Paige y yo llegamos a los 30 reviews en HP y la Orden del Fénix, así q aquí está la sorpresa q prometí. No es gran cosa, pero... por supuesto, iré colgando más continuaciones (q no sé cómo las haré, se aceptan sugerencias) a medida q aumenten los reviews en esta o en la otra.
Ah... los personajes no son míos, ninguno (por el momento), pertenecen a Aaron Spelling (la Warner) y JK Rowling (la Bloomsbury).
maremoto
El Poder de SeisTodo empieza en la cocina de la Mansión Halliwell. Piper está preparando unas tortitas, mientras un débil rayo de sol otoñal se filtra por la ventana. Mira el reloj, inquieta.
PIPER : (gritando y mirando hacia la puerta) ¡Phoebe! ¿Vas a bajar a desayunar? Llevas una hora encerrada en el cuarto de baño...
PHOEBE: (la voz se oye débilmente) Sí, ya bajo...
Phoebe entra en la cocina lentamente. Su mirada está fija en un libro que lleva entre las manos. Tiene ojeras, como si no hubiera dormido en toda la noche.
PHOEBE: (enfrascada en el libro, y sentándose en un extremo de la mesa) Buenos días. Y no estaba en el cuarto de baño, eso sólo han sido quince minutos. He estado en mi habitación.
PIPER: (sin mirarla) Pues podrías haber avisado, tengo que ducharme antes de que se despierte el niño.
PHOEBE: (alzando la vista hacia las tortitas que prepara su hermana) Piper, ¿sabes que te quiero de verdad?
Piper la mira alzando una ceja. Mientras, pone las tortitas en un plato.
PIPER: Me parece muy bien. Pero no creas que por eso te voy a hacer más tortitas, hay tres para cada uno.
PHOEBE: (irónica) ¡Qué buena hermana eres!
PIPER: Ya lo sé. (Mirando hacia el techo) ¡Leo...! ¡Leo!
Leo aparece en medio de un remolino de partículas celestes.
LEO: Ummmm tortitas... (dirigiéndose a Piper) Buenos días, cariño. ¿Te he dicho hoy lo mucho que te quiero? (la besa y se sienta la mesa)
PIPER: Pues no, pero no voy a hacerte más tortitas por eso. Hoy me he encargado yo del desayuno porque es un día especial.
PHOEBE: ¿Qué pasa hoy?
PIPER: ¡Phoebe! Paris cumple un mes... había que celebrarlo de alguna manera.
PHOEBE: ¡es verdad! Tráelo, ¿no? No es justo que en su cumplemés no esté presente. Aunque no pueda comer estas deliciosas tortitas (mirando significativamente a Piper)
PIPER: No te voy a hacer más, Phoebe. Si quieres hazlas tú. Me da pena despertarlo para esto...
LEO: Vamos, Piper, si falta él, ¿para qué sirve todo esto? Voy a traerlo.
PIPER: No, voy yo. (Haciendo como que estruja algo con los brazos)Tengo ganas de cogerlo en brazos de nuevo. Por cierto, ¿Y Paige?
LEO: estaba conmigo, entrenándose un poco. La he llevado Arriba, al fin y al cabo, ella pertenece un poco allí. No tardará en venir... aún no controla su poder orbitacional.
PIPER: espero que no tarde mucho, las tortitas se le van a enfriar.
CORTE hacia la HABITACIÓN DE PIPER. Ella está sentada en su cama, asomada al capazo donde duerme su bebé.
PIPER: No puedo despertarte... estás tan bonito así... tan tierno, que dan ganas de comerte... Ya celebrarás tú también tu recién cumplido mes. Más tarde.
Se queda mirándolo y acariciándole la mejilla con una mano. Se oye un RUIDO en el piso inferior.
CORTE hacia la COCINA, donde Paige se levanta del suelo con dificultad.
PAIGE: ¿Llego muy tarde?
Piper aparece sobresaltada.
PIPER: ¿Qué ha sido...? Ah, Por fin llegas. ¿Por qué has tardado tanto?
PAIGE: Oye, no es fácil orbitar, ¿sabes? He aprendido a controlar el poder aquí, pero no Arriba. Hay una gran distancia...
Se sienta en la mesa, y empieza a comer tortitas.
LEO: (fijándose en el libro que lee Phoebe) ¿Qué lees, Phoebe? ¿Es un cuento de niños?
PHOEBE: (molesta) No es ningún cuento de niños, es Harry Potter y el Cáliz de Fuego.
PAIGE: Anda, así que al final me has hecho caso y has decidido leer los libros de Rowling.
PHOEBE: Sí. Me escamaba la pinta de historia infantil que tenía la película, pero pensé que si a tanta gente le gustaba, debía ser bueno. Y no me equivocaba. Desde luego, es más oscuro de lo que pensaba.
