Para mí.

La petición.

Eran las siete y cuarto de la noche, Harry había preparado una cena increíble con velas por todos los lados, una cena muy romántica, algo que le encantaba a las chicas. Estaba atareado aun, pero no le importó mucho, las cosas habían sucedido tan pronto... aunque pensándolo bien, eso tuvo que haber sucedido hace años si Hermione no se hubiese ido. La noche estaba muy estrellada y había luna llena, era un perfecto día para pedirle a Hermione que se transformara en su esposa. Un viento fuerte interrumpió los pensamientos de Harry, era una pequeña lechuza grisácea traía una carta la cual Harry abrió enseguida, Harry leyó:

     Estimado señor Potter, le informamos que una parte de la película será grabada en la escuela de Beuxbatons la semana próxima, por favor venir a la quinta Bela, avenida 4 de la calle Los rosales, espero su llegada el lunes a las 5 en punto de la mañana, para partir a las siete hacia la escuela. Se le agradece ser puntual.

Atte. Ben, asistente.

-"Vaya, nos veremos de nuevo Fleur, ahora sí que se complicaron las cosas, los celos de Hermione van a ser un trabajo difícil.- Harry ya sabía que Hermione odiaba a Fleur desde que dio clases en el quinto año de Howarts, Fleur se le acercaba mucho a Harry algo que le molestaba tanto que varias veces peleaba con él. Dejando la carta en la mesa bajó al balcón deprisa para no dejar esperando a su dama. El balcón se encontraba tranquilo por lo que Harry puso una música suave la cual iba muy bien con el ambiente. Hermione llegó al rato, vestía un vestido negro algo apretado y le tapaba los zapatos de lo largo que era. Llevaba un peinado complicado, una especie de moños de donde le caían hermosos rizos, por lo que él se fijaba Hermione empezaba a cuidarse muy bien el cabello.

-Buenas noches mi querida damisela.

-Buenas noches mi dulce caballero.

-Tome asiento.

-De donde te salió eso, ahora si no te conociera juraría que saliste de un castillo.

-Si lo hice, para rescatarte y pedirte a la luz de esta luna que nos acompaña que te conviertas en la acompañante de este dulce y solo caballero

          Hermione quedó fascinada con las palabras de Harry, nunca nadie le había hablado tan dulcemente. Harry le mostró una pequeña sortija esmeralda con diamantes a los lados. Hermione asintió y repentinamente se besaron apasionadamente. Los dos cenaron a gusto y después de hablaron un poco. Harry le informó a Hermione sobre su estancia en Beuxbatons la cual no pareció muy alegre al escuchar la noticia aunque Harry agregó rápidamente que ella iría con él. Aun así ella no pareció emocionarse pero no iba a dejar pasar la oportunidad de vigilar a Harry de esa víbora de Fleur.

-Está bien...

          Pasaron una noche maravillosa, bailaron, conversaron, se besaron, se abrazaron y disfrutaron de la luna llena. Nunca habían estado tan unidos...