou-san!!!

Pobre Kenshin. Tendría que pensar dos veces la próxima vez que decidiera tener un hijo. ¡ Lástima que la mentada planificación familiar no estaba por aquellos tiempos!. El pequeño niño entró a la cocina cual tornado listo a arrasar con todo a su encuentro. Su padre estaba, como todos los días, preparando un desayuno delicioso para la familia. Sin dudarlo el pequeño pelirrojo se arrojó a los brazos de su padre no sin antes decir, como todo niño educado, en el camino un:

Ohayo de gozaru Tou-san !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! -



Y... ¿ Quién dijo que solo el aspecto físico fue lo que heredó Kenji de su padre?. Hasta la muletilla del " de gozaru" le sacó. Solo esperemos que el conocidísimo "seesha" corra una suerte contraria.

Kenshin borró de sus pensamientos la posibilidad de convertirse en un asesino de menores para poder atrapar a su hijo que corría el grave riesgo de estrellarse con la lumbre, a la vez que él mismo se arriesgaba a que Kaoru fuera quien lo lanzara hacia la lumbre si es que algo le pasaba a su "ángel". Uno vez que lo cogió, Kenshin dijo:

Oro... Kenji!!! ¡ Cuánta energía tienes hoy !, OH! es verdad, Ohayo de gozaru yo!- una sonrisa muy diferente a la anterior se formó en el rostro de Kenshin...

Otousan!!! ¿ A qué hora vamos a ir a pescar?- preguntó el niño con los ojos más grandes que nunca, esperado una respuesta a su gusto...

Kenji, seesha piensa que aún es muy temprano para ir a pescar... - la cara de Kenji se transformó notablemente. Comenzaba a aparecer aquel gesto de molestia que heredó de su madre. Kenshin podía jurar que un momento diría:

Mou Otousan!!!!!!!!!!!!!!!! Tu prometiste que...

Hai Hai Kenji, pero es muy temprano y los peces deben estar durmiendo todavía... - Kenji puso una cara de duda y luego jaló lo más fuerte que pudo el pelo de su padre.

Oro Kenji! ¿ Y eso por qué lo hiciste?

Baka Otousan!!! ¡ Los peces no duermen como nosotros! - a esto le siguió una risa muy prolongada del infante quien cada día disfrutaba más de las ocurrencias de su padre.

Ohayo Minna!!!! ¿ y esas risas? - preguntó Kaoru quien entraba sonriente a la cocina para unirse a la conversación. Su rostro recién lavado y sus cabellos hacían una cascada negra azulada en su espalda.

Ohayo Okaasan!!!! Mi otousan dice que los peces duermen como nosotros!!!- le comentó a su madre aún no recuperándose de su acceso de risas..

¿Oro? ¿ Seesha dijo eso Kenji-chan?- preguntó el ex-hitokiri jugando el papel de desubicado y acariciando con mucha ternura la cabeza de su hijo.

Ay hijo, tu Otousan es realmente un caso ¿verdad mi amor?- preguntó Kaoru tomando a Kenji entre sus brazos. Este inmediatamente se pegó a su madre, como si no hubiese un mañana, y la empezó a cubrir de besos y caricias en el rostro. Esto causó que el corazón de madre de Kaoru saltara de alegría y correspondiera a los gestos de cariño de su pequeño hijo.

Hai Okaasan!!! Mi Otousan es un caso!!!- repitió alegremente sin cesar con sus besos y abrazos...

Kenshin solo sonrió ante la imagen digna de una pintura que creaban su esposa y su demonio, perdón, hijo. No pudo evitar pensar que más tarde sería él quien cubriera de besos y abrazos a su koishii. Claro que eso generaría otro tipo de reacción en Kaoru. No podía evitar pensar en la forma en cómo ella diría su nombre y...

Mou Kenshin!!! ¿ Acaso estás sordo? - preguntó Kaoru con la típica pose que usaba solo cuando algo la fastidiaba: brazos en su cadera y el gesto de disconformidad en la cara que hacía un momento Kenji había esbozado de la misma forma. Ahora Kenji estaba en el piso, abrazado a las piernas de su madre.