LEO: (preocupado) ¿Harry Potter? ¿Leéis un libro de Harry Potter?
PHOEBE: Sí, o al menos lo intento. Voy por el final del capítulo treinta y siete, me faltan dos hojas para acabar el libro, ¿es mucho pedir que me dejéis terminarlo sin interrumpirme más?
LEO: ¿Pero esos no son los libros del niño ese mago que se salvó de un poderoso brujo?
PHOEBE: Mira, si quieres te lo dejo cuando lo termine, pero por favor (suplicando) déjame leer estas dos dichosas páginas de un tirón. Me estáis matando de la incertidumbre, así no se puede leer.
LEO: No gracias, no lo quiero. Es que no deberías leer eso. (Mirando a Paige) Ni tú tampoco.
PIPER: ¿Por qué? Lo leen millones de personas, no tiene nada de malo, Leo.
LEO: (engullendo una tortita)Te equivocas. Es peligroso.
PHOEBE: Bueno, ya está. (Irónica de nuevo) Gracias por dejarme leer tan tranquilamente el final.
PAIGE: ¿Qué te ha parecido?
PHOEBE: Bes-tial. Me gustaría tener los poderes que tienen ellos. Me gustaría vivir en ese mundo.
PAIGE: ¿Estás loca? ¿Con Quien-Tú-Sabes de vuelta al poder? A mí no me gustaría.
PIPER: (posando violentamente su vaso de zumo en la mesa) Bueno, ¿queréis dejar de hablar de eso ya? Me vais a volver loca, no entiendo nada.
Paige y Phoebe sonríen divertidas.
Un pequeño "plop" suena bajo el umbral de la puerta de la cocina. Entre una nube de gases negros, verdes y plateados aparece una figura alta, delgada y vestida con una lujosa túnica negra, de tela y metal plateado.
PAIGE Y PHOEBE: (incrédulas y asustadas) No puede ser.
PIPER: ¿Quién demonios eres? Ya decía yo que llevábamos muchos días sin la presencia de asquerosos diablos a los que patearles el culo. A ver, canta, pajarito.
El hombre de la túnica negra sonríe malévolamente, mientras se atusa la perilla de chivo. La cabeza afeitada, su cara es completamente blanca, los ojos rojos y con las pupilas de serpiente. No tiene nariz, tan sólo unas rendijas que se asemejan a la nariz de una víbora.
PHOEBE: Piper, no le hables así.
PIPER: ¿Cómo que no le hable así? Qué pasa, ¿ahora te caen bien estos monstruitos?
PAIGE: No es ningún demonio, Piper. Es Voldemort.
PIPER Y LEO: ¿Quién?
Se oyen unas palmas. Voldemort aplaude teatralmente, apoyado en el marco de la puerta. Se dirige hacia Paige y Phoebe. Habla con una voz extremadamente aguda y afónica.
VOLDEMORT: Tú debes de ser Paige (señalándola con un largo y delgado dedo blanco)... y tú Phoebe. Dos de las hermanas Halliwell. Y tú... (se vuelve hacia Piper) tú eres la incrédula con mente de muggle, ¿verdad?
PIPER: ¿muggle? Oye, no sé qué puñetas es eso, pero a mí trátame con más respeto, demonio.
PHOEBE: Piper, no es ningún demonio, ya te lo hemos dicho. Es el brujo que mató a los Potter. (A Voldemort) Y ella no es ninguna muggle, es una poderosa bruja.
PIPER: Gracias por defenderme, cariño, pero (exasperada)¿Me estás diciendo que este tío ha salido de un libro?
LEO: Ya sabía yo que leer eso os traería malas consecuencias.
VOLDEMORT: No he salido de ningún libro, amago de bruja. Soy tan real como tú y tus hermanas. Acaba de serme revelado todo el poder que tenéis... Las Embrujadas... Me seréis muy útiles.
PIPER: (dando vueltas por la cocina para después girarse hacia él)) Un momento, espera, pausa: ¿Entras en nuestra cocina sin avisar, y encima nos pides ayuda para Dios sabe qué?
VOLDEMORT: Para matar a Potter. Quiero ver muerto a ese mequetrefe. Quiero asesinarlo con mis propias manos, y vosotras me vais a ayudar a conseguirlo.
PHOEBE: Ni lo sueñes, Voldemort.
VOLDEMORT: ¿No temes pronunciar mi nombre, bruja? Buen paso. Valiente, serías una asquerosa y presuntiva Gryffindor, si no fuera por... (se acerca a ella y acaricia su cara con un dedo) esa atracción que sientes por el poder.
