Bueno, la idea era dejar asi el fic. No tenia pensado continuarlo, pero
varias personas me han dicho que podia continuarlo, y me han sugerido
buenas ideas.
Siento mucho que creo que habrá varias personas a las que no les gustara el final de esta historia, pero es el único modo en que Severus puede reconciliarse consigo mismo y con Harry.
No, al igual que el anterior, este fic tampoco es slash. Me gusta leerlo, pero definitivamente las parejas homo no son lo mio...
Eso si, hay por ahi una escena que puede tener muchas interpretaciones, pero noseais malintencionados, esa no era mi intencion. Bueno, o quiza si... no se, tomaoslo como querais....
Capitulo 3
Harry miró de nuevo las fotos que le había dado Sev... Snape. Hermione y Ron habían estado escuchando pacientemente lo que Harry había descubierto, y sus sentimientos hacia esos decubrimientos.
Pero ya era mas de medianoche, y Ron se habia ido bostezando a la cama. Al poco rato también Hermione se fué, aunque a regañadientes, y porque Harry insistió.
Le agradaba contar con una oyente tan imparcial y paciente. Ella nunca despreciaba a Harry, por muy estúpidas que fuesen sus ideas, y era la única persona en el mundo con la que podía hablar libremente de cualquier cosa.
Ron era un buen amigo, con él siempre había risas, era imposible aburrirse con él cerca, pero cuando veía que algo escapaba a su control, cuando veía que no podia animar a Harry, simplemente huía, pensando que lo que su amigo necesitaba era estar solo.
Y muchas veces Harry pensaba lo mismo. Se enfurecía cuando Hermione le obligaba a hablar, pero la verdad es que se sentía muy bien saber que tenía alguien más, que no se reiría si le veía llorar, es más, que se uniría a él sin ningún problema. Y eso podía compensar cualquier otro defecto.
Harry levanto la vista de la cadena de Merodeadores en la mesa de Ravenclaw, y miró el crepitante fuego en la chimenea del salón común de Gryffindor. El efecto convinado del fuego y todo lo que le rodeaba (escarlata y oro), producía dolor en la vista, justo como el cuarto naranja de Ron.
Harry cerró los ojos y escuchó las dos campanadas que indicaban la hora: las dos de la mañana. Pero todavía no tenía sueño.
Le daba vueltas en la cabeza a lo que Seve... ¡Snape! le había dicho, que su madre era sobrina de Voldemort, la mejor amiga del profesor, una Slytherin...
Dejó caer las lágrimas que habían estado luchando por salir desde esa tarde. ¿Porqué nadie se lo había dicho?¿No confiaban en él? ¿No confiaban que pudiese asumir ese conocimiento?
Ya tenía 17 años, pero todos trataban de protegerle todavía. Todavía era "el niño que vivió". ¡Cómo le gustaría patear toda esa porquería y recuperar a sus padres! No podría soportar más misterios alrededor de lo que eran y lo que hacían. Simplemente no era justo.
Sirius y Remus le habían dicho que James era el único hijo de los Potter, que se quedó huérfano a los once años, y que había heredado la fortuna que había dejado casi intacta a su hijo. También le contaron todo lo que James hizo en el equipo de quidditch de Gryffindor, que terminó Hogwarts con unas notas mediadamente buenas, que rechazó el puesto en el equipo nacional de quidditch, pero que en cambio, y al igual que Lily y los otros tres merodeadores, se unio primero a los aurores, y despues, tres meses antes de ser asesinado, a la Orden del Fénix.
De Lily le habían hablado muchísimo menos. No le ocultaron que fue ella quien hizo ganar a su casa cuatro años seguidos. Tampoco que terminó Hogwarts con las mejores notas desde tiempos de Voldemort. Y para rematar tampoco le ocultaron que tenia una cierta familiaridad con Snape, pues solo eso explicaba las fotos que Harry tenía.. Pero sí le ocultaron que ella era una Slytherin, y eso Harry jamás podría perdonarselo a los dos supuestos mejores amigos de sus padres.
Harry siempre había creído que ella era Gryffindor, como mucho Ravenclaw. Le habían hecho odiar a todos los Slytherin desde que sabía que era mago. Y al mismo tiempo había amodo y admirado a su madre más de lo que podía imaginar. ¿ Cómo podría seguir asi? Algo tendría que cambiar. O odiar a su madre o ser más comprensivo con los Slytherin. Después de todo no podían ser tan terribles si ella había sido una de ellos. Recordó lo que Severus había dicho. Slytherin tiene heroes, y Gryffindor mortífagos. Y él siempre lo había sabido. Siempre había sabido que el traidor Pettigrew había sido Gryffindor, y el leal Remus Slytherin. Entonces, ¿porque le había sorprendido tanto lo de Lily? Bueno, ella no era mitad lobo... Los prejuicios de Sirius hacia los Slytherin le había hecho desconfiar del amigo y confiar en el enemigo. Y él había aprendido la lección. Pero... ¿qué hay de Harry? ¿qué lección le habían enseñado a él? Desconfiar de los Slytherin. Odiar a los Slytherin.