¿Oro? Suminasen Kaoru, ¿decías algo? - preguntó Kenshin con aquella sonrisa típica del rurouni y reprimiendo aquellos pensamientos por un momento.

Sí. Te comentaba que hoy pensaba salir con Tae a comprar mientras que tú y Kenji van a pescar... después me gustaría hablar contigo de algo muy importante- dijo ella en tono bastante serio...

Pero Koishii... ¿ hoy no entrenarán Yahiko y Yutaro?

¿ Qué día es hoy Kenshin?

¿Sábado?- Kaoru solo movió afirmativamente su cabeza...- ¿y?

¿Y? ¿ Me preguntas "y"? Pues hoy Yahiko y Yutaro no entrenan...

¡Es verdad! ¡Lo había olvidado por completo!

Mou anata! Debes estar realmente muy preocupado por algo ya que tú nunca olvidas nada - Kaoru se acercó a Kenshin y empezó a tocarle la frente por si tenía fiebre -

Por otro lado, las hormonas de treinta y cinco años de Kenshin le estaban jugando malas pasadas ya que al simple roce de la mano de Kaoru y al sentir el jazmín de su esencia se activaron dándole sensaciones muy bien conocidas por él ... * OH Kami!!! Esto se pone peor conforme pasan las horas!!!! Tasukete!!!! Vamos respira Kenshin... tú puedes... vamos... no pienses en aquellas suaves manos recorriendo tu espalda... no pienses en... BASTA... Vamos piensa en... Kenji y la pesca... eso es... pesca...*

Anata ¿ te sientes bien?- preguntó Kaoru posando sus manos en el pecho de Kenshin. - Pobre Kenshin. Hasta este momento descubrió que su estado se estaba poniendo crítico... * ¡¡¡Vamos responde!!! Que va a pensar que estás enfermo... oh no... ese rostro de preocupación está de nuevo en su rostro... tonto... ya la hiciste sentir mal- ¿Anata?

¿Hai koishii?- preguntó el pobre Kenshin con una voz muy débil, casi aguda... - No se preocupen lectores, en esta historia pueden considerar a Kenshin definido.

¿Pasa algo Kenshin?

¡¡¡ OH no Koishii, a seesha no le pasa nada!!! - respondió retirando las manos de Kaoru de sobre su pecho para que la tentación de llevársela a su cuarto en ese momento no emergiera desde lo más profundo de sus necesidades... ahem... perdón... de su ser.- ¿ Conversar me dices? * Conversar!!! Oh Claro Mi amada Koishii... tenemos toda una vida para hablar... el menú de hoy ciertamente será diferente...* Por supuesto Koishii... después podremos hablar de lo que tú desees... * veremos si te dará tiempo de decir algo distinto a mi nombre...*

Eh... sí... - contestó Kaoru preocupada al ver desplegarse una gama distinta de emociones en el rostro de esposo. Decidió dejarlo de lado por el momento y le dedicó una sonrisa a Kenshin, quien sentía que las rodillas ya no soportaban su peso. * ¡¡¡ Oh cruel Kaoru... no sabes lo que me estás haciendo!!! * Bueno Kenshin... entonces ¿qué esperas?

* esperar... esperar... si tu supieras que es lo que más trabajo me cuesta... * ¿ esperar para qué koishii?- preguntó manejando, ahora, una voz convincentemente normal.

Para desayunar, es que Kenji y yo tenemos mucha hambre ¿verdad mi ángel?

Hai Okaasan!!! ¡¡¡Mientras más rápido comamos más rápido iremos a pescar mi Otousan y yo!!!- respondió un alegre Kenji que hasta ese momento estaba callado observando la interacción entre sus padres. La curiosidad lo embargaba y justo cuando estaba a punto de preguntar por qué su padre estaba como nervioso cuando su madre lo tocaba, Kaoru le preguntó aquello que ya sabemos.

