Ahora si. Iremione no se levanta de aquí hasta que termine esta historia...
Pues ahí va el ultimo capi, y esta vez es ultimo y definitivo. Gracias a
todos por su interes, y ahí van las respuestas a los ultimos reviews que he
recibido.
Diel: Bueno, esas son las desvetajas de no tener ordenador propio. Si por mi fuera estos tres ultimos capis los hubiese puesto como uno solo. No soy mala, solo muy interesada... es broma. Me gusta ese consejo, las frutas son deliciosas y las verduras muy sanas, pero no estoy de acuerdo con lo de Sirius, ¡tambien es mio! Vero Jiménez: La respuesta a tu pregunta aquí, y tambien sera la ultima vez que veamos la cajita azul, ¿o creiais que me habia olvidado de ella? ^-^ La respuesta en realidad era: "-A no ser que nos muramos antes de levantarnos" Pero bueno, me habeis entendido igual, ¿no? Y sí, es profético.... aunque si les da tiempo a levantarse... ya están de pie, ¿no?
Eso es todo. Solo un ultimo detalle que me gustaria que tuvieseis presente: "A veces unos deben perder las cosas para que otros las conserven" Para quien no la reconozca, es lo que Frodo le dijo a Sam cuando se despidieron en el último libro de El señor de los anillos.
Capitulo 5.
Harry aferraba su frente con ambas manos. No podia ver nada, solo negro y oscuro dolor inundaba su mente. Su grito inundó la noche. Pero Severus no lo oyó. Él solo veía lo que salía del Bosque Prohibido. La señal de alarma, conocida y ensayada por todos los profesores de la escuela inundó los terrenos y sus alrededores, despertando a la escuela que aún dormía.
Lo que pretendió ser un ataque sorpresa no lo fue gracias a que Severus y Harry estaban allí. Habían estado temiendo y esperando eso por tres años. En cuestión de minutos todos supieron lo que tenían que hacer, donde debían estar para ofrecer una resistencia organizada. Todos los alumnos de menos de 16 años debían permanecer en las mazmorras, protegidos por un grupo de Hufflepuff mayores.
Así los Slytherin, Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff de sexto y séptimo se unieron a la lucha con los maestros y con los elfos domésticos. Todos contra Voldemort. Olvidando si eran de una casa o de otra, olvidando si eran sangrelimpia o no, olvidando incluso que una buena parte de ellos no había completado aún su formación, y por lo tanto estaban en desventaja.
La marca oscura sobre la escuela fue apagando y empequeñeciendo los destellos lanzados por los profesores. La ultima y desigual batalla hacía caer a los alumnos uno tras otro.
Harry, rodeado de todos sus amigos, luchaba como uno mas, tratando de inmovilizar a los mortífagos.
Entre lágrimas de frustración y rabia, Harry vió caer a sus amigos uno tras otro. Hasta que finalmente un grupo de jóvenes mortífagos lo rodearon, con Ron herido en el suelo, y Hermione sollozando, pero en pie, luchando hasta el último suspiro.
Una voz silbante y aguda hizo dispersarse a los mortífagos, que hicieron un semicírculo a 10 metros de Harry. El dolor se hizo intenso de nuevo, y en un acto reflejo Harry cerró los ojos. Tampoco podía oir nada, ni las maldiciones ni los gritos que le rodeaban.
Así fue como sintio mas de lo que oyo el grito de Hermione, al desmmayarse a su lado. Ella no podría soportar otro cruciatus, y Harry luchó consigo mismo. Tenía que abrir los ojos. Tenía que proteger a Hermione.
Pero ahora estaba solo. Miraba a Voldemort fijamente, en un duelo de miradas. Verde contra rojo. Y Harry lo sintió. Él era débil, Voldemort iba a ganar. Y lo oyó. Debía unirse a él. Tenía que luchar contra Dumbledore, era el único modo de proteger a todos aquellos a los que quería.
-¡No!- gritó una voz furiosa de rabia contenida durante años detrás de Harry. Uno de los mortífagos rompió la formación y tiró la capucha y la máscara de mortífago al suelo.
-¡Vuelve aquí, Draco!- gritó otra voz, autoritaria. Pero el joven Malfoy le ignoró e hizo desmayarse uno tras otro a sus compañeros, que nos se atrevían atacar al hijo del capitán.
