Preparaciones.
Había sido una noche estupenda, los dos habían compartidos tantos recuerdos hermosos. Esos recuerdos que te provocan volver a ser chico una vez más. Toda la noche estuvieron juntos frente a la fogata recordando... Bueno, hasta que llegó la profesora McGonagall y los mandó a dormir. Menos mal que no se llevaron ningún castigo.
Esa mañana estaba nublada, hacía frío y estaba nevando. Pero nada de eso evitaba que Hermione esbozara una gran sonrisa. Ese sería el día más grandioso de su vida. Por fin le confesaría a Harry lo mucho que lo amaba, sin importar que este no le correspondiera, sin importarle nada. Simplemente soltaría al aire un secreto que mantuvo por siete años consecutivos.
Caminar por los pasillos parecía volar entre nubes, estaba tan feliz que hasta ignoraba a sus "enemigas mortales". Incluso llegó a encontrarse con Malfoy y lo trató muy bien.
-Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí. La sangre sucia de Granger, ¿Dónde dejaste a San Potty? ¿Tan rápido de aburriste sin Wesel?
-No exactamente Ken- Hermione le esbozó una sonrisa- Pero también es buena pregunta dónde dejaste a tu barbie, no vaya a ser que se te escape de nuevo- Hermione se marchó a paso fijo, después de darle un beso en la mejilla a Draco- ¡Ah! Y... Feliz Navidad.
Dejó a Draco paralizado. Aunque después de unos segundos murmuró un "que asco", pero qué sabe uno qué estaría pasando por su mentecita malvadita (N/A: JAJAJAJA). El gran comedor estaba lleno, todos tenían caras felices, y algunos deseaban una feliz navidad, claro que eso se decía era a las doce. Caminó y caminó hasta encontrarse con Harry. El miraba sonriente a todos. Se sentó a su lado y le dio los bueno días.
-¿Dormiste bien anoche cierto?- Harry l miró pícaramente- Lo sé porque cargas una sonrisa hermosa en tus labios. Es la que siempre pones cuando estás muy feliz.
-Hay mucha razón en ello señor Potter. Gracias por la estupenda noche de ayer.
-Recordar es vivir mi linda- Los dos rieron- Y esta noche será más especial aún.
-Si ayer fue especial, hoy qué será.
-Hoy será inolvidable. Oye qué le pasó a Malfoy, ha entrado con una cara...
-No sé, yo solo le di un pequeño regalo de Navidad.
La comida estaba deliciosa, y el ambiente muy reconfortante. Se sentía bien estar allí, Hogwarts era su segundo hogar. Comió rápido para terminar de modificar su regalo, como había encontrado su diario tarde y se había quedado hablando con Harry, no había podido avanzar en nada. Pero con esos ánimos lo iba a terminar muy pronto.
*
-Muchas gracias- Harry salió de la cocina alegremente. Todo estaba perfectamente listo, la comida, la decoración, la sorpresa y por supuesto él.
Si todo seguía igual de bien, iba a ser la noche más perfecta de todas, pero le faltaba algo por pensar. Sabía perfectamente que era. Aunque no lo admitiera entre sus compañeros de cuarto, él sabía a la perfección que si sentía algo más por ella. ¿Desde cuando? Buena pregunta. No sabía exactamente desde cuando, pero algo tenía que admitir, la sonrisa de la mañana le había derretido completamente el corazón, y al parecer a Malfoy también.
Estaba completamente enamorado de Hermione, y había sido tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos o... ¿No?, Quizás ha estado enamorado de ella desde hace tiempo y no se había dado cuenta. Pero ¿Se atrevería a decírselo? Siempre le había dicho todo lo que sentía a ella, y eso era más que importante que lo supiera. Con el amor no se podía jugar. Pero temía, ella era su amiga y si no le correspondía podía romper un gran lazo de amistad. Pero la vida está llena de riesgos, y si no tomaba ese, podía perder algo muy especial en su vida.
Nunca se había sentido así, estaba enamorado, perdidamente enamorado de su mejor amiga. Quería estar con ella el resto de su vida, tal vez estuviera exagerando un poco las cosas, pero era cierto, por alguna razón extraña sentía que ese si era un verdadero amor. Que ese era el amor por el que tanto había esperado.
-Oye Harry, ¿crees que esta sortija le guste a Pav?
-No sé Seamus, tú la conoces mejor que yo.
-Pero ella también fue tu novia- Seamus lo jaló del brazo- ¿Qué es eso?
-Un collar- Harry se lo mostró a Seamus.
-¿A quién se lo vas a dar? OH no, ni lo digas, a Hermione ¿Cierto?, vamos, ten confianza.
-Sí, es para Hermione, este símbolo representa la amistad.
-Que tonto eres, tenías que darle uno de amor.
-Me di cuenta muy tarde.
-Nunca es tarde Harry, al menos más vale tarde que nunca. Por algo existe la magia, modifícalo, colócale una rosa roja, las mujeres se mueren por esos collares, por lo meno las brujas enamoradas...
-¿Crees que Hermione esté enamorada de mí?
-Que si no tío, por supuesto, solo ve a la chava, está rendidita por ti. Vamos Harry, sino se lo demuestra es capaz que se sienta mal y decida alejarte d ti, perderías un gran amor. Ustedes dos encajan perfecto, se conocen bastante, que pierden con intentarlo.
-Mucho, si no funciona perdemos mucho, no es tan sencillo como parece...
-Harry- Neville salió del baño con pasta dental en el cuello de la camisa- Tal vez no sea un experto en esto del amor, pero de algo sí estoy seguro, ella está súper enamorada de ti, ustedes son uno para el otro. Hazle caso a Seamus, díselo.
