Erika despertó cuando un suave ruido de pasos hizo eco en la caverna. Al abrir los ojos se preguntó qué hora sería puesto que la luz del sol apenas penetraba en aquel lugar y no le era posible determinar si la mañana estaba ya avanzada.
- Eh, Gibin ¿ya ha amanecido?- preguntó ella al enano que permanecía apoyado junto a las ascuas del fuego extinguido.
- Sí, hace menos de una hora- respondió- Te has levantado a tiempo para conocer a algunos de mis amigos.
- ¿Más enanos?- dijo Erika frotándose los ojos.
Al prestar atención al ruido de pasos que la habían despertado, notó que eran de varias personasmejor dicho, eran de varios enanos.
En pocos minutos, tres enanos más aparecieron por uno de los túneles. No parecieron sorprenderse mucho de encontrarse allí a Erika y a Maglor, casi parecían ignorarlos.
Gibin se encargó de las presentaciones, aunque Erika tuvo que contener
la risa cuando descubrió los nombres de aquellos tres nuevos personajes.
Eran Bolin, Dorin y Nolin.
Vestían de forma parecida y cada uno llevaba un pico, probablemente para
algún trabajo de minería, los saludaron con cortesía pero
no con demasiado entusiasmo. Pronto se despidieron, pues según ellos
tenían mucho trabajo. Mientras se marchaban, Erika no pudo evitar ponerse
a tararear algo que sonaba como "Aiho, aiho, vamos a trabajar..."
- Bueno, yo he de volver. Mi guardia ha terminado- dijo Gibin de pronto.
- Siento que no tuviéramos más tiempo para hablar- dijo Erika-
me hubiera gustado
saber más sobre los enanos.
Gibin rió, complacido.- Eres muy peculiar ¿lo sabías? Quizás alguna otra vez pueda contarte la historia de los enanos, desde los días de Durin el Inmortal hasta la llegada de los enanos a las Cavernas Centelleantes.
Ella sonrió. - Eso espero, siempre que la historia no sea demasiado larga.
El enano río de nuevo. - Intentaré no hacerla demasiado larga y pesada.
- Trato hecho entonces.
Ambos se estrecharon la mano, y tras unas pocas indicaciones de Gibin, Erika
se dirigió a la salida de la cueva de los enanos, con Maglor y Laika
tras ella.
Tras despedirse con la mano una última vez, Erika continuó su
camino al tiempo que la puerta se cerraba lentamente.
- Ha sido una experiencia interesante- comentó ella- aunque no es que tú fueras muy sociable, Maglor.
El elfo masculló algunas palabras en su idioma y Erika arrugó la nariz.
- Si vas a insultarme al menos hazlo de forma que pueda entenderte.
Maglor se volvió a mirarla - No te estaba insultando, solo he dicho que fue una mala idea meterme en una cueva llena de enanos.
- Eres un elfo lleno de prejuicios ¿sabes?- respondió ella.
- Al menos ya no me insulta- susurró él como para sí.
- Me temo que te equivocas, secuestrador pervertido.
Maglor suspiró, pero Erika sonrió divertida.
Continuaron caminando en silencio durante una hora aproximadamente, Erika sabía que el elfo pretendía volver a casasi aquel bosque de elfos podía considerarse técnicamente una casa. Pero a ella no le apetecía demasiado, así que mientras andaba, se planteó ir a hacerle una visita a los hobbits, ya que había desaparecido sin ni siquiera despedirse de ellos.
- Voy a visitar a mis amigos hobbits- anunció ella de pronto.
Maglor se giró a mirarla. - ¿Tienes amigos hobbits?
- Pues sí ¿qué pasa?
- Nada, solo que me resulta extraño.
- Tú si que eres extraño. Pero dime ¿me vas a acompañar?
El elfo se quedó pensativo un momento.
- Venga- dijo Erika- me hiciste una promesa ¿recuerdas? ¿O no es por eso que me has seguido?
