La cena.
Los relojes apuntaban las ocho treinta, faltaba media hora para la gran cena que Harry le daría como regalo de Navidad. Las parejas se movían lentamente al compás de la música. Todos estaban bailando tranquilamente, muchas acariciaban las espaldas de sus amados, y éstos revolvían los cabellos de las chicas. El ambiente estaba fresco, podía sentirse como el aire acariciaba sus mejillas.
-Harry... – La chica de cabellos marrones alzó su vista para encontrarse con la penetrante mirada del chico.
-¿Quieres que nos vayamos ya?- Hermione tomó su mano y se dejó guiar por aquel joven que le había robado el corazón- Pues se hará como usted diga princesa.
-Que nombres los que me pones Harry- Se sonrojó hasta el tope, Harry siempre había tenido la característica de ser halagador.
-Sólo le pongo los nombres que merece una princesa como tú. Ahora basta de plática, sino nos descubren.
Siguieron caminando, Hermione no tenía ni idea de a donde iban, de seguro era una sala secreta que había descubierto. No sería nada raro, al chico le encantaba andar por los pasillos a altas horas de la noche. Siempre le llegaba con que había encontrado un lugar nuevo, pero después cuando lo iba a buscar no lo encontraba «Espero que eso no pase ahora» Pero si Harry había escogido ese lugar para la cena es porque tenía algo especial, y sobre todo porque sabía donde estaba.
Cierto temor invadió a la chica, ¿Y si no encontraba aquel lugar?, No, no podía ser, Harry parecía seguro de a donde iba, pero ya había caminado tanto que empezaban a aumentar las dudas. Harry andaba silencioso, pero muy seguro, pero... ¿Y si lo hacía para que ella no se asustara.
-Harry sabes a donde vamos.
-Estoy seguro de ello princesa.
Enseguida después de las últimas palabras Harry encontró la puerta. Sin razón alguna le dio las gracias a la chica y le besó tiernamente la frente. Hermione se sonrojó un poco, no se acostumbraba a la dulzura del chico, siempre había sido así, pero ahora habían detalles nuevos.
Al abrirse la puerta, se descubrió una sala amplia. Tenía unos muebles viejos, pero muy limpios, una gran ventana que daba vista a todo el bosque prohibido. Las luz sólo era de la fogata que estaba un poco más allá de la ventana. Era hermoso, al instante comprendió por qué el chico había escogido aquella habitación.
-La encontraste- Hermione parecía sorprendida y fascinada a la ves.
-Es que si estoy seguro de que la voy a conseguir la consigo, de eso se trata, de eso siempre se ha tratado. Desde que empecé a descubrir salas y tratar de mostrártelas siempre se había tratado de eso. No las encontrábamos porque al momento de empezar a buscar ya pensábamos que solo sería un milagro si la conseguíamos. Para encontrarlas hay que estar seguros de que sabes donde está, y tú me terminaste de dar esa seguridad mi linda- Harry besó la mejilla de la chica de cabellos marrones.
El chico le mostró el mueble dándole como seña que se sentara. Ella lo hizo. Harry comenzó a buscar unos vasos, los llenó de cerveza de mantequilla y le ofreció a Hermione quien aceptó un poco después de todo ya habían tomado bastante en la sala común de Griffindor.
-Te preguntarás que vamos a hacer aquí ¿Verdad?- Hermione no tuvo ni que asentir, Harry le tomó la mano y la dirigió a la ventana. Enseguida la abrió dejando pasar un aire fresco. Se veía caer suavemente la nieve, y la neblina tapaba la luna llena- Pues la verdad, haremos lo que tú quieras, puede ser tan insignificante como quedarse viendo por esta ventana. Cumpliré lo que quieras.
-Y si digo que te quiero a ti.
-A mí me tendrás- Los dos fueron acercando sus labios. El primer contacto fue un simple roce, pero luego se transformó en una cantidad de sentimientos mezclados. Hermione pudo notar como ese beso se volvía más apasionante. Harry sentía lo mismo, no podían detenerse, sus corazones latían aceleradamente. El chico bajó sus manos hasta la cintura de ella y comenzó a acariciarla, ella puso sus manos sobre su cuello, subiéndolas de ves en cuando para revolverle un poco el cabello.
Se separaron lentamente. Hermione dejó sus ojos cerrados sintiendo como la respiración de Harry le calentaba el rostro. Él comenzó a acercarse de nuevo a su rostro pero esta vez le hizo cosquillas en el oído susurrándole varios "te amo". Ella rió suavemente mientras Harry besaba su cuello. Un viento atravesó la ventana y los dejó frente a frente.
-Esto es lo que vamos a hacer señor Potter- Harry se volteó y caminó hacia una cortina.
