Eterno amor.
La entrada de las chicas fue espectacular, los cuatro chicos las estaban esperando para darse feliz navidad e disfrutar un poco hablando juntos. Habían unas cuantas cervezas de mantequilla sobre la mesa, con un poco de galletas navideñas. En el fondo había una silla solitaria. Algunos se preguntaban qué significaba eso, pero nadie sabía. Pronto todos los alumnos de Griffindor que se habían quedado esas navidades bajaron. La sala estaba llena y conversaban alegremente.
Harry visualizó a Hermione con su vestido lila. Las miradas de los dos jóvenes brillaban a pesar de que la luz era tenue. Sus corazones comenzaron a acelerarse sin razón alguna. Ninguno se atrevía a hablar, la situación era incómoda, pero por Dios ¡Era Navidad! Eso no podía quedarse así.
-Te ves hermosa mi linda- Harry le ofreció una cerveza de mantequilla, hasta los dieciocho no podían tomar algo más, estaba prohibido en Hogwarts.
-Gracias Harry, tu también te ves muy bien.
-Guao Herms, te ves extraordinariamente bien- Neville le deseó una feliz Navidad a la chica y se fue a charlar con una de sexto.
-Concuerdo perfectamente con él. Pareces una princesa. Umm, prueba esta galleta, tiene un sabor extraño pero está divina- Harry le acercó la galleta a la boca y ella la mordió. Tenía un sabor extraño, pero después de que te acostumbrabas sabía muy bien.
-Está deliciosa. Oye Harry, ¿De dónde sacaste esa camisa verde? Te hace resaltar tanto los ojos que ni se te ven.
-Entonces no me los resalta sino que me los transparenta- Rieron- Bueno esta me la había comprado en este verano pero no pensaba utilizarla. Me pareció bonita porque asimilaba mis ojos.
-Se te ve muy bien. Si hubieses tocado en Slytherin el uniforme te hubiese quedado perfecto- Hermione dejó a un lado su vaso y tomó otra galleta.
-Que va, ¿Yo en Slytherin? no puedo ni imaginarme ser amigo de Draco.
-Bueno...
Pensamientos de Harry
-Harry, siempre has sido tan buen amigo, por eso he decidido dejarte toda mi fortuna. Para que sigas siendo mi amigo.
-Que amable eres Draco, pero no hace falta que arriesgues tu bolsillo, simplemente con que me des una casa y un trabajo es suficiente. Ah y que me pagues los gastos.
-¿Ves? Por eso digo que eres el mejor amigo que se pueda tener.
-Si tú lo dices, con lo que me importa.
Pensamientos de Hermione.
-JAJA, miren es la sangre sucia y su amiguito pobretón. Ven Harry, es la oportunidad perfecta para humillarlos.
-Basta Draco, todo lo que haces es una pérdida de tiempo, vamos a buscar a aquellas chicas de Ravenclaw, están buenísimas.
-Sí, tal vez tengas razón, pero no olvides que tenemos un asunto pendiente con ellos...
-Ese es mi amigo- Harry lo jaló del brazo y se lo llevó a donde las chicas.
Regresando a la realidad.
Los dos rieron incontrolablemente.
A coro- No.
-¿Te lo imaginaste Harry?
-Que si no, que idea tan repulsiva ¿Yo? ¿Amigo de Draco? Nada que ver.
-Yo tampoco puedo creer lo mal que actúas siendo malo. Definitivamente lo tuyo es ser un buen niño educado.
Le encantaba pasar ese tipo de buenos ratos con Harry, claro que faltaba Ron, pero nada es perfecto no podía pedir más, más tarde cenaría con Harry a solas, sin que los molestaran, y dentro de poco por fin le confesaría cuanto lo amaba. Las canciones a veces hablan más que nada. Dentro de poco sería hora de darle su regalo a Harry. No estaba nerviosa pero tampoco aliviada, sentía un poco de pena, tendría que cantar frente a todos, eso no era sencillo, y menos para ella. Detestaba todo lo relacionado con "Público". Que le gustara cantar no significaba que adorara esa palabra.