Maglor parpadeó - ¿Promesa? ¿te refieres a eso que tú llamaste promesa de meñique?
- Eso es.
- Pensaba que estabas demasiado borracha para recordarlo.
Erika le golpeó el brazo con el puño. - ¡Eh! Vigila tus palabras elfito.
- ¿Cómo que elfito?
- ¿Prefieres secuestrador pervertido?
- ¡Quieres dejarlo de una vez!
Erika sonrió divertida, le había cogido mucho gusto a eso de hacerle rabiar. Maglor la miraba sin comprender por qué se comportaba de aquella manera, primero lo insultaba y después le dedicaba una linda sonrisa.
- Entonces ¿vienes conmigo?- preguntó ella.
El elfo se encogió de hombros suspirando. Erika lo tomó como un sí, así que sonriendo continuó caminando hacia el interior del bosque.
El día transcurrió tranquilo, pero como se habían despedido de Gibin cuando la mañana estaba ya avanzada, la caída del sol llegó antes de que pudieran llegar al Viejo Hobbiton. A Erika no le importaba demasiado caminar de noche, pero aquellos lejanos aullidos que venían escuchando desde hacía unas horas empezaban a inquietarla.
- Hay que detenerse- dijo Maglor, parándose en seco.
- ¿Por qué? ¿estás cansado?
- No estoy cansado, pero los lobos nos siguen y no tendríamos muchas
posibilidades si
nos rodean durante la noche.
- ¿Lobos? Aquí no hay lobos- dijo Erika.
- Entonces que crees que es eso que hemos venido escuchando.
- Pues perros- respondió ella.
- Los perros no aúllan así. Debemos subir a un árbol para pasar la noche.
- ¿En un árbol?- dijo Erika arrugando la nariz.
- No muy lejos hay un viejo talan, podremos dormir allí.- dijo él.
- ¿Qué es un talan?
- Es como la plataforma en la dormiste la primera noche que llegaste al bosque.
Erika lo observó con curiosidad, preguntándose cómo sabía él dónde había dormido ella aquel día.
- Si no hay más remedio- suspiró ella, y procedió a seguir a Maglor hasta un haya de grueso tronco.
Erika se acomodó como pudo en el talan, con Laika en su regazo. Maglor se paseaba echando miradas al suelo que ahora estaba a varios metros de distancia.
- ¿Algún rastro de los lobos?- preguntó ella.
- No, aun no.
- Me alegro de que esos bichos no sepan trepar a los árboles.
El elfo esbozó una sonrisa.
- Pero me aburro- continuó Erika- ¿no piensas hablar en todo el día?
- Solo hablo si me parece necesario- respondió Maglor.
- Pues ahora es necesario si no quieres que me vuelva loca.
Él se volvió a mirarla con curiosidad pero no dijo nada.
- Ahora que recuerdo- dijo ella- al final no me contaste nada de esos Silmarills de los que habló Gibin ¿por qué no me cuentas algo sobre ellos?
Un escalofrío recorrió la espalada del elfo.
- No me parece un tema apropiado.
- ¿Por qué no? Tú sabes algo que no me quieres decir ¿verdad? Venga, no seas aburrido.
- ¡He dicho que no!
Erika lo miró temerosa, era la primera vez que le gritaba de aquella forma y la había asustado, como la primera vez que se encontró con él. Laika gimió revolviéndose en sus brazos.
- Vale, como quieras.
Y girándose, se sentó de espaldas a él.
Apenas habían pasado unos minutos cuando Erika sintió que Maglor se sentaba junto a ella, pero mirando hacia el lado contrario.
- No es un tema del que me guste hablar- murmuró él lo suficientemente alto para que ella lo escuchara.
- ¿Por qué? Ocurrió algo terrible ¿no es cierto? ¿por eso no quieres hablarme de ello?
- Sí, algo horribley yo estaba allí e hice muchas cosas.
