Para mí.
No puedo permitirlo.
Por desgracia, en el mes de Marzo, surgió un grave problema, la neumonía de Hermione, futura madre de dos bebés, se puso más grave. El día veintitrés de Marzo, faltando días para que fuera Abril y nacieran los bebés Hermione recayó. Estaba leyendo hasta que se sintió un poco mareada, se levantó de la cama y tosió fuertemente, no respiraba bien, le faltaba mucho el aire, se estaba ahogando. Por suerte Harry llegó al instante de su práctica de Quiddich y notó a la chica enseguida. El corazón casi se le salía al ver tal escena y era que... que... su amadísima Hermione se le estaba muriendo enfrente y él parecía tan paralizado por esa escena que no hacía nada al respecto; pero eso no se quedó así, Harry localizó a Sirius y se la llevó pronto a él.
Parecía que era el fin de todo, no se salvaría ni ella ni los bebés, lo único que quedaba era que Sirius recurriera a lo que no quería una operación, era lo mejor para ese caso, si perdía a los niños sería doloroso pero no tenerla más a ella sería fatal. Harry tuvo un ataque de nervios muy fuerte y Remus lo atendió, estaba al tanto de la medicina de Harry ya que lo había tratado él mismo. Antes de que le dieran anestesie a Harry, Sirius le avisó que sacarían a los bebés antes de la operación, al parecer no era el fin, pero... ¿Qué dirían los padres de Hermione que estaban al tanto de su embarazo y su neumonía, y que les alegraba tanto que fueren a tener nietos y que por supuesto le confiaron a Harry la salud de su hija? O ¿Qué dirían sus amigos, antiguos profesores y directores a Harry después que la crisis haya terminado?. Las preguntas rotaban en la cabeza de Harry cómo una ruleta hasta que Remus lo durmió y le dio pastillas para dormir sin sueños.
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No todo había salido a la perfección como en los cuentos de hadas, se pudo salvar a los bebés pero estaban en observación y estaban muy graves, en cuanto a Hermione, ella estaba en coma, apunto de morir; no había sido una operación fácil y menos después de dar a luz a sus dos bebés. Harry había despertado e inmediatamente se dirigió a donde estaba Hermione pero no lo dejaron pasar, sólo podía verla por el vidrio, se veía tan mal, Harry sintió un vacío. Ella estaba allí, recostada enfrente de él con el rostro pálido y con cantidad de cosas a su alrededor, eran esas máquinas que utilizaban esos muggle cuando operaban. Eran horribles y hacían ver a Hermione más débil de lo que estaba. ¡La chica estaba agonizando y Harry no podía hacer nada! Sirius le decía y le repetía que pronto estaría bien pero se veía tan mal...
Por otro lado, los bebés estaban muy pálidos, Harry no los había podido diferenciar bien y menos cuando después de un rato llegaron Dumbledore, McGonagall, ¿Snape?, Los padres de Hermione, sus amigos del set y demás a apoyarlo en aquellos momentos pero estaba tan distraído que ni cuenta se dio de sus consuelos. Dumbledore sin embargo había hecho entrar a Harry en razón, lo sacó de sus ilusiones y lo trajo de nuevo al planeta. Al rato de conversar un poco con sus profesores se fue hacia los demás también para conversar, se le fue olvidando poco a poco lo que pasaba con Hermione y sus hijos y se fue distrayendo algo que mejoró muchísimo su humor. Claro está que la alegría no perdura mucho, Sirius llegó hasta Harry murmurándole para que nadie más escuchara que Hermione estaba a punto de morir y que la fuera a visitar. Así lo hizo.
-Herm, te vas a poner bien cariño
-Prométeme que vas a cuidar muy bien a lo niños...
-No te vas a morir.
-No aguanto... más... prométemelo...
-No puedo hacer eso.
-Claro que puedes... –al decir esto le empezó a faltar el aire y el aparato que indicaba como seguía su corazón sonaba fuertemente.
-¡Sirius! ¡POR FAVOR VEN!
-¿Qué pasa? ¡OH!, diablos sal de aquí Harry
-Pero...
-¡QUE SALGAS! ¡ES UNA ORDEN!
No podía permitirlo.
No podía permitir que el único amor de su vida se muriera.
Y no se iba a morir.
