03
Sonic, dando media vuelta, corrió velozmente buscando a Knuckles y a Amy, ahora empezaba a comprender, aquella despedida era de verdad, se iba, y eso sí que le asustaba, empezó a recordar todo lo que había intentado decirle Amy a lo largo de la semana, el tonto había sido él al no querer escucharla, era culpa suya, ahora era muy tarde, tenía que haberla ayudado antes.
Faltaban escasas horas para que amaneciese, pero la luna aún seguía en lo alto, las nubes se habían dispersado y la habían dejado iluminando la oscura colina desde donde la contemplada Amy.
-¿Por qué aquí?- Preguntó Knuckles rompiendo el silencio.
-Este sitio es bonito.- Contestó Amy mirando el profundo lago bajo la colina.
-Ya, buena razón...- Dijo Knuckles mirándola de reojo.
Amy calló de nuevo, Knuckles parecía estar nervioso, el tiempo pasaba deprisa.
-Pronto amanecerá,- Dijo al fin Amy. -será mejor ponernos a ello.
Amy se giró y se quedó inmóvil ante Knuckles, estaba rígida, sólo su cabello ondeaba al viento, y poco a poco, al ver que Knuckles tardaba, empezaron a temblar ligeramente sus rodillas, al igual que Knuckles, que se acercó un paso, dudando.
-Adelante, guardián, es el momento, haz tu trabajo.- Dijo Amy intentando que Knuckles se decidiese.
-Sonic me va a odiar por esto...- Murmuró el equidna.
"Guardián" así había empezado Amy a llamar a Knuckles, era una manera de captar su atención, de hacerle saber cuándo iba en serio, aunque en ese momento Knuckles tuviese la mente nublada y lo único que deseaba era que todo aquello acabase de una vez por todas.
-Tú sólo hazlo, Sonic no tiene nada que ver en esto, es mi decisión... y tú serás el heroe, tú evitarás que Alfred haga una masacre a mi costa... ahora tú eres mi guardián.- Concluyó Amy.
Knuckles miró al interior de la Master Emerald un momento, cómo si le preguntase a Tikal lo que debía hacer, volvió a fijar su vista en su rosada amiga, lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, debía de serlo si ella lo decía. La Master Emerald estaba en su mano, la alzó para reclamar aquel poder que le pertenecía y luego la enfocó hacia Amy, ella alzó ligeramente la cabeza con sus ojos cerrados, ahora se sentía relajada, ahora que llegaba al final veía que se lo estaba tomando mejor de lo que había pensado, y cuando el poder de la Master Emerald empezó a deslizarse en su interior, notando cómo le flaqueaban las fuerzas al sentirse morir, entonces sonrió dejando resbalar una lágrima recordando el calor de los abrazos de su amado erizo azul, le sentía tan cerca de ella, pero el verdadero Sonic ya había llegado hasta ellos, rápidamente Sonic se avalanzó sobre Knuckles.
-¡¿Qué demonios haces?! ¡Estás loco, la radiación de la Master Emerald la matará!- Gritó Sonic intentando reducir a Knuckles en el suelo.
-¡De eso se trata!- Dijo Knuckles quitándose de encima a Sonic sin demasiada dificultad.
Amy había caído de rodillas, la presencia de Sonic le era confusa, no sabía si era real o ya había muerto y aquello eran sus últimos pensamientos. Sonic se puso al lado de Amy, traqueteándola por los hombros mientras gritaba su nombre, ella no reaccionaba, estaba con la mirada fija en Knuckles, viendo cómo se levantaba el equidna en unas imágenes que le llegaban tarde, parpadeó un par de veces y miró a Sonic.
-¿Sonic? ¿qué haces aquí?
Sonic dio un resoplido aliviado y quiso decirle tantas cosas en ese momento que las palabras se le entrecortaban, no conseguía aclarar nada, la cosa estaba cada vez peor, y Amy, se puso en pie y se apartó de él de una forma un tanto brusca, como Sonic nunca pensó que pudiese hacerlo.