-Tienen razón... Tengo que arriesgarme. Siempre le he dicho todo a Hermione y esto no será la ecepción.
-Así se habla tío, ahora arréglate que pareces monito de circo- Los tres chicos rieron, ya tenía algo muy claro, esa sería una gran noche.
*
Mi corazón quiere...
Vamos Herms, concéntrate A veces quisiera que fueras realSigue escribiendo nena.
La emoción no me deja a ver...
Mi corazón te quiere hablar
Que por ti está latiendo
Recuerda que quieres expresarle lo que de verdad sientes.
Tienes razón, ¿Sabes qué? No hace falta que lo escriba, ya lo tengo todo en mi mente solo tengo que practicarlo y listo. Por cierto cual era el hechizo para invocar la música...
Sonorum instrumental.
Gracias, no sé qué haría sin ti.
-Oye 'Mione, ¿Has visto mi labial morado? Mi preferido.
-Está en el tercer gabinete Lav.
-AYYYY- Parvati entró al cuarto dando saltos de alegría- ¿A qué no adivinan?, al parecer Seam me va a pedir perdón, es decir que nos vamos a reconciliar y pasaré la mejor Navidad de toda mi vida.
-¿Pedirte perdón por qué?- Hemione no parecía muy interesada en el tema, pero quería saber lo que ella iba a responder.
-Por no habérmelo pedido antes.
-¿Y por qué te lo tenía que pedir antes?- Hermione disfrutaba ver como Parvati se trancaba en sus propios asuntos.
-Porque... Ush basta Hermione, siempre tienes que quitarle lo lindo a las cosas.
-La verdad duele- Hermione volvió a sumirse en su diario.
-¿Qué tanto escribes en ese diario 'Mione?- Lavender se acercó.
-Algo que las impactará en la noche, pero por ahora es secreto confidencial.
-Y no vas a arreglarte- Desde tempranas horas Parvati se estaba maquillando. Se había removido unas cuantas cosas desde que empezó, nunca estaba conforme- Ush, será que no me queda el azul cielo.
-Siempre te he dicho que te queda mejor el color blanco Pav.
-No voy a arreglarme mucho- Hermione había cerrado el diario y había fijado su vista en el techo. Sus ojos estaban más brillantes que nunca.
-Oye, pero mira no más como te brillan los ojos. Qué pasó ¿eh? Que te pone tan feliz.
-Quien es el afortunado que se robó ese corazón tan duro que tienes- Las dos chicas se acercaron a ella y esperaron una respuesta.
-No puedo decirles... Pero esta noche lo sabrán.
-Ah no- Parvati negó varias veces con la cabeza- Si esta noche vas a tener la cita de Navidad con ese chico, no puedo permitir que vayas con una pinta de loca. Se ve en tus ojos que es muy especial así que para algo debes usar algo especial.
-Tiene razón Pav, 'Mione ¿Por qué no usas la túnica lila? Está libre esta noche, libre para ti. Te debe quedar divina, y con un poco de maquillaje claro vas a quedar como toda una princesa.
-Está bien, las dejaré hacer lo que siempre han querido, pero no exageren mucho. Ayy lo que hace el buen humor.
Hermione estaba tan feliz que no sentía importancia alguna por lo que usara, estaba tan feliz que hasta podría besar al profesor Snape (N/A: Oops, creo que exageré lo de la felicidad, nadie puede estar tan feliz ¿O sí? Jeje lo que pasa es que yo también estoy feliz ^^) Esa noche sería la mejor de todas.
-Dime, ¿No te parece que quedó divina Dean?- Lavender sacó a Dean de la ventana.
-¿Qué haces aquí Dean?- Hermione sonrió sin saber por qué. No podía ocultar lo feliz que se sentía.
-Vine a ver a Pav, y a decirle que Seamus la espera en la sala común después de nuestra reunión. Es decir Pav, que te quedes allí.
-¿Vieron chicas? ¡Qué feliz me siento!- Parvati comenzó a saltar en la cama.
-Pav se te va a arruinar el peinado- Lavender la tranquilizó- Entonces Dean, que piensas de esta chica, no quedó hecha una princesa.
-Te ves genial Hermione, as a dejar a Harry sin habla- Dean se tapó la boca, estaba arrepentido de lo que había dicho. Pero al parecer Hermione no parecía brava al respecto- Lo siento, no debí haber dicho eso, ya me voy chicas. Las esperamos abajo.
-Entonces es Harry- Parvati sonó feliz- Entonces con más razón aún. A ese niño le gusta jugar salvaje ¿Eh? Para él necesitas verte muy especial.
-Sí que sí- Lavender se echó otro toque más de labial- Ese chico es muy especial, y muy romántico. Recuerdo cuando estábamos juntos... Ayy fueron buenos tiempos, él es tan dulce, pero definitivamente no era mi tipo, pero me hacía sentir muy bien.
-A mí también. Pero sí creo que es perfecto para ti Hermione, es más que perfecto, él es el indicado.
-Eso espero...
*
-Bajemos de una vez Harry- Seamus se amarró bien los zapatos y se arregló la túnica- Ya es hora de bajar.
-Oye Seamus, tienes una pelusa e la camisa.
-¿Dónde? Que horror, déjame quitármela, Pav odia que las cosas que me pongo estén llenas de pelusas.
-Era mentira, jaja, sí que estás angustiado.
-Esas bromitas tuyas Harry, bueno ya vamos pues, parecen mujeres de lo tanto que se tardan.
La sala común de Grffindor estaba deshabitada, pero dentro de unos segundos todo cambiaría. Dentro de poco esa se volvería la noche mas inolvidable de todas.
Notas de la autora:
Sé que está corto y aburrido pero ya enseguida les va el próximo.
Dejen sus review porfis!