OH claro koishii... * Ummm... este niño realmente tiene mucha energía... debe haberlo heredado de su madre... hoy tendré que hacer lo posible e imposible por cansarlo, creo que será una tarea muy difícil... y la energía de su madre será invertida en mejores y más deseables labores...* Al ver que madre e hijo lo observaban como a un tonto, Kenshin se decidió a servir el desayuno para no causar sospechas. Así continuó su rutina diaria ignorando la suerte que le esperaba.



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Después de una tarde muy cansada en el río, esperando a que los peces mordieran el anzuelo y tratando de detener a Kenji en sus intentos por coger cada insecto raro que encontraba entre los arbustos, Kenshin volvía al dojo con un Kenji profundamente dormido en sus brazos. Después de dos horas y media pudieron al fin coger un pescado lo suficientemente grande para su almuerzo. Kenji se alegró mucho y empezó a pedir casi a gritos que Kenshin lo dejara sostenerlo. Él accedió pero ni bien el pescado estaba en manos del pequeño se empezó a mover con mucha fuerza. Al parecer todavía era un pez. El fuerte movimiento provocó que Kenji lo soltara. Debido a esto, estuvieron como media hora correteando al pez hasta que Kenshin pudo cogerlo. Parece que este ejercicio fuera de lo normal hizo que el pelirrojo menor se cansara para luego terminar en los brazos de su padre al no poder caminar hasta su casa debido al cansancio.

Mientras Kenshin con uno de sus brazos sostenía la cabeza del niño, con la otra cogía sus pequeñas piernas y el balde con la mano que pertenecía al mismo miembro. Una posición muy difícil pero a fin de cuentas, todos los padres se las arreglan para tener cómodos a sus hijos sin importarles su propio confort. Pero... ¡ gracias a Kami que solo era un niño! Ya que Kenshin no era precisamente un jovencito - treinta y cinco, casi treinta y seis, años no pasan por gusto - y es por esto que las energías parecían escapársele del cuerpo. ¡No! Él no podía dejar que pasara eso... por nada del mundo... La sola idea de que esta noche el cansancio lo envolviera le daba escalofríos... esta noche tenía que ser especial... muy especial...

Llegó al dojo y dejó a Kenji en su habitación para que pudiera descansar. Llevó el pescado a la cocina y lo dejó en agua fría hasta que decidiera cocinarlo. Él sabía que Kaoru no estaba en casa y aunque fuera solo por unas horas él se sentía solo sin ella. A lo largo de todo el tiempo que tenían de casados, Kenshin y Kaoru habían establecido un lazo muy fuerte. Uno inquebrantable no importa qué pudiera suceder. Uno conformado por ternura, necesidad, deseo y amor mutuo.

El amor que él tenía por Kaoru era diferente al que le tuvo a Tomoe alguna vez. Ambas formaban parte importante de su vida, pero Kaoru era especial. Si Tomoe fue capaz de hacerle ver que había una esperanza de vida más allá de la muerte, que había una vida en la cual resarcir todo lo malo que podía haber hecho, que podía ser alguien mejor. Kaoru, por su parte, le enseñó que no había necesidad de mirar al pasado para construir un presente. No era necesario cargar con la culpabilidad de pecados que con el arrepentimiento ya habían sido borrados. Le mostró un camino nuevo y hermoso, uno lleno de luz y colores, por el cual seguir junto a ella, en vez de la oscuridad sin fin que era su vida antes de conocerla.

Ahora, apenas ella salía por un momento, él sentía como si una de las partes más importante de su vida estaba ausente. Ese vacío indescifrable solo era llenado con la presencia de Kaoru y nadie más. ¡ Triste la vida de los enamorados! ¡ No hay un momento en el cual no se pueda dejar de pensar en "esa" persona! ¡ Kami!!! Ni siquiera al baño se puede ir tranquilo!!!

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Siete y media de la noche...

La noche había caído hace un buen rato y Kaoru no regresaba. Kenji y Kenshin habían almorzado hace muchas horas y el pequeño se había quedado dormido en los brazos de su padre por segunda vez en el día ante tanta fútil espera. Kenshin llevó a su hijo nuevamente a su cuarto para que descansara con mayor comodidad y no estuviera expuesto al aire frío que corría por las noches otoñales de Japón.

