Disclaimer: Harry Potter y todos los demás personajes pertenecen a JKR..bla, bla, bla, no quiero robarte....bla, bla, bla, no me denuncies..., bla, bla, bla... seamos realistas, ella JAMÁS va a leer esto, y sinceramente, si Harrito fuese mío, no estaría aquí perdiendo el tiempo.

Mi segundo fanfic, se lo dedico a mis dos escritoras favoritas: Silverfox y Daga, dudo mucho que cualquiera de ellas lo lea, pero bueno... por ahí hay referencias a dos de sus fanfics que mas me gustan... a ver quien las descubre.

LA CAJA DE LAS FOTOS

Harry Potter golpeó suavemente la puerta del despacho.

-Adelante- gruñó alguien desde dentro.

Harry entró silenciosamente y cabizbajo. No le agradaba el despacho de Snape, era lóbrego y oscuro. En los frascos que reposaban en las estanterías, cosas viscosas flotaban el líquidos siniestros.

-Que quiere ahora, Potter- Harry tuvo que aferrarse al álbun de fotos que llevaba en las manos para no echar a correr. Snape parecía especialmente enfadado.

-Hum... profesor, yo.... quería pedirle un favor...

Snape clavó su fría mirada en el joven muchacho. Él esperaba ver triunfo en los ojos de su profesor, pero no vió eso, si no extrañeza. Snape guardó el pergamino en el que escribía y se cruzó de brazos, prestándole toda su atencion a su alumno menos favorito.

-Sientese- dijo, en tono calmado- , ¿qué ocurre?

-Yo... Hagrid me ha regalado un album de fotos. Él me ha buscado muchas, pero me ha dicho que me corresponde a mi completarlo. Son fotos de mis padres... y sus amigos. Le he pedido ayuda atodos los demás profesores, pero todavía no tengo ninguna de cuando estuvieros aquí e Hogwarts. El profesor Dumbledore me ha dicho que a lo mejor usted...

-Muy propio de Albus...- gruñó Snape.

Harry pensó que Snape se quedaría allí de brazos cruzados, pero cuando iba a levantarse para salir del despacho, Snape se puso en pie y se dirigió a un armerio negro que casi no se distinguía de la pared. Abrió una de las puertas y se puso de puntillas para coger una pequeña caja azul que había en lo más alto del armario. Se sentó de nuevo en el escritorio, con las manos en la tapa, mirándola con temor, como si fuese la caja de Pandora.

Le quitó la tapa y Harry se incorporó un poco para ver qué contenía. Había unos pocos objetos, ordenados y con aspecto de no haber sido tocados en años: Unas cartas atadas con un cordel plateado, un libro muy viejo que Harry entrevió se titulaba "Jornada de estudios muggles", un gran sobre marrón que Severus cogió antes de cerrar la caja, y algo que Harry apenas distinguió, "¿Un erizo verde?... no preguntes, Harry, no preguntes..."

-Hum... profesor...- Severus miró a Harry de nuevo, mientras cerraba la caja, y Harry estuvo a punto de no decirlo, pero la curiosidad pudo más- hum... ¿qué era eso verde?

Severus se puso en pie parsimoniosamente y devolvió la caja al armario.

-¿Greenie? Solo un regalo de tu madre...

-¿¡QUÉ?!- Harry gritó un poco más de lo que había previsto, Severus se volvió, mirándole sorprendido.

-Veo que hay muchas cosas que no sabes.- dijo, tranquilamente. Se sentó de nuevo en el escritorio y cogió el sobre marrón, de donde sacó tres o cuatro papeles.- Creo que no tengo fotos de tu padre, pero sí de tu madre.

Harry cogió la foto que le tendía Severus y la miró asombrado. En ella aparecía su madre junto a otro grupo de chicas vestidas elegantemente, en lo que parecía una fiesta de Navidad. Lily Potter aparentaba unos trece años, y sonreía a la cámara, mientras otra chica la agarraba del brazo con maestría, probablemente enseñándole cómo debía comportarse una señorita, pues la otra muchacha tenía el cabello rubio, los ojos grises y el postín de Narcissa Malfoy... claro que aún no tenía su expresión de asco.

-Pero...- dijo Harry extrañado. Severus no le dejó terminar la frase. Le tendió una segunda foto, mientras él observaba la tercera con ¿melancolía?

