Y aquí esta otro capítulo de este Fic. Ya se que he tardado mucho, lo siento, pero mi inspiración no estaba en su mejor momento, pero ahora me parece que ha slido un capítulo leible, bueno eso espero. JAJAJA
Los personajes no son mios escepto los que lo son, que todos sabeis cuales son. Los personajes son de...Haber que levanten la mano lo que no lo sepan...¿ninguno? ües si todo el mundo sabe de quien son no lo digo, porque acabaremos gastandole el nombre.
Irisa Seli: Lo que pasara con McGonagall, ya lo veremos JAJAJAJAJA(risa terrorífica). Muchas gracias por tu review espero que te guste este capítulo.
Naiko: A mi también me da pena la pobre Gabrielle, en este capítulo aparecerá su reacción.
Luzoscura: Yo opinó que Minerva no es tan mayor, creo que tendrá 45 o así. ¿Además a ti nunca te ha gusatdo tanto una persona que sientes celos hasta que se le acerque un cura? JAJAJAJA.
*Bueno, si McGonagall, verdaeramente tiene 75, como tu dices, mirad esta bola que tengo entre las manos...
Teneis sueño mucho sueño, los parpados os caen, cuando cuente tres dormireis. uno...dos...tres...
Ahora, McGonagall tiene 45 años, aunque todo el mundo os diga lo contrario no les hagais caso...
Cuando vuelva a contar hasta tres volvereis a despertar y no os aordareis que habeis sido hipnotizados...uno...dos... ¡un momento! Otra cosa Kalisto siempre tiene razón, ahora si uno...dos...tres... Despertar.
Lo que iba diciendo McGonagall tiene 45 años (todas las personas que estan leyendo asienten) JAJAJAJAJAJA (risa malvada)
Sheyla Ryddle: Muchas graciaaaaaaaas!!!
Essya: Muchas gracias (Dice Kalisto sonrojada). Si, si, tienes razón eres malísima... como yo JAJAJAJA. Para saber como reaccionará Gabrielle por la marca oscura piensa, si descubres que Sev, un Gran amigo tuyo (bueno mio), esta aliado con el mago más malo de todos (sin contarme a mi, JAJAJAJA) ¿Que harías?
Bueno la respuesta a estas y muchas otras preguntas (aunque no todas si no donde esta el misterio y la intriga), en el capítulo númerooooooooooooo, 13, un pasado con mortífagos.
13. UN PASADO CON MORTÍFAGOS
Gabrielle no podía dormir. Estaba demasiado asustada, había pasado días enteros con ese mortífago asesino. Bajo a su sala común todavía en estado de choc. No podía acabar de creérselo pero era una evidencia. Ella con sus propios ojos había visto la marca oscura, la señal con la que se marcaba, como al ganado, los magos fieles a Voldemort.
Se sentía traicionada, ella había considerado a Severus como un amigo, hasta había llegado a creer que podía romper el caparazón que aislaba a Severus del resto de la gente. Pero no, se había engañado a si misma. Severus solo la utilizaba para ganar puntos enfrente a su amo. Los mortífagos eran la cosa que más miedo le daba a Gabrielle, aunque no recordaba nada de su pasado, intuía que los mortífagos eran lo peor de lo peor. No entendía porque pero sabia que ella había tenido algún que otro encuentro con estos.
A la mañana siguiente llegó a la clase de transformaciones, medio dormida y echa un lío. Intento atender a clase pero su mente se fue de la clase y ella se pasó la hora sumida en sus pensamientos, cosa que le costo 10 puntos a Slytherin. Estaba pensando, sobretodo, que a la hora siguiente le tocaba pociones, con la persona con quien menos deseaba habla o ver. A acabar la clase decidió que no iría a clase de pociones, y sin decir nada a nadie se fue a su sala común y se tumbó en la cama esperaba poder dormir un rato, pero cuando cerraba los ojos veía claramente la marca en el brazo de Severus.
