Para mí.
La sortija.
En el rostro de la chica se dibujó la expresión más triste y desolada que Harry haya visto nunca jamás y las lágrimas comenzaron a caer de nuevo por sus mejillas, a Harry lo empezó a encerrar una tristeza que jamás pensó que podría apoderarse de él, primero Ron estaba muerto y segundo su amiga lloraba sin cesar fue entonces allí, donde por la mejilla de Harry corrió una leve lágrima que se transformó en muchas más, abrazó a su "amiga" y compartieron sus tristezas juntos.
La celebridad de los magos, es decir el joven Harry Potter se encontraba viendo la televisión muggle, algo que no hacía desde hace varios años, en su rostro había una mueca de tristeza y estaba recién bañado con una bata. Prácticamente estaba flojeando. En este momento no había otro pensamiento que la muerte de su amigo, el sufrimiento de su querida Hermione y su embarazo, ahora que diablos iba a hacer. A él no le importaba casarse con Hermione ni nada de eso, lo que le importaba era como iba a reaccionar su prometido con respecto a eso ya que Hermione le había comentado que él era muy celoso. Estaba tan preocupado que había olvidado por completo que existía la palabra "cena" y se quedó dormido.
¡Riiiiiiinngggggg! ¡Riiiiiiinngggggg!- Harry buscaba desesperadamente el teléfono, después de echarse una buena caída agarró el teléfono- ¿Si, diga?
-¿Harry?
-¿Sí?
-Federic, no lo tomó muy bien, pero dijo que no había otra manera y que me separara de él. Dijo que lo defraudé pero que no importaba porque ya tenía otra mujer que le gustaba mucho.
-¡Ah! Es mujeriego...
-Supongo, pero el caso es que dentro de tres días es mi evaluación para graduarme
-Tan pronto, pero si sólo tienes 22
-Sí, pero como he sido tan buena alumna me adelantaron unos años y algunas clases innecesarias, no te parece genial, dentro de tres días me gradúo.
-¿Y que rayos piensas hacer?
-Pues lo que indica mi carrera, voy a cantar, bailar y lo de actuar ya lo presenté, no me dijiste que te transformaste en actor, tal vez pueda trabajar contigo
-¡Claro! Después de que des a luz
-Sí claro... oye Harry que vamos a hacer con respecto a los bebés...
-Pues nos vamos a casar
-De verdad, no estarás mintiendo.
-A poco no me crees.
-Bueno lo hablamos más tarde, me voy a bañar ¡Adiós!
Trancó el teléfono.
Tendría que comprar una sortija.
Se vistió y salió.
Visitó muchas joyerías pero ninguna le llamó la atención. La única que le gustaba era una de esmeralda. Era de oro y tenía intercalada una esmeralda con dos diamantes en los lados, enseguida la compró, esperaba que a Hermione le gustara. Harry salió de la tienda y se dirigió al restaurante Da'Rubís y comió un poco para luego hacer una reservación en el hotel. Quería esa reservación para pedirle a Hermione que se transformara en su esposa, sin embargo, ahora que lo pensaba bien no sería bueno celebrar una ceremonia en estos momentos, con la muerte de Ron. Al pensar esto Harry sintió un puntazo en el pecho, lo de la boda había hecho que se olvidara pero ahora se volvió a recordar y se sentía aún peor que ayer. Decidió tomar un poco de wisky, agarró una botella, hacía bastante tiempo que no bebía, la última vez había sido el día de su graduación donde se emborrachó al igual que Ron. Sintió otra punzada ¿Será que cada vez que lo recuerde me voy a sentir así?
Harry se bebió como siete vasos más y se recostó. Estaba algo atareado, empezaba a ver doble, se había vuelto a emborrachar. Trató de alcanzar el teléfono para pedir café pero no pudo, se cayó en el suelo y se quedó dormido. El teléfono comenzó a sonar pero Harry no contestó, estaba en el suelo dormido. A los diez minutos la puerta comenzó a abrirse, Arthur le había abierto la puerta a Hermione la cual entró de inmediato. Gritó su nombre hasta que lo notó tirado en el suelo. Se estremeció un poco.
-¿Harry?, que te pasa, James... -antiguamente así es como lo llamaba
-Ah, que..., Dónde estoy...
-¿Qué tomaste? Estás borracho... ¡Señor Arthur ordene un poco de café!, Por qué Harry, por qué tomaste.
-No sé, no me acuerdo... Herm, esta noche quiero que nos veamos en el balcón del hotel...
-Está bien amor, pero ahora recuéstate en la cama.
-Te recuerdas cuando nos emborrachamos los tres... amanecimos los dos juntos, por poco y te mueres de un infarto y Ron... maldita sea ¿por qué tuvo que morir?...
-Ya cálmate, no te alteres, sabes que está mal cuando se está bebido.
-Aquí tiene el café señorita.
-Muchas gracias.
Harry se quedó dormido.
Notas de la autora: Dejen sus reviews ^^
Lis Jade