Harry cogió la foto. Era una foto de graduación. En ella diez chicos y chicas le saludaban ceñudos bajo una gran serpiente plateada. Harry reconoció en una esquina a Snape, con una insignia de prefecto, y a su lado una pelirroja, con otra insignia igual a la de Severus y con un brazo sobre sus hombros.

-¡Mi madre era de Slytherin!- gimió Harry

-¿No te lo dijo nadie?- gruñó Snape- claro, muy propio de ellos... por eso el mérito te lo llevaste tu... claro que lo que no pueden negar es que ella era la mejor de la escuela, aunque fuese de Slytherin, o la sobrina de Voldemort... Ella y yo fuímos los únicos prefectos de Slytherin desde hace cincuenta años.

Harry miraba a Snape boquiabierto. Aquello no podía ser real... Su madre era dulce y cariñosa, su único recuerdo dulce de antes de Hogwarts... ¿cómo iba a ser de Slytherin? ¿cómo iba a ser la sobrina de voldemort? ¿cómo iba a ser compañera de Snape?

-No puede ser- murmuró Harry

-¿Qué no puede ser?¿Qué ella era como yo?- rió Snape irónico.

-¡¡ELLA NO ERA COMO USTED!! ¡¡ELLA ERA BUENA Y AMABLE!! ¡¡ELLA QUERÏA A MI PADRE!!

-¡¡SÏ!! Ella le quería y ese fue su error. - gritó Snape- Todos estabn seguros de que la mejor alumna de Slytherin se casaría con un Slytherin, fuese sangrelimpio a no... pero ella escogió a Potter... y destrozó su vida.

Harry miró a Snape con rabia.

-Mi madre dió su vida por mí.. alguien capaz de un gesto como ese no puede ser malo, no puede ser de Slytherin...

-¿¡Que no puede ser de Slytherin?! Vamos, Harry, despierta ya no eres un niño, el concepto del bien y el mal es relativo. Ni siquiera Gryffindor escapa a tener miembros mortífagos, y Slytherin también tiene héroes entre sus filas... Pero eres como tu padre, lleno de prejuicios... sin embargo hasta él lo entendió... vuelve a mirar la foto, en la otra esquina.

Harry miró la foto furioso, y lo que vió le dejó extrañado. En la otra esquinade la foto estaba Remus Lupin, con su uniforme de Slytherin, pero rodeado de Gryffindors.

-Hasta tu padre comprendió que no todos somos malos.. Remus era uno de sus mejores amigos, después de todo. Él hubiese dado su vida antes de traicionar a James del modo en que Peter lo hizo. ¿Acaso tu no eres capaz de entenderlo?

Harry obsevó de nuevo la foto, Sirus Black miraba de reojo a las chicas Slytherin, pero al mismo tiempo le tiraba de los mechones grises a Remus cariñosamente. Mientras tanto, un poco más atrás, Peter trataba de arrebatarle las gafas a James, quien se defendía amenazandole con la varita.

De repente lo entendió todo. El Sombrero había querido enviarle a Slytherin, por que su madre era Slytherin, porque Voldemort era su tío- abuelo después de todo... Por eso Voldemort no quería matarla a ella, sólo a él.

Harry sacudió las lágrimas de sus ojos con rabia. No quería llorar, ya no era un niño.

-¿Por eso Voldemort no quería matarla?- murmuró Harry- ¿por qué era su sobrina?.. ¿y como podía serlo, si era huérfano?

-Es huérfano, pero no hijo único. Tenía una hermana gemela muggle, a la que también mató. Era tu abuela, la madre de Lily y Petunia... en cuanto a lo de que no quería matarla... a él no le importaba que fuese su sobrina, lo que quería era sus poderes... ella era muy poderosa e inteligente, Harry. Nunca habrá nadie en el mundo como Lily Evans, no lo olvides... Tienes los mismos ojos que ella...-añadió snape con una sonrisa desconocida para Harry.

Él guardó las fotos de su madre en el album y se puso en pie, para marcharse.

-Harry, llévate esta también- murmuró Snape después de pensarlo un momento, y tendiendole la tercera foto a Harry.

-¡Es muggle!- se sorprendió el muchacho.