Pero ni Harry ni Voldemort veían nada de eso. Su duelo continuaba. Harry supo que iba a morir, antes o después. La diferencia estaba en si moriria como un heroe protegiendo a los suyos, luchando con Voldemort. O como un covarde, llorando, y dándole la espalda a los suyos, solo morir para fingirse el mas valiente, para que todos le adorasen después de muerto.
Sintió como la varita se le escurria entre los dedos y cayó de rodillas. No se dio cuenta de que aquellos pensamientos no eran suyos, hasta que su frente comenzó a sangrar.
-Avada Kedavra- susurró una voz.
Harry, con los ojos cerrados sintió al rayo deslizarse hasta él. Vio el torrente de muerte precipitarse hasta "el niño que vivió" Ahora no tendría una madre que diese la vida por él.
Pero el rayo no llegó a su destino. Alguien se interpuso y Voldemort lanzó un grito de frustación que rompio el control que ejercia sobre Harry.
Temeroso, Harry abrio los ojos, y sollozando se arrastro hasta la persona tumbada ante él.
Lloró como nunca lo había hecho. Lloró por las oportunidades perdidas, por las amistades olvidadas, por las fotos en blanco y negro, por el profesor de pociones.
Dejó el cadave en el suelo despacio, cerrandole los ojos suavemente. Cogió algo que había al lado del profesor y se puso en pie, mirando a Voldemort con un nuevo brillo en sus ojos.
Las cosas habían cambiado. Voldemort miraba a su alrededor asustado. Los alumnos que tan ligeramente habian tomado por muertos se levantaban, luchando contra el dolos. Todos los profesores excepto ese molesto Snape estaban vivos, y en cambio una buena partye de sus mortífagos dormía como bebés. La traición del hijo de Malfoy fue un duro reves, pues todos sus amigos le habian seguido. Y la pequeña batalla que habia tenido con el joven Potter había sido casi completamente inútil.
Dumbledore corrió con todas sus fuerzas al ver a Severus en el suelo, seguido por Sirius, Remus y los demás miembros de la Orden del Fénix.
Pero no llegó hasta voldemort. Contempló paralizado como Draco Malfoy y Hermione Granger se colocaban a la misma altura de Harry. Cómo los tres apuntaron a Voldemort a la vez, y cómo, poseídos por tres espíritus conocidos, pronuncuiaron la maldición imperdonable.
Los tres se desmayaron. Voldemort cayó al suelo. De los cuerpos exánimes de los tres alumnos surgieron tres esencias, que primero se abrazaron, y luego arrastraron a una cuarta hacia arriba.
Albus nunca supo si había sido realidad o un efecto optico. Pero en aquel instante podría jurar que estaba viendo a Lily y James Potter abrazar tiernamente a Severus, antes de llevarse a Voldemort entre los tres...
Ron Weasley corrio cojeando hacia donde estaban sus amigos y el novio de su hermana.
-¡Están vivos!- gritó, feliz, al atónito Dumbledore.
Mientras Hermione trataba inútilmente de librarse de Ron para contarle a Harry qué había sentido al compartir su cuerpo con Lily, Harry miró a Draco, quien le obsevaba con ojos grandes y asustados.
-Él dijo... la caja.... el arbol...- tartamudeó.
Harry asintió y dejó a Draco y Hermione con Dumbledore y los demás. Esquivando los brazos que trataban de sujetarle, caminó hasta el Sauce Boxeador, dónde antes había estado Severus. Se coló entre las ramas y susurró un ligero lumus a la varita que tenía en la mano.
Allí estaba. En una esquina, y oculta entre unas rocas, como si alguien hubiese tratdo de esconderla, más de si mismo que de los demás.
Harry se inclinó y cogió la pequeña caja azul. La abrió con manos temblorosas, como quien profana un altar.
Cogió a Greenie delicadamente. Era espinoso y tenía un aspecto atemorizante. Pero era un animalito de peluche, y por lo tanto era agradable de abrazar. Justo un buen Slytherin, espinoso por fuera, pero delicado y complicado por dentro.
Cogió el manojo de cartas. Estaban sin abrir, y todas ellas tenían el membrete de Godric's Hollow.
En el sobre marrón estaba ahora la foto de la batalla de comida.
Ya solo quedaba el libro.
-"Jornada de Estudios en el mundo muggle", por Alphonse Malfoy.- leyó.
Harry frunció el ceño, preguntándose que clase de Malfoy escribiría sobre los muggles, y que tenía ese libro que ver con Lily. Abrió el libro para averiguar quien era el malfoy, pero en su lugar vió una dedicatoria escrita con una letra similar a la de Hermione.