Y en eso tambien Severus había contribuído. Si él hubiese sabido ver la parte Evans en el joven Potter, si él no hubiese visto a James en Harry, todo habría sido distinto. Harry no entendía los motivos de Snape para odiarle. O tal vez los entendía demasiado bien. ¿Realmente se había enamorado de lily?
Confuso, Harry decidió que no soportaría más en ese salón. Subió quedamente las escaleras a su habitación y cogió la capa invisible en su baul, con cuidado de no despertar a sus compañeros. Se echó la capa sobre los hombros y salió por el retrato de la Dama Gorda.
Tan tarde no habría nadia despierto en todo el castillo, y Harry lo sabía. Sabía que no era necesaria la capa, y tampoco andar en silencio, pero aún así no caminó fuerte hasta llegar a la puerta principal del castillo.
Lentamente, y con la hierba fresca bajo sus pies, caminó hasta la orilla del Lago Negro, dónde la luz plateada de la luna se reflejaba en la superficie opaca del agua.
Dió lenmtas vueltas por la orilla del Lago, sin sentir cómo la capa se iba deslizando por sus hombros, sin darse cuenta de que se estaba convirtiendo en una cabeza flotante.
Creyendose sólo, no se dió cuenta de que alguien más no podía conciliar el sueño. Alguien más que había huído de un despacho atiborrado de recuerdos. Alguien que observaba la luna bajo el inmóvil Sauce Boxeador. Alguien que se quedó boquiabierto al ver la cabeza de Harry junto al Lago.
Riendo entre dientes, Severus caminó despacio hasta el Lago. Harry estaba ahora de espaldas, pero no podría ver al profesor aunque se diese la vuelta. Tal era la ventaja de vestir completamente de negro en mitad de la noche.
-Tu cabeza no debería estar aquí, Harry Potter.
*****************************
Ahora tengo que ir a clase, pero mañana, más. Ya sé que me he pasado con el toque Gryffindor, pero es que yo soy Gryffindor, no lo puedo evitar. Sin embargo prometo que en la siguiente me esforzaré y seré más Slytherin.
Siento mucho que creo que habrá varias personas a las que no les gustara el final de esta historia, pero es el único modo en que Severus puede reconciliarse consigo mismo y con Harry.
No, al igual que el anterior, este fic tampoco es slash. Me gusta leerlo, pero definitivamente las parejas homo no son lo mio...
Eso si, hay por ahi una escena que puede tener muchas interpretaciones, pero noseais malintencionados, esa no era mi intencion. Bueno, o quiza si... no se, tomaoslo como querais....
Capitulo 3
Harry miró de nuevo las fotos que le había dado Sev... Snape. Hermione y Ron habían estado escuchando pacientemente lo que Harry había descubierto, y sus sentimientos hacia esos decubrimientos.
Pero ya era mas de medianoche, y Ron se habia ido bostezando a la cama. Al poco rato también Hermione se fué, aunque a regañadientes, y porque Harry insistió.
Le agradaba contar con una oyente tan imparcial y paciente. Ella nunca despreciaba a Harry, por muy estúpidas que fuesen sus ideas, y era la única persona en el mundo con la que podía hablar libremente de cualquier cosa.
Ron era un buen amigo, con él siempre había risas, era imposible aburrirse con él cerca, pero cuando veía que algo escapaba a su control, cuando veía que no podia animar a Harry, simplemente huía, pensando que lo que su amigo necesitaba era estar solo.
Y muchas veces Harry pensaba lo mismo. Se enfurecía cuando Hermione le obligaba a hablar, pero la verdad es que se sentía muy bien saber que tenía alguien más, que no se reiría si le veía llorar, es más, que se uniría a él sin ningún problema. Y eso podía compensar cualquier otro defecto.
Harry levanto la vista de la cadena de Merodeadores en la mesa de Ravenclaw, y miró el crepitante fuego en la chimenea del salón común de Gryffindor. El efecto convinado del fuego y todo lo que le rodeaba (escarlata y oro), producía dolor en la vista, justo como el cuarto naranja de Ron.
Harry cerró los ojos y escuchó las dos campanadas que indicaban la hora: las dos de la mañana. Pero todavía no tenía sueño.
Le daba vueltas en la cabeza a lo que Seve... ¡Snape! le había dicho, que su madre era sobrina de Voldemort, la mejor amiga del profesor, una Slytherin...
