Oh! Taichi.

Written by: Lore-chan.

~ Cuarto Capítulo ~

    "Amarte a ti"

Amarte a ti no es lo mejor, lo tengo claro
Habiendo tantas cosas por hacer menos traumáticas
Como hallarle figuras a las nubes
Como ir al cine o no hacer nada.

            Taichi está castigado hace un semana, por escaparse al digimundo, salir sin permiso, no haberse comido la cena y llegar después de la una de la mañana, pero hoy su castigo termina.

            Y Sora va a ayudarle a pasar el tiempo junto con su presencia, juntos ya no se aburren, no desde ese día en el escondite. Extraño sí, que el primer beso no fuese esa noche, sino al otro día para saludarse en el colegio; ninguno se había dado cuanta sino hasta entonces.

            Era difícil sí, estar con Taichi bajo esas circunstancias, ir diciendo que tenían trabajos y encerrarse en el cuarto de él a 'trabajar'.

Amarte a ti no es lo mejor, pero me gusta
Quizás estoy jugando como siempre al masoquista
En vez de distraerme con el fútbol
O con el Internet, como hacen todos.

            -Sora, ¿a dónde vas? – le preguntó Yamato luego de clases.

            -donde Taichi, quedamos de vernos.

            -¿las cosas se arreglaron ya?.

            -sí, estamos bien.

            La pelirroja sacó su discman camino a la casa de su novio, y enseguida lo prendió la canción que escuchó le erizó la piel, había dado en el clavo.

            Ella sabía que querer a Taichi no era lo mejor, pero la hacía sentirse feliz. Comprendía que con el temperamento de ese Yagami sería difícil lidiar, pues él siempre o llevaba la contraria o te hacía la vida imposible si lo obligabas a ir de su lado sin su consentimiento. ¿En qué se había metido?, pensó luego de escuchar la segunda estrofa, claro que sería mejor ir a jugar football con su amigos, pero era compensada enormemente.

            Además tenía de su lado los años de experiencia como mejor amiga del moreno.

Amarte a ti no es lo mejor, pero es perfecto
Para encontrarle algún sentido a esta rutina,
De ser por siempre sólo un ciudadano,
Sólo uno más.

            No iba a aceptar de todos modos que Taichi le copiase en la pruebas. No, no. La fuerza de Sora se debilitó con la relación. Era la última prueba en que lo dejaba.

            Quien pensaría que él también estaba enamorado de ella, lo encontraba tan frío cuando se acercaba, la actitud que tomaba al verla cerca. Lo escondía mucho mejor, estaba claro. Sora jamás pudo evitar el brillo que le nacía en los ojos al tenerlo frente a sí o voltear a mirarlo sin ninguna razón, tartamudear, decirle algo y a medio camino olvidarlo.

            ¿Era buena su decisión?, hasta el momento no se arrepentía, pero y ¿luego?.

            -no pienses en eso – se dijo acomodando los audífonos de su dicman – hay disfrutar el momento…luego veremos…

Amarte a ti me hace sufrir, qué buena suerte
Para acordarme de que existo y de que siento,
Para tener en qué pensar todas las noches,
Para vivir.

            -Sora – le saludó la madre de Taichi – mi hijo no se encuentra.

            -¿no está? – preguntó pensando que sería una broma. Él tenía que estar.

            -pues, no.

            -¿dejó recado para mí?.

            -no, salió hace poco, unos diez minutos. No dijo que venías.

            -quizá lo olvidó… - pensó entristecida.

            -¿tenían trabajo otra vez?.

            -este, no, es que dejó un cuaderno en su puesto, venía a dejarlo.

            -gracias, ¿quieres pasar?.

            -no, estoy atrasada con mis entrenamientos de tenis…muchas gracias.

            Tuvo que pasarle el cuaderno, ambos habían planeado la excusa para verse hoy. Toda la clase. Y él no estaba, Sora quería matarlo. Le repitió miles de veces: "iré a las tres un cuarto".

            -estúpido Tai – pateó una piedra en su camino.

Amarte a ti es un veneno, que da vida
Es una antorcha que se enciende si se apaga.
Es lo sublime junto con lo idiota,
Es lo que siento, y a quién le importa.

            -una semana juntos y ya olvidó un mínimo compromiso… - se quejó la Takenouchi con los ojos vidriosos caminando por el parque – quiero tenerte en frente sólo para ahorcarte con mis manos

            Y de seguro ahora llegaré a mi casa y mi madre me regañará, porque ella no entiende el porqué yo necesito ir todos los días a la casa de Tai, quizá venga una nueva sesión de preguntas, tratando de descubrir a qué voy…sería más fácil si le contara, pero ella no…diría:

            -¿tú de novia con ese chico?, pero si eres apenas una niña, Sora. No, no, no quiero nada con él, no sales con él.