Harry la leyó despacio, para comprender todas las palabras. Luego, suavemente ceró el libro. Llorando por el último sacrificio que se había hecho por él. Sacó de su bolsillo la capa de invisiblilidad, y del bolsillo de ésta el mapa de merodeador, guardado alli desde su ultima escapada nocturna.. Guardo el mapa en la caja, junto con greenie, el libro, el sobre y las cartas. También guardo la varita de Severus, que había utilizado en su enfrentamiento con Voldemort al comprender que la suya sería inútil. Cerro la caja y la envolvió en la capa de invisibilidad.
Con sus propias manos hizo un agujero en el suelo y enterró la caja invisible. Después la cubrió de tierra. Se quedó alli de rodillas, mirando la tierra removida en la oscuridad. Hasta que una ligera luz le iluminó por detrás.
-¿Harry?
El susodicho no se movió cuando oyó la voz detrás de él
-Harry... tengo algo que decirte. Algo que te ayudará a comprender lo que ha ocurrido esta noche.
-No es necesario, Sirius.- dijo Harry friamente- él me lo contó todo antes de morir. Fue todo tan...
-Nosotros solo jugábamos. Éramos niños entonces. Y después todo cambió, ¿te lo dijo? Pero él se alejó de nuevo.
-Lo sé, hicisteis lo que pudisteis. Ya no importa. Todo está perdonado y olvidado. ¿los viste? ¿Viste a mis padres?
Sirius no dijo nada. Sí, él tambien los había visto, aunque no sabía como lo había hecho Harry, si estaba desmayado.
Sirius observó a Harry en la penumbra. Había lago distinto en su ahijado. No supo determinar porqué, pero de pronto no se parecía tanto a James. Estaba serio. Tenia una mirad inteligente y un gestod e infinita tristeza. James nunca había sido asi. Ahora se parecia mas a Severus.
Ignorando la incrédula mirada de su padrino, Harry salió de túnel, con paso firme. Después de muerta su madre le había salvedo la vida en multitud de ocasiones. Sólo lamentaba que en la ultima se hubiese llevado consigo a la persona en quien Harry aún comenzaba a ver a un amigo. Un amigo de verdad.
¿Y bien? ¿Qué les pareció? Espero que por ser el último, no me dejen este capi sin reviews, prometo contestarles....
Hasta el proximo fic, un beso a todos.
Diel: Bueno, esas son las desvetajas de no tener ordenador propio. Si por mi fuera estos tres ultimos capis los hubiese puesto como uno solo. No soy mala, solo muy interesada... es broma. Me gusta ese consejo, las frutas son deliciosas y las verduras muy sanas, pero no estoy de acuerdo con lo de Sirius, ¡tambien es mio! Vero Jiménez: La respuesta a tu pregunta aquí, y tambien sera la ultima vez que veamos la cajita azul, ¿o creiais que me habia olvidado de ella? ^-^ La respuesta en realidad era: "-A no ser que nos muramos antes de levantarnos" Pero bueno, me habeis entendido igual, ¿no? Y sí, es profético.... aunque si les da tiempo a levantarse... ya están de pie, ¿no?
Eso es todo. Solo un ultimo detalle que me gustaria que tuvieseis presente: "A veces unos deben perder las cosas para que otros las conserven" Para quien no la reconozca, es lo que Frodo le dijo a Sam cuando se despidieron en el último libro de El señor de los anillos.
Capitulo 5.
Harry aferraba su frente con ambas manos. No podia ver nada, solo negro y oscuro dolor inundaba su mente. Su grito inundó la noche. Pero Severus no lo oyó. Él solo veía lo que salía del Bosque Prohibido. La señal de alarma, conocida y ensayada por todos los profesores de la escuela inundó los terrenos y sus alrededores, despertando a la escuela que aún dormía.
Lo que pretendió ser un ataque sorpresa no lo fue gracias a que Severus y Harry estaban allí. Habían estado temiendo y esperando eso por tres años. En cuestión de minutos todos supieron lo que tenían que hacer, donde debían estar para ofrecer una resistencia organizada. Todos los alumnos de menos de 16 años debían permanecer en las mazmorras, protegidos por un grupo de Hufflepuff mayores.
Así los Slytherin, Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff de sexto y séptimo se unieron a la lucha con los maestros y con los elfos domésticos. Todos contra Voldemort. Olvidando si eran de una casa o de otra, olvidando si eran sangrelimpia o no, olvidando incluso que una buena parte de ellos no había completado aún su formación, y por lo tanto estaban en desventaja.
