Mi amada, mi vida.

Una conversación padre a hijo.

Harry se dirigió a la habitación de su hijo. Tocó la puerta pero James no la abría así que tuvo que recurrir a la magia.

-¿Ves?, Es por eso que no me gusta la magia.

-Porque pude abrir la puerta...

-Sí, déjame sólo papá.

-Ven acá, tú y yo vamos a tener una charla de padre a hijo ¿Te parece?

     Se encogió de hombros.

-Quien te gusta.

-Sa-Saman-Samantha, así se llama y es muy bonita, tiene mi edad...

-Y se lo dijiste

-No

-¿Y por qué no?

-Porque... porque... yo, bueno este... yo... no

-¿A ella le gusta alguien?

-No lo sé, ella es mi mejor amiga papá.

-¡OH!, ya veo, así que es tu mejor amiga tal y cómo lo éramos tu madre y yo

-¿De verdad tú y mamá eran mejores amigos?

-Por supuesto que sí campeón.

-Que bien, entonces tu crees que yo a ella le guste.

-¡Claro!, por qué no a ver

-Pues porque me ve como su amigo...

-Obviamente, ahora, pero tu madre y yo nos volvimos novios a los quince así que caballero, usted tiene once, todavía le queda mucho.

-Gracias papá.

-A la orden siempre, ahora vaya a dormir que mañana nos divertiremos mucho.