Erika se inclinó hacia detrás para observar el rostro del elfo. Al levantar la vista, ella le sonrió.
- Aunque no lo parezcas eres un buen hombrequiero decir, un buen elfo. No importa si hiciste algo malo antes, ahora eres bueno.
- Tú no lo entiendes- dijo Maglor.
- No, supongo que no lo entiendo- respondió ella encogiéndose de hombros- Pero entiendo que no quieras hablar de ello. Aun así, espero que no te quedes callado todo el día y me dejes muerta de aburrimiento.
El elfo sonrió ligeramente.
- ¡Oh! Una sonrisa, eso es nuevo- dijo Erika riendo.
- ¿Qué insinúas?
- Nada, nada. Venga Maglor cuéntame una historia como esas que decía Gibin, de princesas y dragones y esas cosas. No he escuchado ninguna desde que era niña.
- No conozco demasiadas historias.
- ¡Anda ya! tienes tropocientos mil años y no te sabes demasiadas
historias ¿y qué demonios has estado haciendo tanto tiempo?
El elfo se contuvo para no reír. - De acuerdo, pero si no te gusta la
historia, después no te quejes.
- No me quejaré, lo prometo- respondió Erika, sonriendo.
Así, Maglor comenzó la trágica historia de los hermanos y esposos Nienor y Turin, una hermosa pero triste historia, y al terminar el relato, Erika comentó con los ojos muy abiertos:
- ¡Esto es mejor que una telenovela! Quién se iba a imaginar una historia semejante. Aunque si me permites que te lo diga, los elfos sois un poco morbosos creando historias.
- Nosotros no creamos nada, la historia es tan cierta como que me llamo Maglor.
- Seguro- Erika lo observó un momento y dudó - ¿lo dices de verdad?
- Sí.
- Aunque Turin hubiera sido tan tonto como para no reconocer a su hermana y después casarse con ella ¿qué me dices del dragón? Los dragones no son reale- se interrumpió un momento.
Hacía tres días pensaba que los elfos no existían y ahora
- Ah, que más da- dijo Erika finalmente.- ¿sabes más cuentos de esos? Este fue de lo más interesante.
- Conozco otras historias.- afirmó Maglor.
- Pues vamos, cuéntamelas. Aun queda algo de tiempo antes que anochezca por completo y no tengo sueño.
El elfo suspiró pero con una débil sonrisa. - Está bien, quizás te interese la historia de Smaug el dragón.
Y continuó con una nueva narración, historias que llegaron a
sucederse una tras otra, aun cuando se elevaba la luna, Erika quedaba pendiente
de todas las palabras mientras Laika dormía en su regazo. Tantas historias
escuchó de Maglor que Erika poco a poco empezó a comprender muchas
cosas, y aunque no hablaba de ello directamente, mucho se le escapaba al hacer
referencias, cosas sobre aquellos Silmarills y de él mismo.
Puesto que se consideraba una chica bastante despierta, comenzó a atar
cabos con la información que obtenía y pronto descubrió
más de lo que al elfo le hubiera gustado.
De pronto un aullido que sonaba demasiado cerca, los hizo dar un brinco.
- Están muy cerca- dijo Maglor- Procura no moverte ni hablar, quizás nuestra presencia les pase inadvertida.
Erika asintió y se quedó observando en silencio la oscuridad.
Poco a poco sus parpados fueron cayendo, hasta que finalmente se quedó
dormida, con la cabeza apoyada en el hombro del elfo.
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Bueno, quizás en este capi no han hecho aparición otros personajes que hagan que la protagonista se vuelva loca de la cabeza ^^ pero es que quería "estrechar" un poco su relación con el pobre elfito.
Espero que recuerden la historia de Turin y Nienor, y si no, pues lo siento pero no me voy a poner a contarsela ^^ pueden mirarlo en muchos sitios y no tengo ganas de ponerme a escribir un pedazo resumen.
Gracias por los reviews!!!!!!!!!!!
