Bueno, como uds saben, todos los personajes le pertenecen a Rowling, o por lo menos los de este cap. Esta historia en una de las más tristes hasta ahora, espero q les guste. Este cap, es corto para ver q les parece, como siempre. Prometo continuarla rápido. Espero reviews para decirme, aunq sea, q es una porquería. Besos, Hermione es una genia o Agus.
Capítulo 1: Siempre con esperanzaHermione miraba hacia el frente con la mirada perdida. Ya podía aguantar más esa presión que tenía adentro suyo, y sin poder evitarlo lágrimas
comenzaron a caer por su rostro. Volvió a pensar en todos los "si yo.." que se le habían ocurrido desde que había vuelto a Hogwarts. " Si yo hubiera sido más rápida, en este momento él no estaría así", "Si yo me hubiera tirado antes, él estaría hablando, y siendo como siempre", "si yo..." la lista era infinita. Pero echarse la culpa de todo no le haría mejor a nadie, sólo aumentaría ese peso que llevaba encima.
Una cosa se contradecía a otra, se sentía totalmente vacía, incapaz de hacer nada, pero con un peso terrible. El ver el cuerpo tendido en la cama,
lleno de tubos que le administraban pociones, le causaba náuseas. Necesitaba salir de allí, empezaba a sentir una sensación de claustrofobia.
Salió apresuradamente de la habitación, y se chocó con Draco, que estaba tratando de entrar.
- Ho- hola- Draco tenía los ojos rojos, aunque trataba de que su voz sonaba segura. Sabía que si él se desmoronaba , Hermione no lo aguantaría.- Acabo de volver, Fudge nos citó, y tuve que ir a hablar con él. ¿Cómo está? ¿Sigue... –ya no lo pudo evitar y se le quebró la voz.
Hermione, incapaz de hablar y con la cara bañada en lágrimas, asintió.
- Tranquilízate. Él es fuerte, y tú lo sabes. Lo va a lograr, va a sobrevivir. – dijo Draco. Rodeó a Hermione con sus brazos, y se quedaron así un rato. A
Hermione realmente le reconfortaba la esperanza que Draco siempre le hacía ver.
Draco se apartó un poco, y le susurró al oído: -Vamos a estar bien, siempre que estemos juntos.- y luego de esto, la besó.
Unas horas más tarde, Hermione fue hasta la sala común de Gryffindor a buscar a Ron, que no había ido a la enfermería esa tarde. Lo encontró
sentado en un sillón, mirando con ojos fijos al fuego.
- Ron... ¿por qué no viniste esta tarde? –le preguntó tranquila, mucho más calmada.
- No puedo ni siquiera mirarlo a través de los ojos cerrados. Es mi culpa que él esté ahí, que esté en una maldita cama de enfermería, a punto de morir.
- No pudo continuar, y no desvió la vista de la chimenea.
- Ron, sabes que eso no es cierto. No vas a lograr nada así. –Hermione trató de seguir calmada, y no perder los nervios.
- Puedes decir lo que quieras, pero no me vas a convencer. Harry puso las manos en el fuego por mi. Y yo cómo se lo devuelvo, ¡dejándolo así!
- Bueno, Ron si lo que quieres es eso, te lo digo, eres culpable. ¿Te sientes mejor? No, porque no es verdad. Todos nos sentimos igual, ¿piensas que esto
me gusta más que a vos?- Hermione no lo pudo aguantar más y rompió a llorar.
- Tú no lo entiendes. Harry es muy importante para mí, es el único que me entiende, él.. –A Ron se le quebró la voz. Dispuesto a no dejarse caer frente a
nadie, fue hasta su habitación. Nunca le gustó que lo vean llorar, flanquear sus fuerzas. Harry era el único que lo había visto en algún momento así, y
como buen amigo siempre lo consoló.
Sin embargo, Hermione nunca comprendió por qué lo hacía. Ella no creía que llorar hacía menos hombre a nadie, así que lo siguió. No le importaba
que estuviese prohibido subir a la habitación de los chicos, necesitaba hablar con él. Cuando entró, encontró a Ron tirado en su cama.
- Ron, no hay nada de malo en llorar. Ahora lo que más necesitamos es estar juntos.
Ron salió de entre las cortinas y miró a Hermione con los ojos llorosos. Lágrimas silenciosas caían por su rostro, dejándole marcas rojas en sus mejillas.
- Harry siempre fue el fuerte. Tiene que pasar esta, va pasar esta. –dijo, con la voz tomada. Todos estaban muy tristes, pero trataban de no perder la
esperanza.