La marca oscura sobre la escuela fue apagando y empequeñeciendo los destellos lanzados por los profesores. La ultima y desigual batalla hacía caer a los alumnos uno tras otro.
Harry, rodeado de todos sus amigos, luchaba como uno mas, tratando de inmovilizar a los mortífagos.
Entre lágrimas de frustración y rabia, Harry vió caer a sus amigos uno tras otro. Hasta que finalmente un grupo de jóvenes mortífagos lo rodearon, con Ron herido en el suelo, y Hermione sollozando, pero en pie, luchando hasta el último suspiro.
Una voz silbante y aguda hizo dispersarse a los mortífagos, que hicieron un semicírculo a 10 metros de Harry. El dolor se hizo intenso de nuevo, y en un acto reflejo Harry cerró los ojos. Tampoco podía oir nada, ni las maldiciones ni los gritos que le rodeaban.
Así fue como sintio mas de lo que oyo el grito de Hermione, al desmmayarse a su lado. Ella no podría soportar otro cruciatus, y Harry luchó consigo mismo. Tenía que abrir los ojos. Tenía que proteger a Hermione.
Pero ahora estaba solo. Miraba a Voldemort fijamente, en un duelo de miradas. Verde contra rojo. Y Harry lo sintió. Él era débil, Voldemort iba a ganar. Y lo oyó. Debía unirse a él. Tenía que luchar contra Dumbledore, era el único modo de proteger a todos aquellos a los que quería.
-¡No!- gritó una voz furiosa de rabia contenida durante años detrás de Harry. Uno de los mortífagos rompió la formación y tiró la capucha y la máscara de mortífago al suelo.
-¡Vuelve aquí, Draco!- gritó otra voz, autoritaria. Pero el joven Malfoy le ignoró e hizo desmayarse uno tras otro a sus compañeros, que nos se atrevían atacar al hijo del capitán.
Pero ni Harry ni Voldemort veían nada de eso. Su duelo continuaba. Harry supo que iba a morir, antes o después. La diferencia estaba en si moriria como un heroe protegiendo a los suyos, luchando con Voldemort. O como un covarde, llorando, y dándole la espalda a los suyos, solo morir para fingirse el mas valiente, para que todos le adorasen después de muerto.
Sintió como la varita se le escurria entre los dedos y cayó de rodillas. No se dio cuenta de que aquellos pensamientos no eran suyos, hasta que su frente comenzó a sangrar.
-Avada Kedavra- susurró una voz.
Harry, con los ojos cerrados sintió al rayo deslizarse hasta él. Vio el torrente de muerte precipitarse hasta "el niño que vivió" Ahora no tendría una madre que diese la vida por él.
Pero el rayo no llegó a su destino. Alguien se interpuso y Voldemort lanzó un grito de frustación que rompio el control que ejercia sobre Harry.
Temeroso, Harry abrio los ojos, y sollozando se arrastro hasta la persona tumbada ante él.
Lloró como nunca lo había hecho. Lloró por las oportunidades perdidas, por las amistades olvidadas, por las fotos en blanco y negro, por el profesor de pociones.
Dejó el cadave en el suelo despacio, cerrandole los ojos suavemente. Cogió algo que había al lado del profesor y se puso en pie, mirando a Voldemort con un nuevo brillo en sus ojos.
Las cosas habían cambiado. Voldemort miraba a su alrededor asustado. Los alumnos que tan ligeramente habian tomado por muertos se levantaban, luchando contra el dolos. Todos los profesores excepto ese molesto Snape estaban vivos, y en cambio una buena partye de sus mortífagos dormía como bebés. La traición del hijo de Malfoy fue un duro reves, pues todos sus amigos le habian seguido. Y la pequeña batalla que habia tenido con el joven Potter había sido casi completamente inútil.
Dumbledore corrió con todas sus fuerzas al ver a Severus en el suelo, seguido por Sirius, Remus y los demás miembros de la Orden del Fénix.
Pero no llegó hasta voldemort. Contempló paralizado como Draco Malfoy y Hermione Granger se colocaban a la misma altura de Harry. Cómo los tres apuntaron a Voldemort a la vez, y cómo, poseídos por tres espíritus conocidos, pronuncuiaron la maldición imperdonable.
Los tres se desmayaron. Voldemort cayó al suelo. De los cuerpos exánimes de los tres alumnos surgieron tres esencias, que primero se abrazaron, y luego arrastraron a una cuarta hacia arriba.