Cuando Kenshin estaba a punto de ir a buscar a Kaoru por la ciudad ella cruzó el umbral de su puerta cargando dos bolsas repletas cada brazo de algo que no podía distinguir Kenshin en la oscuridad. Kenshin se apresuró a darle el alcance y cogió las dos bolsas antes de que ella desfalleciera del cansancio.

¡ Kaoru ! ¡ Casi me matas del susto ! Pensé que te había pasado algo koishii... - dijo bajando el tono de voz con cada palabra hasta llegar al tono amable de siempre...

¡¡¡ Gomen ne Kenshin anata !!! - respondió luego de haber aspirado la cantidad de aire suficiente para que sus pulmones volvieran a trabajar normalmente.

Pero ¿ qué es esto?- Kenshin preguntó levantando un poco las pesadas bolsas que estaba cargando.

Es que Tae y yo compramos telas nuevas para hacernos unos nuevos kimonos... tuve que traer toda esta cantidad porque empezaremos a hacerlos desde mañana... estaremos muy ocupadas... imagínate, ella con el Akabeko y el pequeño Tsunan y yo enseñando a los muchachos además de atender a Kenji... pero a pesar de eso estamos muy animadas porque hace buen tiempo que no nos confeccionamos nueva ropa... ¿ no te parece fantástico?

Hai Koishii... hai - respondió un Kenshin no muy animado por la noticia. Es que tener a Kaoru más ocupada de lo normal no era su principal deseo. Al contrario, tenerla todo el día sumergida en sus labores era tener menor tiempo solos. Al menos esta noche podrían estar juntos... sí... por lo menos eso era lo que él creía.

Bueno pues, ahora lo que debo hacer es empezar a organizar las telas y...

No pudo terminar lo que empezó a decir porque encontró la dulce obstrucción de los labios de Kenshin sobre los suyos. Se dejó llevar por las sensaciones y olvidó las telas y lo que debía hacer. Kenshin dejó caer las bolsas al piso y abrazó a su delgada esposa fuertemente. Sus manos, libres como todo su ser, empezaron a moverse con una naturalidad incomparable sobre la espalda de Kaoru. Ella, casi sin conciencia de lo que hacía, solo atinó a poner sus brazos alrededor del cuello de Kenshin y a atraerlo hacia sí, en un intento por tratar de intensificar el beso. Y así fue. La pasión corría por las venas de ambos a ritmos cada vez más acelerados y una atmósfera de calor los rodeó incitándolos a liberarse de las cadenas que los ataban y que en este caso llevaban por nombre ropas.

.............

La urgencia por respirar evitó que en ese momento y en ese lugar ambos sucumbieran a la tentación. Siguieron besándose hasta que ya no pudieron soportar la falta de oxígeno. Se miraron a los ojos y leyeron el mismo mensaje de necesidad por estar juntos de una vez. Kenshin sonrió a Kaoru la misma sonrisa que hubo sonreído en la mañana al recordar lo que en este momento estaba a punto de volver a vivir y esto, naturalmente, hizo que Kaoru ardiera más de deseo por él. Nerviosismo crecía en su interior y no sabía por qué sentía como si esta fuera la primera vez que ambos intimaban. Y como siempre que ella se ponía nerviosa, mordió su labio inferior y al sentir que lo había hecho muy fuerte, se relamió para cesar la pequeña sensación de dolor que sintió. Para Kenshin esto era suficiente. ¿Quién podría creer que un solo gesto podía excitar tanto a alguien?.

Cuando las manos de Kenshin se dirigían hacia el obi de Kaoru ella lo detuvo y le dijo con palabras muy suaves y luchando por estabilizar su respiración entrecortada,

Kenshin... creo... que... este... lugar... no... es... el... indicado...

Hai... koishii... tienes... razón...