-¡¿Por qué te metes?! no es asunto tuyo.- Dijo Amy intentando parecer enfadada.
-Amy, ¿vas a continuar con lo que estábamos?- Preguntó Knuckles ansioso.
-¡Pues claro que sí! pronto amanecerá, no puedo permitir que pase...
Sonic saltó entre ellos dos.
-¿El qué? ¿qué tiene que pasar? ¿quién es el hechicero?
Amy y Knuckles le prestaron atención un momento.
-¿Te lo ha contado Tails?- La expresión de Amy cambió.
-Mira, Sonic,- Comenzó Knuckles sin querer perder el tiempo -un hechicero llamado Alfred le echó a Amy un poderoso conjuro de traspaso.
-No lo entiendo- Dijo Sonic más confuso aún.
Amy resopló fuertemente.
-Vamos a ver, para que lo entiendas, es como un veneno, cuando acabe la luna llena el veneno hará efecto, es decir, la muerte, pedí a Knuckles que me matase primero...
-Espera, espera, ¿por qué te ha de matar?- Le cortó Sonic.
-¡Porque hoy el veneno me matará de todas formas! liberará mis poderes; antes de morir aparecerá el hechicero de nuevo para recogerlos, si lo consigue podrá usar las Time Stones a la perfección y controlar el tiempo, por eso necesitaba a Knux, si él me mata antes de que lo haga el hechizo, Knux heredará mis poderes y el mundo se salvará, pero para eso debe ser él quien me mate.
Sonic se quedó unos segundos pensativo.
-¿Quién es Alfred?- Preguntó al fin.
-Eso te lo puedo decir yo,- Sonó la voz de Tails a su espalda -"Alfred el hechicero" también conocido como "Alfred Prower"... mi hermano mayor.
Y junto a un Tails que parecía realmente deprimido, apareció la figura de un zorro de la edad de Sonic más o menos, una mirada helada, dos colas, y un cetro de brillante esfera verde eran lo que más resaltaban.
-Encantado de conocerte, Sonic the Hedgehog.- Alfred hizo una reverencia bastante altiva. -Mi hermanito está encantado contigo, aunque quizás demasiado, le cuesta encontrar su bando...
-Nunca he estado en el tuyo.- Dijo Tails a aquella figura que le seguía siendo desconocida, luego miró a Sonic y se encaminó hacia él. -Lo siento, yo... quería llegar alto, quería encontrar a alguien esperándome, y lo encontré, oculto en la más alta de las montañas, un pueblo desconocido habitado por mi raza, y allí un hermano y una hermana, no sabía que Alfred haría esto...
Tails se puso al lado de Sonic, sin atreverse a mirarle a los ojos, pero Sonic le puso una mano en el hombro y le dijo que no pasaba nada, que todo saldría bien.
-Así que tú eres Alfred...- Dijo Sonic alzando la vista -Tú has hecho el hechizo, ¡deshazlo!- Y antes de ir hacia Alfred susurró por lo bajo a Amy -Amy, sigue luchando, si él es el veneno, yo seré el antídoto.
Alfred abrió sus ojos azules, su mirada altiva se fijó en aquellos que osaban enfrentarse a él, Sonic solo no, porque junto a Sonic ya se encontraba Knuckles con sus puños en alto, Tails se puso entre la batalla y Amy, la inocente que debían proteger.
-¿Un nuevo intento, guardián?- Dijo Alfred en tono despectivo -La última vez te humillé, ¿qué te hace pensar que ésta vez será diferente?
-La otra vez me pillaste despistado, pero ahora te prestaré toda mi atención- Dijo Knuckles.
-¡Pues voy a disfrutar viendo cómo suplicáis clemencia!- Gritó Alfred levantando los brazos y riendo de una manera aterradora.
