La foto era en blanco y negro, y efectivamente, nadie se movía en ella.
-Sí, la sacó unacompañera de tu padre, que era hija de unos fotógrafos muggles... decía que las fotos estáticas trasmiten mucho más que las fotos mágicas... y a juzgar por esa en concreto.. tal vez tuviese razón. Voldemort la mató ese mismo año.
Harry miró la foto con tristeza. Su madre estaba mucho más guapa que en cualquier otra fotografía que tuviese de ella. Casiu se veía el increíble brillo de sus ojos verdes. Estaba agarrada por la cintura a James, quien hacía lo propio. Él parecía el reflejo de Harrry, sobretodo ahora, que no se distinguía el color de sus ojos. Sirius Black sonreía pícaramente a la cámara ( a la fotógrafa) y para Harry fue obvio que a su padrino le gustaba esa chica. Él tenía puestos sus brazos amistosamente sobre sus amigos, James y Remus Lupin, que sonreía ante el despiegue de ecantos de sus amigos. Rumus también tenía sus brazos sobre los hombros de Peter Pettigrew, quien correspondía al gesto cordialmente. Peter tenía el gesto de ratoncillo asustado que le acompañaría hasta la muerte. Su cabello rubio lanzaba destellos con las luces del Gran Salón. Todos llevaban sus correspondientes uniformes de Hogwarts, sin las capas, y aparentaban unos 16 años. Parecía que estaban sobre una de las mesas, y lo más probable es que fuese la de Ravenclaw...
-Dale la vuelta, Harry- murmuró Snape.
"Para el chico de las sombras. A ver si te lavas el pelo, so guarro...¿dejarás algún día de meter tu narizota en nuestros asuntos, o es algo superior a tus fuerzas?, ¿de verdad te crees que llegarás a ser profesor de Defensa?"
Estaba firmado por Prongs, Padfoot, Moonie y Wormtail, y por la letra parecía que cada uno de ellos había escrito una parte de aquella "cariñosa" dedicatoria.
-¿Te suena de algo?- murmuró Snape. Harry releyó la dedicatoria.
-¿El muchacho de las sombras...?Eso no lo decían cuando....
Snape le dio de nuevo la vuelta a la fotografía y señaló una esquina sombría detrás de Peter. Allí estaba él, envuelto en una capa negra con el símbolo de Slytherin, mirando al grupo con rabia.
-Por eso me dieron la foto... no querían que yo apareciese en una foto suya...-murmuró, crispado.
-Eso es mentira- dijo Harry seriamente.
Cogió su propio álbum de fotos y buscó algo en las páginas centrales.
-Estas fotos las recogió Hagrid en Godric's Hollow cuando me fue a buscar a mi. Mira...
Severus miró las fotos. En todas ellas aparecía él mismo. Algunas veces delante, sonriendo junto a Lily y otros, otras veces detrás, entre las sombras. Todas ellas eran de después de salir de Hogwarts, de antes de unirse a Voldemort. De la época más feliz de su vida.
Se quedó mirando meláncolicamente una foto en la que él se reía durante una batalla de comida celebrada en Godric's Hollow, mientras le limpiaba a Lily un poco de nata de la cara. Harry despegó aquella foto y puso en su lugar la fotografía muggle. Dejó la batalla de comida sobre el escritorio de Snape y salió del despacho.
Antes de que Harry cerrase la puerta, Snape aún alcanzó a oír a aquella muchacha tan marisabidilla, tan crispantemente parecida a Lily.
-¿Ha habido suerte, Harry?- dijo Hermione al ver salir a su amigo.
-Ya te contaré.
Severus miró de nuevo la foto. James acababa de echarle una ensalada por la cabeza, supuestamente por tontear con su prometida. Había sido muy feliz en aquella época.
Se puso en pie y cogió el libro de la caja azul. Leyó el título en voz bajo y acarició la portada. Abrió el libro por la primera página y leyó la dedicatoria.
"Nunca olvides que la vida da vueltas, Sevvie. Todos cometemos errores, pero siempre existen posibilidades de solventarlos. No te niegues a ver esas posibilidades. Lucha, nunca te rindas, yo conozco la fuerza que late entu interior. Es la misma fuerza que late en tu primo James, aunque no quieras creertelo. Prometeme que cuidarás a lo que deje atrás, cuando nosotros no estemos él te necesitará, mucho más de lo que puedas creer, Sevvie. Lily."
Con lágrimas en los ojos, Snape acarició la firma de su mejor amiga. Cuando ella le regaló ese libro en su graduación, él no había entendido el sentido de esa dedicatoria. Sólo ahora, 20 años después, había comprendido que era lo que Lily le pedía en su última frase. ¿Sería ya demasiado tarde?¿Sería capaz de superar el odio? ¿Le odiaría ya Harry lo suficiente como para no darle una oportunidad?
Je, je, je... ya lo sé, Lily era una Gryffindor, pero... ¿verdad que la historia era mucho más interesante así?