-Claro que es eso lo que vamos a hacer, pero primero... –Harry descubrió las cortinas, dando paso a una mesa muy elegante. Estaba llena de comida navideña (N/A: Perdón por no describir lo que había en la mesa pero yo que sé que comen los magos en Navidad, y no Carol, no puedo poner hallacas)
-Vaya señor Potter, se esmeró bastante con la comida- Harry le ofreció asiento a Hermione- Vaya que tienes buen gusto.
-Con un poquito de ayuda claro- El chico de cabellos azabaches también tomó asiento- Buen provecho mi linda.
-Gracias e igualmente.
Hermione estaba nerviosa, no sabía exactamente por qué. Tomó los cubiertos y comenzó a comer, Harry le siguió el ejemplo.
-Ups- La chica dejó caer el tenedor sin querer.
-¿Por qué estás nerviosa mi linda?- Los dos se agacharon al mismo tiempo para tomar el cubierto. Levantaron sus miradas que enseguida se cruzaron.
-Creo que no lo sé... – Hermione besó a Harry inesperadamente. Éste le correspondió dulcemente, besándola apasionadamente como sabía hacerlo – Creo que debemos detenernos Harry.
-¿Por qué? – El chico miró extrañado.
-Porque... Tenemos que comer, primero la comida y después todo lo demás.
-Si tú lo dices princesa – Le ofreció su mano para ayudarla a levantarse y siguieron comiendo.
*
-Estuvo divino todo Harry, gracias por la cena – Hermione se acercó a la ventana con los ojos brillantes y su corazón acelerado. Qué iba a pasar ahora...
El chico se sentó en el mueble más cercano. Los dos esperaban alguna reacción, pero era totalmente desconocida.
El cabello de Hermione se mecía con el viento. Sus ojos eran levemente iluminados por la luna. Su corazón explotaba en latidos, y tenía una extraña sensación llena de sentimientos confusos. Él le miraba dulcemente, le parecía toda una reina cuando veía su cabello mecerse en las tibias manos del viento, cuando veía que era feliz.
-Ven Herms, creo que llegó la hora de hablar.
-Tienes razón – Sonrió levemente y acompañó a Harry en el mueble. Sentía un poco de nervios, pero al ver que Harry sonreía se le fueron hasta los tiempos - ¿Por dónde empiezo?
-Empecemos por... Cuando te enamoraste de mí, me interesa saber todo eso.
-Pues... Fue hace seis años. Yo estaba ayudando a Neville a encontrar a Trevor y así de la nada llegué hasta ustedes y pues... Es difícil recordar que fue lo que sentí al verte, pero desde ese instante me gustaste. Me pareció al principio que era un sentimiento estúpido de adolescentes, pero luego eso fue cambiando, y me fui dando cuenta de que crecía y crecía cada vez más y que por más que lo intentara no podía evitar el enamorarme de ti.
-¿Por qué me lo ocultaste? – La chica bajó la vista.
-Temor Harry, el temor a ser rechazada. El mismo temor que hace perder cosas tan importantes. Es algo inevitable, algunos son más valientes, pero yo soy tu mejor amiga y lo que más temía era que si te lo confesaba perderíamos lo que llevábamos sembrado de amistad. Es decir, yo no podría verte más con cara e amigo, y tú menos como una amiga, sabiendo que me gustas nunca hubiese sido igual.
-Herms... no sé que decirte. Me hace sentir tan mal que hayas sufrido tanto...
-Pero era bonito Harry, era triste pero muy bonito. Enamorarme de ti fue lo más bonito que me ha pasado en toda mi vida, y ahora aún más sabiendo que tú también me correspondes.
«Por otra parte Harry, no quería montarte otro problema cuando ya peleabas los suficiente con Ron, creo que si yo te lo hubiera dicho en ese entonces estarías tan atormentado ahora que ni la Navidad hubieses querido celebrar»
-Siempre así Herms, siempre pensando en mí como tu bebé.
-Es que lo eres, para mí eres mi bebé. Es que en algunas cosas eres tan débil como uno de ellos, y en otras eres tan fuerte... Tu punto débil siempre ha sido la vida sentimental. Te afecta y eso es comprensible.
-Qué hubiese sido de mí si no te hubiera conocido (N/A: Lalala si no te hubiera conocido no sé que hubiera sido de mí, sin tú mirada enamorada no sé si yo podría vivir lalala) Es que si me pongo a pensar todo lo que has hecho por mí... Tendría que bajarte el cielo.
-Y yo... Tú también has hecho muchas cosas por mí, y la más importante de todas ha sido que... – Una lágrima corrió por su mejilla – Que has arriesgado tu vida a costa de la mía, eso es muy difícil de olvidar. Es algo que siempre voy a tener en cuenta, lo que has hecho por mí y por Ron es simplemente increíble. Eso fue lo que me hizo enamorarme de ti cada vez más.