Pasó la hora de pociones y le tocaba Defensa contra las artes oscuras, cuando iba a salir de la habitación hacia el salón donde se hacia la clase, chocó con alguien en la puerta. Al ver con quien había sido se quedó blanca como el papel.
-Me tenias preocupado, pensaba que te había pasado algo- le dijo Severus recriminándole que le hubiera preocupado.
-Yo...- Gabrielle cruzó la puerta y bajó corriendo las escaleras hacia su sala común.
-¡Gabrielle!- le gritó Snape y antes de que pudiera alcanzar la puerta de la sala común, que estaba vacía, Severus la cogió del brazo fuertemente para que no se escapara- ¿qué te pasa?- preguntó un poco molesto por la huida de la niña.
-Por favor, déjame. No me hagas daño- realmente Gabrielle estaba muy asustada incrementándose esto más por no tener un pensamiento demasiado racional, al tener la apariencia y, más o menos, mentalidad de una niña de 11 años.
-Pero se puede saber ¿que te pasa?- Gabrielle empezó a llorar.
-Por favor...-susurró Gabrielle entre lagrimas pidiendo que la dejase marchar. Severus accedió a su petición y le dejo el brazo, cuando se vio librada se fue corriendo a su próxima clase.
El profesor de pociones estaba muy desconcertado, no sabía que era lo que le pasaba a Gabrielle.
-Puede que la poción le afecta más de lo que pensaba- murmuró para si. Decidió no insistir más hasta que se tomara la poción que le devolvería la mentalidad de mujer adulta.
Antes de entrar en la aula de DCAO, Gabrielle se secó las lagrimas, llegaba tarde.
-Señorita Cooper, ya que esta de pie, necesito que venga un momento.- Gabrielle suspiró. Esta se acercó al profesor Lupin que le sonreía amablemente, luego este se dirigió a toda la clase- Bueno, el temario de este año de DCAO, es más importante teniendo en cuenta los últimos sucesos en la comunidad mágica, es decir, iremos mucho más rápido y hacia las cosas importantes.- los alumnos suspiraron.
"Hoy veremos el Boggart, es una animal que se transforma físicamente en la cosa que más miedo da a la persona que tiene delante. Pero, con algunas diferencias, aunque para verlas tienes que mantener la sangre fría.
"Bien, la manera de combatirlo es aparentemente sencilla tenéis que pensar en una cosa que os provoque risa y transportarlo a la cosa que más miedo os da. ¿Hasta aquí, alguna pregunta?- preguntó el profesor Lupin. Nadie dijo nada, por lo que Remus dedujo que lo habían entendido todo.
"De acuerdo, después de pensar en la cosa graciosa y que el miedo se haya transformado en ella, tenéis que decir RIDIKULUS. Haber provad...- toda la clase empezó a practicar las palabras, cuando Remus vio que ya lo decían correctamente se giró hacia Gabrielle.- Señorita Cooper, ahora voy a liberar el boggart cuando la vea, va a aparecer su miedo , tiene que pensaren algo que lo ridiculice.- Remus abrió la caja donde estaba el boggart, provocando las exclamaciones de los alumnos, era una cosa negra que al ver a Gabrielle, se transformó en otra cosa también negra. Era la silueta de una persona, toda vestida de negro, con una capa con capucha también negras. Hasta aquí Gabrielle lo pudo soportar más o menos bien, no entendía por que salía una persona vestida de negro como su peor pesadilla. La persona en la que se había transformado el boggart se levantó la manga del brazo izquierdo y Gabrielle se quedó sin habla, no podía respirar. Esa persona tenia una serpiente que se entrelazaba alrededor de una calavera. Su mente le iba diciendo que no era real, que eran imaginaciones suyas, p ero no podía hablar y mucho menos pensar en nada graciosos. El boggart, transformado en mortífago se acercó a ella y Gabrielle pudo ver claramente quien había detrás de la mascara, aunque fue la única, pues el mortífago se había puesto delante de toda la clase mirándola a ella.