El miedo, la desesperación, eran sentimientos que Alfred conocía muy bien, todos los del exterior (como llamaban a los de fuera del pueblo) debían sentir lo mismo que sintió él de pequeño, nadie es inocente, todos tienen sus crímenes, y era el momento de pagarlos. No hay muerte más horrible que la muerte por miedo, así, conociendo los miedos ajenos, Alfred preparó su ataque con el cetro mágico que llevaba.
-¡Esta vez no podrás vencerme! ya no temo a los fantasmas.- Expuso orgulloso Knuckles.
-No seas superficial,- Se burló Alfred -mira más hondo en tu corazón.
Y con esto, el malvado zorro de dos colas, alzó su cetro, del cual pareció salir una luz misteriosa que envolvía el cuerpo de Sonic, alzó al erizo azul en alto, Sonic intentó escapar, pero sus movimientos batallaban con el aire inútilmente. Con un movimiento de su brazo, Alfred dirigió a Sonic hacia un árbol, contra el que lo estrelló. Knuckles veía impotente cómo le hacían daño a su mejor amigo, pero mientras Sonic se levantaba con dificultad del suelo, Knux chocó contra algo que parecía ser una pared invisible, en ese momento parecía encerrado en una caja de cristal. Por su parte, Sonic se levantó corriendo hacia Alfred, que en ese momento ni le miraba, pero le sentía, y por mucha velocidad que tuviese Sonic no pudo evitar salir disparado por el poder del cetro al tocarlo, cayó rodando la colina quedando un brazo y una pierna en el agua.
-Buen intento, erizo, pero hace falta algo más que eso para arrebatarme el poder.
Alfred dibujó con un dedo la forma de una gran caja en el agua, subió su mano y alzó con esa forma el agua, luego alzó a Sonic de la forma más brusca que pudo y lo lanzó al centro del agua, momento en el que Amy gritó, de nuevo sentada sobre sus rodillas con las manos unidas en una plegaria.
-¡Ayúdale, Tails!
Y éste se quedó un momento inmóvil, sin saber qué hacer al ver a Sonic ahogarse, pero con la misma desesperación que Knuckles, que golpeaba fuertemente con sus puños su cárcel, se abalanzó sobre Alfred sin que éste le viese venir, a él no le tenía vigilado, pero golpeó a su propio hermano con tal de no dejar escapar a Sonic sin darse cuenta de que Knuckles había destruido su prisión, consiguió llegar hasta donde estaba Sonic, entrar en el presidio acuático y nadar hasta él. Alfred puso ambas manos en su cetro y lo alzó, luego lo bajó rápidamente, bajando a su vez la bola de agua donde estaban Sonic y Knuckles, y este último a su vez lanzó a Sonic fuera del agua, Sonic cayó al suelo fuertemente escupiendo agua, y Knuckles cayó al agua en un gran estruendo, tras esto las aguas quedaron tranquilas, y Sonic, tosiendo aún, quiso ponerse en pie, siendo retenido por Amy, que sacando fuerzas de flaqueza había ido a su lado, a ayudarle, a reconfortarle, pues aún estaba temblando, la fobia del agua de Sonic estaba ahora justificada. Tails, levantándose con dificultad poniendo una de sus manos en sus doloridas costillas, se dirigió a toda prisa hacia el lago, buscando algún signo de vida, y el agua empezó a temblar, aumentando poco a poco las ondas, saliendo de pronto una gran mole de agua que fue tomando la forma de Perfect Chaos, tenía cogido con los dientes a Knuckles, como si de una de sus crías se tratase, y le dejó suavemente en el suelo, quedando el equidna de rodillas respirando agitadamente. Los ojos de Alfred brillaban de locura, hizo un gesto con el cetro lanzando un rayo de luz hacia Knuckles, pero Perfect Chaos envolvió con su cuerpo a Knuckles y repelió el ataque sin ninguna dificultad, lanzando uno de esos gritos guturales que hacían temblar los árboles. Sonic