-Bueno pero... No quiero que te me pongas así de chiquitica con todos esos sentimientos, esta tiene que ser una noche muy pero muy feliz, así que hablemos de la hermosa canción que me dedicaste. ¿La escribiste tú?
-Sí, es lo que normalmente hago en mi diario, escribir y cantar. Por eso cuando se me perdió sentí que estaba perdida, pensé que tendría que darte otro regalo.
-Mi mejor regalo has sido tú princesa – Harry la trajo contra sí, la recostó de su pecho y comenzó a acariciar su cabello dulcemente – Eres lo mejor que me ha pasado en la vida (N/A: Ya estoy viendo tu cara andre jeje ^^) (N/A: (Carol dice) Uy lissy sí que te pasas poniendo a Harry como tremendo Romeo)
Acercaron sus labios (N/A: T_T me he quedao corta en palabras, ya no sé que poner) y disfrutaron del dulce sabor de los labios del otro. Hermione se recostó sobre Harry aún besándolo y como un reacción imprevista comenzaron a remover un poco sus ropas.
-Herm, antes de nada, estás a tiempo de arrepentirte, después no hay vuelta atrás – Le echó una mirada penetrante esperando la respuesta.
-Muy bien, decido no arrepentirme.
-Entonces que continúe – Harry empezó a besar el cuello de la chica dulcemente, evitando el salvajismo (N/A: Jejejeje, fuera lo salvaje, jeje mentira, que tenga su partecita) El besaba sus mejillas, mordiendo de ves en cuando sus orejas (N/A: o.O ¿No era que Hermione nunca se había besado con un chico por amor? De repente parece una experta, pero qué digo, si este es mi fic yo soy la que lo escribo, así que yo debo saberlo -____-)
Harry despejó por completo el vestido de Hermione, dejándola solo con ropa interior (N/A: Ok suficiente, lo dejo a su imaginación -__-) (N/A: Ya sé Carol, tengo que continuar...) sus respiraciones estaban agitadas, podían sentir completamente el calor del otro. Sentían que algo les quemaba por dentro.
-Harry... yo... – Los dos sudaban – Ya van a ser las doce, creo que...
-Tienes razón princesa. Además que a las doce hay algo que quiero que veas.
Los dos tomaron sus ropas y comenzaron a vestirse rápidamente, el reloj apuntaba las once y cincuenta y siete minutos. Era hora de decir ¡Feliz Navidad! Y de celebrar. Hermione se lavó un poco el rostro que estaba lleno de sudor mezclado con maquillaje, al igual que Harry, porque a él también le había quedado maquillaje (N/A: Hey no fue que se maquilló, sino que estando con Hermione se le pegó, claro... con tanto beso y tanta cosa)
Sonaron las campanas y salieron corriendo a la ventana. Harry le ordenó a Hermione que cerrara los ojos y los abriera de nuevo. Lo primero que visualizó fueron fuegos artificiales, algo imposible porque la tecnología muggle no funcionaba en aquel lugar. Pero eran reales, o al menos lo parecían. Eran de todos los colores y de todas las formas. Pero uno la impactó aún más, porque decía bien en grande "Feliz Navidad para mi linda, te ama Harry", a la chica se le detuvo el corazón... No lo podía creer. Nadie en la vida hubiese podido ser ni igual ni comparado con lo que era Harry.
-Feliz Navidad princesa.
No tenía palabras para expresar todo lo que sentía en ese momento, se quedó en silencio y esperó a que los fuegos cesaran. En una noche buena había encontrado el amor, en una noche buena había encontrado su destino, y lo más importante, en una noche buena había encontrado la razón de vivir.
F I N
Notas de laautora:
Ñaaaaaaaaaaaaa, que corto me quedó el capi T_T, espero que les haya gustado. Si no, bueno compresible, de seguro no es lo que esperaban pero no todo se puede cumplir. Les deseo atrasado un feliz año nuevo, jeje mentira un Próspero gobierno nuevo, jeje Un feliz año pa ti, un feliz año pa mí, un feliz año pa todos, menos pa Chaaaaaaaaveeeeezzzzzzz
Nuestras gaitas ahora son consignas jejejeje.
Urgente, Urgente un nuevo presidente!!!!!!!
Ni un paso atrás, FUERA, VETE YA!!!!!!!
Gracias por los reviews que dejaron, y dejenlos también en este capi que fue el último. ^^ se me olvidaba decirles que los invito a unirse a mi comunidad de fics, para que manden los suyos también http://groups.msn.com/HarrPotterfics/
Lis Jade Black Malfoy.