Harry detallaba cada sonrisa de Hermione. Ella se veía tan feliz como él, sin duda alguna le confesaría esa noche lo que sentía. Tenía tantas ganas de besarla, de probar el sabor de sus labios, de acariciar sus mejillas de... Ya se estaba yendo muy lejos y ni siquiera se lo había dicho, pero es que era inevitable no sentir esa clase de cosas, estaba enamorado, y estarlo implica todas esas cosas. Se preguntaba que pensaba hacer ella como regalo, le había dicho que también era especial, pero imaginarse a Hermione haciendo un acto o algo así era algo extraño. Por alguna razón pensaba que el regalo no era material. Qué sería...
Ya se estaba haciendo la hora. Faltaban exactamente treinta minutos para que se sentara enfrente de todo el mundo y comenzara a cantar. Lo que hace uno por el amor... Lo que se atreve a hacer. Pero ya no había vuelta atrás, ya no había nada que le impidiera hacerlo. Ella quería, pero a la vez no. Era ese típico miedo que nos hace dudar muchas veces sobre lo que vamos a hacer o decir. Pero hay que correr riesgos, había practicado toda la tarde, ¿Qué podía salir mal? Si seguía así de nerviosa, allí sí que se le podía caer todo más rápido de lo que ella pensaba.
Que cosas ¿No?, lo que pueden llegar a hacer los nervios. Y lo que era peor aún, miedo escénico... Y lo que de verdad le dolía, es que ella tenía las dos cosas. Pero tenía que superarlo, no podía arruinar esa noche y menos su confesión. Después de seis años de cobardía tenía que hacer algo, no podía llegar a vieja con ese secreto. Ya lo había pensado hace días y lo había decidido, pero entonces ¿Por qué tanto miedo? Si Harry no le correspondía qué importaba. Bueno sí importaba, pero qué podía hacer, sobornar a Harry para que se quedara el resto de su vida a su lado.
-Ya pues Hermione, estás hecha un mar de nervios- Hermione se hablaba a sí misma.
-¿Por qué?- Harry la había escuchado. Ella se puso totalmente roja y trató de inventar una buena excusa, pero nada se le ocurría.
-Es que... es por... es porque... Soy muy nerviosa, todo me da nervios.
-Nah, no me mientas, nunca has sido tan nerviosa.
Hermione rió nerviosamente- Jeje, es que... me comenzó hace... Días, hace días... cuando... cuando mencionaron... mencionaron... El examen final, sí ¿Sabes? Eso me da mucho miedo, es que aún no tengo un tema fijo para hacerlo- Estaba mintiendo por supuesto, desde quinto sabía que su tema se iba a relacionar con el mundo mágico y el de los muggles.
-Pero creí que me habías dicho que se iba a relacionar con el mundo mágico y el de los muggles, eso me dijiste en quinto.
-Vaya pero que buena memoria- Hermione maldijo al que le dio la buena memoria a ese niño- Pero mentí. No. Es decir, no mentí, sólo que ya no quiero hacer ese tema porque... me parece que es... ¡Aburrido!
-¿Aburrido?- El chico de ojos verdes quedó más que extrañado- Que extraño, pero bueno si tú lo dices mi linda, no hay quien te contradiga y menos yo.
-«Ay Harry... siempre tan dulce e inocente, aunque lo de inocente lo podían reemplazar por tonto, no es que fuera tonto en ese total sentido, sino que al creer en las vil mentiras de Hermione se hacía ver tan inocente. Pero es que él creía en ella, eso era lo que pasaba» - Uy, tres minutos para las ocho, a las ocho y quince empieza mi acto. Oye Harry- El chico volteó- Ya vengo ¿Sí? Es que... Tengo que ir al baño.
-Ok mi linda, pero no te me pierdas, mira que a las nueve nos vamos.
-Sí, no te preocupes, estaré antes de las nueve contigo, ahora tengo otra cosa que hacer.
Se fue corriendo al baño por unos segundos, se lavó los dientes y calentó un poco. Tenía que asegurarse de que no hubiera nada malo con su voz. Mibsy entró al baño rápidamente, era una chica de sexto que "admiraba"a Hermione. Se habían hecho amigas y bueno, la había escuchado cantar en una de esas, le encantó y por eso decidió a yudarla. Corrió hacia ella y le retocó el cabello. Le deseó suerte y salió.
Ahora todo quedaba en manos de ella. Mibsy solo la presentaría y después todo dependía de ella. No lo iba a arruinar. Ya no estaba nerviosa, trató d mentalizarse eso, ya no estaba nerviosa. Ya todo estaba bien.