quiso aprovechar para arrebatarle a Alfred su cetro y empezaron a forcejear, tirando cada uno de un lado, Tails también intervino, agarrando por la espalda a su hermano de sangre, y éste le dio un empujón que hizo dar a Tails dos vueltas en el aire, pero cayó sobre sus pies apoyando una mano en el suelo, su gesto valiente y noble hicieron dudar a Alfred un instante, a pesar de que tuvo que apoyar una rodilla en el suelo por sus costillas magulladas, así Sonic golpeó el cetro contra el suelo, haciéndole una gran brecha a la joya mágica y lanzándola lo más lejos posible, Alfred gritó intentando advertir de la solemne tontería que había hecho, pues la joya abrió un agujero que trataba de tragarse todo su alrededor. Jóvenes árboles y pequeñas piedras temblaron y salieron disparadas en dirección al vacío, Amy se agarró a la hierba como pudo, y antes de ser engullida por el vacío la mano de Knuckles encontró la suya, agarrándose él mismo a un viejo árbol, Tails movió rápido sus colas, desafiando la fuerza de la absorción, Alfred se sujetó a una piedra e intentó alcanzar un fragmento de su joya, para hacer algún conjuro o algo que le permitiese salir ileso y vencer a sus enemigos, pero Sonic, agarrado a otra piedra, saltó sobre Alfred y ambos empezaron a rodar en dirección al agujero, Alfred logró agarrarse a otra piedra, una más pequeña que ya empezaba a temblar, Sonic estaba aferrado a la cintura de su enemigo, miró a Amy y ésta le devolvió la mirada, Sonic sonrió dulcemente, Amy, como si le leyese el pensamiento, cambió su gesto y empezó a gritar.
-¡Sonikku! ¡¡¡No!!!
Pero ya era tarde, Sonic había golpeado a Alfred y ambos fueron engullidos por el vacío. Perfect Chaos había tratado de salvar a Sonic, pero no llegó por muy poco, sólo pudo lanzar uno de sus rayos y cerrar el agujero donde todo lo que entraba se desintegraba.
Continuará...
Sonic, dando media vuelta, corrió velozmente buscando a Knuckles y a Amy, ahora empezaba a comprender, aquella despedida era de verdad, se iba, y eso sí que le asustaba, empezó a recordar todo lo que había intentado decirle Amy a lo largo de la semana, el tonto había sido él al no querer escucharla, era culpa suya, ahora era muy tarde, tenía que haberla ayudado antes.
Faltaban escasas horas para que amaneciese, pero la luna aún seguía en lo alto, las nubes se habían dispersado y la habían dejado iluminando la oscura colina desde donde la contemplada Amy.
-¿Por qué aquí?- Preguntó Knuckles rompiendo el silencio.
-Este sitio es bonito.- Contestó Amy mirando el profundo lago bajo la colina.
-Ya, buena razón...- Dijo Knuckles mirándola de reojo.
Amy calló de nuevo, Knuckles parecía estar nervioso, el tiempo pasaba deprisa.
-Pronto amanecerá,- Dijo al fin Amy. -será mejor ponernos a ello.
Amy se giró y se quedó inmóvil ante Knuckles, estaba rígida, sólo su cabello ondeaba al viento, y poco a poco, al ver que Knuckles tardaba, empezaron a temblar ligeramente sus rodillas, al igual que Knuckles, que se acercó un paso, dudando.
-Adelante, guardián, es el momento, haz tu trabajo.- Dijo Amy intentando que Knuckles se decidiese.
-Sonic me va a odiar por esto...- Murmuró el equidna.
"Guardián" así había empezado Amy a llamar a Knuckles, era una manera de captar su atención, de hacerle saber cuándo iba en serio, aunque en ese momento Knuckles tuviese la mente nublada y lo único que deseaba era que todo aquello acabase de una vez por todas.
-Tú sólo hazlo, Sonic no tiene nada que ver en esto, es mi decisión... y tú serás el heroe, tú evitarás que Alfred haga una masacre a mi costa... ahora tú eres mi guardián.- Concluyó Amy.