PHOEBE: (apartándose, asqueada) No soy mala. Ya no. Y jamás nos uniremos a ti.
VOLDEMORT: Joven muchacha... necia, ya lo he dicho muchas veces... No existen ni el bien ni el mal (agachándose hasta donde está sentada Phoebe y apretando el puño derecho), sólo existe el poder, y aquellos demasiado débiles para utilizarlo. (Se levanta, y se dirige a las tres) Y tengo entendido que vosotras sois muy poderosas.
PAIGE: (levantándose) No vamos a utilizar nuestros poderes para ayudarte, asqueroso maestro de mortífagos.
VOLDEMORT: Conque insultando a Lord Voldemort. Estáis poniendo a prueba mi paciencia, mocosas. (Saca su varita de la túnica, y la acaricia) No me hagáis demostraros lo que puedo hacer con esta preciosidad.
PIPER: Vale, ya está bien de presunción de poder (alza las manos para congelarle).
Voldemort queda paralizado. Piper se acerca a él
PIPER: Mejor así, calladito.
VOLDEMORT : (descongelándose lentamente) Que te crees tú eso, paladín de los inocentes.
(Piper se asusta y chilla)
VOLDEMORT: ¿En serio creías que un simple movimiento de manos iba a paralizar al mago más poderoso de todos los tiempos? (Ríe estrepitosamente) Muy bien, ya me cansé del jueguecito. Ya os he dicho lo que quiero, y lo quiero en menos de tres días. Potter no saldrá vivo de esta. Y si me traéis a esa presuntuosa sangre sucia de Granger mejor, quiero ver cómo Potter sufre un rato viendo morir a su mejor amiga.
PAIGE: ¡No insultes a Hermione, asqueroso hijo de puta!
VOLDEMORT: Nadie insulta a mi madre y queda impune, niña. Nadie. (Levanta la varita) ¡Cruccio!
Paige se retuerce de dolor en el suelo, mientras Leo se tira hacia Voldemort, que lo repele con un movimiento de la mano, y Phoebe levita por detrás para darle una patada en la cabeza.
Voldemort se vuelve hacia Phoebe, la coge del cuello y la estampa contra la pared.
VOLDEMORT: Aprende a no molestar al Señor Tenebroso mientras disfruta de una sesión de tortura.
Piper le da un sartenazo en la cabeza. Voldemort suelta a Phoebe, y se recompone.
VOLDEMORT: Hábiles brujas, sí señor. Por eso acudo a vosotras. Muy bien, habéis conseguido enfadarme. Vais a traerme a Potter y a sus amigos en tres días. Los quiero en el Mausoleo.
PHOEBE: Qué original.
PIPER: ¿Qué te hace pensar que vamos a ayudarte?
VOLDEMORT: Quizá que te conviene. A ti y a tu querido ángel de la guarda. Nunca pensé que tuviera que llegar a este punto, pero... ¿Qué te parece... el chico Potter por el pequeño Halliwell?
PIPER: No te atreverás a hacer eso... No...
VOLDEMORT : Rétame.
Voldemort desaparece, envuelto en la misma mezcla de gases que cuando apareció.
PIPER: Leo... ¡Leo! Rápido, ¡orbita a ver si está el niño! ¡VAMOS, LEO!
Leo desaparece entre partículas celestes. El ambiente en la cocina es muy tenso. Piper da vueltas durante unos segundos, hasta que Leo reaparece. Una lágrima cae por la mejilla del Luz Blanca.
LEO: (sollozando) Esto es todo lo que había en el capazo.
Le tiende a Piper una nota:
"Tres días".
La nota se vuelve poco a poco más oscura, hasta mostrar la imagen de una cama con los doseles rojos corridos, por donde entra una débil luz solar.
Un muchacho moreno de ojos verdes se despierta sobresaltado y sudando (n/a: duerme sin camiseta... uummmm). En la frente tiene una cicatriz en forma de rayo, que comienza a brillar y a dolerle, haciendo que se apriete con ambas manos en ella, mientras se retuerce en la cama. Da un breve pero fuerte grito.
HARRY: (susurrando y limpiándose el sudor de la cara) Voldemort...
CRÉDITOS INICIALES
¿os ha gustao? Bueno, antes no lo hacía así, pero ahora los guapos de telecinco meten una publicidad después de los títulos... tomaos esto como una publicidad (aunq me da q tardaré más de diez minutos en colgar el siguiente bloque... xD)
ya sabéis, si queréis q siga el guión (q lo seguiré, pero sino metéis bulla no lo haré hasta q termine el fic de HP, dentro de unos meses...) o dar sugerencias de trama (ahora sólo sé q saldrá Cole, y un poco de trama, pero no tengo mucha idea...)....
¡¡¡REVIEW!!!