Albus nunca supo si había sido realidad o un efecto optico. Pero en aquel instante podría jurar que estaba viendo a Lily y James Potter abrazar tiernamente a Severus, antes de llevarse a Voldemort entre los tres...
Ron Weasley corrio cojeando hacia donde estaban sus amigos y el novio de su hermana.
-¡Están vivos!- gritó, feliz, al atónito Dumbledore.
Mientras Hermione trataba inútilmente de librarse de Ron para contarle a Harry qué había sentido al compartir su cuerpo con Lily, Harry miró a Draco, quien le obsevaba con ojos grandes y asustados.
-Él dijo... la caja.... el arbol...- tartamudeó.
Harry asintió y dejó a Draco y Hermione con Dumbledore y los demás. Esquivando los brazos que trataban de sujetarle, caminó hasta el Sauce Boxeador, dónde antes había estado Severus. Se coló entre las ramas y susurró un ligero lumus a la varita que tenía en la mano.
Allí estaba. En una esquina, y oculta entre unas rocas, como si alguien hubiese tratdo de esconderla, más de si mismo que de los demás.
Harry se inclinó y cogió la pequeña caja azul. La abrió con manos temblorosas, como quien profana un altar.
Cogió a Greenie delicadamente. Era espinoso y tenía un aspecto atemorizante. Pero era un animalito de peluche, y por lo tanto era agradable de abrazar. Justo un buen Slytherin, espinoso por fuera, pero delicado y complicado por dentro.
Cogió el manojo de cartas. Estaban sin abrir, y todas ellas tenían el membrete de Godric's Hollow.
En el sobre marrón estaba ahora la foto de la batalla de comida.
Ya solo quedaba el libro.
-"Jornada de Estudios en el mundo muggle", por Alphonse Malfoy.- leyó.
Harry frunció el ceño, preguntándose que clase de Malfoy escribiría sobre los muggles, y que tenía ese libro que ver con Lily. Abrió el libro para averiguar quien era el malfoy, pero en su lugar vió una dedicatoria escrita con una letra similar a la de Hermione.
Harry la leyó despacio, para comprender todas las palabras. Luego, suavemente ceró el libro. Llorando por el último sacrificio que se había hecho por él. Sacó de su bolsillo la capa de invisiblilidad, y del bolsillo de ésta el mapa de merodeador, guardado alli desde su ultima escapada nocturna.. Guardo el mapa en la caja, junto con greenie, el libro, el sobre y las cartas. También guardo la varita de Severus, que había utilizado en su enfrentamiento con Voldemort al comprender que la suya sería inútil. Cerro la caja y la envolvió en la capa de invisibilidad.
Con sus propias manos hizo un agujero en el suelo y enterró la caja invisible. Después la cubrió de tierra. Se quedó alli de rodillas, mirando la tierra removida en la oscuridad. Hasta que una ligera luz le iluminó por detrás.
-¿Harry?
El susodicho no se movió cuando oyó la voz detrás de él
-Harry... tengo algo que decirte. Algo que te ayudará a comprender lo que ha ocurrido esta noche.
-No es necesario, Sirius.- dijo Harry friamente- él me lo contó todo antes de morir. Fue todo tan...
-Nosotros solo jugábamos. Éramos niños entonces. Y después todo cambió, ¿te lo dijo? Pero él se alejó de nuevo.
-Lo sé, hicisteis lo que pudisteis. Ya no importa. Todo está perdonado y olvidado. ¿los viste? ¿Viste a mis padres?
Sirius no dijo nada. Sí, él tambien los había visto, aunque no sabía como lo había hecho Harry, si estaba desmayado.
Sirius observó a Harry en la penumbra. Había lago distinto en su ahijado. No supo determinar porqué, pero de pronto no se parecía tanto a James. Estaba serio. Tenia una mirad inteligente y un gestod e infinita tristeza. James nunca había sido asi. Ahora se parecia mas a Severus.
Ignorando la incrédula mirada de su padrino, Harry salió de túnel, con paso firme. Después de muerta su madre le había salvedo la vida en multitud de ocasiones. Sólo lamentaba que en la ultima se hubiese llevado consigo a la persona en quien Harry aún comenzaba a ver a un amigo. Un amigo de verdad.
¿Y bien? ¿Qué les pareció? Espero que por ser el último, no me dejen este capi sin reviews, prometo contestarles....
Hasta el proximo fic, un beso a todos.