Kenshin la tomó en sus brazos y debido a su rapidez "divina" llegó al cuarto de ambos en menos de dos segundos. Kaoru lo miró y recordó que habían dejado las bolsas con las telas en la entrada pero le importó un rábano. ¿ Quién antepondría unas telas ante semejante hombre?. Mientras tanto Kenshin trabajaba con su obi, tratando de liberarla del mismo lo más rápido posible. Las sensaciones se hacían cada vez más fuertes e imposibles de ocultar. Las telas quedaron en el recóndito de su memoria... ahora solo deseaba saber de las caricias y besos de Kenshin...

Kenshin... - dijo Kaoru en un tono un poco alto...

Shshsh... koishii... ¿ no querrás despertar a Kenji verdad?- ella solo asintió imposibilitada de decir algo sin que antes se le escapara otro gemido. -Un momento koishii ya acabo - agregó él, todavía luchando con el intrincado atado que era el obi de Kaoru...

Iie... - Kaoru fue interrumpida otra vez por los labios de Kenshin que no descansaba un momento en su tarea de desatar aquel nuevo nudo que sin querer había formado en su intento de desatar el pequeño " cinturón" rápidamente...

La paciencia es una virtud koishii... - dijo él separándose de ella...

Kenshin... Oh Kami! Deja eso que yo lo hago... - dijo desprendiéndose de su abrazo y en un tono muy alto para ser un considerado un susurro pero a la vez muy bajo para ser uno normal...

Y así lo hizo. En un solo movimiento su obi estaba en el piso y, con esto, la entrada al paraíso para Kenshin estaba abierta. Se acercó nuevamente a ella con movimientos casi felínicos y la despojó de casi todas sus prendas. Kaoru no podía soportar más su peso debido a las caricias celestiales que Kenshin le suministraba. Tal vez por falta de práctica o por estar embelesado ante tanto esplendor Kenshin no previó aquella reacción de Kaoru y cayeron los dos al piso. Kenshin sostuvo con su cuerpo la caída de Kaoru y en el rostro de la joven mujer se formó una sonrisa que solo Kenshin conocía que podía esbozar. Solo en momentos como estos aparecía aquel bello gesto.

Creo que es más conveniente así anata...- dijo en una voz muy seductora y con sus manos abriéndose paso dentro de su gi...

Hai koishii... pero ... - dijo Kenshin mientras cambiaba de posición ágilmente. Nuevamente besó a Kaoru en los labios. Esta vez era él quien tenía una posición más dominante- pero... ahora está mucho mejor...

Mou ana...!!! - Kaoru se quedó en seco porque se vio interrumpida por algo que en ese momento ninguno de los se esperaban:

Otousan? Okaasan? - dijo la voz de un adormilado Kenji mientras abría la puerta del cuarto de sus padres. Un sentimiento de terror corrió por las venas de la pareja - ¿ Por qué dejaron estas.... ¿¿¿ORO???

El niño no pudo terminar lo que en verdad pretendía decir. Por primera vez, la pequeña y estúpida frase fue muy elocuente. Y es que la vista que estaba frente a él no era algo de todos los días. Estando parado ahí, no mejor dicho, estando paralizado, alelado, estupefacto y lelo, su mente infantil solo pudo pensar: ¿ Desde cuándo la gente se pega tanto?.

Continuará...

Notas Finales:

... Jo Jo Jo Jo!!!! ( Shiomei se ríe al estilo Megumi )... ¡¡¡ Soy malvada !!! ¿ Qué creen que pasará luego? ¡¡¡Mándenme un review dándome sus sugerencias!!! Realmente espero que les haya parecido al menos pasable la última parte, no sé cuántas veces tuve que borrar para luego volver a escribirla. No tengo práctica en ese tipo de relatos. T-T. Bueno al menos ya está puesto... Ummm... respecto al " pequeño Tsunan" supongo que sabrán a qué me refiero. ¡Sí! ¡ Tae está casada con Tsunan Tsukioka ! ¿ La idea es tan descabellada? Déjenme saberlo por favor.

¡¡¡ NECESITO SUS REVIEWS POR FAVOR !!! ( Recuerden la fórmula de arriba. ^- ^