Gabrielle tenia miedo, por algo era la cosa que más miedo le daba. Su corazón empezó a latir más rápido. Se quedó mirando fijamente al mortífago y no podía moverse. En su mente apareció una escena, un grupo de hombres vestidos de negro y con máscaras, evidentemente mortífagos, entrando en una casa y una persona de la cual no podía ver el rostro diciéndole que escapara.
-Ridikulus- Gabrielle salió de sus pensamientos. El profesor Lupin había devuelto el boggart a ala caja.- Señorita Cooper, ¿se encuentra bien?- le preguntó Remus poniéndole una mano en el hombro.
-Yo... lo siento- Gabrielle salió de la clase corriendo y se encerró en su habitación. A la hora de comer alguien llamó a la puerta. Al no ser respondió optó por entrar.
-¿Gabrielle?- dijo el profesor Lupin dulcemente. Este se acercó a la cama de la chica u se sentó en ella. Dumbledore me ha contado quien eres.
Gabrielle solo lo miró, y bajo la cabeza.
-Me tenias muy preocupado...
-Lo siento, no pretendía...
-No es eso, Gabrielle, ¿qué te paso en la aula?
-Es que...no entiendo muy bien porque pero los mortífagos me dan mucho miedo, y...y me vino a la mente un, no se si lo podría denominar...recuerdo- los ojos se le empañaron al recordar la escena.
-Si quieres puedes contármelo, puede que te ayude- Gabrielle asintió y le contó todo lo que había visto, la escena en si no tenia porque darle miedo, era más bien lo que sentía cuando esta pasaba. Remus se levantó- no te preocupes demasiado por esto, supongo que tarde o temprano ya te irán saliendo más recuerdos. Vamos que te acompaño al gran comedor.- Gabrielle asintió y siguió al profesor.
Pero pasaron 5 días y a parte de que Gabrielle no se presentó a clase de pociones el siguiente día tampoco pasó por su despacho para tomarse la poción.
Severus decidió enviarle una lechuga, citándola por la noche en su despacho. Pero esta vez tampoco se presentó. Severus estaba empezando a enfurecerse, una cosa es que tuviera la mentalidad de una niña de 11 años, otra muy diferente era que no se presentara a sus clases sin dar explicación, que lo esquivara cuando iban a cruzarse y que desobedeciera a un profesor.
Decidió esperarla en la puerta de su sala común hasta que saliera. Espero una media hora y salió acompañada por sus dos amigos.-
-Wolf, Hobson, sigan su camino- Gabrielle se quedó pálida, intentó con la mirada que sus amigos no obedecieran, pero el semblante del profesor no admitía replica y decidieron obedecer- Vamos.- le ordenó a Gabrielle- esta se armó de valor y lo siguió hasta su despacho. Este le indicó que se tomara la poción. Ella pensó que eso era una buena idea siempre tenia más posibilidades de enfrentarse a él siendo adulta que una niña. Cuando esta volvió se sentó en la butaca que siempre utilizaba cuando iba al despacho de Snape. Severus parecía muy enfadado.
-¿Gabrielle podrías decirme que te pasa?- le dijo suavemente pero con dureza.
-Nada, ¿qué te hace pensar lo contrario?- dijo con su sonrisa inocente.
-Haber...dejame pensar...- dijo suavemente, se levantó y se acercó a la butaca donde estaba sentada Gabrielle. A esta se le aceleró el corazón- a si ya se. ME EVITAS, NO VIENES A MIS CLASES Y HACÍA SEIS DIAS QUE NO TE TOMABAS LA POCIÓN- le dijo realmente enfurecido. Gabrielle se levantó.
-¿Tu crees que hay algo que ha podido provocar este cambio de actitud?
Severus no dijo nada, eso venia a decir que era su culpa que Gabrielle se comportaba como lo hacía.