-Necesito su atención por favor- Mibsy pidió silencio a todos los chicos y chicas que estaban charlando en ese momento- Ha una persona que quiere dar en este preciso instante su regalo de Navidad a alguien en especial. No voy a decir nombres- Con esto último dejó ver a Hermione que estaba sentada en aquella silla solitaria. Sus nervios ya se habían ido. Se sentía muy confiada, ya no había vuelta atrás.
Hace tiempo que nos conocemos
que estamos los dos
en algo que parece una amistad.
Compartimos mil secretos
nos contamos mil cosas
es hora de decirte la verdad.
Algo nuevo estoy sintiendo
mi corazón te quiere hablar
que por ti está latiendo
y te quiere preguntar
qué vas a hacer el resto de tu vida
qué vas a hacer desde ahora y para siempre
yo quiero saber
si un milagro puede ser
que este sueño sea
el comienzo de un eterno amor.
Yo quisiera que me acompañes
que me cambies la vida
quisiera verte en cada atardecer
y que sepas que te extraño
cada vez que te vas
necesito tenerte cerca un poco más.
Yo no puedo estar fingiendo
mi corazón no aguanta más
que por ti sigue latiendo
y te quiere preguntar
qué vas ha hacer el resto de tu vida
qué vas ha hacer desde ahora y para siempre
yo quiero saber
si un milagro puede ser
que este sueño sea
el comienzo de un eterno amor
El público quedó silencioso admirando la voz de la chica. Algunos podían imaginarse para quien era tan lindo regalo, otros ni idea, pero todos lo disfrutaron. A ella no se le notaba ni una pizca de nervios, parecía muy tranquila y muy feliz con lo que estaba haciendo. Lo había logrado. Todo había salido como ella lo pensó. Ya había terminado.
Harry quedó perplejo. No podía creerlo. Sentía una cantidad de cosas extrañas inexplicables. Hermione le había confesado por medio de una canción todo lo que él quería decirle. Su corazón no paraba de latir aceleradamente. Sentía tanta emoción que no podía encerrarla. Todos le abrieron un paso al chico para que quedaran frente a frente. Hermione se levantó y se quedó inmóvil un rato. Pero al notar la primera sonrisa de Harry corrió a sus brazos. Se sumieron en un dulce abrazo. No les importó nada, en ese momento no importaba nada, solo ese amor que sentían uno por el otro.
Empezaron a tocar una hermosa música de fondo, Hermione y Harry aún seguían abrazados. Después se separaron un poco y Harry la tomó por la cintura. Parvati y Lavender miraban encantadas, tal vez no se llevaran muy bien con Hermione, pero ver a una pareja feliz era conmovedor. Empezaron a bailar un poco, apenas daban unos cuantos pasos. Apoyaban sus cabezas en los hombros del otro dejándose llevar por el ritmo suave que sentían sus oídos.
-Mi linda, antes de que vayamos a cenar quiero que tengas este collar puesto. Esto representa mi amor- No era un sueño, Harry le estaba diciendo que la amaba y no era un sueño. Un secreto revelado después de seis años había salido a la luz.
-Dime que esto no es un sueño. No, mejor no me lo digas, porque si es así, no quiero saberlo tan pronto.
-Yo tampoco. Pero no creo que esto sea un sueño- La chica se dejó poner el collar.
-Me encantan las rosas del amor, está muy lindo Harry.
-Tenemos mucho de que hablar señorita ¿Eh?- Ella sabía que se refería.
-Sabrás todo lo que quieras, pero primero demuéstrame que esto es real y que no estoy soñando como una tonta- Harry acercó sus labios a los de ella y le dio un pequeño beso. Sabía que no podían exagerar porque estaban frente a todo el mundo, pero por más corto que haya sido, fue mágico.
-No creí que pasara de esta manera Herms. No sé cómo me pude enamorar así de ti, el caso es que te amo, y que nunca había amado tanto.
-Dios esto no es un sueño... Yo también te amo.
Notas de la autora:
Estoy tratando de terminar el próximo capi lo mas pronto posible, espero que les haya gustado, por fin ese beso. Bueno no tengo más nada que decir. La canción es de Shakira, se llama eterno amor, es de un Cd viejo.
Feliz libertad y Próspero gobierno nuevo!
Dejen sus reviews!
Lis Jade Black Malfoy