-Sí, la sacó unacompañera de tu padre, que era hija de unos fotógrafos muggles... decía que las fotos estáticas trasmiten mucho más que las fotos mágicas... y a juzgar por esa en concreto.. tal vez tuviese razón. Voldemort la mató ese mismo año.
Harry miró la foto con tristeza. Su madre estaba mucho más guapa que en cualquier otra fotografía que tuviese de ella. Casiu se veía el increíble brillo de sus ojos verdes. Estaba agarrada por la cintura a James, quien hacía lo propio. Él parecía el reflejo de Harrry, sobretodo ahora, que no se distinguía el color de sus ojos. Sirius Black sonreía pícaramente a la cámara ( a la fotógrafa) y para Harry fue obvio que a su padrino le gustaba esa chica. Él tenía puestos sus brazos amistosamente sobre sus amigos, James y Remus Lupin, que sonreía ante el despiegue de ecantos de sus amigos. Rumus también tenía sus brazos sobre los hombros de Peter Pettigrew, quien correspondía al gesto cordialmente. Peter tenía el gesto de ratoncillo asustado que le acompañaría hasta la muerte. Su cabello rubio lanzaba destellos con las luces del Gran Salón. Todos llevaban sus correspondientes uniformes de Hogwarts, sin las capas, y aparentaban unos 16 años. Parecía que estaban sobre una de las mesas, y lo más probable es que fuese la de Ravenclaw...
-Dale la vuelta, Harry- murmuró Snape.
"Para el chico de las sombras. A ver si te lavas el pelo, so guarro...¿dejarás algún día de meter tu narizota en nuestros asuntos, o es algo superior a tus fuerzas?, ¿de verdad te crees que llegarás a ser profesor de Defensa?"
Estaba firmado por Prongs, Padfoot, Moonie y Wormtail, y por la letra parecía que cada uno de ellos había escrito una parte de aquella "cariñosa" dedicatoria.
-¿Te suena de algo?- murmuró Snape. Harry releyó la dedicatoria.
-¿El muchacho de las sombras...?Eso no lo decían cuando....
Snape le dio de nuevo la vuelta a la fotografía y señaló una esquina sombría detrás de Peter. Allí estaba él, envuelto en una capa negra con el símbolo de Slytherin, mirando al grupo con rabia.
-Por eso me dieron la foto... no querían que yo apareciese en una foto suya...-murmuró, crispado.
-Eso es mentira- dijo Harry seriamente.
Cogió su propio álbum de fotos y buscó algo en las páginas centrales.
-Estas fotos las recogió Hagrid en Godric's Hollow cuando me fue a buscar a mi. Mira...
Severus miró las fotos. En todas ellas aparecía él mismo. Algunas veces delante, sonriendo junto a Lily y otros, otras veces detrás, entre las sombras. Todas ellas eran de después de salir de Hogwarts, de antes de unirse a Voldemort. De la época más feliz de su vida.
Se quedó mirando meláncolicamente una foto en la que él se reía durante una batalla de comida celebrada en Godric's Hollow, mientras le limpiaba a Lily un poco de nata de la cara. Harry despegó aquella foto y puso en su lugar la fotografía muggle. Dejó la batalla de comida sobre el escritorio de Snape y salió del despacho.
Antes de que Harry cerrase la puerta, Snape aún alcanzó a oír a aquella muchacha tan marisabidilla, tan crispantemente parecida a Lily.
-¿Ha habido suerte, Harry?- dijo Hermione al ver salir a su amigo.
-Ya te contaré.
Severus miró de nuevo la foto. James acababa de echarle una ensalada por la cabeza, supuestamente por tontear con su prometida. Había sido muy feliz en aquella época.
Se puso en pie y cogió el libro de la caja azul. Leyó el título en voz bajo y acarició la portada. Abrió el libro por la primera página y leyó la dedicatoria.
"Nunca olvides que la vida da vueltas, Sevvie. Todos cometemos errores, pero siempre existen posibilidades de solventarlos. No te niegues a ver esas posibilidades. Lucha, nunca te rindas, yo conozco la fuerza que late entu interior. Es la misma fuerza que late en tu primo James, aunque no quieras creertelo. Prometeme que cuidarás a lo que deje atrás, cuando nosotros no estemos él te necesitará, mucho más de lo que puedas creer, Sevvie. Lily."
Con lágrimas en los ojos, Snape acarició la firma de su mejor amiga. Cuando ella le regaló ese libro en su graduación, él no había entendido el sentido de esa dedicatoria. Sólo ahora, 20 años después, había comprendido que era lo que Lily le pedía en su última frase. ¿Sería ya demasiado tarde?¿Sería capaz de superar el odio? ¿Le odiaría ya Harry lo suficiente como para no darle una oportunidad?
Je, je, je... ya lo sé, Lily era una Gryffindor, pero... ¿verdad que la historia era mucho más interesante así?