            -¿Qué digo yo a eso?, Ah?… - pensó – revelarme y ¿decir que me iré de la casa con él?, ¿qué me casaré?, no. Vernos a escondidas y de paso darle más razones a mi madre de sospechar del asunto. Deberá tener una muy buena excusa…

Amarte a ti es la verdad más mentirosa,
Es lo mejor de lo peor que me ha pasado.
Es la ruleta rusa por un beso,
Es lo de siempre improvisado.

            Sora se sentó en una banca, tras un árbol…

            -flores…para mi cielo… - un pequeño ramo de rosas azules despampanó los ojos de la pelirroja – perdón el retraso.

Taichi apareció a sus espaldas sacándose una chaqueta que traía.

-¿te gustan? – preguntó – fui a recogerlas cuando me llamaste para que estuviesen frescas al entregártelas…

            -¿las compraste para mí? – algunos pucheros se escaparon.

            -por supuesto…ya era hora de algún regalillo, pensé yo. ¿te gustan?.

            -mucho, gracias, Tai.

            -¿te ibas porque no me encontraste?…

            -sí, pensé que lo habías olvidado.

            -no, claro que no lo iba a olvidar…es que te quería dar una sorpresa y como las flores azules no son comunes, dije aquí está mi sorpresa.

            -perdón por haber pensado otra cosa.

            -no te preocupes – la abrazó fuerte - ¿merezco con un beso o no? – preguntó.

            -no, porque me preocupaste – sonrió ella dejando atrás lo mal que había pensado de Taichi.

            -¿cómo así?, me recorrí toda Odaiba buscando un lugar donde tiñeran rosas de color azul…pensé en ti, dije si no son azules como el cielo, no le compro nada.

            Sora se sonrojó, ¿desde cuando este chico era tan romántico?.

            -¿lo merezco? – insistió acercando su boca.

Amarte a ti es un error, dice un amigo,
Que cree que ser feliz es estar libre.
Y se pierde del matiz que da lo incierto

            Ambos se dirigieron hasta su escondite, ahí estarían más tranquilo y no se inhibirían con la presencia de las demás personas.

            Se abrazaron, Sora con su espalda en el pecho de Taichi y éste apoyado en el árbol, el día estaba nublado y de vez en cuando aparecía el sol así que podían sentarse en el poco de césped del lugar y no preocuparse de lo caluroso que pudo haber sido.

            -¿le contaste a Yamato, ya? – preguntó el Yagami.

            -sí, hoy en la mañana…está contento.

            -más le vale… - bromeó él chocando su mejilla contra la de su novia.

            -le pregunté que si formalizaría su relación con la segunda vocalista de su grupo.

            -¿y?.

            -dice que prefiere ser libre…

            -nah! – suspiró Tai – entonces no la quiere, porque cuando quieres, no te importa el compromiso…sólo el estar con ella, contigo.

            -debo admitir que has cambiado…

            -¿así?… - el Yagami alzó una ceja.

            -claro, jamás te creí tan romántico – comentó tocando el pétalo azul de una de las cinco rosas que recibió.

            -pues estás descubriéndome…

            -me gusta.

            -¿qué?.

            -Descubrirte…

Amarte a ti
Es la embajada de un instante en mi cerebro,
Es también haberte odiado un par de veces,
Amarte a ti es un absurdo, y lo sabemos

            -¿Crees que podremos estar mucho tiempo juntos? – preguntó el moreno.

            -¿por qué?.

            -es que somos unos polos realmente opuestos.

            -¿te vienes a dar cuenta de eso a más de 10 años juntos?, Oh! Taichi, claro que somos opuestos – dijo Sora – no pensemos en eso, si estaremos juntos en dos meses, tres años, estemos juntos ahora.

            -está bien, pero con una condición.

            -¿cuál?.

            -o me das el beso que me debes o le regalo esas rosas a otra persona…

            -por supuesto que te lo voy a dar…

Y así será, mientras nos dure

* ~ FIN ~ *

Notas:

fin, fin, fin. Es un agrado terminar un fic, hey!, terminó con Happy end ^^, como lo prometí. Aplausos con eso!.

Pues y, ¿qué tal?, incluí las rosas azules, porque a mí personalmente me fascinan a matar.

La canción es de Ricardo Arjona, de su última producción "Santo Pecado", incluiré que el álbum es buenísimo. ^^

Bye, bye.

L o r e – c h a n.

Enero 7, 2002