Pareja (s): AlfredxArthur, USX UK, Estados UnidosxInglaterra y todas las que se le parezcan~
Disclaimer: En veces pienso que Arthur y Alfred deberían independizarse de Himaruya-Sama XDD
Advertencia: Lo de siempre
Notas de inicio:
Posiblemente mis lectoras me odian, por estar aquí y no en otras historias, por estar aquí después de básicamente un año de no estar… En fin, en veces la vida es así, unos odian y otros aman, los invito a leer sobre gay que se aman entonces~
PD: Esto va con dedicatoria especial para mi amada florista
Alma:
"Como eres una expertA en esto, dejaré que encuentres el Mensaje, no creo Encontrar a aLguién más para esta mIsión, solo tú, dulce CocoA"
One, Two, Three, Go!
~*~ Girasol ~*~
Lunes, 26 de abril.
Todo comenzó aquella mañana, en el casillero número 227 dentro del instituto "Gakuen HTA", un colegio exclusivo para chicos.
Eran las siete cuarenta y cinco de la mañana, el pasillo oeste apenas empezaba a estar concurrido, aunque Artur estaba realmente interesado en continuar su argumento contra su amigo francés, se quedó en un silencio repentino cuando abrió su casillero y descubrió algo inusual dentro.
Era un… girasol.
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Martes, 13 de abril.
Alfred se golpeó la frente contra la madera de su pupitre.
—Es que, me gusta tantoooo— Se lamentó en un murmullo agudo lo suficientemente alto para que solo lo escuchara su compañero de butaca, su cara era de un rojo escarlata por la declaración.
—Bueno, eso lo sé, pero honestamente Al… sus cejas son algo…— Murmuro el francés con el mismo volumen de voz que Alfred, pero con la voz más cansina y desinteresada.
—No es solo su apariencia… es, es que, agh…— Alfred gestuló con las manos y se dio por vencido volviendo a golpear su frente con la madera. —No lo entenderías…— Suspiro derrotado, no era la primera vez que hablan del tema, pero si era la primera vez que Alfred se notaba tan abatido por ello.
—Mmm… podrías hacer algo al respecto— Opinó el francés mirándose las uñas.
—Y también podría ser rechazado monumentalmente, jamás volvería a mirarme en su vida, ya sabes cómo es… sin mencionar su clara opinión hacia todo lo homo— Argumento Alfred aun con la frente aplastada sobre su pupitre.
—Tal vez… deberías escribirle una carta anónimamente…— Sugirió el otro un tanto aburrido, era hora del almuerzo, pero Alfred y él estaban en detención castigados por distintos asuntos, Alfred por no portar el uniforme completo y el francés… bueno otro asunto.
—Sabrá que fui yo por la letra…— No es que Alfred tuviera la letra más distintiva del instituto, estaba en un promedio de pasable, pero Arthur era observador, seguro que lo descubriría en un instante.
—Usa tu cerebro, podrías imprimirla… o mejor aún, consigue una máquina de escribir, eso le gustaría más— Recién ahí atrajo el interés de Alfred que solo ladeo la cabeza para darle una mirada de interés genuino, tenía la frente roja y el semblante de cachorro bajo la lluvia.
—¿Qué le puedo escribir? — Preguntó Alfred con un puchero en los labios.
—No lo sé, un poema… Algo cursi, en el fondo es un romántico reprimido— En ese punto Francis no se estaba tomando nada en serio esa conversación, pero Alfred por el contrario estaba muy interesado en las palabras al azar que estaba soltando el otro.
—¿Qué hay con enviarle flores? — Preguntó Alfred levantando la cabeza de su pupitre, de pronto con el ánimo renovado.
—¿Qué tipo de flores? — Preguntó Francis entornando los ojos en sospecha, Alfred sonrió bonito.
—De todo tipo…—
Y esa fue la respuesta.
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Lunes, 26 de abril.
El francés se asomó al casillero de Arthur para descubrir lo que lo había dejado mudo y se rio en cuanto lo vio, tenía que admitirlo, Alfred se había lucido.
—¿Qué demonios? — Susurró Arthur más para sí mismo, no había una nota o razón para aquello, su cumpleaños había pasado ya y no se festejaba nada en especial ese día. ¿Un regalo tardío? ¿Se habían equivocado de casillero? No había forma de saberlo.
—Ohhh~ parece que tienes un admirador— Se burlo el francés y justo ahí fue que Arthur unió puntos. Su rostro se encendió de un momento a otro.
—Debe ser un error…— Murmuro fingiendo molestia, sacó sus cuadernos del día con cuidado de no maltratar la flor y cerró su casillero ignorando el asunto.
—Si la dejas así se va a marchitar para el final del día…— Opinó Francis siguiéndolo de cerca, fascinado de pronto por la reacción de Arthur, eso iba a ser divertido.
—Cállate, no quiero llegar tarde a clases— Eso fue lo que dijo Arthur, sin embargo, el temblor en su voz lo delato por completo y al francés no le extraño que en medio de la primera clase Arthur pidiera salir un momento con una botella de agua medio vacía en la mano. Sí, muy divertido.
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Alfred estaba ansioso, no, más bien ATERRADO era la palabra.
Aun cuando sabía que nadie lo había visto esa mañana y que había dejado la flor en el casillero correcto no podía dejar de pensar que algo iba mal. ¿Arthur se daría cuenta? Aunque no compartían asiento y no solían hablar tanto en clase Alfred no podía evitar estar aterrado de la sola idea de cruzar miradas con el británico.
Incluso entró al salón segundos antes de que sonara la campana para la primera hora, básicamente paso a su asiento sin cruzar miradas con Arthur o con alguien en general. Era tan malo para mentir. Ahhh, que vida la suya.
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—¿Así que al final la vas a llevar a casa? — Arthur odiaba que aquel francés metiera sus narices en donde no debía.
—¿Qué más puedo hacer? ¿Poner letreros por toda la escuela como si fuera un gato perdido? Si fue un error o no es mi responsabilidad ahora…— Sin más, cerró su casillero después de tomar la flor en su jarrón improvisado, era bonita, justo hasta ese momento se permitió sentir la flor como suya y notó que le gustaba más de lo que podría admitir.
—Vuelve a decir eso sin sonrojarte y te voy a creer~— Arthur gruñó y Francis soltó una carcajada ligera, habría golpeado al francés si no tuviera las manos ocupadas. —¿Vendrás a ver jugar a los chicos? Escuché que será un partido importante— Arthur negó de inmediato, el futbol no era lo suyo y aunque a veces iba a apoyar al equipo por conocer a varios de los integrantes realmente eran raras ocasiones. —De acuerdo, nos vemos mañana, chico flor~—
Arthur solo bufó y emprendió su camino a la salida. En el lenguaje de las flores, el Girasol significaba "Te admiro"