Knuckles miró al interior de la Master Emerald un momento, cómo si le preguntase a Tikal lo que debía hacer, volvió a fijar su vista en su rosada amiga, lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, debía de serlo si ella lo decía. La Master Emerald estaba en su mano, la alzó para reclamar aquel poder que le pertenecía y luego la enfocó hacia Amy, ella alzó ligeramente la cabeza con sus ojos cerrados, ahora se sentía relajada, ahora que llegaba al final veía que se lo estaba tomando mejor de lo que había pensado, y cuando el poder de la Master Emerald empezó a deslizarse en su interior, notando cómo le flaqueaban las fuerzas al sentirse morir, entonces sonrió dejando resbalar una lágrima recordando el calor de los abrazos de su amado erizo azul, le sentía tan cerca de ella, pero el verdadero Sonic ya había llegado hasta ellos, rápidamente Sonic se avalanzó sobre Knuckles.
-¡¿Qué demonios haces?! ¡Estás loco, la radiación de la Master Emerald la matará!- Gritó Sonic intentando reducir a Knuckles en el suelo.
-¡De eso se trata!- Dijo Knuckles quitándose de encima a Sonic sin demasiada dificultad.
Amy había caído de rodillas, la presencia de Sonic le era confusa, no sabía si era real o ya había muerto y aquello eran sus últimos pensamientos. Sonic se puso al lado de Amy, traqueteándola por los hombros mientras gritaba su nombre, ella no reaccionaba, estaba con la mirada fija en Knuckles, viendo cómo se levantaba el equidna en unas imágenes que le llegaban tarde, parpadeó un par de veces y miró a Sonic.
-¿Sonic? ¿qué haces aquí?
Sonic dio un resoplido aliviado y quiso decirle tantas cosas en ese momento que las palabras se le entrecortaban, no conseguía aclarar nada, la cosa estaba cada vez peor, y Amy, se puso en pie y se apartó de él de una forma un tanto brusca, como Sonic nunca pensó que pudiese hacerlo.
-¡¿Por qué te metes?! no es asunto tuyo.- Dijo Amy intentando parecer enfadada.
-Amy, ¿vas a continuar con lo que estábamos?- Preguntó Knuckles ansioso.
-¡Pues claro que sí! pronto amanecerá, no puedo permitir que pase...
Sonic saltó entre ellos dos.
-¿El qué? ¿qué tiene que pasar? ¿quién es el hechicero?
Amy y Knuckles le prestaron atención un momento.
-¿Te lo ha contado Tails?- La expresión de Amy cambió.
-Mira, Sonic,- Comenzó Knuckles sin querer perder el tiempo -un hechicero llamado Alfred le echó a Amy un poderoso conjuro de traspaso.
-No lo entiendo- Dijo Sonic más confuso aún.
Amy resopló fuertemente.
-Vamos a ver, para que lo entiendas, es como un veneno, cuando acabe la luna llena el veneno hará efecto, es decir, la muerte, pedí a Knuckles que me matase primero...
-Espera, espera, ¿por qué te ha de matar?- Le cortó Sonic.
-¡Porque hoy el veneno me matará de todas formas! liberará mis poderes; antes de morir aparecerá el hechicero de nuevo para recogerlos, si lo consigue podrá usar las Time Stones a la perfección y controlar el tiempo, por eso necesitaba a Knux, si él me mata antes de que lo haga el hechizo, Knux heredará mis poderes y el mundo se salvará, pero para eso debe ser él quien me mate.
Sonic se quedó unos segundos pensativo.
-¿Quién es Alfred?- Preguntó al fin.
-Eso te lo puedo decir yo,- Sonó la voz de Tails a su espalda -"Alfred el hechicero" también conocido como "Alfred Prower"... mi hermano mayor.
Y junto a un Tails que parecía realmente deprimido, apareció la figura de un zorro de la edad de Sonic más o menos, una mirada helada, dos colas, y un cetro de brillante esfera verde eran lo que más resaltaban.