Dejó caer las lágrimas que habían estado luchando por salir desde esa tarde. ¿Porqué nadie se lo había dicho?¿No confiaban en él? ¿No confiaban que pudiese asumir ese conocimiento?
Ya tenía 17 años, pero todos trataban de protegerle todavía. Todavía era "el niño que vivió". ¡Cómo le gustaría patear toda esa porquería y recuperar a sus padres! No podría soportar más misterios alrededor de lo que eran y lo que hacían. Simplemente no era justo.
Sirius y Remus le habían dicho que James era el único hijo de los Potter, que se quedó huérfano a los once años, y que había heredado la fortuna que había dejado casi intacta a su hijo. También le contaron todo lo que James hizo en el equipo de quidditch de Gryffindor, que terminó Hogwarts con unas notas mediadamente buenas, que rechazó el puesto en el equipo nacional de quidditch, pero que en cambio, y al igual que Lily y los otros tres merodeadores, se unio primero a los aurores, y despues, tres meses antes de ser asesinado, a la Orden del Fénix.
De Lily le habían hablado muchísimo menos. No le ocultaron que fue ella quien hizo ganar a su casa cuatro años seguidos. Tampoco que terminó Hogwarts con las mejores notas desde tiempos de Voldemort. Y para rematar tampoco le ocultaron que tenia una cierta familiaridad con Snape, pues solo eso explicaba las fotos que Harry tenía.. Pero sí le ocultaron que ella era una Slytherin, y eso Harry jamás podría perdonarselo a los dos supuestos mejores amigos de sus padres.
Harry siempre había creído que ella era Gryffindor, como mucho Ravenclaw. Le habían hecho odiar a todos los Slytherin desde que sabía que era mago. Y al mismo tiempo había amodo y admirado a su madre más de lo que podía imaginar. ¿ Cómo podría seguir asi? Algo tendría que cambiar. O odiar a su madre o ser más comprensivo con los Slytherin. Después de todo no podían ser tan terribles si ella había sido una de ellos. Recordó lo que Severus había dicho. Slytherin tiene heroes, y Gryffindor mortífagos. Y él siempre lo había sabido. Siempre había sabido que el traidor Pettigrew había sido Gryffindor, y el leal Remus Slytherin. Entonces, ¿porque le había sorprendido tanto lo de Lily? Bueno, ella no era mitad lobo... Los prejuicios de Sirius hacia los Slytherin le había hecho desconfiar del amigo y confiar en el enemigo. Y él había aprendido la lección. Pero... ¿qué hay de Harry? ¿qué lección le habían enseñado a él? Desconfiar de los Slytherin. Odiar a los Slytherin.
Y en eso tambien Severus había contribuído. Si él hubiese sabido ver la parte Evans en el joven Potter, si él no hubiese visto a James en Harry, todo habría sido distinto. Harry no entendía los motivos de Snape para odiarle. O tal vez los entendía demasiado bien. ¿Realmente se había enamorado de lily?
Confuso, Harry decidió que no soportaría más en ese salón. Subió quedamente las escaleras a su habitación y cogió la capa invisible en su baul, con cuidado de no despertar a sus compañeros. Se echó la capa sobre los hombros y salió por el retrato de la Dama Gorda.
Tan tarde no habría nadia despierto en todo el castillo, y Harry lo sabía. Sabía que no era necesaria la capa, y tampoco andar en silencio, pero aún así no caminó fuerte hasta llegar a la puerta principal del castillo.
Lentamente, y con la hierba fresca bajo sus pies, caminó hasta la orilla del Lago Negro, dónde la luz plateada de la luna se reflejaba en la superficie opaca del agua.
Dió lenmtas vueltas por la orilla del Lago, sin sentir cómo la capa se iba deslizando por sus hombros, sin darse cuenta de que se estaba convirtiendo en una cabeza flotante.
Creyendose sólo, no se dió cuenta de que alguien más no podía conciliar el sueño. Alguien más que había huído de un despacho atiborrado de recuerdos. Alguien que observaba la luna bajo el inmóvil Sauce Boxeador. Alguien que se quedó boquiabierto al ver la cabeza de Harry junto al Lago.
Riendo entre dientes, Severus caminó despacio hasta el Lago. Harry estaba ahora de espaldas, pero no podría ver al profesor aunque se diese la vuelta. Tal era la ventaja de vestir completamente de negro en mitad de la noche.
-Tu cabeza no debería estar aquí, Harry Potter.
*****************************
Ahora tengo que ir a clase, pero mañana, más. Ya sé que me he pasado con el toque Gryffindor, pero es que yo soy Gryffindor, no lo puedo evitar. Sin embargo prometo que en la siguiente me esforzaré y seré más Slytherin.