-Pues si tienes razón- dijo sacando su varita.
-¿Pero que...?
-Me has engañado, eras bueno conmigo solo para luego matarme.- Gabrielle sonaba más dolida que enfadada.
-Gabrielle ¿Qué estas diciendo?- le preguntó Severus que no entendia de lo que hablaba.
-Lo que oyes. Yo pensaba que eras mi amigo, pero ya veo que me equivocaba, solo eres un horrible mortífago- A Severus se le cayó el alma al suelo.
-¡Yo no soy un mortífago!- se defendió Severus.
-No te hagas el inocente conmigo, levántate la manga izquierda y saldremos de dudas.
-Yo...- lentamente Severus le descubrió la marca de Lord Voldemort en el antebrazo izquierdo. A Gabrielle ya no le quedaron más dudas, Snape era un odiosos mortífago. No pudo soportar estar delante de él, sin ponerse a llorar, por las cosas ocurridas en los últimos días, así que decidió salir del despacho de Severus.- ¡Gabrielle y no...- pero esta ya se había ido- soy un mortífago- susurró para si.
Inmediatamente Snape se dio cuenta que Gabrielle había salido de su despacho en su verdadera apariencia y fue corriendo a buscarlo, antes cogiendo la poción rejuvenecedora. Una hora después la encontró cerca del lago ya era muy entrada la noche, se habían saltado la cena y ahora casi todos los alumnos estaban en sus salas comunes.
-Gabrielle- esta se levantó de golpe al oír la voz de Severus.
-No te acerques maldito mortífago- dijo Gabrielle sacándole la varita.
-¿No crees que si te hubiera querido matar ya lo hubiera echo?- Gabrielle bajo la varita, Severus continuo imperturbable.- yo no soy un mortífago.
-Si que lo eres he visto la marca oscura en tu brazo- le replicó Gabrielle.
-Si no te has dado cuneta he utilizado el presente. Ahora no soy un mortífago, antes lo fui- Severus bajo la cabeza, se sentía incomodo al hablar de este tema.
-¿Y como puedo saber que dices la verdad?- le preguntó pero su corazón le decía que era verdad.
-No lo puedes saber. Tienes confiar en mi...o en ti. ¿De verdad crees que yo soy un mortífago, con todo lo que me he preocupado por ti?- le dijo Severus. Gabrielle bajo la cabeza y se sentó otra vez en el suelo cerca del lago.
-Lo siento, yo...tendría que haber confiado en ti- Severus se sentó a su lado- pero es que la verdad es que tengo miedo. No se porque pero me cuesta mucho confiar en la gente. Y cuando me sentí segura contigo, descubrí la marca y pensé que me habías traicionado.
-No te preocupes, Gabrielle- dijo rodeándole los hombros con el brazo- yo tampoco confío mucho en la gente- Gabrielle sonrió con lagrimas en los ojos- no me digas que te va a poner a llorar- se burló Snape.
-Es que me siento mal por haber desconfiado de ti...-Snape le dio la poción y ella se la tomó transformándose en una niña con una ropa bastante grande.
-Recuerdas yo, al principio también desconfié de ti.
La pequeña Gabrielle apoyó la cabeza en el hombro de su profesor y poco a poco se quedó dormida. Cuando esto pasó Severus la cogió en brazos y la llevó hasta las habitaciones de Slytherin y la dejo en su cama.
-Buenas noches Gabrielle- la tapó bien y le acarició el pelo. Se giro para irse y cuando estaba en la puerta oyó una dulce voz, medio dormida que se dirigía a él.
-Buenas noches, Severus...
N/A: Espero que os haya gustado, si es así, no es así dejadme reviews o enviadme un e-mail a Neui_Snape@yahoo.com. Por cierto si teneis suggerencias también me las podeis enviar.
Como veis tampoco soy tan mala...aunque...solo esperad.
Muchas gracias por leerlo.
KALISTO