-Encantado de conocerte, Sonic the Hedgehog.- Alfred hizo una reverencia bastante altiva. -Mi hermanito está encantado contigo, aunque quizás demasiado, le cuesta encontrar su bando...
-Nunca he estado en el tuyo.- Dijo Tails a aquella figura que le seguía siendo desconocida, luego miró a Sonic y se encaminó hacia él. -Lo siento, yo... quería llegar alto, quería encontrar a alguien esperándome, y lo encontré, oculto en la más alta de las montañas, un pueblo desconocido habitado por mi raza, y allí un hermano y una hermana, no sabía que Alfred haría esto...
Tails se puso al lado de Sonic, sin atreverse a mirarle a los ojos, pero Sonic le puso una mano en el hombro y le dijo que no pasaba nada, que todo saldría bien.
-Así que tú eres Alfred...- Dijo Sonic alzando la vista -Tú has hecho el hechizo, ¡deshazlo!- Y antes de ir hacia Alfred susurró por lo bajo a Amy -Amy, sigue luchando, si él es el veneno, yo seré el antídoto.
Alfred abrió sus ojos azules, su mirada altiva se fijó en aquellos que osaban enfrentarse a él, Sonic solo no, porque junto a Sonic ya se encontraba Knuckles con sus puños en alto, Tails se puso entre la batalla y Amy, la inocente que debían proteger.
-¿Un nuevo intento, guardián?- Dijo Alfred en tono despectivo -La última vez te humillé, ¿qué te hace pensar que ésta vez será diferente?
-La otra vez me pillaste despistado, pero ahora te prestaré toda mi atención- Dijo Knuckles.
-¡Pues voy a disfrutar viendo cómo suplicáis clemencia!- Gritó Alfred levantando los brazos y riendo de una manera aterradora.
El miedo, la desesperación, eran sentimientos que Alfred conocía muy bien, todos los del exterior (como llamaban a los de fuera del pueblo) debían sentir lo mismo que sintió él de pequeño, nadie es inocente, todos tienen sus crímenes, y era el momento de pagarlos. No hay muerte más horrible que la muerte por miedo, así, conociendo los miedos ajenos, Alfred preparó su ataque con el cetro mágico que llevaba.
-¡Esta vez no podrás vencerme! ya no temo a los fantasmas.- Expuso orgulloso Knuckles.
-No seas superficial,- Se burló Alfred -mira más hondo en tu corazón.
Y con esto, el malvado zorro de dos colas, alzó su cetro, del cual pareció salir una luz misteriosa que envolvía el cuerpo de Sonic, alzó al erizo azul en alto, Sonic intentó escapar, pero sus movimientos batallaban con el aire inútilmente. Con un movimiento de su brazo, Alfred dirigió a Sonic hacia un árbol, contra el que lo estrelló. Knuckles veía impotente cómo le hacían daño a su mejor amigo, pero mientras Sonic se levantaba con dificultad del suelo, Knux chocó contra algo que parecía ser una pared invisible, en ese momento parecía encerrado en una caja de cristal. Por su parte, Sonic se levantó corriendo hacia Alfred, que en ese momento ni le miraba, pero le sentía, y por mucha velocidad que tuviese Sonic no pudo evitar salir disparado por el poder del cetro al tocarlo, cayó rodando la colina quedando un brazo y una pierna en el agua.
-Buen intento, erizo, pero hace falta algo más que eso para arrebatarme el poder.
Alfred dibujó con un dedo la forma de una gran caja en el agua, subió su mano y alzó con esa forma el agua, luego alzó a Sonic de la forma más brusca que pudo y lo lanzó al centro del agua, momento en el que Amy gritó, de nuevo sentada sobre sus rodillas con las manos unidas en una plegaria.
-¡Ayúdale, Tails!
Y éste se quedó un momento inmóvil, sin saber qué hacer al ver a Sonic ahogarse, pero con la misma desesperación que Knuckles, que golpeaba fuertemente con sus puños su cárcel, se abalanzó sobre Alfred sin que éste le viese venir, a él no le tenía vigilado, pero golpeó a su propio hermano con tal de no dejar escapar a Sonic sin darse cuenta de que Knuckles había destruido su prisión, consiguió llegar hasta donde estaba Sonic, entrar en el presidio acuático y nadar hasta él. Alfred puso ambas manos en su cetro y lo alzó, luego lo bajó rápidamente, bajando a su vez la bola de agua donde estaban Sonic y Knuckles, y este último a su vez lanzó a Sonic fuera del agua, Sonic cayó al suelo fuertemente escupiendo agua, y Knuckles cayó al agua en un gran estruendo, tras esto las aguas quedaron tranquilas, y Sonic, tosiendo aún, quiso ponerse en pie, siendo retenido por Amy, que sacando fuerzas de flaqueza había ido a su lado, a ayudarle, a reconfortarle, pues aún estaba temblando, la fobia del agua de Sonic estaba ahora justificada. Tails, levantándose con dificultad poniendo una de sus manos en sus doloridas costillas, se dirigió a toda prisa hacia el lago, buscando algún signo de vida, y el agua empezó a temblar, aumentando poco a poco las ondas, saliendo de pronto una gran mole de agua que fue tomando la forma de Perfect Chaos, tenía cogido con los dientes a Knuckles, como si de una de sus crías se tratase, y le dejó suavemente en el suelo, quedando el equidna de rodillas respirando agitadamente. Los ojos de Alfred brillaban de locura, hizo un gesto con el cetro lanzando un rayo de luz hacia Knuckles, pero Perfect Chaos envolvió con su cuerpo a Knuckles y repelió el ataque sin ninguna dificultad, lanzando uno de esos gritos guturales que hacían temblar los árboles. Sonic quiso aprovechar para arrebatarle a Alfred su cetro y empezaron a forcejear, tirando cada uno de un lado, Tails también intervino, agarrando por la espalda a su hermano de sangre, y éste le dio un empujón que hizo dar a Tails dos vueltas en el aire, pero cayó sobre sus pies apoyando una mano en el suelo, su gesto valiente y noble hicieron dudar a Alfred un instante, a pesar de que tuvo que apoyar una rodilla en el suelo por sus costillas magulladas, así Sonic golpeó el cetro contra el suelo, haciéndole una gran brecha a la joya mágica y lanzándola lo más lejos posible, Alfred gritó intentando advertir de la solemne tontería que había hecho, pues la joya abrió un agujero que trataba de tragarse todo su alrededor. Jóvenes árboles y pequeñas piedras temblaron y salieron disparadas en dirección al vacío, Amy se agarró a la hierba como pudo, y antes de ser engullida por el vacío la mano de Knuckles encontró la suya, agarrándose él mismo a un viejo árbol, Tails movió rápido sus colas, desafiando la fuerza de la absorción, Alfred se sujetó a una piedra e intentó alcanzar un fragmento de su joya, para hacer algún conjuro o algo que le permitiese salir ileso y vencer a sus enemigos, pero Sonic, agarrado a otra piedra, saltó sobre Alfred y ambos empezaron a rodar en dirección al agujero, Alfred logró agarrarse a otra piedra, una más pequeña que ya empezaba a temblar, Sonic estaba aferrado a la cintura de su enemigo, miró a Amy y ésta le devolvió la mirada, Sonic sonrió dulcemente, Amy, como si le leyese el pensamiento, cambió su gesto y empezó a gritar.
-¡Sonikku! ¡¡¡No!!!
Pero ya era tarde, Sonic había golpeado a Alfred y ambos fueron engullidos por el vacío. Perfect Chaos había tratado de salvar a Sonic, pero no llegó por muy poco, sólo pudo lanzar uno de sus rayos y cerrar el agujero donde todo lo que entraba se desintegraba.
Continuará...
